Posted by : Vaig a Peu sábado, 14 de noviembre de 2020

El sustrato calcáreo de las cordilleras dominantes en la provincia de Alicante se formó hace millones de años en el fondo marino, debido a la precipitación de pequeños cristales de carbonado disueltos en el agua junto con los caparazones de organismos planctónicos y moluscos. La colisión de la placa tectónica africana con Eurasia hace 70 millones de años, se produjeron plegamientos de la corteza terrestre que originaron varias cadenas de montañas como los Alpes, Pirineos o la Cordillera Bética. Aitana en cambio emergió del fondo marino durante el Mioceno, hace aproximadamente entre 20 y 10 millones de años, cuando estas fuerzas empujaron los estratos marinos hacia la superficie. Después de aquel plegamiento intenso, la tensión se relajó y aparecieron fracturas para acomodar el movimiento de bloques que ahora se derrumbaban . Así se formaron múltiples fallas normales como la de Partegat, que confieren el actual relieve escarpado. Pero las fallas no son el único responsable de este paisaje. Hace más de un millón de años, en el Cuaternario, Aitana se encontraba en un entorno casi glaciar, donde las temperaturas oscilaban por debajo y por encima de 0ºC. El agua que se congelaba en las grietas de las rocas actuaba como una cuña al aumentar su volumen, hecho que acababa partiendo las rocas debido al ciclo continuado de hielo-deshielo. Además también está la erosión química producida por la lenta disolución de la roca caliza debido al paso continuado del agua de lluvia. Este fenómeno, conocido como modela kárstico, se manifiesta en forma de lapiaz, canalizaciones subterráneas y otras formaciones, que generan puntos débiles a la roca favoreciendo su degradación y ruptura. El efecto repetido e impasible de estos procesos durante millones de años en la sierra de Aitana han dado lugar al paisaje actual y las espectaculares formaciones geológicas como el canchal de la Penya Alta donde estamos situados, que recuerda a la superficie lunar.

CÓMO LLEGAR: Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 hacia La Nucia, Polop, Guadalest y Benifato. Antes de entrar al pueblo girar a la derecha por un estrecho carril asfaltado que va a la Font de Partagat. Aparcar.

COMPONENTES: VICENTE, PEPE, PATRO, PASCUAL, DIEGO, RICARDO Y AGUSTÍN.

ITINERARIO: APARCAMIENTO / FONT DE PARTEGAT / CRUCE DE REGRESO / CASITA DEL NOGAL / CLOT DE LA FONT VELLA-I / CLOT DE LA FONT VELLA-II / HACIA LA PEDRERA / PRIMER TRAMO / SEGUNDO TRAMO / PASO ENTRE PAREDES / POR EL CANTALAR / PENYA L’ALTAR / SALIDA A SIMAS /  OTEANDO LAS SIMAS /  CRUZAR SIMA / ALMUERZO/ PAS DE LA RABOSSA / SENDA DE ASCENSO / PENYA FORATA / EL TRINQUET / CLOT DE FORATA-V / FONT DE FORATA / SENDER BOTANIC / FONT DEL NOGUER /  DESVÍO AL PENYÓ / PENYÓ RAPEL / PARED DE PENYA ALTA / CRUCE DE REGRESO / FONT DE PARTAGAT.



LA RUTA: De nuevo a Aitana, esta vez se ha unido a nosotros el grupo de Caros-55 para llegar a los símbolos emblemáticos de esta montaña recorriendo su cara norte, sin senderos, abriéndonos paso entre el caos de rocas para salir a las Simas de Partegat.

 



La calificación de DIFÍCIL no es por sus trepadas, que son asequibles, si no, por su intrincado recorrido. Apenas hay hitos y se hace necesario estar muy pendiente del Track en el GPS para moverse por su parte abrupta, esquivando las fracturas de las grandes moles rocosas.

 


Iniciamos desde la Font de Partagat evitando coger la sendita entre los grandes chopos que pasa por la Font de l’Heura dentro de una propiedad privada que ha sido vallada. Tenemos miradas al cambiante Penyó Rapel y al tremendo paredón de la Penya Alta.

 



Por el ancho camino subimos rodeando una casa y por el bancal de almendros con vistas a Tagarina, por la derecha enlazamos con el Sender Botánic y sus bancales de cerezos, tomando altura hacia el gran paredón. 

 



Por la izquierda veremos el camino cortado al paso por una cadena. Entrar, pasamos por delante de una preciosa casita pegada y protegida por enormes rocas,  junto a un nogal y cuidados bancales de almendros.

 



A un lado, medio escondido tenemos el primer Clot de Neu de la Font Vella, bastante deteriorado e invadido por la vegetación. Hay que seguir por la derecha alejándonos de la casita y subiendo por un terraplén.

 



Se adivina una sendita a la derecha, mirando al grandioso paredón de la Penya Alta, nos dirige hacía el segundo Clot de Neu de la Font Vella, sin vegetación en el fondo pero en avanzado estado ruinoso. Entramos en una especie de canal pedregosa.

 



Continuamos hasta que una roca grande corta el paso. Salimos de la canal subiendo por la derecha entre un gran cúmulo y desconcierto de rocas fragmentadas, teniendo a la izquierda nuestro primer objetivo, la gran pedrera de la Penya Alta.

 



Su inclinada verticalidad y las toneladas de piedras sueltas impresionan, pero tenemos el gusanillo y las ganas de superarla. Nos pegamos a su parte izquierda aparentemente más firme, recurriendo a la pared para apoyarnos.

 



Tras el primer tramo nos cambiamos al centro, donde las piedras son de mayor tamaño y se apoyan unas con otras logrando no retroceder. Hacemos varios descansillos para relajar las piernas y vamos a por el segundo tramo.

 


Éste es más vertical, por lo que decidimos ir escorándonos a la derecha buscando un roquedo puntiagudo donde creemos tener un acceso más compacto, compuesto por rocas de mayor tamaño que se sujetan entre si.

 



Procuramos no alejarnos mucho de la torrentera que es el paso marcado en el Track y no sabemos que encontraremos más a la derecha. Las rocas crecen en tamaño lo que facilita el avance entre arbustos deshojados.



Alcanzamos la parte alta y con ello una amplia visión de la otra vertiente, con una excepcional muralla rocosa que termina con el espolón del “Menhir” que nos sirvió de referencia en otras subidas. Bajamos para seguir el trazo del GPS.

 



Cerca de las colosales paredes seguimos el trazo bajo un desfile de roquedos, placas y farallones de todos los tamaños y modelos. Es espectacular poder movernos entre este caótico paraje que la naturaleza ha formado.

 



Avanzamos por el desbarajuste de rocas, no muy alejados de las paredes para no perder altura, las laderas son inclinadas y descompuestas. Tomamos como referencia un pasillo en las altas paredes y un corto pivote. 

 













En esta zona hay que tener mucho cuidado, existe un gran riesgo de desprendimientos y precisamente en el pasillo vemos unas rocas caídas recientemente, en la parte de arriba, por el color se ve la zona desgajada.

 



Oímos y vemos gente arriba que nos saluda. Nos separamos de las paredes manteniendo una prudente distancia, no hay que gastar bromas. Seguimos avanzando siempre a una posición más elevada, hasta que una barrera rocosa nos cierra el paso.

 



Las paredes son ahora más compactas y nos dirigimos hacia un frontal rocoso de color sonrosado y algo separado de la pared. Un Waypoint nos marca un punto conocido al que hemos llegado por otro lado, la Penya l’Altar.

 




Mirando hacia abajo vemos la cabeza del “Menhir” coronada por su penacho de matorral. Esto nos colma de satisfacción puesto que estamos en terreno conocido. Esta vez hemos llegado directamente a la Penya l’Altar por otro recorrido.

 



Para llegar hasta su base hemos de dar un pequeño rodeo subiendo una torrentera de poco calibre y por unos rocosos pasillos subiendo y bajando cortos pasos plantarnos delante de esta referencia con el regocijo de haberlo conseguido.

 



Es una roca bastante descompuesta que se mantiene en pie apoyada contra la pared. Hacemos una sencilla trepada hasta una roca horizontal que hace de repisa o descansillo junto a la parte roja de la piedra.

 












Para el segundo paso, lo más sencillo es meternos por la grieta que separa las dos rocas con un pequeño escalón hacia arriba. Las fotos son muy espectaculares, nos vamos turnando para indicar los puntos de apoyo y donde bajar la cabeza.

 



Todo son risas y expectativas  a ver quien se queda atrapado en las rocas, recuperamos mochilas y nos queda el último paso, una fácil subida escalonada entre las rocas que nos dejará en nuestro próximo destino.

 



En la otra vertiente, y por muchas veces que lo veamos, volvemos a sorprendernos. Salimos a la inclinada plataforma rasgada por las Simas de Partagat, pero en el otro lado, junto a los precipicios. Nos asomamos a ver parte de nuestro recorrido.

 



Nos recreamos viendo esta zona muy poco frecuentada por senderistas, el “Menhir” se queda a nuestros pies como un pivote cuadrado con su peluquín de vegetación y las vistas llegan casi al mar en un día con algo de bruma.

 



Paseamos cerca de las profundas simas,  asomándonos con precaución a sus verticales y profundos tajos, sus trazos zigzagueantes como rayos impresionan, es como un cataclismo cinematográfico que acabara de ocurrir.

 



Volvemos atrás, al principio de la gran sima por donde hemos salido, un derrumbe la taponó dejando un puente de rocas y peñascos por el que podemos pasar al otro lado, pero para nuestra sorpresa ha habido un desprendimiento de rocas.

 












Vemos como en el angosto pasillo para subir a la otra vertiente, una laja se ha desprendido y lo obstruye.

Bajamos al puente de rocas para comprobar su acceso al tiempo que nos detenemos para admirar el vertical desplome de la sima.

 












Verificamos su accesibilidad. Sin mochila podemos hacer una trepada y pasar estrechamente entre un trozo de laja que ha quedado en la parte alta. Hacemos una cadena pasándonos las mochilas y el resto es buscar apoyos.

 



Por el otro costado volvemos al nivel de la superficie, que nos ofrece la bonita estampa de la sima que da lugar al Pas de la Rabosa coronada por la cima de Aitaneta. Nos acercamos a nuestra cueva para el merecido almuerzo.

 



Por el sendero de lapiaz nos dirigimos hacia el Pas de la Rabosa, subiendo antes al mirador de la derecha. Enseguida tenemos una mirada a la Penya Forata, nuestro próximo objetivo. Bajamos hacia la rendija.

 



En el Pas, que está muy concurrido, esperamos a que no haya gente para deslizarnos por el angosto pasadizo entre rocas. En el otro lado, la zona está sufriendo algunas variaciones debido a los derrumbes de grandes rocas que ha obligado a organizar nuevos escalones.

 



Subir al agujero de la Penya Forata no es muy difícil, pero requiere precaución. Después de los peñascos prosigue el PR, pero si nos fijamos, a la izquierda junto a las paredes, nace una incipiente senda, que diagonalmente asciende por la ladera, hay que subir con cuidado hasta el pétreo rellano.

 



De frente tenemos el Forat de la Penya Forata. Un agujero con forma de círculo casi perfecto de unos cuatro metros de diámetro, que  atraviesa la roca de parte a parte. Estamos dentro del símbolo de la Sierra de Aitana.

 



Pasamos al otro lado del agujero por donde hicimos otra  variante, subir desde este punto a la cima de Aitaneta. Hoy nos recreamos con las maravillosas panorámicas a ambas vertientes usando como marco el Forat de Forata.

 













Descendemos con precaución y al llegar al sendero seguimos de frente sin senda, se trata de llegar al Trinquet. Un gran roquedo con algo de vegetación al que se puede acceder a su interior  por medio de pasadizos.

 



Por dentro hay pasillos y rendijas, que realizando pequeñas trepadas te pasan de un sitio a otro y entra la claridad, se puede rodear perfectamente. De regreso, en sus alrededores encontramos el Clot de Neu de Forata-V

 













Llegamos a la Font de la Forata, su abrevadero de piletas escalonadas son otro emblema de esta sierra, que debido a las desviaciones que sufre, cada vez aporta menos agua. Giramos a la derecha por el camino.

 



Entramos en el clásico regreso por el PR del Sender Botanic. Ahora solo tenemos que ir deslizándonos suavemente admirando los frontales de Aitana. Han taponado el paso por la Font de l’Anouer, abriendo un sendero distinto. Vemos su balsa bajo.

 



El último tramo en descenso del sendero nos proporciona generosas y colosales vistas al filo vertical del Penyó Rapel con su magnifico desplome, y nuevas miradas al colosal frontal de la Penya Alta y su caótico peñascal.



Poco después por la derecha tomamos el desvío para subir a su cima. Vale la pena acercarse en un corto trayecto de ida y vuelta. Apenas tomamos altura y se amplían las panorámicas, pero parece estar formándose un mar de nubes.

 



Penyó Rápel (1.209 m.) Al no haber punto de apoyo para las cámaras lo hacemos con fotógrafos distintos. El mar de nubes lo está inundando todo, no tenemos vistas per el ver como las nubes avanzan y se compactan es impresionante.

 



Un rápido descenso y cerramos el círculo de la ruta a la entrada de la Casita del Nogal y con vistas con niebla llegamos a la Font de Partegat. Magnifica ruta con nuestros amigos de Caros-55 por la pedrera de la Penya Alta.

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/aitana-por-la-cara-norte-la-pedrera-de-la-penya-alta-las-simas-la-forata-el-trinquet-y-el-penyo-rap-61104319
RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font de Partagat y Font de Forata)

DISTANCIA: 8,4 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:50 HORAS

ALTURA MÁXIMA: 1.485 M. (Penya Forata)

ALTURA MÍNIMA: 1.027 M. (Font de Partagat)

DESNIVEL POSITIVO: 674 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 671 M.

DIFICULTAD: DIFÍCIL.

Leave a Reply

Subscribe to Posts | Subscribe to Comments

Entradas Más Visitadas

Patrocinadores:

Retales Design. Con la tecnología de Blogger.

- Copyright © Vaig a Peu - Buscando Nuevos Senderos -Metrominimalist- Template by Johanes Djogan - Blog Designed by Díez Pérez - Gráfico&Web -