Posted by : Vaig a Peu jueves, 12 de junio de 2014

El Lago de Nino situado a 1.743 metros de altitud dentro del trazado de la ruta de senderismo más importante de Córcega, el GR-20,  es sin duda el más renombrado y majestuoso de los lagos corsos. Las verdes praderías donde pastan las vacas y caballos, junto a los meandros y pozzis (pequeñas pozas) formados por el río Tavignano, que nace precisamente aquí, lo diferencian totalmente del resto de lagos glaciares, normalmente protegidos por escarpadas pendientes rocosas. El Lago de Nino ocupa un lugar abierto y acogedor, un balcón natural al que se llega partiendo de la Maison Forestière de Poppaghia (a 1.076 m, situada en la carretera que se dirige al Col de Vergio). Tras ascender por un soberbio pinar, tendremos que remontar las rampas rocosas que nos conducen hasta lo alto de un pequeño pero escarpado circo glaciar (Bocca â Stazzona), en cuya vertiente opuesta enseguida nos espera el lago. El regreso se hace por el mismo itinerario.

CÓMO LLEGAR: Desde Corte a Calacuccia por la impresionante carretera del Barranco, y de allí a la Casa Forestal Poppaghia, hay parking
ITINERARIO: CASA FORESTAL DE POPPAGHIA / BERGERIE DE COLGA / BOCCA Â STRAZZONA / LAGO DE NINO / REGRESO A LA INVERSA.
COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.

LA RUTA: Hoy amanece un día estupendo, hemos preparado las mochilas y el té,  tomado unas frutas y pasaremos por Corte a comprar el pan y saborear un café au lait con croisán recién horneado. Aquí se madruga mucho, entre las 7 y las 7:30 ya hay abiertas tiendas y cafeterías. Entre las curvas de la carretera a Calacuccia vemos una piara de cerdos corsos.

Iniciamos desde el aparcamiento de la Casa Forestal, junto a los paneles de la ruta, un precioso lugar rodeado de montañas con un frondoso bosque de pinos de gran porte. Hoy no hemos descuidado las prendas de lluvia por si acaso. Las primeras marcas están entre los pinos.

Cruzamos el bosque hasta conectar con un camino pedregoso que nos asciende por la ladera; el entorno es muy denso y los ejemplares de pino son más jóvenes pero igual de espigados. Entre sus ramas vemos las cumbres de los alrededores moteadas de blancos neveros.

El camino se convierte en senda al entrar en la umbría, la zona es bastante húmeda y en las piedras se incrustan musgos y líquenes, atravesamos una chorrera y llegamos a un puente sobre el arroyo Colga. Sin cruzar el puente debemos seguir ascendiendo por la derecha.

Entramos de nuevo en zona de grandes pinos, con alzadas de más de veinte metros. En la senda aparecen artísticos mojones de piedras entre flores. Dos mujeres y un matrimonio de nuestra edad camina a nuestro ritmo y se percatan que en lo alto de la ladera sale humo entre la vegetación. Una de las mujeres llama al 112. Posiblemente sean rescoldos de algún rayo de la tormenta de ayer.

Un cartel nos indica que tenemos que seguir subiendo por la izquierda para salvar el cauce de un arroyo. De nuevo senda entre espigados pinos y apretada vegetación con alguna vaca paciendo entre los helechos.


Caminamos por un tramo más rocoso y menos denso de pinos, pero con algunos descomunales ejemplares derribados, que cruzan el sendero teniendo casi que trepar para superarlos. Hay numerosos tocones que la gente aprovecha para amontonar piedras formando estéticos mojones.


Llegamos a la parte alta del arroyo Colga que cruzamos fácilmente, entrando en una franja ascendente casi sin vegetación, solo con algunos pinos mutilados por las nevadas y las tormentas. Hacia atrás las montañas nevadas y el bosque, por delante, un próximo collado.

Alcanzamos la Bergerie de Colga, dejando atrás la caseta de pastores. Las marcas y los pétreos mojones nos llevan por la izquierda, hacia un relieve rocoso. Comienza lo bueno. El trayecto es abrupto y tenemos que plegar los bastones para usar las manos.

Con paciencia vamos superado el roquero, a cambio nos elevamos con facilidad. Por detrás dejamos el profundo valle que llega hasta las montañas y al frente nuevas cotas que tenemos que superar. En esta parte es mejor seguir las marcas amarillas, la profusión de mojones llega a confundir.


Nos quedan dos fuertes rampas de granito puro donde las botas se adhieren bien, luego por la izquierda, tenemos que bajar un poco para vadear el incipiente arroyo  y volver a subir. La altura acumulada nos muestra unas panorámicas preciosas.

Observamos unos neveros próximos y las pintadas amarillas nos dirigen hacia una portilla rocosa en donde volvemos a plegar los bastones. Una vez salvada, nos queda una redondeada loma de áspero granito, con una gran roca que está coronada por una pequeña cruz.


Bocca â Stazzona (1.810 m.) La contemplación de cada lago nos produce una sensación distinta. La de éste es placidez, relajación, lo bucólico hecho realidad. Desde  lo alto de la loma de granito la postal es inmensa. Cerrar los ojos: Una verde pradera surcada por meandros, aquí llamados pozzis, caballos pastando en libertad, el precioso lago azul y al fondo la barrera de montañas nevadas.


Lago de Nino (1.743 m.) Mucha gente se queda petrificada y almuerza aquí. A nosotros nos gusta tocar la realidad, meternos en ella, así que, bajamos al lago. Un sendero surca la pradera y rodea el lago por la izquierda. Elegimos unas rocas cercanas al agua para almorzar. Los caballos y sus crías están a unos pasos de nosotros.


En la orilla de enfrente también hay gente retozando que ha llegado por otros senderos. Un águila rasga el cielo azul con su vuelo. Tomamos nuestras viandas corsas con parsimonia disfrutando de estos idílicos momentos.

Poco a poco comenzamos a subir sin dejar de girar la cabeza hacia el lago. Arriba en el collado nos hacemos fotos junto a la roca con la cruz. Traspasamos la portilla y empezamos a descender pausadamente, todavía tenemos en las retinas las maravillosas vistas.

El declive de las rampas de granito se soporta mejor de bajada. Como hicimos en la subida, vamos buscando las marcas pintadas obviando los mojones, por lo visto la gente cuando toma un respiro, coloca una piedra en el montón. Dejamos atrás la Majada de Colga.


Vadeamos el arroyo y entramos en el área los tocones y los monumentales pinos derribados, realmente  sorprende su longitud, superan con creces el tamaño de los pinos del Bosque Vertical de La Sagra. Esta vez el pino abatido lo pasamos por debajo.







Más tarde, en vez de cruzar el arroyo seguimos por su cauce que es más divertido y refrescante. Después nos unimos al camino de tierra y entramos en el bosque de pinos que nos deja en el aparcamiento. Han llegado las nubes y dejan caer unas gotas que ensucian el coche, nada que ver con la tormenta de ayer.

De regreso, paramos y hacemos fotos al pequeño embalse de Calacuccia, donde hay también una zona de escalada. Un remojón en nuestra piscina, buena ducha, descanso y nueva terracita para cenar. Hasta ahora no hemos repetido.
Al no tener mapas de Córcega en el GPS el Track sale en blanco. Ver en Wikiloc.
RECORRIDO: LINEAL, IDA Y VUELTA.
AGUA EN RUTA: SI.
DISTANCIA: 8,72 KM
TIEMPO: 05:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.810 M. (Bocca  â Stazzona, Mirador del Lago Nino)
ALTURA MÍNIMA: 1.076 M. (Casa Forestal Poppaghia)
DESNIVEL POSITIVO: 748 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 748 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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