Posted by : Vaig a Peu sábado, 29 de enero de 2022

El abrigo de Benirrama constituye un hito en el paisaje. Se trata de un alargado refugio rocoso, abierto al río Gallinera, donde entre el VI y III milenio a.C. grupos humanos prehistóricos plasmaron excepcionales imágenes que hoy adscribimos a los artes Levantino y Esquemáticos. Ambos artes se relacionan con las primeras poblaciones de agricultores y ganaderos que ocuparon esta tierras durante el Neolítico, desde las áreas litorales hasta los fértiles valles del interior de la montaña. A lo largo de este camino dejaron numerosos testimonios gráficos de sus modos de vida, sus preocupaciones e incluso de su percepción de ellos mismos. De hecho, el abrigo de Benirrama se caracteriza por presentar un conjunto de pinturas exclusivamente compuesto por figuras humanas, algunas de extraordinaria ejecución técnica. Por desgracia no todos lo motivos que conformaron este enclave han llegado a nuestros días. Mimetizados en su entorno natural durante siglos, tras su descubrimiento fueron arrancadas cinco figuras, en un violento acto de apropiación indebida cuyas heridas aún permanecen abiertas en la pared rocosa. El abrigo presenta 12 figuras humanas distribuidas en dos paneles, conformando distintas escenas. En la parte central se observa un arquero levantino, en actitud de exhibición, con un haz de flechas y un arco en la mano derecha, del que cuelgan algunas cintas. A la altura de la cintura lleva un carcaj con tres flechas cuyas puntas son perfectamente visibles. Otro arquero de características similares fue pintado a escasa distancia, hoy muy deteriorado. A la derecha de esta escena se representaron dos figuras levantinas femeninas en actitud “orante” con los brazos levantados y, en uno de los casos, tres dedos de cada mano indicados. Esta última va vestida con una falda corta y porta un pequeño bolso que le cuelga de uno de los brazos. Otras representaciones más esquematizadas acompañaron a estas levantinas. En dos recuadros que nos recuerdan el expolio de 1993. Fueron pintadas cuatro figuras humanas. A la izquierda una con los brazos en cruz y otra con los brazos arqueados y la cabeza inclinada. A la derecha otras dos, en actitud pausada y exhibiendo, una de ellas –la claramente masculina-, el arco. Sus cabezas, de forma triangular y con “orejas” evocan un tocado o una máscara con forma animal. En la parte superior se conservan otros dos antropomorfos esquemáticos, el situado en la parte más elevada con los rasgos faciales y el sexo masculino indicados. Entre las dos mujeres levantinas se observan un par de trazos sinuosos y paralelos de tipo esquemático. En 1993 las figuras 1,2,6,7 y 9 fueron robadas de este enclave, empleando para ello una sierra radial y golpeando una plaqueta. Hoy, el ejemplo de la barbarie se convierte en esperanza, constituyendo un potente recurso visual con el que fomentar su conservación. 
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de pasar los túneles del Barranc de la Batalla, salida nº 436 MURO / BENIMARFULL / ALQUERIA D’ASNAR, en la rotonda por la CV-700 dirección Benimarfull y Planes. Seguir hasta tomar por la izquierda dirección Vall de Gallinera y sin dejar la CV-700 continuar hasta final del valle para tomar el desvío por la CV-7170 a Benirrama. Aparcar cerca de la calle Mayor.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: BENIRRAMA / IGLESIA / IZQUIERDA / IZQUIERDA / DCHA. / RAMBLA DE GALLINERA / SENDERO AL ABRIGO / RUINAS CORRAL / IZQDA. IDA Y VUELTA / PINTURAS RUPESTRES / CASA DELS COLASTICS / CRUZAR CV-700 / CAMÍ FONT DE LA MATA / FONT DE LA MATA / FONT DE BENIMARSOC / IZQDA. / VISTAS AL CASTELL / PANORÁMICAS / CASTELL DE GALLINERA / RECTO / L’OMBRÍA DE L’ALMISERÁ / FINAL SENDA / CARRETERA / DCHA. IDA Y VUELTA / DEPOSITO DE AGUA / ALT DEL MISERAT / INFO. DCHA. / RUINAS CORRAL / IZQDA. / PASSET DE BENIRRAMA / IZQUIERDA / FIN DEL PASSET / BENIRRAMA.


LA RUTA:
 Hoy toca la Vall de Gallinera desde el último de sus pueblos, Benirrama. Subiremos al Castell de Gallinera y al Almiserat, que es la ruta clásica de esta zona, pero como variante añadiremos la visita al Abrigo y Pinturas Rupestres. 

 



Iniciamos buscando la salida por la parte baja. Callejeando por delante de la iglesia de Sant Cristófol y llegar a las últimas casas donde un camino entre huertas nos sigue descendiendo hacia la Rambla de Gallinera.

 



Desde las terrazas de los bancales ya tenemos vistas al principio del valle por un lado, y por el otro, al cerro del Castell y a el Alt de Almiserá con sus antenas. El camino termina en la carretera CV-700 que cruzamos. 

 



La seguiremos por la izquierda algo más de un centenar de metros y la dejaremos por la izquierda por camino entre bancales de naranjos. Hace una mañana fría y la escarcha blanquea el matorral y la hierba del camino.

 



Giramos a la derecha entrando en cauce pedregoso de la Rambla de Gallinera, la cruzamos para seguir por un sendero más estable que nos pasa por el Corrals la Posada unas viejas naves donde hay vehículos fuera de uso.

 



Por detrás de los corrales marcado con un mojón comienza el sendero al Abrigo que se va elevando pausadamente, dándonos vistas al pueblo de Benirrama bajo las paredes, pasando luego por un corral abandonado.

 



El sendero tiene un buen mantenimiento y está delimitado por piedras mientras se va acercando a la ladera de la montaña. En la otra vertiente vemos el cerro del Castell y por delante la plataforma que protege las pinturas rupestres.

 



Subidos en las escaleras metálicas donde hay un enrejado que protege las pinturas rupestres del Art Llevantí i Esquemátic, las pocas que quedan, ya que en 1993 las figuras 1,2,6,7 y 9 fueron robadas de este enclave, empleando para ello una sierra radial y golpeando una plaqueta.

 



Del violento sabotaje de apropiación indebida quedan los recuadros de las placas de piedra arrancadas. Han dispuesto a media altura, unas alargadas peanas con abundante información y detalle de las pinturas esquemáticas.

 



Con buenas vistas descendemos al cruce del sendero, que ahora seguimos por la izquierda pasando por delante de la Casa dels Colástics, cruzando de nuevo la Rambla de Gallinera y luego también la CV-700.

 



Tomamos el asfaltado Cami de la Font de la Mata que con suave pendiente nos lleva hasta la Font de la Mata, famosa por sus aguas. Tiene una pequeña área de descanso y varias piletas que distribuyen sus aguas.

 



Metidos en la ombría y con vistas a uno de los torreones que quedan en pie del Castell de Gallinera llegamos enseguida a la Font de Benimarsoc, con un pilar que apuntala la cueva por donde mana, aunque ahora tiene poco caudal.

 



En un corto trecho nos encontramos los pocos restos del desploblado morisco de Benimarsoc. En este punto dejamos el Camí de la Font de la Mata y tomamos otro camino girando a la izquierda con vistas al Abrigo de arte Rupestre.

 



Comienza un distendido recorrido por el camino de la ombría, en el que sobre nuestras cabezas vemos el Passet de Benirrama, una hendidura por donde regresaremos y entre el ramaje de las grandes carrascas, el cerro del Castell.

 



Con sutil desnivel nos vamos elevando entre revueltas y rampas con la mirada fija en la atalaya del Castell que ahora ilumina el sol, hasta situarnos a sus pies, desde donde tenemos una extensa panorámica de la Vall de Gallinera.

 



Damos la vuelta al montículo y tenemos las primeras vistas al mar y a unos lienzos de murallas del Castell, pasando por la puerta de una finca. Por esta razón creíamos que el acceso a la fortificación no estaba permitido.

 



Rodeamos la bonita atalaya donde están ubicadas las viejas ruinas y alguna torre del Castell de Gallinera. El lugar es realmente estratégico a la entrada del valle, donde podían vigilar cualquier movimiento hostil.

 



Seguimos recto hasta un cruce de senderos balizado del PR-CV 58 en dirección Almiserá con vistas al frontal amurallado del Castell y al mar, con la cercana población de Pego y el final de la sierra de Segaria.

 



Por el sendero de l’Ombría d’Almiserá comenzamos a rodear por la izquierda la ancha mole de la montaña, ganando altitud y miradas a la rocosa muela con el mar al fondo, una preciosa estampa de la Marjal de Pego.

 



Sin perder altura y con leves subidas, el sendero rasga una ombría de matorral bajo y algo de palmito que han resistido a los incendios que han arrasado la arboleda. Superamos la referencia de un farallón antes de entrar en la solana.

 



Se amplían las miradas al mar distinguiendo en la totalidad la sierra de Segaria, al tiempo que aparece por detrás la inconfundible mole de Montgó envuelta en un halo de bruma y, vemos los contrafuertes del Almiserat.

 



El sendero se eleva un poco para conectar con la carretera de servicio a la garita forestal y las antenas del Almiserat. Comienza un tramo ascendente por asfalto de poco más de un km. Con el única aliciente de las vistas al mar.

 



Alcanzamos el collado y por la derecha otra fuerte subida por el asfalto. Este tramo es de ida y vuelta a la cumbre. Pasamos un gran depósito de agua para incendios y la pista hace varias lazadas empinadas y disfrutamos de las vistas.

 



Alt de Almiserat (756 m), cima bastante agobiada por el repetidor de Pego y la Garita Forestal de Vigilancia para incendios. Las vistas son a 360º con la Vall de Gallinera y el Benicadell, l’Atzuvia y el Monduver y por supuesto el mar.

 



Al estar asfaltado es un lugar donde suben muchos moteros. En el descenso algo más rápido, seguimos con las vistas, y en collado continuamos la carretera unos 400 m. por la derecha hasta un camino balizado a la derecha.

 



Ahora tenemos vistas a la cara oeste del Almiserat con sus antenas y pasamos por las ruinas de un corral para poco después seguir por otro sendero a la izquierda que va enfilando el cordal de la sierra cerca de los precipicios.

 



La zona esta más poblada de matorral y algunos pinos cerca de una finca, al haber muchos altibajos, el sendero pasa a estar balizado con estacas de madera cuadradas de casi un metro de altura, muy visibles entre la vegetación.

 












Llegados al borde del precipicio una estaca balizada marca el inicio del Passet de Benirrama y en unas decenas de metros tres pivotes metálicos restringen el paso, quizás para animales. El sendero se intrinca y retuerce en la bajada.

 



Pegados a las paredes vamos deshaciendo desnivel por pequeñas rampas y constantes giros. Última mirada al cerro del Castell y entre la abundante vegetación comenzamos a distinguir el pueblo de Benirrama.

 



Otros tres pivotes metálicos indican el final del Passet de Benirrama y el desnivel se va amortiguando al entrar en zona abancalada con muretes de piedra seca, son bancales abandonados o fuera de producción. 

 



Conectamos con camino ancho de cemento que nos lleva hasta Benirrama donde cerramos esta preciosa ruta, muy recomendable para la primavera con espectaculares panorámicas de la Vall de Gallinera.

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/art-rupestre-castell-de-gallinera-y-almisera-desde-benirrama-la-vall-de-gallinera-95419744




RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font de la Mata, Font de Benimarsoc)

DISTANCIA: 12,7 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:25 HORAS

ALTURA MÁXIMA: 756M. (Almiserá)

ALTURA MÍNIMA: 208 M. (Rambla de Gallinera)

DESNIVEL POSITIVO: 625 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 625 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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