Posted by : Vaig a Peu lunes, 13 de abril de 2015

Mariola ha sido sierra de nevaters, es decir, de aquellas personas que se dedicaban a la recogida, almacenaje, transporte y posterior venta del hielo natural producido por compactación de la nieve, para múltiples usos –conservación y transporte de alimentos, elaboración de helados, terapéuticos, etc.-, en definitiva todo aquello que llegó a conocerse como el comercio del frío. La arquitectura del frío ha sido fruto de la necesidad y del oportunismo: un entorno mediterráneo demandante del producto especialmente en verano, junto a territorios montañosos con nevadas habituales pero poco persistentes en el invierno, y la consiguiente necesidad de construcción de edificios destinados al almacenamiento y conservación del hielo. De esta manera Mariola se convirtió desde finales del siglo XVI hasta el final del siglo XX, en un centro productor de primer orden.  Cava es una palabra empleada para designar los pozos de nieve, los hoyos o las neveras,  exclusivo del ámbito territorial de la sierra Mariola. En Mariola hay inventariados cuarenta y tres depósitos de nieve, de todas las tipologías, -cavas, con pozo excavado y cubierta, o ventisqueros, sin cubierta y aprovechando taludes- construidos en diferentes épocas, los más antiguos y más rudimentarios  en niveles más bajos, y los más modernos y más monumentales en cotas más elevadas. Es precisamente el núcleo de pozos localizados en la parte más alta de la sierra, justamente en el paraje conocido como les caves, en la parte más despejada de la umbría de Agres, el que más fama le ha otorgado a estas construcciones, y entre ellos, sin duda, la Cava Gran d’Agres es la protagonista indiscutible. La  Cava Gran se encuentra a 1.210 metros sobre el nivel del mar, fue andamiada en el siglo XVII aprovechando un desnivel del terreno, y estuvo en funcionamiento hasta finales del primer cuarto del siglo XX. El pozo, de sección circular, tiene una profundidad aproximada de 12 metros y un diámetro de 15, calculándose una capacidad de 1960 m3. Su silueta desnuda, desprovista después de su abandono de la vuelta de bigas, cañizo y tejas, es inconfundible. La planta hexagonal, la presencia de los arcos, el remate en forma de piña y el túnel de acceso. le han conferido una enorme personalidad. A la estampa mágica y mítica de la cava hay que añadir la fuente que sorprendentemente brota a su lado todo el año.
CÓMO LLEGAR: Por la A-31 dirección Madrid, después del túnel de Villena, salir por la derecha, por la CV-81en dirección Onteniente. En pasar Bocairente girar a la derecha por la CV-700 hasta llegar a Alfafara. Aparcar en la Plaza de la Constitución o en la ermita del Sant Crist de la Pietat.
ITINERARIO: ERMITA / ALBERGUE / FONT DE TARRAGÓ / SENDA DE SUBIDA / RACÓ DE LA FONT / COVA DE LA FONT / COVA BOLUMINI / ALT DE LA COVA / ROCA TAULELLETS / CAVA DEL PORTÍN / PORTÍN / CAVA DE DON MIGUEL / PISTA IZQ. / SENDA DE BAJADA / COVA MONTBLANC / MOLÍ MATÓ / CARRETERA / ALFAFARA: FONT Y LLAVADOR / ERMITA.
COMPONENTES: VICENTE  SUSI.

LA RUTA: Segundo lunes de Pascual. Susi no conoce la Cova del Bolumini y en primavera es una ruta preciosa. Intentando hacer alguna variación sobre el trayecto tradicional, encuentro un buen Track de Santiago González que sube por un lugar que yo desconocía: la Penya del Xorro.

Iniciamos desde la ermita del Sant Crist de la Pietat, a medio camino entre la población y el albergue. Parece que tendremos un buen día aunque en la montaña todavía quedan nubes enganchadas y que han dejado algo de lluvia esta noche. La primavera comienza a imperar dando colorido a la naturaleza.


Una vez en el albergue, termina el asfalto, dejamos el PR que por la derecha sube hacia el barranc del Cantal de la Vila, y por detrás del albergue seguimos el camino de tierra hasta el área recreativa y la Font de Tarragó, que apenas mana un hilillo de agua entre los musgos. Alfafara se va quedado abajo.


Volvemos al camino ancho que nos dirige hacia la pared de la sierra y termina a sus pies, junto a una fuente canalizada por una profunda acequia a la que se puede bajar por una escalera metálica. Indagamos en los alrededores de rocosas paredes calizas con un alto grado de humedad.










Por uno de los roquedos, desde unos cinco metros de altura cae una pequeña cortina de agua que forma toba calcárea. Es un bonito lugar con exuberante vegetación, que recorremos con detalle, pasando por todos sus recovecos, una pequeña cueva y por encima de un arco de piedra.

Desde la fuente, volvemos sobre  nuestros pasos, estando atentos a un sendero que sube por la derecha, según el sentido de la marcha, señalizado con un mojón de piedras. Empieza una preciosa subida por el barranc de la Penya del Xorro. Estupendas panorámicas sobre Alfafara.


Cruzamos el canalillo de un manantial del que posiblemente luego se filtren sus aguas. El sendero traza rampas y zetas por la umbría de la ladera,  ganando altura constantemente entre el apretado bosque de pinos, y evitando por la derecha un fuerte enclave rocoso. Marchamos junto a un mojado cauce con vegetación de humedal.


Un poco más arriba el agua se hace más patente y alcanzamos la Font de la Cova o el Racó de la Cova, escondido lugar pródigo en vegetación y humedad. Donde una bonita cortina de agua en cascada corta la entrada a una diminuta cueva. Estamos entusiasmados con este tramo de la ruta.


Queda la parte más acentuada de la subida, que a medida que vamos superándola nos regala grandiosas vistas. Las nubes se van deshilachando, aparece Agres y la silueta del Benicadell, para culminar en la parte alta del barranco, cerca del Mas de Fontanarets, con lujosos ventanales.

La senda rodea la finca y se dirige hacia el oeste entre bancales que rezuman humedad. Subimos moderadamente por márgenes de terrazas abancaladas en total abandono, para sortear el Alt de la Cova por la derecha. La ligera brisa nos envía las deshilachadas nubes que lo cubren todo de niebla.





Llegamos a una de las joyas de esta sierra: la Cova Blanca o del Bolumini. Los cambios de coloración de la roca, se debe a dos agentes naturales: uno es la pigmentación blanca de la roca de la visera y de algunas paredes, en la que se desarrollan líquenes; el otro es debido a la naturaleza calcárea de la cavidad, en la que encontramos cristalizaciones de caliza, pero principalmente a consecuencia de un proceso kárstico, disolución de la roca por el agua de lluvia que se filtra desde la parte superior de la montaña.


Además, la disolución de la caliza ha dado origen a unos depósitos de arcilla de color rojo: arcilla roja bolar (también referida como "bolar de Armenia", del que deriva "bolarmeni"= bolumini. (De ahí el nombre de la cueva). En el interior de la cavidad se recuperaron restos prehistóricos, entre estos, tres ídolos oculados sobre hueso, que formaban parte del ajuar funerario de un enterramiento del tercer milenio antes de Cristo.

Subimos al Cabeço de Mariola o Alt de  Cova (1.047 m.) donde los primeros resultados de las excavaciones han confirmado que en esta zona, hubo un poblado de larga duración que se inició a finales de la Edad de Bronce y perduró durante toda la época de los íberos hasta el siglo I antes de Cristo. El periodo final de este poblado, ya en el inicio de la dominación romana, es el que mejor se conserva.


Con vistas al Portín, a
l camping y su pequeña hoya con verde sembrado entre masías, bajamos en dirección Este hasta el collado donde hay un poste balizado del PR-CV 370. A partir de ahora seguiremos este PR. Cruzamos la pista y continuamos con una senda por el cordal de la sierra.

Este es un precioso itinerario muy entretenido, con múltiples puntos de interés que iremos visitando. En unas centenas de metros, desviándonos a la derecha, tenemos el primero de ellos, la Roca dels Taulellets. Curiosa formación rocosa con aspecto de hongo con tejadillo que la caprichosa naturaleza nos depara.


Reanudamos la marcha para poco después, en una mínima vaguada introducirnos por la derecha entre floridos mirtos que blanquean la zona. Superamos un terraplén y nos situamos sobre el anillo de la Cava del Portín o dels Taulellets. Precaución, no tiene cúpula ni protección alguna. Una hermosa hiedra cubre gran parte de sus paredes y en su fondo acampan níveos mirtos.


Proseguimos por la cuerda cimera de la sierra mientras deshilachadas nubes pasan de un lado a otro. Alcanzamos el vértice geodésico del Portín (1.082 m.), máxima altitud del término municipal de Alfafara que vemos a nuestros pies. Grandiosa la oscura silueta del Montcabrer.

En la cumbre buscamos un sitio protegido del aire para nuestro almuerzo. En plena faena recibimos la inesperada visita de un gran ejemplar de buitre leonado, posiblemente perteneciente a la buitrera del Barranc del Cint, que durante un buen rato ha planeado sobre nuestras cabezas.

Bajamos del enclave rocoso de la cima para seguir por la cuerda. Por la izquierda, Agres comienza a asomarse encaramado a su ladera. Por la otra vertiente las sembradas hoyas resaltan entre la oscura masa de verde pinar; todo ello vigilado atentamente por las cotas altas de Mariola.


Tras un ondulado y atareado tramo, llegamos a la Cava de Don Miguel. Su aspecto externo se caracteriza por los contrafuertes que fue necesario construir para elevar la altitud del depósito, dado que la dureza del sustrato calcáreo no permitió apenas realizar la excavación del pozo, que aparece rodeado por un cíclope basamento, de unos 40 m de amplitud, reforzado por ocho contrafuertes que lo circundan.

Siguiendo las indicaciones del poste balizado en el cruce de caminos, proseguimos por la izquierda hacia el Refugio Zamorano, en suave descenso dejando atrás la fortificada cava. Enlazamos con la pista de tierra, que tras dos curvas cerradas dejamos por una senda a la izquierda que nos lleva a la Cova del Montblanc.


La senda del barranquito nos deja en la Fuente del Molí Mató, con lo cual nos hemos atajado un tramo de pista y el innecesario paso por el Refugio Zamorano. Pese a que hoy no mana mucha agua es un lugar encantador y Microrreserva de Flora. Su fuente es un ejemplo de precipitación de carbonatos y formación de tobas calcáreas, con abundancia de musgos y  helechos.


Por la izquierda nos elevamos un poco para coger la senda que por la umbría de la sierra nos llevará a Alfafara. Antes damos el último vistazo a Agres y al apartado Benicadell. El ameno recorrido nos introduce en el bosque, luego nos eleva para salvar dos barrancos y bajar mirando a Alfafara.

Concluye el sendero en unos antiguos bancales de piedra seca con olivos centenarios de espectaculares troncos; en la pista de asfalto seguimos por la izquierda, donde otros bancales, esta vez de grandes ejemplares de cerezos en flor, nos reciben a la entrada del pueblo.


Callejeamos buscando la fuente y junto a ella, el estrechísimo callejón que va al Lavadero, y de allí, a la ermita del Sant Crist de la Pietat donde concluimos esta hermosa ruta. Muy recomendable en primavera y apta para todos, como siempre, con algo de preparación física.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI.
DISTANCIA: 12,5 KM.
TIEMPO: 05:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.082 M. (El Portín)
ALTURA MÍNIMA: 555 M. (Alfafara)
DESNIVEL POSITIVO: 710 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 710 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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