La Sierra del Carche es el accidente orográfico más elevado de la Comarca del Altiplano y cuenta con un gran interés geomorfológico. Es muy característica la presencia de un diapiro salino, el Cabezo de la Rosa, la salina de interior más productiva de la comunidad murciana. Se trata de una elevación suave de tonos rojizos originada por el afloramiento de sales y yesos en las fracturas del terreno de los últimos movimientos tectónicos. En la zona central se localiza la máxima altitud de la Sierra, con el pico del Carche (1.371 m.), extendiéndose hacia el noreste para concluir en la Sierra de las Pansas. Los materiales dominantes son calizas, dolomías y margas. La Sierra del Carche se encuentra en el cuadrante nororiental de la Región de Murcia y reparte su superficie entre los términos municipales de Jumilla y Yecla. Ha sido declarada recientemente Parque Natural Regional y los límites actuales y normas de gestión vienen definidos por su Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN). Además, es uno de los espacios regionales propuestos como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), para formar parte de la Red Natura 2000. Este conjunto montañoso cuenta con 5.942 hectáreas de superficie e incluye las sierras de El Carche (La Madama, 1.371 m.), Las Pansas y el diapiro salino del Cabezo de la Sal. Entre los lugares de mayor interés y más llamativos para el visitante destacan el Cabezo de la Rosa, la Madama del Carche, el Barranco de la Gorafía, la Umbría del Revolcador, la Peña del Castelar, el Barranco de San Cristóbal, la Pedriza, la Solana de la Alberquilla, el Barranco del Saltaor, la Curiosa y la Fuente de la Sanguijuela. La Sierra del Carche es un espacio singular por las diferentes especies de fauna y flora que contiene y por sus distintos estratos geológicos. El Parque dispone de un albergue municipal, que se cede gratuitamente a los grupos excursionistas que lo visitan durante todo el año para disfrutar de la naturaleza. El hombre ha habitado en esta sierra desde antaño. Este hecho lo demuestran los yacimientos arqueológicos, pertenecientes a la Edad del Bronce, y los asentamientos ibéricos que han sido encontrados. Destacamos la Cueva del Castellar, Los Castillicos del Salero y La Romanía. También encontramos algunas villas y un acueducto (La Romanía) de época romana al norte y oeste del Parque. En el Cabezo de la Rosa aparecen abundantes fragmentos de cerámicas medievales correspondientes a vasijas y tinajas de gran tamaño. Un elemento destacable de la Sierra, en la umbría de La Madama, es un Pozo de la Nieve del siglo XVII, destinado a conservar y almacenar hielo.
CÓMO LLEGAR: Salida en dirección a Aspe por la CV-84, sin entrar en la población seguir por la CV-846 a La Romana, en la rotonda continuar por la CV-834 hasta conectar con la CV-83 hasta Pinoso. Pasar la primera rotonda y en la segunda tomar dirección a Jumilla por la CV-83 y antes de llegar a la rotonda de los bloques de mármol, girar a la derecha por camino asfaltado avda. de la Diputación durante unos 5 km, girar a la izquierda y en 1,8 km aparcar en un rellano en un cruce de caminos.
COMPONENTES: VICENTE Y TOMÁS.
ITINERARIO: PARKING / GIRO A LA DCHA. / BANCAL / CAMINO DCHA. / GIRAR IZQ. / CRUZAR PISTA - POR SENDA / PEQUEÑA CRESTA / VISTAS AL COLLADO / COLLADO DE GASPAR / SUBIDA MODERADA / LLANURA / COLLADO POZO DE LA NIEVE / SENDA A LA DCHA. / LA MADAMA / POR LA PISTA / DCHA. SENDERO DE BAJADA / CRUZAR CAMINO / IZQ. PISTA / DCHA. SENDA / CUEVAS DEL CACHORRO / COLLADO DE LAS CUEVAS DEL CACHORRO-IZQ. / CRUCE DCHA. / COLLADO DE LAS COLMENAS IZQ. / IDA Y VUELTA / RUINAS CASA FORESTAL / PUERTA DEL PARQUE/ PARKING.
LA RUTA: Hace casi cinco años que no subíamos al Carche desde la zona de Raspay, recordamos la bonita subida por los senderos de las lomas, tan solo desde el Collado de las Cuevas del Cachorro al regreso, es por pista. Amanece un dorado día, claro y fresco, pero con ráfagas de viento.
Para acortar camino en la ida y en la vuelta, no salimos del pueblo. Iniciamos cerca de la puerta donde comienza el Parque Regional, hay un rellano para aparcar. Cogemos un camino a la derecha con vistas a la Sierra de Salinas y a la Silla del Cid.
El camino se estrecha para luego ir abriéndose por los últimos coletazos de la Rambla de la Yedra. Giramos a la derecha en una zona difusa donde el camino se esfuma en un bancal donde hay colmenas y un letrero que avisa que tienen sistema antirrobo. Conectamos de nuevo con el camino.
Entre un pinar poco gallardo y abundante matorral, sobre todo de esparto, comenzamos a subir levemente con vistas a las sierras alicantinas d’Algaiat, de la Taja, del Cid y del Maigmó, que se distinguen perfectamente.
Giramos a la izquierda por la loma donde el camino se va estrechando hasta convertirse en una agradable sendita que la recorre matizada con algunos mojones de piedras. Todas las lomas han sido reforestadas y el bosque en las laderas es ralo.
Superamos parte de la primera loma donde cruzamos una ancha pista para seguir subiendo algo más esforzados. Por detrás nos alejamos de las montañas alicantinas, por el suroeste vemos a La Pila asomarse por encima de la compacta pineda de otras lomas.
Seguimos subiendo por la preciosa y cuidada senda que se abre paso sobre la redondeada loma. En la parte alta, ya tenemos una visión lejana a la cima de La Madama con sus antenas, y de nuevo la sierra de La Pila separada por el Altiplano.
Atacamos una pequeña cresta donde la senda se desenvuelve bien sobre las rocas. Cada altitud ganada nos amplía las miradas, ahora al diminuto valle de Cases de Pisana entre la Sierra de las Pansas, y por delante las tres lomas a superar.
El viento sopla con fuerza al iniciar la primera de ellas, es la más leve al principio para volver a encresparse después, con vistas a las dos vertientes, con la sierra del Serral por detrás de la de las Pansas y a la escondida hoya rodeada de pinar de la Yedra.
En la parte alta ya tenemos a tiro de piedra el Collado de Gaspar y de nuevo la ancha pista a los pies de Morra del Búho (1.275 m.) y más al oeste, buena imagen de la Madama. El sendero con diversos mojones de piedras en equilibrio inicia un suave descenso.
Hay un curioso aljibe a la izquierda. Collado de Gaspar (1.119 m.). Cruzamos la pista para comenzar un poco más a la izquierda, a subir por la loma con otra bonita senda perfectamente marcada con mojones.
A media altura vemos cómo hemos superado el nivel de la loma anterior y de nuevo, la sierra de Salinas, la de las Pansas, la del Serral, y en la otra vertiente la sierra de La Pila y reflejos del mar entre las montañas lejanas.
Las panorámicas se siguen ensanchando y de frente, solo queda el objetivo de La Madama cada vez más nítida y cercana. Vamos virando a la izquierda, a media ladera evitando la subida a la Morra del Búho que dejamos a la derecha.
El sendero atraviesa una pequeña meseta o llanura medio despejada por la deforestación del pinar, con abundante matorral de sabina que nos da un corto respiro y panorámicas que llegan a la Silla del Cid y el Maigmó por detrás.
Antes de conectar de nuevo con la pista forestal, la mole de la cara sur de La Madama tapizada de prieto pinar ocupa todo nuestro horizonte. El sendero pasa a ser camino, el pinar ralea y el matorral acampa a sus anchas.
Andamos pocos metros de pista para llegar al Collado del Pozo de la Nieve (1.275 m.) y protegidos del aire. Desechamos el sendero que por el barranco de San Cristóbal llega al pozo que ya hemos visitado otras ocasiones.
En unos pasos por la derecha, dejamos la pista por un sendero con moderado desnivel que ataja por la loma la subida hasta la cima. De nuevo las miradas hacia atrás son espléndidas, con las lomas recorridas y la barrera montañosa alicantina.
La senda nos eleva dejándonos ver poco a poco las antenas y la preciosa caseta de madera a dos aguas del refugio y más al noroeste, la población de Jumilla y la sierra del Buey. Ladeamos las antenas para llegar al bucólico refugio.
La Madama del Carche (1.371 m.) hacemos las fotos de rigor con miradas a las Salinas de la Rosa y visitamos la caseta que mantienen muy limpia por dentro, aunque nunca a salvo de los mamarrachos pictóricos.
Nos zampamos nuestro almuerzo a resguardo del viento bajo el muro de la caseta, junto con una pareja eldense y profundas panorámicas al Altiplano jumillano con La Pila, y reflejos del sol sobre el Mar Menor.
El regreso lo iniciamos por la derecha, por sendero y escaleras que bajan al rellano que forma un bonito mirador a la cima de la Morra de la Mina (1.329 m.), donde está sima de las Grajas, y también a las Salinas de la Rosa y Jumilla.
Tomamos la pista por la izquierda, con la que seguimos un tramo pasando por debajo del refugio y junto a la antigua lanzadera de parapente. Estamos atentos a un sendero que baja por la derecha marcado como PR.
Inclinado y pedregoso por las lluvias, cumple su función de enlazar mucho más abajo de nuevo con la pista, pero que solo la cruzamos, siguiendo de frente, hay estacas de PR, para llegar sin apenas desnivel el Llano de las Grajas.
Antes salíamos junto a unos abrevaderos, pero ahora tan solo cruzamos la pista para seguir por otro sendero que nos sigue descendiendo entre pinos hasta una viga de hierro que corta el paso a las motos, y continúa por detrás de las cuevas.
Las Cuevas del Cachorro con su frontal de casa, son de propiedad particular, ahora están habitadas, han reformado la fachada, estando muy cuidadas. Observamos sus antiguos corrales y admiramos su descomunal ejemplar de pino.
El sendero termina en la pista que por la derecha nos lleva al gran cruce de caminos, el Collado de la Cueva del Cachorro (1.054 m.). Balizado con un gran pilón cuadrado y cerámicas, indica los accesos a la parte alta, a Viña “P” y a la Yedra.
Nosotros seguiremos por la pista forestal del Paraje de La Yedra para cerrar la ruta. Comienza un dilatado recorrido con apenas desniveles. Damos el último vistazo a la mole del Carche y lindamos con bancales de almendros al principio.
Luego, el pinar de ladera nos acompaña con vistas al valle y a las sierras alicantinas, caminando por la Vía Pecuaria de la Vereda del Abrevadero de la Yedra a cierta distancia, pero paralelos al itinerario de esta mañana por las lomas.
Después de un giro a la derecha, llegamos el Collado de las Colmenas (877 m.), otro cruce de caminos balizado en el Parque Regional, que tiene un curioso aljibe y acequias con compuertas. Debemos seguir por la izquierda, en dirección a Raspay.
Pronto tenemos marcado con Waypoint, un punto con desvío a la izquierda de ida y vuelta, para visitar las ruinas de la antigua Casa Forestal en un espacio abandonado rodeado de cipreses. Volvemos al camino principal.
Un poco más adelante llegamos a las puertas que marcan el espacio del Parque regional con algunos paneles y en seguida el aparcamiento, cerrando una agradable ruta a La Madama por el sendero de las lomas. El viento ha molestado, pero las panorámicas han sido fabulosas.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12,8 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 5:20 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.371 M. (La Madama del Carche)
ALTURA MÍNIMA: 857 M.
DESNIVEL POSITIVO: 705 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 693 M.
DIFICULTAD: MODERADA.
