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- LA FONT DE LA COVETA PER LA FONT DE LA BURRA Y EL SENDER INTERIOR.
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección ALCOY/CASTALLA, salida en la nº 469 y tomar la CV-8153 dirección ONIL, y en la población tomar la CV-803 dirección BANYERES hasta enlazar con la CV-795 que viene desde Alcoy. Seguir hasta el camino de entrada al Mas l’Ull de Canals, hay buen aparcamiento
COMPONENTES: VICENTE, TONI, JUANJO, PEPE COVES, PELEGRÍN, PACO VERDÚ, MANOLO PERAL, CERVERETA, TELE Y PAQUITO SELVA.
ITINERARIO: PARKING / MAS L’ULL DE CANALS / DESV. A LA FONT DE LA BURRA / MOLINO EN RUINAS / VADEAR RIO / FONT DE LA BURRA / IZQDA. / ANTIGUO MOLINO DE AGUA / CARRASCA CENTENARIA / MAS DE GALBIS / SENDERO INTERIOR / CRUZAR RIO / CASTELL DEL VINALOPO / MAS DE LES TORRETES / FONT DE LA COVETA / PUENTE / SENDA / FABRICA DE BLANES / MOLI DE LA CAMPANA / LA BORRERA.
LA RUTA: Hoy marxeta con los amigos veteranos. Para los ilicitanos el río Vinalopó, además de un accidente hidrográfico es uno de los símbolos de la ciudad, la cual atraviesa de norte a sur marcando su carácter.
Venir hasta su nacimiento en la Serra Mariola es como una peregrinación para nosotros. Iniciamos desde el parking del Mas l’Ull de Canals. Tenemos una mañana otoñal despejada y algunos arces colorean el paisaje.
El albergue todavía está cerrado y todo está muy tranquilo, curioseamos un poco por sus alrededores tomando el camino de salida flanqueado por las moreras que han sido podadas. En la puerta seguimos el camino por la izquierda.
Por el camino tradicional cruzamos el Barranc de Vit de Canals, y haciendo otro giro a la izquierda pasamos por delante del viejo corral. Con las motas de colorido el paisaje comienza a abrirse por el otro lado.
Enseguida tenemos buenas y profundas panorámicas, la Blasca lo acapara todo con sus roquedos sobresaliendo por encima de la masa de pinar, y dejando a la vista el enorme caserío del Mas l’Ull de Canals.
El otoño nos sorprende con algunas reliquias forestales de estas tierras, un deshojado caqui con todos sus frutos colgando sin recolectar y un vallado vegetal de plantas trepadoras. Mientras, un gato nos mira atentamente,
En los bancales no trabajados resaltan las varas de los avellanos, y en los campos arados vemos olivos y almendros que han sido podados. Junto a una casa de campo giramos a la izquierda, dejando el camino principal.
Este es el desvío a la Font de la Burra, que en un corto tramo termina sobre una diminuta explanada, donde distinguimos el Castell del Vinalopó y cauce del río Vinalopó marcado por una colorida chopera otoñal.
Por sendero bajamos hacia el cauce del río penetrando por un pasillo enmarañado y de exuberante ramaje de matorral que complica el paso. Sobre unas piedras vadeamos el lecho de agua entre risas y algún chapoteo.
En la otra orilla el paraje es enredado junto a un viejo molino en ruinas, el sendero se abre paso por el frondoso boscaje de matorral, entre la umbría de la espigada chopera digna de los bosques del norte peninsular. Hacemos un giro a la izquierda.
La senda termina junto a una pequeña balsa de agua llena de hojas caídas y una caseta que parece controlar el flujo del agua. La Font de la Burra está escondida en un rincón a la derecha, bajo unos olmos espectaculares.
Su caño es leve debido a la sequía pero el paraje es recóndito y salvaje. Detrás de los olmos, sobre un escalón, hay un grupo de carrascas de gran tamaño pero está muy resbaladizo. Luego regresamos hasta el sendero principal.
Proseguimos por la izquierda paralelos al cauce del río Vinalopó, del que solo oímos el tintinear de sus aguas. Es un paseo alucinante entre la pelada chopera, de altos y delgados ejemplares que buscan la luz del sol.
Una de las variantes de hoy consiste en no pasar ahora por la Borrera, por lo que hacemos un giro a la izquierda junto a una caseta de aperos, separándonos un poco del río y los edificios industriales que vemos entre los chopos.
Seguimos hasta llegar a un antiguo molino de agua en desuso, se mantiene en pie la caseta de la maquinaria y la molineta metálica, junto al recinto de una enorme balsa circular desde donde se distribuía el agua.
Pasamos por detrás de la Fábrica de Blanes en ruinas, en la planta de arriba han instalado colmenas de abejas. Giramos a la izquierda y enseguida tenemos a la vista la hermosa carrasca centenaria, que parece haber sido podada para su mantenimiento.
A unas decenas de metros está el Mas de Galbis, en estado de abandono aunque se mantiene en pie. Por la derecha prosigue el camino que ahora han balizado con paletas de madera. Tenemos buenas vistas al Castell del Vinalopó.
El sendero continúa paralelo al cauce del río un buen trecho hasta llegar a un estrechamiento con mucha vegetación donde podemos vadearlo, aunque esta zona no suele tener agua al estar arriba del nacimiento.
En la otra ribera, por camino más ancho pasamos por un pequeño grupo de pinos replantados y por debajo del Castell del Vinalopó, podemos observar de su envergadura escasos restos que se mantengan en pie, pero nos transmiten su poder estratégico y defensivo, desde esta atalaya que vigila todo el valle.
Después viene el Mas de les Torretes, a los pies del castillo, que ha sido remendado y sigue habitado en varios de sus aposentos. Marchamos por sendero que nos desciende entre zarzales repletos de llamativos frutos rojos.
Conectamos con el cauce del río y arribamos a la Font de la Coveta, nacimiento del río Vinalopó. A los que habitamos en ciudades surcadas por las exiguas aguas del río Vinalopó se nos hace extraño que este caudal, no mayor que una acequia normal, fresco, cristalino y con carteles de prohibido pescar o pesca sin muerte, pueda subsistir hasta su desembocadura en el Mediterráneo, aunque muy contaminado.
Aguas abajo, el entorno esta mucho más cuidado, han colocado barandas para que la gente no baje a bañarse, que junto con la prohibición del paso de vehículos ayudarán al mantenimiento de este bello rincón.
Cruzamos el cauce por un puente de madera y por sendero caminamos junto al río un delicioso y corto trayecto escuchando el tintineo de las aguas. Termina en un puente de madera que nos saca al camino principal.
Molí de Baix y Dalt. Conocida como la fábrica de Blanes, fueron construidas a finales del siglo XVIII, utilizadas en un principio como molinos de harina, posteriormente fueron convertidas al sector papelero, alcanzando mucha importancia desde principios del siglo XIX hasta 1942.
Actualmente están en desuso y en ruinas, aunque una parte se utiliza como corral para ganado. El camino pasa cerca del Toll Blau, unas bonitas cascadas que hace el río y que no visitamos por su riesgo en estas fechas.
Alcanzamos el Molí de la Campana y la Borrera. Los datos de su construcción están fechados en el año 1712. La edificación en su inicio fue concebida como molino de harina, pasando más tarde en 1810 a molino papelero, muy famoso por su papel de fumar en España y América.
Finalmente, entre 1855 y 1910, se transformó al sector textil. Actualmente está en desuso y en ruinas, pero lo que más destaca es su esbelta chimenea que sigue en pie. La Blasca vuelve a tomar posesión en el horizonte.
Repetimos el camino de esta mañana hasta el Mas l’Ull de Canals, donde cerramos esta agradable ruta paseando por sus cuidados jardines pintados de otoño hasta el aparcamiento.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (En la Font de la Burra y la Font de la Coveta)
DISTANCIA: 8,9 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 783 M. (Antes del desvío a les Penyes Rojes)
ALTURA MÍNIMA: 723 M. (Vadeando el río)
DESNIVEL POSITIVO: 165 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 157 M.
DIFICULTAD: MODERADA.