CASCADES DES ANGLAIS, CÓRCEGA.

Posted by : Vaig a Peu viernes, 13 de junio de 2014

El GR 20, ubicado en la isla francesa de Córcega, es un sendero de gran recorrido que cruza la isla de noroeste a sureste en un durísimo GR de montaña con una longitud de unos 180 kilómetros y más de 22.000 metros de desnivel acumulado. Une los pueblos de Calenzana, al Noroeste, con el pueblo de Conca, al sureste, y transcurre en su totalidad dentro del Parque Natural Regional de Córcega. El GR-20 se diseñó en la década de los 70, con la idea de concebir un camino que avanzara por la línea divisoria de las cuencas hidrográficas oriental y occidental de la isla. Pero hasta la creación del Parque Natural de Córcega el año 1972 no se le dio el impulso definitivo con la señalización y acondicionamiento de los refugios. Está considerado uno de los GR más bonitos de Europa y también uno de los más duros de todo el continente. Buena parte de los senderistas abandonan en las primeras etapas lo que pone en evidencia la gran exigencia física y mental de este recorrido. Tener en cuenta que además de la longitud, con un gran desnivel acumulado, hay que añadirle algunos pasos y etapas aéreas con bastante dificultad y aderezarlo con un calor sofocante si lo hacéis durante los meses de verano. La diversidad del paisaje le confiere a este recorrido un carácter excepcional: bosques de hayas o pinos negros, paisajes de rocas de granito, crestas, torrentes, lagos glaciares, altiplanos y cumbres nevadas. Además de descubrir una morfología muy diferente al resto de islas del Mediterráneo, conociendo a fondo la forma de vida de la gente local. Esta ruta se puede realizar aproximadamente entre 10 y 15 etapas y en cualquiera de los dos sentidos de la marcha, pero hay que tener en cuenta que los tramos más duros de montaña los encontramos en la mitad norte. Las guías francesas proponen la ruta en sentido de norte a sur en 15 días. La única guía escrita en español, la realiza en sentido inverso y en tan solo 10 etapas.

CÓMO LLEGAR: Desde Corte dirección Ajaccio hasta el Col de Vizzavona. A la derecha hay un pequeño parking para los clientes del restaurante de enfrente, donde se puede aparcar.

ITINERARIO: PARKING / ÁREA RECREATIVA / CASCADES DES ANGLAIS / PONT DE TORTETTO / CASCADES DES ANGLAIS / PARKING.

COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.

LA RUTA: Hoy queremos pasar parte del día en Ajaccio y de camino elegimos una ruta sencilla. Tras desayunar, en el trayecto al Coll de Vizzavona, hemos parado en un mirador a contemplar el Fortín de Pasciola, ubicado en lo alto de una loma. Al no encontrar el inicio de la ruta que señalaba nuestra guía, y lo hemos hecho desde el puerto, donde había un escondido cartel.

Hasta ahora solo nos habíamos cruzado en algún momento determinado de las rutas realizadas, con las marcas blancas y rojas del GR-20. Pero hoy vamos realizar parte de la etapa Refuge de l’Onda – Vizzavona, tramo de unos 3 km junto al curso del arroyo Agnone, que forma una serie de cascadas y pozas excavadas en la roca, haciendo el mismo camino de regreso.

Iniciamos desde el aparcamiento, por una senda interior que conecta con el camino principal que nos desciende un poco a la umbría de un frondoso bosque de hayas y pinos que llegan casi a lo alto de la montaña. Es un sector muy húmedo donde las rocas están invadidas por el musgo.

Pasamos por delante de la infraestructura de un parque de aventuras, que entre el bosque de hayas tiene dispersas las instalaciones de tirolinas, puentes colgantes y cables a superar, clasificadas por colores según la dificultad. La caseta de control está cerrada.

El camino se acerca al arroyo Agnone que se desliza tumultuoso por un cauce plagado de rocas y pequeños saltos de agua que lo hacen ruidoso, son las primeras cascadas de fácil acceso para bañarse. Llegamos a un puente por el que cruzamos el arroyo.

Al otro lado desaparece el camino y empieza el verdadero sendero GR-20, que comenzamos a subir entre rocas. Una bonita y ancha cascada de dos brazos se precipita en una poza. El bosque de hayas se aprieta y nos reciben ejemplares de mayor tamaño.

Entramos en un entorno más asilvestrado de naturaleza descuidada, el sendero se encrespa, vamos salvando raíces y piedras entre abundante vegetación y hayas, cruzando el cauce seco de otros torrentes. En días de lluvia la dificultad de este tramo tiene que ser alta.

Alcanzamos una cota más elevada en una pétrea loma de granito, donde la vegetación nos da un respiro y nos permite otear el exuberante valle. Entre el ramaje de las hayas y los pinos, podemos observar el caudaloso arroyo precipitarse entre las rocas.

Poco después vemos otra larga cascada caer en su poza, hay dos senderistas refrescándose, pero dicen que está muy fría el agua. Dentro de unas horas cuando regresemos, posiblemente haya más gente bañándose. La mayoría de ellos solo llegan hasta el entorno de les Cascades des Anglais.

Las marcas blancas y rojas del GR nos separan del cauce del arroyo y siguen elevándonos. Llegamos a una variante que va al Col de Vizzavona, que dejamos por la izquierda, adentrándonos en el espeso bosque de nuevo, donde vemos enormes ejemplares de hayas.

Sin dejar de subir vamos entrando y saliendo del bosque por la dura loma de granito donde vemos alguna caída más de agua en el cauce del arroyo. El valle se va cerrando y tenemos cerca un pico montañoso en el que todavía persisten algunos pequeños neveros.

El sendero se suaviza al entrar otra vez en el bosque, pasamos por delante de un haya con un tronco descomunal y luego por una serie de viejos y carcomidos troncos que todavía siguen en pie. Al salir de la espesura tenemos el Pont de Tortetto (1.436 m.)

Esta es nuestra meta de hoy. Cruzamos puente y buscamos una buena sombra entre las hayas para almorzar. El tronco caído de una gran haya casi obstruye el cauce. Pasan algunos senderistas con grandes mochilas que van haciendo el GR, les preguntamos si cauce arriba hay alguna cascada más, pero la califica de normal, así que lo dejamos.

Regresamos al puente y comenzamos a bajar. Ahora escrutamos más tranquilamente el paisaje y el magnífico bosque de hayas que al abrigo de sus sombras nos recuerda a otros hayedos que hemos visitado en los meses de otoño.

La zona de les Cascades des Anglais está ahora mucho más concurrida, ya hay gente bañándose o refrescándose en sus aguas. El parque de aventuras sigue cerrado, quizás lo abran los fines de semana o durante el verano. Al final del camino están filmando una entrevista en plena naturaleza.

Como en el coche llevamos de todo, nos acicalamos y cambiamos de ropa para visitar la capital, Ajaccio. Antes de entrar en la ciudad el tráfico se intensifica y nos sentimos algo agobiados. Aparcamos en el subterráneo de una gran plaza dedicada a Napoleón con grandes vistas al mar.

Callejeamos por toda la ciudad vieja y la zona comercial, tomamos un buen helado corso. En una estrecha calle pasamos por la casa donde nació Napoleón. En ese momento salen a la calle actores vestidos de la época que posiblemente hagan alguna representación en la casa museo.

Aquí nos pasa como en Bastia, casi todas las ciudades con puerto de mar son iguales, todas acaban en un paseo marítimo. El calor es más agobiante y quizás influya en nuestro ánimo. Decidimos coger el coche y seguir por el litoral.

Repasamos nuestras notas y tenemos cerca las Islas Sanguíneas, pequeños islotes cerca de la costa, llamadas así porque al ponerse el sol toman un color rojizo. Están algo alejadas de la ciudad. La carretera termina en un parking y entonces se puede caminar hasta unas lomas para contemplarlas o esperar a un pequeño barco que hace el trayecto de ida y vuelta. Todavía falta mucho para el ocaso y decidimos regresar a Corte. Donde después de una buena ducha, nos entregamos a la ardua tarea de encontrar un pequeño restaurante mejor que el anterior.