UNA VOLTETA PER LES MASIES DE POLOP ALT, ALCOY.

Posted by : Vaig a Peu sábado, 4 de junio de 2022

En Mariola hay más de doscientas Masías y una gran red de antiguos caminos, ganaderos, carreteros o de herradura. Esto es una muestra más del uso que los pobladores han hecho de su sierra y de las riquezas que la sierra ha aportado a sus pobladores. Al hablar de las masías, no solo nos hemos de referir a su edificación, sino también a su entorno forestal y agrícola y, por tanto, podemos decir que son la célula básica de las explotaciones agrarias de estas tierras. Eran comunidades autosuficientes, normalmente familiares, integradas en la montaña y respetuosas con ella, arquetipo del verdadero desarrollo sostenible. El estado de conservación actual es muy diverso, desde aquellas que se encuentran completamente derruidas, especialmente en las zonas más elevadas y de más difícil acceso, hasta aquellas que continúan con su ancestral trabajo del cultivo de la tierra. Otras han sido rehabilitadas como estancias de segunda residencia o han reconvertido su actividad para el sector terciario. Las viviendas, construidas siempre con materiales de la zona, mantienen una estructura similar: una amplia planta baja, presidida por la cocina comedor y algunas habitaciones, donde se desarrolla la vida cotidiana, una primera planta con las habitaciones dels senyorets, en su caso, y la cámara de arriba, destinada al almacenamiento de los frutos de la tierra; el patio adyacente da paso a los corrales, a las cuadras, pocilgas o cualquier otra dependencia adjunta. Dentro de esta definición, las diferencias son muchas: hay masías muy pequeñas, otras grandes, complejas y llenas de edificaciones anexas añadidas a lo largo de los tiempos, pueden tener aljibes, pozos, palomares, e incluso una ermita. Pero no podemos olvidar los árboles. Muchos de los árboles que ahora llamamos monumentales, han sido el escenario de los momentos más familiares de las masías. A la sombra creciente de una carrasca, de un nogal, de un tilo, o de un almez, han pasado generaciones de maseros.

CÓMO LLEGAR: Por la AP-7/A-31, tomar la salida hacia Benidorm/Valencia, AP-7 de pago. Salida en la nº 691 hacia Alcoy por la A-7. Tomar la salida nº 469 hacia la CV-80 dirección Onil/Castalla. En la rotondo tomar la 1ª salida y en la segunda rotonda la 4ª por el Camí dels Molins hasta el cruce con la CV-802 por la derecha. Llegar al cruce la CV-801 Ibi/Alcoy que seguiremos por la izquierda hasta el cruce con la CV-795 que seguiremos por la derecha hacia Alcoy, para enseguida entrar a la ermita de Polop Alt. Hay espacio para aparcar.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE

ITINERARIO: ERMITA DE POLOP ALT / MASET NOU / CARRETRA CV-801 / RIU POLOP / MAS DE LA CORDETA Y ERMITA / MAS DE L’ALQUERIETA / MAS ALQUERIA VELLA / MAS ALQUERIA NOVA / MAS DE DON PEDRO Y ERMITA DE SAN ROQUE / FORN DE CALÇ / MAS MENORA NOVA / CRUCE Y COLUMNA / MAS MENORA VELLA / MAS L’ALTET DE SANT VICENT / CARRETERA CV-803 / MAS LA FERRERA / MAS FONDO DE DALT / MAS FONDO DE BAIX (RUINAS) / BARRANC DE TAGUENGA / CAMÍ DEL CHOCOLATERO / MAS DEL CHOCOLATERO / MAS TORRE REDONA / MAS SERVERETA DE BAIX / MAS SERVERETA DE DALT / MAS ALQUERIA VELLA / ERMITA DE POLOP ALT.

LA RUTA: Precioso paseo primaveral entre las masías y los verdes campos de cereales de la Partida de Polop Alt. Uno de los parajes más hermosos del arraigo rural alcoyano, siguiendo un sencillo Track de ABlanes.

Iniciamos desde la emita de Polop Alt bajo la advocación de San Isidro Labrador. Construida entre los siglos XVII-XVIII, tradicionalmente ha sido sustentada y mantenida por las masías del valle. Hasta hace poco, las sillas de la ermita estaban rotuladas en su respaldo con el nombre de cada masía que las aportó.

En el exterior consta de una explanada entre pinos, con un monumento dedicado al Sagrado Corazón de Jesús del artista alcoyano Fernando Cabrera Cantó. Tiene una base realizada sobre piedra calcárea y sobre ella se levantan tres columnas de orden dórico.

Seguimos de frente pasando por debajo de unas descomunales carrascas de anchas y elevadas copas. Enseguida tenemos a la vista y algo separado del camino, el Maset Nou, en buen estado de conservación aunque no parece estar habitado.

El camino nos lleva hasta la carretera CV-801 de Polop a Ibi por la que transitamos unos doscientos metros por la izquierda, donde apenas se ve el tejado del Maset Nou, y la dejamos por la derecha al llegar al cauce del rìu Polop.

Durante un breve trecho acompañaremos el leve cauce del ríu Polop con un constante hilillo de agua que mantiene la humedad del entorno con viejos olmos de enormes troncos quebrados y retorcidos pero que todavía soportan sus grandes ramas.

Nos vamos separando del cauce por una limpia senda que se abre paso entre la hierba y luego sube bajo carrascas a los márgenes de los bancales sembrados de cereales donde vemos el Mas de la Cordeta y la ermita de San Jaime.

Sin pasar por él, continuamos por delante del Mas de l’Alquerieta, que tiene su puerta metálica cerrada, el camino nos lleva al Mas l’Alqueria Vella que está habitada y protegida por un pequeño pinar y grandes olmos.

Giramos a la izquierda, pero tomamos el camino de la derecha. Este será el punto donde se cierra el círculo de la ruta al regreso. Por este camino tenemos vistas al Mas l'Alquerieta, al Mas de la Torre Vella, derecha, y Mas Servereta de Dalt, izquierda.

Llegamos al Mas de Don Pedro y la ermita de San Roque. Hay unas personas que salen y ponen la cadena. Les consultamos si podemos pasar al recinto para hacer algunas fotos y nos dicen que no, que es una propiedad privada.

Nos parece infantil esperar a que se marchen e intentamos hacer fotos del exterior. Esta es una de las masías más emblemáticas, tiene un escudo heráldico en la fachada y un gran reloj de sol ovalado. De la ermita apenas podemos ver nada.

Salimos a un paisaje amplio de verdes bancales de cereales acotados por márgenes de carrascas y pinar. Poco después vemos un viejo Forn de Calç atrapado entre pinos que debió ayudar en la construcción de las masías.

Se encrespa un poco el camino al entrar en un bosquete de pinar espigado y maltrecho por las nevadas. En la parte alta tenemos panorámicas a Banyeres de Mariola y su castillo. Vamos descendiendo suavemente.

Mas de la Menora Nova, grandioso edificio de tres plantas aunque tiene un módulo de una altura que parece fortificado. Cerca tiene una fuente con frontal renacentista datado en 1913, de la que no mana agua.

Dejamos atrás los terrenos del Mas y llegamos a un cruce de caminos donde hay una alta columna de piedra que debió estar coronada por una cruz que ha desaparecido. Tiene una cerámica con la inscripción “AVE MARIA”

Continuamos recto y después de una curva a la derecha aparece el Mas de la Menora Vella que tiene adosado un hermoso corral para ganado. Dentro del círculo de la ruta vemos el Mas l’Altet de Sant Vicent, entre bancales preparados para la siembra.

Conectamos con la carretera CV-803 unos doscientos metros aproximadamente, entrando y saliendo por la izquierda. esto nos permite deleitarnos contemplando los verdes y extensos campos de cereales que el sol comienza a dorar.

El siguiente Mas es el de la Ferrera, que ha sido reconstruido, pintado de amarillo y vallado con altos muros de bloques, su viejo pozo de reminiscencias árabes encalado de blanco ha quedado fuera del recinto.

Antes de hacer un giro a la izquierda, vemos apartado del camino, el Mas Fondo de Dalt que no parece estar habitado. El sinuoso camino atraviesa los verdes campos de cereal para pasarnos por el próximo Mas.

Mas Fondo de Baix, que es el único que vemos en ruinas y sin techumbre, su estado es de total abandono en medio de sus campos que siguen estando sembrados de cereal. Debió tener tres alturas y un amplio corral para ganado.

Entramos en el cauce del barranc de Taguenga por camino ancho ya que es transitable. La vegetación lo ha invadido todo con carrascas, espigados pinos y una gran variedad de matorral alto y de hierbas aromáticas.

Enlazamos con una estrecho sendero entre márgenes de verdes bancales de cereal que atraviesa pequeños núcleos de grandes carrascas. Es un entorno mágico contrastando los verdes-amarillos del cereal, las pinedas y carrascas de las lomas.

Ensamblamos con el Camí del Chocolatero con vistas al estrecho valle entre el Carrascal de la Font Roja y las faldas de la serra Mariola, abierto por el riu Polop que aporta sus lánguidas aguas al riu Serpis.

Nos vamos acercando al Mas del Chocolatero, enorme masía de tres plantas y corrales de ganado anexados a la sombra de grandes pinos. Sigue habitada y trabajan las amplias extensiones de terrenos de cultivo.

Al sur, fuera de nuestra ruta, vemos el Mas de la Torre Redona que no visitamos. Tiene una bonita fachada y una fuente con frontal de piedra labrada. También pasamos cerca de los pinos del Mas de Servereta de Baix, pero apenas vemos la casa.

Algo más alejado, bajo espigados pinos, distinguimos el Mas de Servereta de Dalt y a continuación, un poco más cercano el Mas l’Alqueria Nova bajo una frondosa pineda, y que luego pasamos por su portón de entrada.

Junto al Mas de l’Alqueria Vella cerramos el círculo de la ruta. En el tronco de uno de sus pinos localizamos una pequeña ardilla roja. Ahora repetimos camino por delante del pozo y campos de cereales salpicados de amapolas.

Vemos de nuevo a corta distancia, el Mas de la Cordeta que tiene adosada la ermita de San Jaime, acompañamos al cauce del riu Polop hasta los viejos olmos en la carretera que cruzamos para cerra la ruta.

Llegamos a la ermita de Polop Alt entre verdes campos y hermosas carrascas. Ha sido un placer caminar por este diminuto valle en un precioso día primaveral recorriendo el ancestral medio rural de sus masías.