AL CASTELL D’ALJOFRA DESDE CONFRIDES.

Posted by : Vaig a Peu miércoles, 20 de diciembre de 2023

El nombre de la población de Confrides proviene del visigodo, del nombre propio Gunfred. En época medieval formaba parte, junto a Aljofra, L’Abdet y Florent, del conjunto de las cuatro alquerías andalusís del término que estaban defendidas por el Castillo de Aljofra o Confrides. A mediados del siglo XIII el valle de Guadalest fue conquistado por las tropas cristianas de Jaime I, que en 1264 nombró a Vidal de Sarriá alcaide del Castell de Confrides. A su muerte legó la alquería de Aljofra a su hija que después paso a ser propiedad de su hermano el Almirante de Aragón, Bernat de Sarriá, quien creo a finales del siglo XIII la Baronía de Confrides, formada inicialmente por las cuatro alquerías. Desde aquel momento la familia Sarriá construyó en estas montañas y valles un gran estado señorial, conocido como Las Montañas de Sarriá, precursor de lo que hoy conocemos como la Marina Baixa. Después de la conquista cristiana la población andalusí, predominante en la región, consiguió permanecer protegida por un fuero especial, la Carta Sarraína. Pero en 1609 el decreto de expulsión de los moriscos supuso la despoblación total del Marquesado de Guadalets y la Baronía de Confrides. Para asentar nuevos colonos, en 1611Felipe de Cardona otorgó nueva Carta de Población a todo el Valle pero de las cuatro alquerías que formaban la Baronía solo Confrides y L’Abdet fueron reocupadas. Por su posición estratégica ha sido atravesado por rutas de trashumancia y vías comerciales desde antiguo. Uno de sus productos comerciales más característico era la nieve, que conservada en la umbría de Aitana, abasteció a poblaciones costeras hasta principios del siglo XX. El puerto de Confrides también ha sido campo de operaciones de salteadores de caminos y contrabandistas hasta el siglo XIX.

CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de los túneles de la Font Roja, Salida en la nº 449 a BENILLOBA, continuar por la CV-70 a Benilloba, seguir hasta Benasau, el Port d’Ares y Confrides. Aparcar en la calle Sant Antoni, en las inmediaciones del Hostal Pirineo.

COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, PELEGRIN, JUANJO, PACO VERDÚ, CERVERA Y MANOLO PERAL.

ITINERARIO: CONFRIDES / FONT DEL TRINQUET / SENDERO SALIDA / CV-70 / FONTETA DEL TIO TONI / DCHA. DEJAR CV-70 / POR LA DCHA. / IZQ. SENDA PR / ASFALTO / PANORÁMICAS / POSTE INFO. / VISTAS AL CASTELL / SENDERO IZQDA. / COLLADO / CASTELL D’ALJOFRA / SENDA DEL RUNAR / POSTE INFO. DCHA / IZQUIERDA / IZQDA. / DCHA. / BARRANC DE MATXELIS / LECHO DEL BARRANCO / CRUZAR RIACHUELO / DCHA. SENDERO HORMIGON / CONFRIDES.

LA RUTA: Sencilla y preciosa ruta circular para mis amigos veteranos, recorriendo las faldas de Aitana para llegar desde Confrides al Castell de’Aljofra, histórico defensor de las alquerías del Valle de Guadalets.

Iniciamos desde el carrer Sant Antoni callejeando y saludando a sus amables vecinos que nos cuentan algunos detalles del pueblo donde todo está preparado para la Navidad. Buscamos las paletas indicadoras de la ruta.

El pueblo está inmaculado, con algunas hornacinas de santos en las paredes, donde también han conservado entre dos fachadas un pequeño reloj de sol, tallado en piedra y resaltado con trazos negros. Por la Font del Trinquet vamos saliendo del pueblo.

Calle abajo con muros de piedra y vistas a la Aixortá, una sendita con piso de cemento nos saca del pueblo entre bancales de olivos hasta conectar con la carretera CV-70 por la que transitaremos unos 400 metros por su arcén.

Pasaremos por la Fonteta del Tío Toni, una bonita área recreativa en hondo, que salvamos por una pasarela metálica. La están limpiando y podando sus grandes árboles. Dejamos la CV-70 por la derecha haciendo un cerrado giro.

Comenzamos a elevarnos por camino de asfalto lo que nos da buenas vistas a Confrides. Ganamos altura con facilidad y entramos en una bonita zona cerca de las estribaciones de Aitana con preciosos chalets y casas de campo.

Obviamos un ramal por la izquierda para poco después dejar el camino asfaltado por un sendero balizado por la izquierda. Este sendero trazado hace poco, es un atajo a una gran curva que hace el camino.

Por lo visto se utiliza poco ya que atraviesa bancales de piedra seca con cultivos casi abandonados de almendros, olivos y delicios cuyos frutos están esparcidos por el suelo. En algunos trozos el matorral invade el sendero, quizás habría que patearlo más.

La altura ha dejado a Confrides en el fondo del valle y en la otra vertiente predomina ahora la Serrella. Volvemos al camino ancho tras de atravesar un bosquete de pinos y de nuevo asfalto. Hay algunas casas de campo y corrales abandonados.

El vuelo de un buitre nos hace alzar la mirada y tenemos la primera vista lejana a las murallas del Castell d’Aljofra, y hacia abajo en el fondo del valle distinguimos a golpe de zoom, la diminuta población de L’Abdet.

En suave pero constante ascenso por zona despejada, las miradas van buscando la afilada Penya del Castellet que con las lluvias recientes resalta en un cielo con nubes de paso. La profundidad del valle limita con la Aixortá y la Serrella.

Después de otro poste informativo en el que vamos girando a la derecha, enlazamos con un camino que vuelve a torcer a la derecha, pasando por un breve bosque de pinos donde vemos una casa aparentemente abandonada.

Conectamos con un sendero que nos sube en dirección al runar en las faldas de Les Penyes de les Moles, para enlazar con el sendero del runar que recorre la umbría. Este sendero será el de regreso, y ahora seguimos por la izquierda hacia el Castell.

En un corto trecho y con miradas al inicio de la cresta de la Penya del Castell, llegamos al pequeño Collado (1.050 m.) entre las peñas del Castell y de les Moles, donde también se une el sendero que viene desde la Font de Partegat o la Font dels Xorrets.

Tenemos profundas miradas al valle y al Bérnia que llegan hasta el mar. Seguimos por la izquierda, por delante de las afiladas crestas que se descuelgan desde la cima, en una de ellas vemos un reciente derrumbe.

Hacemos un giro a la derecha y enseguida vemos los lienzos de las murallas y un torreón cuadrado. Antes de comenzar una entretenida subida con pequeñas trepadas, el grupo se divide, el resto esperará a que bajemos. Pasando junto a un diminuto arco para entrar al interior.

Castell d’Alfofra o Confrides (1.117 m.) La fortaleza presenta un estado actual de casi ruina. Aun así, se pueden observar una cantidad notable de los elementos del antiguo castillo, en especial sus amplios lienzos de muralla en fábrica de tapial y un gran parte de la estructura cilíndrica de dos de sus torres de defensa, en fábrica de mampostería. Las panorámicas son impresionantes.

También quedan restos bastante conservados de otra de las torres, en forma de cubo de planta rectangular, fabricado en mampostería. La última torre, al norte de la fortaleza, presenta un estado más lamentable, estando casi toda ella desmochada. El conjunto de torres y lienzos de muralla nos da una idea aproximada de las dimensiones de la fortaleza de Confrides, que en su tiempo debió ser considerada como una de las importantes de la comarca de la Marina Baixa.

Nos reagrupamos y regresamos al Collado, y ahora por la derecha, a los pies de los farallones de Les Moles, cogemos la estrecha senda que a media altura de su ladera norte atraviesa todo el canchal. Vamos girando la cabeza sin dejar de mirar la Penya del Castell.

El reposado vuelo de otro un buitre nos acompaña durante este bonito recorrido. Al final de la ladera conectamos con un camino de tierra y un poste informativo que seguimos por la derecha hacia Confrides. Damos las últimas vistas al Castell.

Con leve descenso el camino comienza un entretenido trayecto en el que ensamblamos con otro camino por la izquierda, para luego hacer un giro cerrado en el mismo sentido, adentrándonos en un novedoso paraje cerca de Les Penyes de Matxelis.

Tras otro giro a la derecha, nos posicionamos en la ladera del Barranc de Matxelis, tomando un sendero que se pierde entre el matorral y bancales abandonados de resecos almendros junto con pinos rebrotados de antiguos incendios.

Las miradas son para las altas paredes de Les Penyes de Matxelis en la ladera de enfrente. La agobiante vegetación termina cuando el sendero empieza a descender al lecho del barranco, donde también han brotado algunos pinos.

Caminamos un breve trecho por el lecho hasta atravesar el tenue curso de un riachuelo. Sus aguas deben ser encauzadas puesto que a unos pasos hay una pileta y una caseta desde donde las distribuirán para riego.

Arriba conectamos con un camino de tierra que nos saca del barranco por la otra ladera donde después de una casa abandonada tenemos panorámicas al diminuto valle abancalado y cuidado con mimo entre casas de campo.

También distinguimos a lo lejos el Castell d’Aljofra en su peña y marchamos por delante de un precioso chalet de montaña y una balsa de riego. En esta ladera hay varias propiedades y comenzamos a ver el recogido pueblo de Confrides.

Las vistas son ahora para la Aixortá y la Serrella mientras entramos por un camino de cemento al pueblo. Nos detenemos en la Plaça de l’Anouer, junto a la iglesia, el ayuntamiento y el antiguo lavadero donde cerramos esta agradable ruta.