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- DE ATZANETA D’ALBAIDA AL CASTELL DE CARRÍCOLA
Posted by : Vaig a Peu
lunes, 28 de marzo de 2016
El Castellet de Carrícola, está
construido en la Sierra de Benicadell, sobre una roca, en la parte
izquierda del barranco del Paraje Natural Protegido la Ombría del
Benicadell, en
el municipio de El Palomar, de la comarca del Valle de Albaida,
de la provincia de
Valencia.
Está declarado Bien de interés cultural. Este Castillo recibe su nombre por
estar junto al pueblo de Carrícola. Forma
parte de la línea defensiva de castillos que se dispersan en la sierra de
Benicadell, y que controlaban el paso hacia Alicante por Salem, Albaida y Carrícola. Estas
fortificaciones estaban ancladas en las laderas de las montañas o en la cima de
los montes más bajos, y normalmente eran de planta irregular, ya que tenían que
adaptarse al terreno. La técnica utilizada para su construcción, es de
encofrados de mortero duro (mampostería y argamasa). Puede datarse entre
los siglos X- XII (hay
autores que aproximan la fecha de su construcción a los años 1249-1257, bajo el periodo almohade, lo
cual se ve reforzado por conservar características típicas islámicas para este
tipo de fortalezas, en forma de torre vigía. Además, la primera noticia
que tenemos de esta fortaleza está en uno de los registros de la Cancillería Real, datado en el año 1258, en el cual aparece como
responsable encargado del mantenimiento y custodia de dos castillos (el de
Pencadell y el de Montes), Romaeu Martí, el único alcaide. Más tarde, en otro
documento del año 1259, ya no se habla de castillo, sino
de torre, en un término al cual están adscritas dos alquerías mudéjares, esta
caracterización de torre se asemeja más a la construcción que conservamos hoy
en día. Esta fortificación pertenecería a una construcción
feudal, realizada después de la Reconquista (a
mediados del siglo XIII), por orden del caballero catalán
Ramón de Timor, por concesión de Jaime I de Aragón, señor de estos territorios
formados por las alquerías islámicas de Carrícola y Timor. La fortaleza, con el
transcurrir de los años, pasó por diversos propietarios, hasta que finalmente,
quedó vinculada a la baronía de Albaida. A partir de este momento, comienza la
decadencia de la fortaleza al perder progresivamente sus funciones, hasta
quedar totalmente abandonada. Está formado por una torre y un patio de
armas, con una superficie total de 195 metros cuadrados. La torre, de
planta rectangular, tiene unas dimensiones de 6 metros de lado mayor, 3 metros
de lado menor, así como 7 de altura, presentando también una base de 10 metros
de largo por 5 metros de ancho. El remate superior todavía conserva restos de
antiguas almenas. La entrada a la fortificación se hace mediante una puerta,
con un arco en muy mal estado de conservación, abierta en la fachada principal.
La escalera de acceso a los niveles superiores ha desaparecido, así como el
forjado, aunque quedan restos de la existencia de estos elementos. En el
año 2008 se
inicia la restauración y puesta en valor de la torre y en 2009 se inicia la excavación
arqueológica de la misma, así como la consolidación arquitectónica del
conjunto, a concluir en años posteriores.
CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 hacia Valencia, salida 691 en la rotonda elevada
Universidad/San Vicente del Raspeig, tomar dirección Alcoy, una vez pasados los
túneles de la Font Roja, continuar hasta la salida 425 ALBAIDA/GANDIA/ATZENETA
D’ALBAIDA, en la rotonda continuar por la CV-615 hasta Atzeneta d’Albaida,
aparcar en los alrededores de la calle Alacant.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO: ATZENETA / SENDA / FONT DEL MELERÓ
/ MIRADOR / IZQUIERDA / L’AMETLA DE PALLA / CARRÍCOLA / LA FONT DELS INFLATS /
CASTELL / FONT DE LA SOLANA / ATZENETA.
LA RUTA: Bonita ruta para un lunes de Pascua recorriendo la umbría del Benicadell, para llegar a Carrícola y subir a su remozado Castell. Iniciamos desde el centro de Atzeneta d’Albaida, tranquila y solitaria a estas horas. Al ser festivo no hay ninguna actividad, ni siquiera trabajos agrícolas particulares.
Salimos del pueblo buscando las instalaciones deportivas del campo de fútbol que rodeamos por la izquierda. Tomamos una ancha pista de tierra que comienza a elevarnos paulatinamente por las colinas, entre fincas particulares y casas de campo con extensas y cuidadas plantaciones de olivos.
Enseguida tenemos frontales vistas a la Covalta (879 m.) donde distinguimos la boca de la gran cueva y en su parte alta la cruz en su pedestal. El camino hace un brusco giro a la izquierda y comenzamos a marchar casi paralelos a la sierra, entre pequeñas fincas particulares con olivos y casitas de aperos.
Hay que estar atentos a nuestro Track puesto que tendremos numerosos cruces con senderos y caminos, es una amplía zona recorrida por Senderos Locales (SL) y varios PR’s que nada tienen que ver con nuestro itinerario. Comenzamos a tener vistas algo brumosas a la Vall d’Albaida, salpicada de pueblos.
Poco después también vemos en la lejanía el Pantano d’Albaida, con reducido caudal de agua embalsada. Llegamos a otro cruce de caminos señalizado con un poste algo peculiar, que nada tiene que ver con nosotros. Enfrente hay una finca con el nombre de “Jaslen” aunque en el mapa figura como Villa Lolita.
Debemos girar a la derecha por un sendero que comienza a bajar; antes tenemos las primeras vistas en la umbría de la cima del Benicadell. Es un precioso y prolongado descenso entre algunos pinos y matorral de ladera, con numerosas rampas y zigzags que hacen más llevadero su inclinado trayecto.
Llegamos a la Font del Meleró donde tienen instalada alguna mesa y bancos en su pelada chopera. Hay gente almorzando y decidimos no bajar, seguimos por camino que nos lleva a la otra vertiente del Barranc del Castellar, desde enfrente saludamos a la gente que está almorzando, nos quieren invitar a un Herbero.
Al cambiar de vertiente, aparece como por arte de magia ante nuestros ojos el Castell de Carrícola. Su remozada torre, alta y vertical no parece desentonar en el paisaje. Aislada en un quebrado peñasco domina todo el valle. En un mirador han instalado estructuras metálicas como manifestación artística.
El camino gira y prosigue bajando, dejamos de ver el Castell a cambio de una panorámica amplificada de la umbría del Benicadell desde unos campos de cítricos. En otra bifurcación de caminos bajamos un escalón que conecta con otro camino que nos pasea entre preservados bancales de naranjos.
Arribamos al Aula de Naturaleza l’Ametla de Palla con una mimetizada construcción que encaja con el paisaje. También tiene una moderna escultura metálica y de nuevo en la ladera de pinos vemos la esbelta torre del Castell. Decidimos tomar nuestro merecido almuerzo en uno de sus bancos de madera.
Entramos en el pueblo de Carrícola con mucha animación, en la calle de la fuente de los caracoles de bronce han colgado banderitas e instalado algunos puestos de productos locales. Paseamos por sus calles hasta la iglesia y el lavadero. Luego buscamos el poste con paletas informativas al Castell.
Abordamos la subida por la cuesta de la ermita, donde entre pinos y cipreses están colocadas las encaladas hornacinas con imágenes del Vía Crucis del Calvario, tan frecuentes y arraigadas en los pueblecitos de montaña. Desde la ermita volvemos a tener a la vista la fortificada torre del Castell.
LA RUTA: Bonita ruta para un lunes de Pascua recorriendo la umbría del Benicadell, para llegar a Carrícola y subir a su remozado Castell. Iniciamos desde el centro de Atzeneta d’Albaida, tranquila y solitaria a estas horas. Al ser festivo no hay ninguna actividad, ni siquiera trabajos agrícolas particulares.
Salimos del pueblo buscando las instalaciones deportivas del campo de fútbol que rodeamos por la izquierda. Tomamos una ancha pista de tierra que comienza a elevarnos paulatinamente por las colinas, entre fincas particulares y casas de campo con extensas y cuidadas plantaciones de olivos.
Enseguida tenemos frontales vistas a la Covalta (879 m.) donde distinguimos la boca de la gran cueva y en su parte alta la cruz en su pedestal. El camino hace un brusco giro a la izquierda y comenzamos a marchar casi paralelos a la sierra, entre pequeñas fincas particulares con olivos y casitas de aperos.
Hay que estar atentos a nuestro Track puesto que tendremos numerosos cruces con senderos y caminos, es una amplía zona recorrida por Senderos Locales (SL) y varios PR’s que nada tienen que ver con nuestro itinerario. Comenzamos a tener vistas algo brumosas a la Vall d’Albaida, salpicada de pueblos.
Poco después también vemos en la lejanía el Pantano d’Albaida, con reducido caudal de agua embalsada. Llegamos a otro cruce de caminos señalizado con un poste algo peculiar, que nada tiene que ver con nosotros. Enfrente hay una finca con el nombre de “Jaslen” aunque en el mapa figura como Villa Lolita.
Debemos girar a la derecha por un sendero que comienza a bajar; antes tenemos las primeras vistas en la umbría de la cima del Benicadell. Es un precioso y prolongado descenso entre algunos pinos y matorral de ladera, con numerosas rampas y zigzags que hacen más llevadero su inclinado trayecto.
Llegamos a la Font del Meleró donde tienen instalada alguna mesa y bancos en su pelada chopera. Hay gente almorzando y decidimos no bajar, seguimos por camino que nos lleva a la otra vertiente del Barranc del Castellar, desde enfrente saludamos a la gente que está almorzando, nos quieren invitar a un Herbero.
Al cambiar de vertiente, aparece como por arte de magia ante nuestros ojos el Castell de Carrícola. Su remozada torre, alta y vertical no parece desentonar en el paisaje. Aislada en un quebrado peñasco domina todo el valle. En un mirador han instalado estructuras metálicas como manifestación artística.
El camino gira y prosigue bajando, dejamos de ver el Castell a cambio de una panorámica amplificada de la umbría del Benicadell desde unos campos de cítricos. En otra bifurcación de caminos bajamos un escalón que conecta con otro camino que nos pasea entre preservados bancales de naranjos.
Arribamos al Aula de Naturaleza l’Ametla de Palla con una mimetizada construcción que encaja con el paisaje. También tiene una moderna escultura metálica y de nuevo en la ladera de pinos vemos la esbelta torre del Castell. Decidimos tomar nuestro merecido almuerzo en uno de sus bancos de madera.
Entramos en el pueblo de Carrícola con mucha animación, en la calle de la fuente de los caracoles de bronce han colgado banderitas e instalado algunos puestos de productos locales. Paseamos por sus calles hasta la iglesia y el lavadero. Luego buscamos el poste con paletas informativas al Castell.
Abordamos la subida por la cuesta de la ermita, donde entre pinos y cipreses están colocadas las encaladas hornacinas con imágenes del Vía Crucis del Calvario, tan frecuentes y arraigadas en los pueblecitos de montaña. Desde la ermita volvemos a tener a la vista la fortificada torre del Castell.
El sendero comienza entre pinos y algarrobos con un cielo emborregado. Las manifestaciones artísticas proliferan en este recorrido logrando que la gente vaya tomando respiros y pausas a medida que el recorrido se encrespa. La mayoría de ellas son metálicas pero también las hay de madera.
La imagen del Castell se hace presente en todo el itinerario con solo alzar la vista, quizás por ello hay un gran lienzo con un solo ojo, pero de una mirada observadora. El sendero está protegido con estacas de madera y sogas que hacen de baranda. Singular escultura de la Llibrería de la Vall con el nombre de los pueblos en cada tomo.
Más esculturas curiosas, un arco en una especie de cueva, un pino al aire, un caballo en su balancín, y la Dona Figa, verde como los higos pero, ¿decapitada? Al ir rodeando el Castell lo admiramos desde todas las posiciones, ahora estamos sobre su espolón rocoso que le da un aspecto de inexpugnable.
La Font dels Unflats tiene un enorme pilón cuyo contorno está rodeado de caras humanas en diferentes estados emocionales. Como pileta le han colocado una gran cubeta de cerámica. Luego llega una gigantesca araña hecha con piezas desechadas. El sendero se eriza y lo han reforzado con escalones de troncos.
En los últimos peldaños han decorado el frontal con cerámicas de inquietantes ojos. Nos cruzamos con mucha gente que baja o sube, está muy concurrido el recorrido. Tras el penúltimo esfuerzo el desnivel se apacigua un poco y las miradas al Castell son muy cercanas. Se accede por una pasarela metálica.
Castell de Carrícola (420 m.) es una construcción de carácter militar que protegía dos alquerías de sarracenos denominadas Carrícola y Muntis. Consta de una sólida torre, de planta rectangular, con tres cuerpos o niveles en altura, protegida por un pequeño recinto mural, probablemente inacabado.
La fortaleza está situada a media ladera de la Sierra de Benicadell, y descansa sobre un puntal de roca caliza, que sobresale de manera vistosa de la falda del monte. Los íberos conocían este promontorio con el nombre ibérico de Karri, “la Peña, la Roca”. Los romanos le aplicaron el diminutivo –cula; con lo que se generó el topónimo romance Carrícula.
Terminada la visita comenzamos a subir por la ladera de la montaña hasta el Mirador de El Palomar, muy concurrido también, y donde obtenemos las últimas y aéreas vistas del Castell y de la cumbre del Benicadell. Continuamos por la derecha, por la ancha pista de tierra para cerrar la ruta.
Comienza un largo recorrido prácticamente sin perder altura en los primeros kilómetros, que recorre sinuosamente todo el contorno de la sierra, para empezar a descender con presteza al tener a la vista los pueblos de Albaida y Atzeneta. Entramos al pueblo por el Área Recreativa de la Font de la Solana.
Ha
sido una preciosa ruta por la umbría del Benicadell
con el cultural aliciente del Castell de
Carrícola. Nos despedimos tomando unas cervezas en una terraza.
AGUA EN RUTA: SI. (La Font del Meleró, la Font
dels Caragols, la Font dels Unflats y la Font de la Solana).
DISTANCIA: 14.5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:35 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 660 M. (Jaslen)
ALTURA MÍNIMA: 335 M. (Carrícola)
DESNIVEL POSITIVO: 515 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 515 M.
DIFICULTAD: MODERADA.
DIFICULTAD: MODERADA.