SERRA D’AITANA: LA PENYA CATXA, L’ARRAN DELS ESQUILADORS Y LA MOLETA

Posted by : Vaig a Peu jueves, 6 de mayo de 2021

Geología de la serra d’Aitana. El sustrato cacareo de las cordilleras dominantes en la provincia de Alicante se formó hace millones de años en el fondo marino, debido a la precipitación de pequeños cristales de carbonato disueltos en el agua junto a los caparazones de organismos planctónicos y moluscos. Con la colisión de la placa tectónica africana con Eurasia hace 70 millones de años, se produjeron plegamientos de la corteza terrestre que originaron varias cadenas de montañas como los Alpes, Pirineos o la Cordillera Bética. Aitana en cambio emergió del fondo marino durante el Mioceno, hace aproximadamente entre 20 y 10 millones de años, cuando esas fuerzas empujaron los estratos marinos hacia la superficie. Después de aquel plegamiento intenso, la tensión se relajó y aparecieron fracturas para acomodar el movimiento de bloques que ahora se derrumban. Así se formaron múltiples fallas normales como la Partegat, que confiere el actual relieve escarpado. Pero las fallas no son el único responsable de este paisaje. Hace más de un millón de años en el Cuaternario, Aitana se encontraba en un entorno casi glaciar, donde las temperaturas oscilaban por debajo y por encima de 0º C. El agua que se congelaba en las grietas de las rocas actuaba como una cuña al aumentar su volumen, hecho que acababa partiendo las rocas debido al ciclo continuado de hielo-deshielo. Además, también está la erosión química producida por la lenta disolución de roca caliza debido al paso continuado del agua de lluvia. Este fenómeno, conocido como modelado kárstico, se manifiesta en forma de lapiaz, canalizaciones subterráneas y otras formaciones, que generan puntos débiles en las roca favoreciendo su degradación y ruptura. El efecto repetido e impasible de estos procesos durante millones de años en la sierra de Aitana han dado lugar el paisaje actual y las espectaculares formaciones geológicas como el canchal donde nos situamos, que recuerda a la superficie lunar.

CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 hacia Valencia, salida nº 66 VILLAJOYOSA, en la rotonda seguir por la CV-770 SELLA/ORXETA/RELLEU, en Sella por el centro del pueblo continuar por la misma CV-770 durante 12 km hasta el Port dels Tudons. Aparcar en las inmediaciones.

COMPONENTES: VIENTE, PEPE, PASCUAL Y DIEGO.

ITINERARIO: PORT DE TUDONS /DCHA. PR-CV 21 / ANTIGUA BASE MILITAR / CORRALET DEL PISCU / DCHA. SUBIR / CASETA / CLOT DE NEU / RUNAR / INICIO ARRAN / L’ARRAN DELS ESQUILADORS / BÓVEDA / MIRADOR / MOJÓN / HITO / CORDAL DE AITANA / MOLETA D’AITANA / IZDA. DESTREPE / COLL DE L’ARBRE / DESVÍO IZQ. / CAMPO A TRAVÉS / TEIX / CLOT DEL VENTISQUER / 2º TEIX / CANTAL DE L’HEURA / CLOT DE NEU DEL TÍO VIRGILIO / RACÓ DEL ESPINAL / SUBIDA DE REGRESO / TREPADA / HITO / SENDA EXIGENTE / EDIFICIO MILITAR / ERMITA DEL SALVADOR / PORT DE TUDONS.

LA RUTA: De nuevo se unen a nosotros los amigos de Caros55 para seguir mostrándoles los secretos de la cara norte de Aitana. Nos desplazamos hacia el oeste para patear l’Arran dels Esquiladors, la Penya Catxa y la Moleta.

Para hacerlo diferente a nuestras rutas publicadas hacemos un bucle subiendo dos veces, aunque por distinto sitio, una a la ida y otra al regreso, en la que llegaremos a la ermita del Salvador para cerrar la ruta.

Iniciamos desde el Port de Tudons junto a la valla de entrada a la base militar, bajando unas decenas de metros por la carretera hasta el desvío a la derecha donde comienza el PR-CV 21, hay panel y poste informativo.

Por camino asfaltado comenzamos elevarnos con largas vistas en el horizonte a la Serrella, serra de Alfaro y Banicadell, el valle del ríu Frainós, y más al oeste el Montcabrer. Llegamos a un rellano entre la vegetación.

Con desnivel moderado seguimos ascendiendo por el sinuoso camino. Asomándonos podemos ver el antiguo cuartel militar ahora clausurado, y arriba en su montículo la ermita del Salvador que visitaremos al regreso.

La altura nos concede nuevas miradas a Alcoleja entre el ramaje y a los altos valles aledaños. Antes de una cerrada curva a la izquierda están las ruinas del Corralet del Piscu donde el camino comienza a perder el asfalto.

A esta altitud el camino comienza a llanear. Estamos atentos a un próximo cambio de rumbo, veremos un mojón a la izquierda que marca el sendero que viene desde Alcoleja, también nos sirve de referencia un control de aguas con puerta metálica.

Giramos a la derecha, subiendo por una sendita perdedora que se dirige hacia la preciosa muralla de las paredes de la Penya Catxa (1.245 m.), pasando junto a una coquetona casita de campo bajo unos pinos.

Por detrás de la casa entre rastros de senda y matorral nos dirigimos hacia l’Arranc dels Esquiladors, con sus hermosas paredes cuarteadas como bloques o ladrillos con reflejos de oxido que tiñen grietas y oquedades.

Hoy no es como la primera vez, tenemos claros los puntos de ataque. Apenas nos elevamos un poco vemos Alcoleja en el fondo del valle y por delante las paredes siguen creciendo. Conectamos con una sendita más firme.

Nos dirigimos al oeste, hacia el final de las paredes, virando a la derecha para alcanzar el Clot del Banc dels Esquiladors. Viejo pozo de nieve que mantiene su antigua profundidad y está protegido por estacas unidas por una cuerda.

Desde el nevero observamos las sonrosadas y hermosas paredes buscando el paso. Intuitivamente solo hay una posibilidad, cerca de las oquedades vemos una inclinada pasarela de subida hacia el borde de las paredes.

L’Arran en valenciano significa al ras o al borde de… Hacemos nuestro último intento y subimos a la base de las sonrosadas paredes. De cerca son todavía más hermosas si cabe, reflejos de oxido tiñen grietas y oquedades.

Es un lugar impresionante. Paredes cuarteadas como bloques o ladrillos que se comban formando una espectacular bóveda con pequeñas oquedades o nichos que nos hacen pensar que estamos en un lugar de culto.

Después de pasar bajo las paredes y recorrer todas sus oquedades nos dirigimos a la rampa de subida, no tiene marcas ni mojones, la primera vez fue emocionante encontrar el punto de subida. Impresionantes panorámicas.

Al girar la cornisa todo queda resuelto, una sencilla trepada poniendo las manos y nos topamos con un mojón de piedras grande. Podían haber puesto otro al inicio de l’Arran, pero no hubiera sido tan emocionante.

Enseguida viene otro mojón y un atracón de miradas, la Serrella, las vistas al mar Mediterráneo, con el Cabeçó d’Or al fondo, el Puig Campana con su muesca y al frente, el cordal de la sierra de Aitana que vamos a recorrer.

Ahora sin dejar de subir pero más relajados, caminamos por el ondulante cordal de la sierra, siempre pegados al acantilado, saboreando las impresionantes panorámicas, el Cabeçó, la Serrella y el valle con el Montcabrer.

Al frente aparece como destino la inefable silueta del Puig Campana y el mar, y en la cuerda del Sender de La Moleta, las antenas y la bola de la antigua base militar EVA nº5, en cuyo cercado está el V.G. de Aitana.

Culminamos la primera gran loma rocosa apoyándonos con las manos. No dejamos de mirar en todas direcciones y a los dos colosos, Aitana y el Puig Campana, también por la derecha comienza a asomarse el Bérnia.

Pronto tenemos a la vista el gran mojón de piedras que marca la cima de La Moleta d’Aitana (1.468 m.) con una preciosa panorámica del Sender de La Moleta hasta Aitana, flanqueada a cada lado por el Bérnia y Puig Campana.

Continuamos por el cordal de la sierra siempre cerca de los precipicios hasta una zona donde tenemos que hacer un pequeño destrepe por la izquierda, bajando un roquedo que nos permite ver el frontal con diversos abrigos.

La comba del cordal, ahora en descenso, nos prolonga hasta el Coll de l’Arbre (1.381 m). Un hito marca el sendero de bajada que llega hasta la Font de l’Arbre, pero antes de llegar a la pineda hacemos un giro a la izquierda.

El sendero se desvanece pero es fácil seguir el trazo del GPS, vamos subiendo de plataforma en plataforma avanzando hacia los enormes paredones. Hacemos un giro a la izquierda y tenemos una amplia visión de la muralla rocosa.

Entramos en un precioso recodo de altas paredes salpicadas con el verde intenso de las grandiosas hiedras. También vemos junto a unos formidables peñascos puntiagudos, un hermoso tejo de poca altura y ancho ramaje.

Vamos a recorrer la base de las paredes hasta llegar de nuevo a l’Arran dels Esquiladors donde volveremos a subir ahora por la derecha. Es un trecho entre rocas sin sendas ni marcas, que antaño fue utilizado por pastores y nevaters.

Pasamos junto a los restos de lo que fue el Clot del Ventisquer, antiguo pozo de nieve semienterrado por los derrumbes y con extensas vistas a la Serrella. Nuevas murallas rocosas con hiedras agazapadas y arbustos de arce.

Poco después tenemos otro ejemplar de tejo junto a una vertical pared lisa. Normalmente crecen pegados a las paredes de roca caliza, que son las que les proporcionan agua y abundante humedad para su desarrollo.

Viene un hermoso tramo de perpendiculares y enhiestas paredes literalmente tapizadas por las hiedras que desde su base, con un entramado de raíces y troncos se alimentan de la humedad y se elevan trepando hacia la luz.

Junto a las paredes todavía quedan restos de muretes de piedra seca construidos por los pastores, aprovechando huecos y cavidades para hacer pequeños rediles o para protegerse de las inclemencias del tiempo.

Nos acercamos al Cantal de la Heura, una curiosa laja desprendida de las paredes que ha quedado en posición oblicua y es visible desde muchos puntos. En los muros de su alrededor se concentra un gran número de hiedras.

En el siguiente trecho el paisaje cambia, las altas paredes son menos verticales y más romas, dejando el frío color gris por un tono más ocre. Distinguimos otra repisa inclinada en sentido contrario por la que se podría subir. Indagaremos.

Llegamos al Clot del Tío Virgilio, mejor conservado que el anterior pero también con su profundidad menguada por los avatares naturales. Alojado cerca de las paredes y de los runares en constante movimiento.

Atravesamos un runar a media altura donde encontramos los restos de una cabra montés y por el que llegamos de nuevo a l’Arran dels Esquiladors. Hacemos un bucle cruzándonos con la subida de esta mañana.

Sin pasar por el Clot del Banc dels Esquiladors, seguiremos por la derecha hasta el final de las paredes, comenzando a subir de forma escalonada para llegar a la parte alta, situándonos en el cordal de la sierra.

Resulta farragoso encontrar la senda de bajada, hay muchos rastros de animales y matorral bajo al ser una zona poco pateada. Un hito nos indica el sendero menos malo y el resto a golpe de GPS con miradas a la ermita.

El exigente sendero nos desciende hacia unas construcciones militares valladas, que tenemos que rodear y cruzar la carretera de subida a la Base EVA nº 5 y comenzamos a subir por un sendero que ataja al camino de la ermita.

Ermita de Vil-la Serra bajo la advocación de El Salvador y de la Virgen de los Desamparados, está solitaria y es poco visitada, en su espadaña ya no tiene campana. Es de propiedad particular de la Masía de Serra.

Con buenas vistas a los alrededores iniciamos el descenso por la pista de tierra que termina en el Port de Tudons donde cerramos esta bonita ruta dedicada a la Moleta, a la Penya Catxa y a l’Arran dels Esquiladors.