Posted by : Vaig a Peu miércoles, 24 de noviembre de 2021

La Dehesa del Camarate es una finca de 1600 ha, perteneciente al término municipal de Lugros(Granada), situada en el Parque Nacional de Sierra Nevada. De laderas empinadas y densamente poblada de vegetación. Situada en la cara norte de la sierra, va desde la cota 1400 metros de altura, hasta los 2800 del Mirador Alto. Su geología está compuesta de rocas silíceas metamórficas. La abundante agua que cae en este territorio, en forma de lluvia o de nieve, hacen que la vegetación sea enormemente rica en especies que sólo se encuentran en esta zona. La primera reseña histórica donde aparece, la encontramos en 1504, cuando los Reyes Católicos dan en exclusiva la propiedad al Monasterio de los Jerónimos de Granada. En esa época es muy considerada y valorada por sus innumerables prados donde pastan todo tipo de ganado. Los monjes, desde su primer momento, la arriendan al Conde de Tendilla por 15000 maravedís, para el usufructo de sus pastos. A lo largo de la historia el ganado ha conformado el paisaje del Camarate. Aquí siempre ha habido toros bravos, de ahí que se conserven infraestructuras para el manejo de estas reses (un tentadero, un embarcadero ). También es de destacar la presencia de la Caballería Real del Ejército español, que desde 1902 a 1940 arrendaron la finca para traer a pastar los potros de la remonta. El Estado español, en su ramo de guerra tiene, en ese momento, su sede en la noble ciudad de Úbeda, estableciendo allí la Remonta o cría caballar. Los caballos pastaban en invierno en Sierra Morena y es, en verano, cuando venían a Sierra Nevada buscando hierba fresca y temperaturas más suaves. Para el traslado de 2000 cabezas de ganado, (madres y potros) se crea la Cañada Real de los Potros, que une ambas localidades, Úbeda y Lugros, y que sirve de vía de tránsito a todo tipo de trashumancia de ganado entre Sierra Morena y Sierra Nevada. Es importante también la cabaña caprina, que llego a tener en el siglo pasado unas 4000 cabezas. Gracias a esta actividad se ha mantenido y mantienen, los tesoros botánicos más preciados de cuantos hay en el Parque Nacional de Sierra Nevada. Es la zona de reserva más valiosa del Parque Nacional, en ella se encuentra el mejor y más completo bosque mixto caducifolio de toda la provincia de Granada y de gran parte de Andalucía. Robles melojos, arces, serbales, cerezos y manzanos silvestres, quejigos, rosales silvestres, agracejos, sauces, etc., son un ejemplo de la diversidad arbórea del paraje. Son de destacar los Tejos milenarios que nos encontramos aquí, en total unos 80 ejemplares. Este árbol es sagrado en la mitología celta y es posible que verlos por estos lares halla inspirado el sobrenombre de Bosque Encantado.

CÓMO LLEGAR: Desde Guadix, por la A-4100 hasta Purullena, donde tomaremos la GR-4105, que pasando por Marchal, Beas de Guadix, Polícar, en dirección a Lugros, donde poco antes de llegar nos desviaremos por la derecha por la pista del Camarate hasta el aparcamiento.

COMPONENTES: VICENTE, SUSI, PEPE Y TERE.

ITINERARIO: ALAMEDA / CAÑADA REAL DE LOS POTROS / ACEQUIA DE GUADIX / CANCELA / ERMITA / IZQDA. / PARAJE LAS HACILLAS / LOMA DEL ESPINO / RÍO ALHAMA / CORTIJO / PORTÓN / BARRANCO DE LA ROZAS / TENTADERO / ALAMEDA.


LA RUTA: Todavía tenemos en la retina el colorido otoñal donde predominaban los amarillos en los castaños centenarios de Aldeire. Hoy regresamos al Camarate, ruta que interrumpió la lluvia hace dos días. En Guadix amanece un día frío.



Anoche hicimos las maletas y tras el desayuno las hemos cargado en los coches puesto que después de la ruta regresaremos directamente. Al igual que el día anterior, al ser entre semana, aparcamos en la primera de las alamedas.

 



Con la primera de las nevadas el paisaje ha cambiado, en los prados y en las montañas las motas blancas embellecen el panorama y resalta más el colorido. A cambio, en el carril mojado el piso se ha helado y hay que prevenir resbalones.

 



Este camino que comienza al principio junto a la carretera que va a Lugros, es la Cañada Real de los Potros, una de las antiguas vías pecuarias que unen Granada con Jaén, y que pasa por el interior de la finca.

 



Llegamos a la Acequia de Lugros – Guadix, junto a la que discurre el sendero PR que viene desde Lugros y se une a la Cañada Real de los Potros. En esta zona, por su humedad el hielo cubre buena parte del carril.

 



A media que salimos de la umbría, el sol calienta el ambiente y el camino se torna más transitable pese a algunos charcos congelados. Junto al cauce del río Alhama los matorrales toman un colorido apagado y vemos alguna res descarriada.

 



Junto al camino predominan las encinas, el matorral en el cauce del río y la densa pineda en las laderas de las montañas, las aguas del río Alhama apenas se dejan ver en algunos tramos despejados de vegetación.

 



Arribamos al paraje del Horcajo, donde se cruzan varios arroyos a la entrada de la Finca del Camarate. Aquí es realmente donde comienza la ruta y donde en los fines de semana llegan las lanzaderas, ya que no dejan circular vehículos.

 



Siempre hay que dejar cerrada la cancela. En su interior la primera visión es para la inacaba ermita con sus viejas escaleras que moteadas por la nieve forman una bonita estampa. A la derecha hay ganado en un redil.

 



Nuestra ruta circular la iniciamos por la izquierda, subiendo por la Cuesta del Almendro después del cauce del río. No hay un sendero marcado y con la nieve menos todavía. GPS en mano intentamos seguir el Track entre los rocas y la arboleda. 

 



Apenas tomamos altura dejamos atrás la ermita y uno de los cobertizos derruido. Los primeros pasos son a ciegas siguiendo algunos rastros, que muchos de ellos son del ganado vacuno que está paciendo en la ladera.

 



Poco a poco los rastros se reafirman y tenemos unos trazos visibles que suben por la loma, la nieve se mantiene en las umbrías y bajo las encinas, dándole un toque bucólico al paisaje. El ascenso es tenue pero constante.

 



En la parte alta vemos las lomas alumbradas por el sol, estamos en el paraje de las Hacillas, donde ya comenzamos a ver las laderas de la otra vertiente mayormente cubiertas de pinar, y en la nuestra, el ocre tostado de los robles y quejigos.

 



Tomamos un camino que nos asciende suavemente haciendo unas revueltas por la umbría, entre un pasillo de carrascas no muy altivas pero de un intenso verdor. Alcanzamos la loma donde el sol resplandece.

 



La soleada loma está más despejada y se pueden seguir los trazos del sendero entre matorral disperso llegando hasta la loma del Espino, donde tenemos miradas a Sierra Nevada con el Picón de Jeres (3.088 m) cubierto por la nieve.

 



Hacemos un giro derecha-izquierda tomando otro camino que nos sigue subiendo por otra loma hasta que alcanzamos nuestro punto más alto de hoy, 1.744 m., donde distinguimos el  Cortijo del Camarate bajo el Cerro de los Carneros.

 



Comienza una suave bajada hacia el cauce del río Alhama. Aquí es realmente donde empieza “el bosque encantado” pero para nuestro pesar hemos llegado una o dos semanas tarde y su esplendor cromático se ha ido apagando.

 



Casi todos los componentes del precioso bosque caducifolio de arces, robles melojos, cerezos silvestres, quejigos, serbales, tejos, majuelos están deshojados o el tono de sus hojas ha cambiado a matices más oscuros, pardos, marrones o rojizos.

 



Posiblemente le reste esplendor pero no belleza. Es muy difícil predecir los días de otoño en que el bosque alcanza su cenit. El calor, el frío y las lluvias influyen de manera muy especial, adelantado o retardando las fechas.

 



Un rebaño de ovejas pasta junto a un grupo de grandes robles. En la bajada hemos de sortear también algunas chorreras de agua que atravesaban el camino e incluso ramas quebradas por el peso de otras nevadas.

 



Llegando al final podemos ver el surco del camino en la otra ladera. En otra chorrera cuelgan en el matorral puntiagudos carámbanos de hielo. Distinguimos perfectamente por la vegetación, el curso del río aguas arriba.

 



Vadeamos el curso del río Alhama en su parte más baja, entre palos y piedras para no mojarnos las botas. En la otra vertiente la nieve resiste en las umbrías y remite cuando el camino se ensancha en la solana.

 



El desnivel es duro al principio, con largas cuestas con hojarasca de grupos de esbeltos robles que flanquean el camino, luego se estabiliza llegando a los cobertizos del cortijo donde pace otro rebaño de ovejas.

 



Dejamos el camino para cruzar por la dehesa donde pacen algunas reses bravas que nos vigilan desde la distancia. Junto a unos quejigos hay una pileta de piedra a rebosar, conectada a una manguera que hace de fuente.

 



Cortijo de la Dehesa del Camarate, pasamos junto sus cobertizos donde un perro ladrador vigila que nadie se acerque a sus ovejas. El camino continúa haciendo varias curvas en ligero ascenso hasta un rellano.

 



En el rellano hay un portón o cancela que abrimos y volvemos a dejar cerrada. Al camino se le une el sendero Sulayr y pasa a estar muy cuidado con muretes de piedra y dos franjas empedradas en el piso. Vemos ciclistas.

 



Poco más adelante, en una cerrada curva pasamos el barranco de las Rozas, que a partir de este momento descenderemos paralelamente. Atrás se queda un bosquete de robles y vuelve el “bosque encantado” de colores pardos.

 



En algunas de las curvas tenemos preciosas vistas a la masa forestal del bosque, imaginamos como podría estar su coloración en pleno apogeo. El descenso es entretenido por la variedad del paisaje, blanqueado por la nieve.

 



Hay bonitos roquedos que descienden de lo alto de las lomas al barranco y en las perspectivas lejanas vemos largas lomas cubiertas de verde carrascal, mientras que a nuestras espaldas va marcando una línea de separación.

 



En los recodos damos las últimas miradas a las laderas del “bosque encantado” que se queda arriba colgado en las lomas, apretado de colores pardos donde sobresalen como rugosidades los coloridos ocres más claros.

 



En la parte baja, entramos en la última y más cerrada curva del barranco de las Rozas, en zona umbrosa y donde la nieve se mantiene helada, hay que vigilar los posibles resbalones. Vemos correr las aguas del arroyo.

 



En el camino vuelven las reses de vacuno junto a las instalaciones del antiguo tentadero ahora en desuso. Subimos arriba a curiosear sus corrales y estrechos pasillos; todavía queda alguna polea que levantaba las puertas.

 



Enseguida viene un redil abierto con vacas coloradas y blancas, y cerca de la ermita vemos varias vacas amamantado a sus terneros. Salimos por la puerta grande que ahora está abierta. La tarde ha mejorado y luce el sol.

 



Aquí se cierra la ruta circular y repetimos camino por la Cañada Real de los Potros hasta el aparcamiento. La luz del sol aviva y realza los colores otoñales y ha derretido el hielo facilitando la marcha.

 



Terminamos la espectacular ruta en la amarilla alameda, otro año intentaremos llegar en el tiempo del apogeo. Paramos a comer en el Hogar de Polícar y regresamos directamente a casa.

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-circular-a-la-dehesa-del-camarate-granada-91177806




RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 12,6 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:45 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 1.744 M. (Antes del descenso al río Alhama)

ALTURA MÍNIMA: 1.304 M. (En la alameda de inicio)

DESNIVEL POSITIVO: 518 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 515 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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