Posted by : Vaig a Peu sábado, 30 de octubre de 2021

Pocos saben que el hayedo, bosque húmedo por excelencia, también se extiende por las tierras sorianas de la sierra del Moncayo. El bosque de hayas de Peñarrajada o de la Aldehuela de Ágreda se convierte en estos meses del año en una fiesta colorista que no entiende de límites administrativos. Porque aquí lo que realmente imperan son las leyes naturales: la orientación de la ladera, la altitud, la humedad y el clima atlántico que propician esas nubes procedentes del Cantábrico que chocan con esta barrera montañosa que se levanta entre las áridas regiones de la meseta castellana y el valle del Ebro.  Sin embargo estos árboles caducifolios, grandes amantes de la humedad ambiental y de las nubes procedentes del Atlántico, no entienden de límites políticos o de fronteras humanas y se “desparraman” hacia la vertiente soriana de tan altiva montaña, tiñendo de tonos dorados laderas enteras al otro lado de esa imaginaria línea divisoria que alguien trazó por el barranco de Agramonte o de Castilla. Se encuentra perfectamente orientado al norte debido a que en estas latitudes es la manera de encontrar las condiciones de humedad necesarias para el desarrollo de este tipo de bosques muy exigentes en humedad ambiental. Las dos porciones del hayedo, correspondientes a cada una de las regiones castellana y aragonesa, están perfectamente delimitadas por el barranco de Agramonte. Este encajonado barranco, es recorrido por aguas rápidas con pequeñas cascadas. Es un importante refugio de especies vegetales de origen eurosiberiano muy raras en estas latitudes, se forma en el collado de Castilla, separando los territorios de Aragón y Castilla y a su vez los picos de San Miguel y Peña Negrilla.
CÓMO LLEGAR: Desde Tarazona por N-122 hasta Ágreda y por la SO-P-2109 llegar a Aldehuela de  Ágreda, aparcar junto a la fuente.

COMPONENTES: VICENTE, SUSI, PEPE Y TERE.

ITINERARIO: ALDEHUELA / FUENTE / IZQDA. INICIO CIRCULAR / FUENTE CANALETAS-REFUGIO / MESA MERENDERO / DESVÍO DCHA. / DEPÓSITO DE AGUA / INFORMACIÓN / PUNTO MÁS ELEVADO /  PANEL INFORMATIVO / GIRO DCHA. / ALDEHUELA.



LA RUTA: Amanece un día gris y húmedo que parece ideal para recorrer el hayedo de Peñarrajada, después de una excelente ruta ayer por el de Peña Roya que estaba en su punto de eclosión. Naturaleza en estado puro.

 



Iniciamos desde la fuente y abrevadero de Aldehuela de Ágreda somos los primeros en llegar y todo está muy tranquilo. Por camino carretero vamos dejando el pueblo atrás atravesando un área descuidada y sin cultivar.

 



Enseguida tenemos a la vista la inmensa mancha parda del hayedo que se extiende sobre la ladera, acotada por otras manchas verdes de tonos distintos, el del pino negro y el del pino silvestre, tal como lo veíamos al bajar del Moncayo.

 



En el otro lado vemos como las masas nubosas se enganchan en las montañas. Atravesamos un grupo de espigados chopos que amarillean. Por una pequeña pasarela metálica atravesamos el barranco de los Prados y su arroyo.

 



El camino se torna sendero herboso antes de llegar a una fuente sin nombre en los mapas, con un buen chorro de agua y un cazo de aluminio atado a una cadena. Las nubes caen sobre una loma poblada de aerogeneradores.

 



El sendero se enreda y obstruye entre abundante matorral alto y los primeros sauces coloreados. Vemos un hermoso acebo de hojas lustrosas y ya por estas fechas con bayas rojas que tan sólo exhiben los ejemplares femeninos. 

 



Llegamos al cruce donde comienza la ruta circular, al regreso repetiremos el sendero hasta el pueblo. Nos introducimos a la sombra del hayedo y por camino empieza el espectáculo de la fotosíntesis y el suelo se llena de hojarasca.

 



El hayedo de Agramonte se extiende en las abruptas faldas de la sierra del Moncayo, tanto por tierras sorianas como aragonesas, en estas latitudes es tipo de bosque umbrío se encuentra en el límite sur de su área europea de distribución, son bosques de óptimo centroeuropeo, muy exigentes en humedad ambiental por lo que aquí se encuentran siempre orientados al norte.

 



En esta región, donde el clima no es  muy húmedo, la manera de poder alcanzar los mínimos de humedad necesarios para el haya es en laderas norte de grandes montañas barridas por nieblas y los frentes nubosos, donde la insolación es mínima. En concreto, los hayedos del Moncayo son de los más meridionales de Europa. 

 



Alcanzamos un refugio que está cerrado, diría que abandonado. A su lado se encuentra la Fuente de Canalejas con su pileta y de la que mana un buen chorro de fresca agua. Seguimos y en siguiente cruce vamos por la derecha.

 



Las hayas para poder crecer necesitan de la sombra de sus congéneres o de otras arbóreas. Bajo su sombra, casi permanente, prosperan muchas especies vegetales que no soportan la insolación directa y que son casi exclusivas de este tipo de bosques umbríos. 



Estas condiciones de alto sombreado hacen que sean pocas las especies que aquí crecen, por eso nos llama la atención que bajo los hayedos encontramos pocas plantas, ramas secas de la poda natural y mucha hojarasca.


Unos escalones de piedra tallada cubiertos de musgo y casi envueltos por la hojarasca nos elevan en el bosque hasta una solitaria mesa de madera con bancos en un pequeño rellano y bajo las altas hayas otoñales.

 



En contraste, la cara Norte que es más húmeda y fría, alberga bosques húmedos, dispuestos en pisos altitudinales, en función de sus requerimientos de humedad y temperatura, situándose en las zonas más bajas los encinares, que dan paso a mayor altitud a rebollares y hayedos.

 



Por la izquierda, en un frondoso rincón nos acercamos al depósito de abastecimiento de agua del barranco de Agramonte; para poco después ir girando a la derecha, donde el camino comienza a subir a una plataforma más elevada.

 



Su encajonamiento y frescura al estar recorrido por un arroyo incrementa la condiciones de sombra y frescura del hayedo. Por ello es un importante refugio de especies vegetales de origen eurosiberiano muy raras en estas latitudes.

 



Algunas de ellas, como el saúco pirenaico (Sanbucus racemosa), solo es posible encontrarlo aquí en toda Castilla y León. Otras especies raras que gustan de las salpicaduras de los pequeños saltos de agua, son la valeriana (Valeriana pyreniaca) y el grosellero (Ribes petraeum).

 



Entramos así, por tanto, en las laderas de orientación norte de la gran montaña Ibérica. Este bosque es rico en especies de aves forestales como el trepador azul, el agateador, el petirrojo, el pinzón o el reyezuelo, cuyas voces se pueden escuchar si prestamos un poco de atención.

 



En las noches se escuchan, por el contrario, otros sonidos: los grillos, el chotacabras… o el ulular del cárabo, ese búho forestal que cría en los troncos huecos. Más raro es ver otras especies de aves rapaces diurnas propias de estas espesuras como el azor, el gavilán o el halcón abejero.

 



Las hayas se componen de hojas simples y se disponen siempre de forma horizontal para captar la mayor cantidad de luz posible, esto hace que los bosques de hayas sean sombríos, propios de cuentos de hadas, no permitiendo crecer en el suelo apenas ninguna planta. 

 



Dentro del hayedo nos encontraremos el fruto de este árbol, el hayuco, que tienen forma de bolsa verde de unos 2,5 centímetros, además de otras especies como hepática, arándano, escobas o incluso acebo, dependiendo de la estación.

 



Atravesamos zonas con mucha humedad con abundantes musgos y líquenes tapizando grandes rocas, y en franjas de robles y rebollos, la hojarasca cambia con bellos ejemplares dentados que retienen las gotas del rocío.

 



Con suave inclinación vamos descendiendo por el bosque y tras un panel informativo hacemos un fuerte viraje a la derecha para en un corto tramo cerrar la ruta circular y comenzar a volver por el sendero de esta mañana.

 



Las nubes siguen enredadas en las montañas, pero con luz más diáfana y ayudados por el zoom de la cámara, distinguimos las torres del castillo de Vozmediano, con las casas del pueblo arracimadas en su ladera.

 



El herboso sendero nos conduce hasta Aldehuela de Ágreda mientras nos giramos para ver la masa parda del hayedo. Los hayedos son preciosos en otoño, y más todavía si tenemos la suerte de llegar en el cénit de su eclosión.

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/hayedo-de-penarrajada-del-moncayo-desde-aldehuela-de-agreda-soria-90539857




RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Al inicio en Aldehuela, la fuente sin nombre y en la Fuente de Canalejas)

DISTANCIA: 10,8 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 3 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 1.275 M. (Cruce camino)

ALTURA MÍNIMA: 1.041 M. (Al inicio)

DESNIVEL POSITIVO: 282 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 285 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

 

LA CUEVA DEL CACO EN LOS FAYOS, ZARAGOZA

 


Cuenta una leyenda que la habitaba un gigante amigo de lo ajeno que escondía el ganado que robó al poderoso Hércules, otro gigante de la zona. Hércules encontró al gigante Caco gracias a los mugidos de una de las novillas. Cuando los dos colosos se encontraron, empezó un fuerte combate por el que fueron surgiendo ríos y montañas. El Moncayo fue la última piedra que Hércules puso encima del derrotado Caco. 

 


El castillo medieval de Los Fayos, del que se tiene conocimiento en documentos del siglo XII, se encontraba en la mayor de las cuevas ubicada en las paredes rocosas que abrigan el pueblo , y se conoce como la cueva del Caco.

 











Esta cueva castillo es de grandes dimensiones (14,3 m. de diámetro y 17 de altura, con una boca de entrada a la cuenta de 9 m de anchura). Desde su interior se podía acceder a lo alto del risco, donde quedan los restos de dos torres desde las que se vigilaba el valle.

 


Su situación fronteriza hizo que sus habitantes lo tuvieran que utilizar frecuentemente para protegerse. La entrada a la cueva-castillo estaba en alto, siendo necesaria una escalera móvil para acceder a su interior, que podía ser retirada en caso de ataque. 

 


En el interior de forma ovalada, se puede apreciar claramente diferenciados varios niveles. Un primer nivel con escarpada pendiente, un segundo nivel de unos 3,5 m de altura y un tercero de unos 5 m en forma de anfiteatro este último. 

 


Un extremo se corresponde con una conducción de agua pluvial, que, a través de un empinado barranco, recorre las paredes de la peña hasta introducirse en la cueva y almacenarse en un depósito excavado en la roca para ese fin. 

 


El otro extremo conduce hacia los restos del antiguo castillo situado en lo alto del conglomerado a través de un tortuoso y empinado camino en el que existen señales de puestos defensivos, por los que puede aventurarse que cueva y castillo constituían un conjunto defensivo de la Edad Media. 

 

A lo largo de los mallos se abren también la cueva de los Callejones, camuflada entre las casas, y la cueva de las Palomas o de las Lumbreras, por la que discurre una antigua canalización árabe.

 

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