Posted by : Vaig a Peu sábado, 25 de noviembre de 2023

Sus orígenes se remontan a la cultura íbera, como atestiguan los restos hallados en su territorio. A lo largo de su historia, Polop ha destacado por la posición estratégica como enclave militar gracias al castillo que coronaba el cerro. Conquistados los territorios del Reino de Valencia, y establecidos los límites en el tratado de Almizra, Polop quedó entre las posesiones del rey Conquistador quien, en 1268, lo cedió a doña Berenguela Alfonso, señora que, al morir sin descendencia, dejó sus tierras en posesión de la Corona nuevamente. Tras la rebelión de Al-Azraq, en 1271, Jaime I de Aragón cedía el castillo y villa de Polop a Beltrán de Belpuig. El 8 de abril de 1276, el mismo rey perdonaba a los musulmanes de Orcheta y Polop tras su rebelión, y por medio de sus señores les otorgaba las condiciones para su mantenimiento en las citadas alquerías. En 1290, Alfonso cedió al caballero Bernardo de Sarriá los castillos de «las montañas», entre los que se encontraba el de Polop. Este caballero, que tampoco tuvo descendencia legítima, legó sus posesiones al infante don Pedro de quien, por herencia, pasarían en 1355 a su hijo el infante don Alfonso de Aragón y Foix, primer conde de Denia. Juan de Aragón, conde de Denia y Duque de Gandía, hereda las posesiones y cede el castillo de Polop a Ruy Diaz de Mendoza en agradecimiento por los servicios prestados. Según algunos autores, la baronía de Polop pasaría a la familia Fajardo al casar Diego Fajardo con la hija de Ruy Diaz; otros, por el contrario, afirman que éste, en 1457, cedió el señorío de Polop que formaba baronía con los lugares de Benidorm, La Nucía, Alfaz del Pi y Chirles, a su sobrino Diego Fajardo. Por una u otra vía, lo cierto es que la familia Fajardo ostentó el señorío hasta mediados del siglo XIX, al morir la última baronesa de Polop. En 1520, los moriscos que habitaban la villa, ante el asedio de los agermanados, se refugiaron en el castillo, muriendo muchos de ellos en manos de los insurrectos al finalizar la revuelta. El decreto de expulsión de 1609 provocó un notable vacío demográfico al perder más de dos tercios de su población. En el siglo XVII se contabilizaron 91 casas (contando las de las alquerías de La Nucía y Xirles) que en 1713 ascendían a 154. El censo de Floridablanca asigna a la población 1.851 habitantes que un siglo más tarde habían quedado reducidos a 1.793. La pérdida de población continúa hasta el año 60 de nuestro siglo en que se censaron 1.286 habitantes. A partir de esa fecha se inicia una paulatina recuperación que ha llevado a los 3.636 habitantes del censo de 2006.

CÓMO LLEGAR: Por la Autopista AP-7  A-7 hacia Albacete, salida por la A-7 en dirección BENIDORM/VALENCIA, hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 hasta pasar La Nucía, en rotonda girar a la derecha por la calle Aitana hasta conectar con CV-720 en Polop y por la CV-7621 y 7620 llegar a la pedanía de Xirles. Hay un aparcamiento a la entrada.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: PARKING / IZQDA. / DECHA. POR SENDA-VISTAS / DCHA. / DCHA-CAMÍ DE CAMPULLES / IZQDA+DCHA-LLEGUADA / DEPOSITO DE AGUA / DCHA-VISTAS / RECTO, -AL TOSSAL DE FARINES IZQ. / IZQDA. PANORAMICAS / PEÑA MOIA-VISTAS IZQ. / DCHA, CAMI ASSAGADOR DE FARINES  /  ALTO DE MASSALAVA / DCHA. RODEAR TOSSAL DE MENGA / VISTAS AL BERNIA / IZQDA. / RECTO-IZQDA. / PANORAMICAS / DE FRENTE+IZQDA. / MAX. ALTURA DIA-VILLA PURA / VISTAS A GUADALETS / IZQDA. CAMI DE GINES / IZQDA.+DCHA. /  GINES / EL BOSC / CRUZAR CV-755 / DCHA. BAJADA AL RIO / DCHA. CAMINO RIO GUADALETS / AZUD Y CRUCE RIO / CRUCE RIO AZUD / MOLINET DEL GOVERNADOR / INVERNADEROS / DCHA. / CRUCE RIO / INVERNADEROS / PUENTE CRUCE RIO / DCHA. VADEO RIO / ASFALTO / VILLA D’AOSTA / EL BLANQUINAL / XIRLES.



LA RUTA: Tiempo ha que no veníamos por Xirles, pequeña pedanía de Polop que ha crecido mucho con el turismo que huye de la masificación costera. Traemos un sencillo Track de nuestro paisano Pepe.Roca con enormes panorámicas.

 



Iniciamos desde el parking mientras los rayos del sol comienzan a iluminar el pueblo con dos grandes miradas, la primera al león dormido, Ponoig, que empieza a despertar y más al Este, a la preciosa barrera de las crestas del Bérnia.

 



Por la izquierda nos introducimos en la calle San Ramón con sus nuevos edificios en suave ascenso, para unirnos al Camino del Tosal que nos saca del adormecido pueblo con doradas postales del Monte Ponoig.

 



Dejamos el Camino del Tosal por la derecha, por una senda con ralo pinar que se inclina sobre un piso duro y rocoso que luego se torna senda con tremendas vistas al valle, al Ponoig, la Cresta del Carrascal,  Pas del Comptador y Penyó Roc.

 



Enlazamos por un camino a la derecha y después, también por la derecha marchamos, un corto trecho por el Camí de Campulles, que dejaremos en un giro izquierda-derecha, siguiendo por delante de la yeguada de la Finca la Faraona.

 



Comienza una subida con fuerte repecho en poco trayecto, pero con el alivio de a medio recorrido obtener buenas imágenes de la Cresta del Bérnia. En la parte alta hay un depósito de agua del Consorcio de la Marina Baja.

 



Continuamos por camino carretero en leve ascenso a la umbría de un pinar espigado que busca la luz del sol y que nos deja ventanas para seguir admirando al Bérnia, con Callosa d’en Sarriá a sus pies, con l’Almedia y la Serra del Ferrer al fondo.

 



En un cruce seguimos recto, obviando el desvío por la izquierda al Tossal de Farines. Otra pequeña subida entre un túnel de pinar nos deja a la vista la Serra de l’Aixortá con el Morro Blanc y el lomo de l’Almeida. 

 



Tenemos una mirada a la Penya Moia por la izquierda y entroncamos con el Camí Assagador de Farines por la derecha. Todo este frontal lo ocupa ahora la Serra de l’Aixortá, ahora con el Morro Blau y apurando con zoom la garita de vigilancia forestal.



Por el Alto de Massalava las vistas son magistrales a las placas verticales de la Cresta del Sanxet, las del Carrascal y del Madallar, unidas por el Pas del Comptador y el Penyó Roc que forman una compacta muralla.


Empezamos a rodear por la derecha el Tossal de Menga del que apenas vemos nada tapados por el pinar poco gallardo pero muy tupido con abundante matorral, solo en algún claro del ramaje seguimos viendo a l’Aixortá.

 



El camino prosigue con vistas al Bérnia. En un cruce continuamos por la izquierda, y más tarde en otro, marcharemos recto-izquierda con el Morro Blanc en las vistas, para luego cambiar el Bérnia algo más escorado.



Vamos dejando atrás las miradas al Bérnia y al mar, tornando la barrera de las estribaciones de Aitana. En otra bifurcación seguimos de frente y a la izquierda. Nos cruzamos con un grupo en sentido contrario, que comienzan a descender.

 



En un bancal algo más elevado vemos dos pollinos que nos observan atentamente, y en el otro lado, atado a un pino el busto de plástico de un enanito de Blancanieves. Llegamos a Villa Pura (363 m.), nuestra máxima altura de hoy.

 



Encadenado con l’Aixortá, las vistas son ahora para el Barranc de la Canal con la Mallá del Llop y al pueblo de Guadalest con su castillo encaramado en la cresta. Enlazamos con la carreterita asfaltada del Camí de Gines.



Antes de llegar haremos un giro izquierda-derecha. Gines es una minúscula pedanía de Guadalest actualmente poco habitada. Tiene una pequeña iglesia y había un colegio para los niños de las masías de alrededor.

 



Seguimos por la derecha, por otra carreterita asfaltada en pronunciado descenso a la umbría de un ralo pinar muy espigado hasta conectar con la CV-755. A la derecha, después del puente está el restaurante el Riu y el Museo de Motos Antiguas.

 



Nosotros giraremos a la izquierda por la carretera en un breve tramo y comenzar a bajar al cauce del ríu Guadalest, donde por la derecha,  cruzaremos por un arco del puente de la CV-755, ya por camino de tierra. De seguir por la izquierda llegaríamos a la Presa del Embalse de Guadalest.

 



Este es el Camí del Riu Guadalest, ancho y bien compactado con abundante vegetación, sobre todo de cañaveral con algo de pinar que desciende por las riberas. Nos vamos alejando de la zona montañosa aunque siempre tendremos cerca l’Almeida.

 



Al principio no vemos el curso del agua tapada por la exuberante foresta, tan solo en los numerosos cruces y vadeos entre ambas riberas por pequeños puentes de tuberías y cemento, con diminutos azudes que retienen el agua.

 



En algunos tramos el cauce se ensancha dando lugar a bancales de cítricos y queda al descubierto el curso del agua; su afluencia está muy regulada desde la Presa del Embalse de Guadalest dependiendo de las necesidades de riego.

 



En la ribera de la izquierda llegamos al Molinet del Governador, una antigua casona que ha sido rehabilitada como casa rural, en el otro lado también hay otras fincas con casas; todo ello en las laderas de l’Almeida.

 



Pasamos junto a una ladera de margas rojizas y esbeltos cañaverales y por la derecha aparecen bancales escalonados de nísperos que están en plena floración a punto de cuajar los frutos, en este caso están al descubierto sin protección de plásticos.

 



Más tarde, el curso del río vuelve a estar tapado por franjas de cañaverales y por la derecha viene un tramo de invernaderos de cítricos con frutos cuajados semi cubierto, y más tandas de frondosos cañaverales.

 



Vadeamos de nuevo el río que hace un giro a la derecha dejando espacio en la rocosa ladera de l’Almeida para una finca con casa y palmeras con un enorme toldo de invernadero de nísperos y otros bancales de cultivo.

 



El cauce se torna más sinuoso dando lugar a nuevas fincas habitadas con cuidados bancales de cítricos y de añosos ejemplares de nísperos dado el enorme tamaño de sus troncos. La apertura del valle nos dejar ver l’Aixortá.



Otro puente de cemento nos pasa a la otra ribera con nuevos y largos invernaderos de nísperos. Por una apertura nos metemos dentro de ellos con la rara sensación de estar dentro de una burbuja. Son ejemplares jóvenes y floridos que están regando.



Caminamos adelante y el entorno vuelve a estrecharse. En poca distancia vadeamos dos veces el río por puentes de cemento y comenzamos a separarnos del cauce en leve ascenso, volviendo a tener a la vista el Bérnia sobre flores de nísperos.

 



Proseguimos ganando altitud y el pequeño valle se abre con multitud de casas y fincas con invernaderos y cuidados bancales de cítricos cobijados a las faldas de l’Almeida, es una buena mirada a la economía agrícola de la zona.

 



El camino pasa a ser de asfalto oprimido por las vallas de los invernaderos para luego expandirse a generosas panorámicas. Vemos la parte oeste del Bérnia con el Penyot de l’Orenga, la compacta Serra del Ferrer y Callosa d’en Sarriá a los pies de l’Almeida.

 



Nos alejamos del Bérnia entrando en zona abancalada con muretes de piedra protegida por el pinar. Llegamos a una gran finca particular, Villa d’Osta, donde vuelven las vistas a las agrestes estribaciones de Aitana.

 



Transitamos por algunas acequias de riego y por delante del imponente portón del Mas d’en Benimeli al entrar en la zona del Blanquinal por el Camí de Xirles a Callosa. Seguimos girando la vista atrás, enganchados con el Bérnia.

 



Poco a poco vamos entrando en el pueblo de Xirles y aquí las miradas se dividen entre el Bérnia y el Ponoig que vuelve a reinar. Cerramos la ruta en el Parking. Ha sido un recorrido visual extraordinario, casi un paseo sin dificultades técnicas. 



https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-circular-por-gines-y-el-riu-guadalest-desde-xirles-156799815




RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 12,9 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:40 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 363 M. (En Villa Pura)

ALTURA MÍNIMA: 122 M. (Al dejar río Guadalest)

DESNIVEL POSITIVO: 304 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 324 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

 

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