Posted by : Vaig a Peu lunes, 1 de mayo de 2017

Castell de Borró de época árabe, siglo IX aproximadamente. Quedó en desuso tras las revueltas de Al-Azraq, en el siglo XII  En ruina, solo quedan algunos tramos de muralla. El castillo se encuentra situado al norte de la población en la cima de una elevación de terreno que constituye por si mismo un punto estratégico defensivo. La ubicación de los castillos árabes no es fortuita ya que debía existir un equilibrio entre las necesidades defensivas y la fácil accesibilidad, en caso de ataque, para los habitantes de las alquerías que dependen de él. Del de Borró dependen Rótova, Alfauir, Almizran y Rafalet de Bonamira. Este castillo es uno de los muchos que los árabes construyeron en tierras valencianas y de manera especialmente prolífica en la Safor, ya que en muy poco espacio encontramos tres: Palma, Borró y Almiserat. El actual pueblo de Rótova fue una alquería islámica de las más importantes de la comarca. Jaime I la conquistó en el siglo XIII siendo entregada en 1248 al primer señor de Rótova. Junto a otras alquerías de la zona, se hallaba bajo la jurisdicción del castillo de Borró, en un período caracterizado por la convivencia entre pobladores cristianos y antiguos musulmanes. Su ubicación estratégica entre el interior y la costa, donde se pagaban derechos de paso, explica su nombre árabe de rutba o “peaje”. La historia de Rótova y su crecimiento urbanístico están estrechamente ligados a la carretera Gandía-Albaida, antiguo Camino Real. Tras depender del monasterio de Sant Jeroni de Cotalba desde 1388, pasó a ser propiedad de la familia Arnau de Gandia y, en 1779, de los condes de Rótova. Todavía hoy podemos apreciar algunos muros y una torre primitivos del castillo del Borró, construido por los árabes. La ermita del Borró, hoy abandonada, está enmarcada en un atractivo entorno natural, cerca del barranco de les Galeries. Interesante es la visita al molino de agua, de finales del siglo XIX, al igual que al riurau, edificio de planta baja característico en el que se dejaba secar las uvas para convertirlas en pasas, en una época en la que Rótova basaba su economía en el cultivo de secano y los viñedos.
CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 hasta la salida nº 691 SAN VICENTE DEL RASPEIG-ALCOY, seguir por la A-7 hacia Alcoy, una vez pasados los túneles de la Font Roja, continuar hasta el Port de Albaida, salida dirección Albaida, enlazar con la Autovía a Gandía, salida a Rótova, entrar por la calle principal y aparcar antes de llegar al puente, donde se inicia la ruta.
COMPONENTES: VICENTE, SUSI Y CAROL.
ITINERARIO: RÓTOVA / CARTEL INFO / AQÜEDUCTE / AQÜEDUCTE DEL BARRANC / FONT DE LES GALERIES / CASTELL DE BORRÓ / FORN DE CAL / PENYAL DE L’ESTRUCA / EL PICAIO / ALT DE LES ÁGUILES / FONT DELS LLIBRELLS / SIMETA DEL GALL / RÓTOVA.

LA RUTA: La primera vez que fui a Rótova tan solo había transcurrido un año desde el incendio del 18/04/11, y puede constatar que en ese tiempo, apenas las matas y el bajo matorral, por ser primavera, moteaban de verde el tizne negro de lo calcinado.

Cinco años después, seis desde del incendio, hemos vuelto hacer las misma ruta con algunas pequeñas variaciones. También el paisaje ha variado algo, la primavera todo lo colorea, pero siguen quedando profundas huellas del incendio.

Iniciamos desde la otra parte del pueblo, la torre cuadrangular de la iglesia sobresale de todos los edificios. Caminamos por la calle principal hasta llegar al puente donde hay un panel informativo de la ruta y giramos a la derecha.


Con camino asfaltado dejamos el pueblo y seguimos entre casas de campo y bancales de naranjos. La primavera está en pleno auge, desde las verjas de las casas fotografiamos hermosos rosales y espectaculares pasifloras o flor de la pasión.

A la derecha comienza la variante al barranc Blanc que pasa por la Fuente y el Castell de Borró. No la cogemos porque acortaría nuestro itinerario. Después vadeamos el puente sobre el río Vernisa, de caudal manso y relajado.


Por la derecha dejamos el asfalto para entrar por un camino de tierra y abundante vegetación de carrizal junto al río y los abrigos de la Peña Roja. Tenemos un poste de información vertical al Aqüeducte.

Continuamos entre el exhaustivo carrizo para cruzar de nuevo el río Vernisa en una curva, para lo que han sustituido las piedras por unos cómodos  pivotes fijos de cemento, que en momentos de crecida se nos antojan cortos.

El camino se estrecha y en un recodo con  espesura tenemos el Aqüeducte, sobre un arco árabe por el que cruzamos. Construcción artesanal que conducía el agua desde la Font de les Galeries. Hay una peana informativa de la Cova de les Rates Penades.

Esta cueva constituye el primer refugio en importancia para la conservación de murciélagos en la Comunidad Valenciana. El lugar incluye además la micro reserva de flora declarada en razón de la presencia de diversas especies endémicas y de interés.










Anteriormente, parte de la senda era recorrido botánico, donde habían instaladas peanas informativas de la vegetación entre delgados pinos, algarrobos y lentisco; ahora las que quedan en pie carecen de información.  Entramos en el barranc d’Anastassi.

Durante este trazado vemos pequeños arcos en el cauce del barranco que portaban el agua hasta el Aqüeducte buscando el desnivel adecuado. Esta zona baja del recorrido fue la menos afectada por el incendio y se va recuperando.


El barranco se abre y con ello nuestro desencanto. La vez anterior fue peor puesto que los pinos recién quemados seguían en pie. Con los años los troncos han caído y el matorral se regenera, pero el bosque de pinos fue arrasado.


Alcanzamos la parte intermedia, y en las panorámicas de las laderas del barranco, podemos ver todavía que algunos troncos siguen alzados pero la mayoría yacen caídos hasta que se integren en la naturaleza. Los farallones y las rocosas muelas han quedado al descubierto.

Enseguida encontramos la Font de les Galeries, donde sigue manando un hilillo de agua. Al ser un lugar húmedo la vegetación se ha rehecho rápidamente. Un grupo de senderistas almuerza relajadamente a la sombra.


Proseguimos subiendo un pequeño escalón donde hay un cruce de sendas balizado. Esta vez nos vamos por la derecha, por la variante del barranc Blanc para visitar el Castell de Borró. Este tramo lo haremos de ida y vuelta a este mismo punto.


No recuerdo el motivo de no hacer este trecho, quizás fue la desilusión al ver la arboleda quemada. El daño sigue patente, pero la primavera  ha pintado el matorral de múltiples tonalidades de verde donde resaltan las flores amarillas.


Damos la vuelta al espolón girando bajo los restos de su torreón circular, ya en la vertiente del barranc Blanc. El sendero se ciñe a los lienzos de las murallas y sube poco a poco entre la abundante vegetación. Por este costado al menos parece una fortaleza.


Arriba, en su interior, apenas se distingue su distribución puesto que no quedan paredes en pie y está todo a un mismo nivel, e invadido por matorral florido. Sin embargo, las vistas son excepcionales, sobre todo a la umbría del Benicadell.












Regresamos al sendero principal y seguimos de frente, en dirección al Forn de Calç. La senda se pega a la ladera de la izquierda para en varias rampas salir del barranc d’Anastassi por la divisoria entre éste y el de la Figuera. A media subida encontramos el antiguo Forn de Calç.


Seguimos subiendo para coronar la loma y en la parte más alta llegar al Penyal de l’Estruca (308 m). Pese a su reducida altitud es un precioso otero que nos permite contemplar la diminuta isla que forma el Castell de Borró, Rótova y el valle.


Emprendemos una fuerte subida, larga y prolongada en la que vamos superando algunas lomas cerca del filo del barranco. No vemos ningún árbol en pie, tan solo algunos troncos abatidos, pero el matorral emerge con fuerza.

Llegamos al cruce balizado del Picaio. Aquí dejamos la senda principal y por la izquierda en unos doscientos metros incómodos, debido al incendio el trazo es difícil de seguir, estamos en el Alt del Picaio (487 m.) con unas buenas vistas a la Safor.


Volvemos al poste balizado para seguir en dirección al Alt de les Águiles. En el horizonte aparecen dos referencias emblemáticas, cerca del mar las siluetas del Montgó y la Segaria, y mucho más cercana la mole del Mondúver.


Continuamos por la divisoria entre los dos barrancos sin dejar de subir hasta un cúmulo de piedras y otro poste balizado que marcan el Coll del Alt de les Águiles (543 m), aquí seguimos recto para llegar a la máxima altura de hoy.

Son unos cuatrocientos metros en moderado ascenso hasta el Alt de les Águiles (581 m.), una alargada piedra apoyada con otras más pequeñas hace de punto geodésico. Obtenemos buenas vistas hacia el interior.


Retornamos de nuevo al collado, y ahora, seguimos por la izquierda el trazado hacia la Font dels Llibrell en mitigado descenso por la vertiente derecha del barranc dels Garrofers, hasta llegar a un pequeño llano y nuevo cruce (493 m.).










La bonita senda nos desciende hasta la confluencia del Alt del Aigua y el Alt del Águila, donde nace el barranc dels Garrofers. Inmensa alegría al ver cuatro espigados pinos que han sobrevivido a las llamas. Font dels Llibrells (435 m) mana sobre una teja y cae a un lebrillo, de ahí su nombre.   


Subimos de nuevo arriba y continuamos descendiendo con rapidez la pedregosa senda que nos conduce por la pelada loma hasta la Simeta del Gall (369 m.). La abertura es bastante reducida y apenas se puede distinguir su interior.      

Más adelante, comenzamos a tener preciosas vistas al Castell de Borró, que amenizan el descenso desde la vertiente del barranc Blanc, y que elevado sobre una alargada planicie está situado en medio de los dos barrancos.

Solamente queda en pie una parte de los lienzos amurallados de este lado y uno de sus torreones. Su ubicación fue más defensiva y de protección en caso de ataque de los habitantes de las alquerías de los alrededores.


Reanudamos el descenso que ahora se vuelve más vertiginoso por la pelada loma, a nuestra izquierda dejamos la silueta del Mondúver y por la confluencia de las dos vertientes nos vamos acercando al pueblo por el barranc de García.


Al final de este barranco entramos en un pequeño boque de pinos con huellas del incendio al principio y que luego se salvo de la quema. Tenemos buenas vistas al Convent de Sant Jeroni de Cotalba situado en un hermoso entorno.


El camino de tierra acaba entre dos casas de campo con ganado y el camino asfaltado de la Escola. Lo seguimos por la derecha, cruzamos el puente sobre el río y entramos en el pueblo por la iglesia y la Casa Palacio de los Comptes de Rótova.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font de les Galeries y Font dels Llibrells)
DISTANCIA: 12,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:20 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 583 M. (Alt dels Águiles)
ALTURA MÍNIMA: 88 M. (Riu Vernissa)
DESNIVEL POSITIVO: 614 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 609 M.
DIFICULTAD: MODERADA

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