Posted by : Vaig a Peu miércoles, 19 de mayo de 2021

A mediados de noviembre de 1609 unos 17.000 moriscos acampados en la Vall de Laguar, armados con hondas, piedras y alguna ballesta, se enfrentaron a cinco mil soldados de los tercios de Nápoles y Sicilia que integraban la máquina militar más perfecta del mundo, debidamente pertrechada y armada. El resultado de aquel combate desigual fue evidente: el ejército de Felipe III masacró a miles de moriscos y el resto se refugió en los escarpados riscos del Cavall Verd, cima cuyo nombre evoca precisamente la figura legendaria de un caballo verde que esperaron en vano para que los salvara. Allí resistieron unos pocos días sin agua ni alimento hasta su capitulación final. Con aquella revuelta desesperada, los moriscos de la Marina Alta intentaron oponerse a la decisión de la monarquía española de expulsarlos de la patria de sus antepasados, donde como herederos de la cultura islámica habían vivido durante siglos. En el año 2009 se ha cumplido cuatro siglos de unos hechos trascendentales para una comarca que, debido a esa diáspora, perdió dos tercios de su población: desde los puertos de Dénia y Xàbia partieron unos 42.000 moriscos rumbo a Orán en un exilio forzoso del que no regresarían jamás. 

CÓMO LLEGAR: Autovía A-7 hacia Valencia, salida en la nº 62 ONDARA/DENIA/JAVEA, por la N-332 a Ondara, por la derecha tomar salida por la CV-731 a BENIARBEIG / BENIDOLEIG / ORBA / FONTILLES, al salir de Orba continuar por la CV-715 durante 1 km y torcer a la izquierda por la CV-721, seguir has llegar a Fleix, frente al colegio está el parking.

COMPONENTES: VIENTE, PEPE COVES, TONI, JUANJO, CERVERA, PELEGRIN, PACO VERDÚ, TELE, MANOLO PERAL Y CERVERETA.

ITINERARIO: FLEIX / FONT GROSSA Y LLAVADOR / DCHA. BAJAR / FORAT / CASCADA / RUI GIRONA / COVA DEL BARRANC / HACIA LA PRESA / FLEIX.


LA RUTA: Nueva ruta inédita para mis amigos veteranos, la Vall de Laguar en tiempo de recolección de cerezas. Con ellos, pese a su gran entusiasmo, tengo que medir muy bien, distancias y sobre todo desniveles.

 


En un principio descenderemos hasta el lecho del río Girona con posibilidad de ampliarla por la derecha  a la Cova del Barranc, o por la izquierda a la Cova Santa, para volver a subir de nuevo por los escalones a Fleix.

 


La Vall de Laguar es quizás el valle morisco que más perdura en el tiempo, donde los bancales de cultivo ganados a la montaña por sus antiguos habitantes hace más de cuatrocientos años, todavía permanecen activos con el paso de los siglos. 

 


Iniciamos desde el pequeño rellano que han habilitado como parking, con miradas a los lomos del Cavall Verd. Cruzamos para coger la carreterita asfaltada que une por el interior los pueblos de Fleix y Benimaurell.

 



Enseguida tenemos vistas al pueblo de Benimaurell, al hotel Laguar, y a bancales de cerezos que aparentemente ya han sido recolectados. Pasamos por debajo de una ancestral higuera de exuberante tronco y ramaje.

 



Hace un precioso día de primavera. Las últimas lluvias han derribado algunos muros de piedra seca. Llegamos a la Font Grossa y al Llavador. Al menos este año si mana agua de sus dos caños, recuerdo años de nefasta sequía.

 



Nos hacemos las fotos de rigor en el Llavador que se mantiene cuidado y muy limpio, aunque el agua que llega de la fuente es leve y escasa, esto nos permite observar una rana agazapada en el caño del desagüe.

 



En unos metros giramos a la derecha para bajar al lecho del río Girona en dirección a les Juvees d’Enmig, pasamos por un pequeño túnel de vegetación que está exuberante, verde y florido con miradas a las montañas.

 



Los escalones y los zigzags iniciales nos conducen entre los bucólicos bancales de almendros y cerezos, deleitándonos con la panorámica visión al sinuoso trazado con escalinatas y sendas que componen la “Catedral del Senderismo”.

 



En estas fechas donde todo florece después de las lluvias es una delicia para los sentidos, y más de bajada, donde los pausados rellanos escalonados nos permiten fijar las miradas hasta el lecho del río Girona.

 



Llegamos al pedregoso cauce del pequeño arroyo que da caudal a la cascada y que hoy está seco, por lo tanto no tendremos la bucólica visión de la cascada de unos setenta metros cayendo en su poza. Vemos el Forat.

 



Traspasamos el agujero artificial escavado en la roca donde hay colocada sobre unos escalones de cemento una pasarela de madera para dar seguridad y superar los destrozos que ocasiona el agua en las lluvias tempestuosas. 

 



Al otro lado las vistas son maravillosas. El desnivel a descender es fuerte pero con las lazadas escalonadas que efectúa la senda más sencillo.  Comenzamos a tener una visión parcial de la catarata, que como suponíamos está seca.

 



Debido al desnivel, en esta ladera los constantes zigzags sobre muretes de piedra seca son más cortos. Es una obra de ingeniería que realizaron los moriscos para llegar con mulas y aperos al poco terreno útil en la otra vertiente.

 












Es frustrante ver la pared de caída y la poza secas pese a las recientes lluvias. La cascada era el toque bucólico, el resto del paraje sigue siendo impresionante. Los escalones terminan en la base de la cubeta vacía donde cruzamos a la otra vertiente.

 



Desde la poza en el lecho del barranco nos elevamos a la otra ladera para caminar por un tramo más horizontal bajo las verticales paredes calizas rojas y ennegrecidas, disfrutando de sus cuevas y cárcavas erosionadas. 

 



Aprovechamos para repostar líquidos mientras observamos los roquedos de enfrente erguidos como proas de buques. Comienza otra escalonada bajada que en varias lazadas nos deja en el lecho del río Girona.

 



Decidimos dejar la visita a la Cova Santa para otra ocasión, y giramos a la derecha por su cauce de piedras de aluvión. Pocas veces hemos visto agua en el río, siempre se filtra bajo las piedras y desaparece hasta cerca de la presa d’Isbert.

 



El recorrido por el compacto lecho de aluvión, con infinidad de cantos rodados romos por la erosión al golpearse en las lluvias torrenciales, resulta bastante cómodo mientras observamos las frondosas y floridas laderas.

 



El cauce comienza a angostarse y sus paredes a elevarse mostrando las huellas de la erosión y antes de una cerrada curva a la derecha en busca de la presa d’Isbert veremos en ese mismo lado tapada por la vegetación una gran cueva.



La abundante foresta y el matorral crecido han borrado la senda de entrada pero no hay dificultad en llegar a la gran boca. Cova del Barranc, con ancha y elevada entrada en forma de semicírculo no tiene mucha profundidad.

 



Su techo y paredes están ennegrecidas por el humo de las hogueras. Su interior está dividido por muretes de piedra seca formando pequeños rediles donde los pastores se protegían con sus rebaños de las fuertes tormentas.

 



Actualmente no quedan rebaños por esta zona, solo los recuerdos de un pasado que no volverá. Tomamos unas frutas, café y té reponiendo fuerzas, que falta nos harán para afrontar la fuerte subida de regreso.

 



En el cauce prosigo un tramo por el lecho indagando la posible distancia hasta la presa, pero desistimos y regresamos por el mismo camino. Ahora las miradas son al hotel Laguar, en su cornisa sobre el barranc de l’Infern.

 



Iniciamos la escalonada subida de regreso. Ahora hay que tomárselo con mucha calma sin dejar de subir y tomando resuello contemplando las panorámicas. Desde la cubeta de la cascada vemos zigzags de subida a les Juvees d’Enmig.

 



Las cortas rampas en la otra ladera contribuyen a tomar altura con facilidad al tiempo que las miradas vuelven al cauce del barranco y los remarcados trazos del sendero. Alcanzamos los escalones de la plataforma y el Forat.



Damos cuenta de las últimas rampas y en la Font Grossa nos refrescamos y aseamos un poco para en el coche cambiarnos de ropa para dar una vuelta por Felix e intentar comprar cerezas en alguna cooperativa.

 



Callejeamos por el solitario pueblo y consultamos a una mujer que nos dice que este año la cosecha de cerezas ha sido pésima ni siquiera tienen para su consumo particular. Regresamos a los coches para ir a la Venta del Collao.

 



Como vamos bien de tiempo hacemos una parada en el hotel Laguar, y desde su magnífica ubicación contemplamos Benimaurell, el Poble de Dalt, bajo las laderas del Cavall Verd y sus dos lomos, el Penyal Roig (789 m.) y el Corvellot (763 m.)

 



En la Venta del Collao después de visitar a los burros y una muestra de rebaño en el aparcamiento, cerramos esta preciosa ruta con una excelente comida y en lugar en plena naturaleza.

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/vall-de-laguar-de-fleix-al-riu-girona-y-la-cova-del-barranc-74692095




RECORRIDO: LINEAL, IDA Y VUELTA.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 5,3 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:15 HORAS

ALTURA MÁXIMA: 450 M. (Fleix, al inicio)

ALTURA MÍNIMA: 192 M. (En la Cova del Barranc)

DESNIVEL POSITIVO: 350 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 350 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

 

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