Posted by : Vaig a Peu martes, 13 de octubre de 2020

Las abruptas formaciones calcáreas de la vertiente norte de la sierra de Aitana son escenario de numerosas surgencias de agua, bien conocidas desde antiguo por los pobladores del valle, como la Font de Partegat, una de las más populares. Su origen hay que buscarlo en la parte alta de la fuente, donde la acumulación caótica de cascotes de diferentes tamaños permite el drenaje del agua de lluvia entre sus vacíos. Estas rocas se han ido depositando a lo largo del tiempo geológico conformando un auténtico acuífero confinado por un lecho impermeable de margas, que permite la infiltración hacia las capas más profundas. De esta manera el agua se va deslizando entre bloques y gravas con ayuda de la pendiente, hasta abrirse paso hacia la superficie por la fuente que hoy conocemos. La de Partegat, junto a las fuentes de L’Arbre, El Molí o Forata, mana agua de forma continua siguiendo el mismo principio y han abastecido durante siglos las poblaciones del valle. Todavía se cuentan leyendas en todas estas sierras que hablan de criaturas misteriosas y tesoros escondidos, pero aquí la auténtica riqueza es el agua que brota de las fuentes. La Font de Partegat ha sido, desde antiguo, muy apreciada por el sabor y propiedades de sus aguas, razón por la que es reconocida en todos los pueblos del valle. además su emplazamiento la hacia muy importante para el mantenimiento de la ganadería y la trashumancia de corto recorrido.  La ombría de Aitana era muy valorada por los ganaderos tanto por sus pastos como por la existencia de fuentes como ésta, que permitían abrevar a los animales. A partir de mayo los rebaños de ovejas eran conducidos a la sierra para aprovechar los pastos de verano, haciendo necesaria la construcción de diferentes corrales y sesteros desde la época medieval. Las aguas de Partegat y otras fuentes, más abundantes en invierno y primavera, eran conducidas por diferentes acequias hacia Benifato, donde se almacenaban en un rosario de balsas. Estas balsas se utilizaban para regar pequeños bancales de hortalizas y eran administradas según las tradiciones árabes, dividiendo su contenido en horas para su reparto. A la caída del sol se dejaba de regar, permitiendo que la balsa recuperase su nivel durante la noche. Esta herencia cultural, que ha hecho posible durante siglos la ganadería, la agricultura y el poblamiento en las difíciles condiciones de la sierra de Aitana, es el verdadero tesoro que esconde la Font de Partegat.

CÓMO LLEGAR: Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 hacia La Nucia, Polop, Guadalest y Benifato. Antes de entrar al pueblo girar a la derecha por un estrecho carril asfaltado que va a la Font de Partagat. Aparcar.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: ÁREA RECREATIVA / FONT DE PARTEGAT / SENDEERO INTERIOR / SENDA BOTÁNICA / MIRADOR AL PENYÓ RAPEL / DESVÍO A RAPEL / PENYÓ RAPEL / FONT DEL ANOUER / FONT DE LA FORATA / SUBIDA A FOTADA / PENYA FORATA / PASSET DE LA RABOSA / SIMAS DE PARTEGAT /  AITANETA / CIMA DE AITANA / PANORÁMICA DE LAS SIMAS /  CORDAL / PENYA ALTA / ALT DE TAGARINA / BAJADA AL RUNAR / ZONA INTERMEDIA / FIN DEL RUNAR / BACALES / CASITA. ÁREA RECREATIVA.



LA RUTA: Aitana es la reina de la montaña en nuestra provincia, no solo por altitud, sino por su geología, sus simas, los desplomes de su cara norte donde reina un caos de rocas y sus fuentes en ambas vertientes.

 



Hemos vuelto a unir más de un Track para añadir alguna variante nueva que haga la ruta distinta. La de hoy será el regreso bajando por la gran torrentera (pedrera) que hay después de Penya Alta y que cerrará la ruta.

 



Iniciamos desde la Font de Partegat con sus tres emblemáticos caños mermados de agua por la falta de lluvias. seguimos por detrás de ella, por una sendita que pasa por delante de una casa que ahora han vallado pero ya la han roto.

 



Salimos al Sendero Botánico con las espectaculares miradas al soleado Penyó Rápel y al hermoso frontal gris de la Penya Alta por los que luego pasaremos. Hacia el interior vemos despertarse el resto de montañas.

 



Comenzamos a subir moderadamente dejando atrás un enclave rocoso y nuestras miradas empiezan a quedar fascinadas con el imponente colmillo del Penyó Rápel que a medida vamos dejando de lado se torna más vertical.

 



Poco después por la derecha tomamos el desvío para subir a su cima. Vale la pena acercarse en un corto trayecto de ida y vuelta. Apenas tomamos altura y se amplían las panorámicas a la Base de Aitana y la Serrella.



Penyó Rápel (1.209 m.) A nuestros pies  queda el peñón donde se levanta el Castell de Alfofra, y detrás, el Pla de la Caça,y por el Este el mar y la aguerrida silueta de Bérnia que termina con el Morro de Toix y el Penyal d’Ifach.

 



Regresamos al sendero principal siempre en suave ascenso. Hace unos años el dueño de los terrenos de la Font de l’Anouer desvió el sendero no permitiendo el paso a esta fuente. Podemos ver su balsa desde arriba.

 



Los artilugios de la Base Militar entran en el paisaje y viene un tramo de camino ancho que sube una cuesta y nos deja junto al Clot de Neu de Forata, sin cúpula y que ha perdido profundidad con el paso del tiempo.

 













Llegamos a la Font de la Forata (1.400 m.), cruce de caminos y senderos. La tradicional fuente con escalonadas piletas donde antiguamente abrevaba el ganado también ahora mermada de agua y que sirve de referencia para varias ruta.

 



Proseguimos por el sendero al Passet de la Rabosa y las vistas siguen maravillándonos, distinguimos el pueblo de Guadalest y el pantano, los pies de la Aixortá y su Penya Alta y en el mar Bérnia se va quedando.

 



Poco antes de llegar al Passet de la Rabosa, por la derecha tomamos un senda perdedora que asciende en diagonal cruzando la loma, hay que seguir los mejores trazos con precaución para llegar al agujero símbolo de Aitana.

 













El Forat de Forata o Penya Forata. Un agujero con forma de círculo casi perfecto de unos cuatro metros de diámetro, que  atraviesa la roca de parte a parte. Su pétrea base nos da seguridad y se puede pasar al otro lado.

 













Las vistas a la otra vertiente son colosales con el Montcabrer al fondo. Hace unos años desde este lado, después de una trepada de unos cuatro metros superando la loma, llegamos directamente al mojón de piedras de Aitaneta.

 



En la bajada indagamos por un sendero más horizontal distinto al de subida pero al final lo dejamos por complicado y descendemos por la senda de subida que nos deja a los pies del caótico derrumbe de rocas.

 












Afrontamos el Passet de la Rabosa. Es un estrecho paso entre dos rocas, una rendija vertical, en la que cabe una persona ajustada con mochila. Situado en lo alto de un talud de grandes rocas caídas, está marcado.

 



Es una zona de derrumbes que suelen modificar el paso cuando se producen, pero siguiendo las marcas entre los grandes bloques de rocas se llega a la estrecha rendija. En la otra vertiente el paisaje cambia por completo.

 



Salimos a las enigmáticas Simas de Partagat, son como heridas abiertas en la montaña y producidas por un cataclismo. Algunas de ellas tienen una profundidad descomunal, para los que tengan vértigo mejor verlas acostados en el suelo. 

 











Impresiona ver las Simas de Partagat. Estas simas o avencs, se han formado por hundimientos de la montaña debido a la fracturación de fallas longitudinales. Este lugar es el más interesante de la ruta de hoy, donde se puede apreciar la gran fractura cárstica, aunque todo el conjunto de la sierra se encuentra intensamente fracturado.

 













El flanco septentrional de Aitana, y con este la principal línea de cumbres, corresponde a una potente falla longitudinal que corta el anticlinal de este a oeste, mientras que otras fracturas importantes cortan la cordillera por sus límites norte-occidental y sur-oriental. 

 



Tomamos el sendero para subir a la cumbre, que girando a la derecha enfila la pedregosa loma, todo ello sin dejar de mirar hacia atrás las zigzagueantes simas y al frente donde aparece por primera vez el Cabeçó d’Or.

 



A cada paso que nos elevamos se abren nuevas perspectivas hacia el mar, el Puig Campana y su Portell  comienzan a emerger y con ellos Orxeta y el pantano de Amadorio, en el otro lado el valle de Guadalest y el Montgó.

 



Alcanzamos el cúmulo de piedras que marca la altura de Aitaneta con miradas a los artilugios de la Base Militar, vistas laterales de la cara norte hasta el Bérnia, y asomándonos al vacío, la Penya Forata desde arriba.

 



Marchamos hacia la valla del recinto militar para hacernos la foto lo más cercana posible al punto geodésico que hay en su interior. Aitana (1.558 m.) Precioso día para contemplar las extensas panorámicas.

 



Retornamos por el otro sendero de la parte baja hasta llegar al desvío de las simas que entonces giramos a la derecha remontando hasta alcanzar el cordal. El plano de las vistas desde este lado es impresionante.

 



En el cordal en vez de seguir por el sendero del PR recorremos los trazos de senda pegados a los acantilados lo que nos permite admirar los cortados y las plataformas laterales hundidas a diversos niveles.

 













Algunas de paredes nos muestran su extraordinaria  verticalidad y los frondosos valles de la Marina Alta hasta el Montgó, y en el otro lado el Puig Campana se van quedando atrás cerca del mar junto al Ponoig.

 



Nos elevamos por una de las olas terrestres y entrando por un bosquecillo de carrascas llegamos al mojón de piedras de Penya Alta (1.505 m.) segunda altitud de esta sierra con generosas vistas de nuevo al Bérnia.

 



Descendemos un poco y de nuevo entre carrascas llegamos al Alt de Tagarina (1434 m.), éste sin ninguna referencia y desde donde divisamos la gran torrentera por la que vamos a bajar, cerca de unos otoñales arces.

 



Arribamos al punto de bajada marcado con un mojón de piedras y nos despedimos del mar. El inicio es algo rocoso hasta llegar a la pedrera propiamente dicha que con una fuerte inclinación baja paralela a  una franja de arces, fresnos y serbales.

 



El colorido otoñal de estos arbustos nos acompañará en gran parte de la bajada, que pese a su acusado desnivel, al estar compuesta de piedras pequeñas nos van frenando los pies,  y se desciende con bastante comodidad.

 



El recorrido zigzaguea en varios puntos para esquivar algunos farallones rocosos y restar verticalidad. Nos vamos deteniendo para contemplar el paisaje que se extiende hasta la Serrella. La torrentera finaliza junto a unos bancales.

 



Son antiguas terrazas abancaladas mayoritariamente de almendros  pero que hoy están abandonadas. Entre terraza y terraza hay pequeños pasos que resultan incómodos de transitar hasta que alcanzamos el sendero.

 



Esta vez no nos metemos por la senda de la casita vallada y seguimos el sendero oficial hasta la Font de Partegat y el Área recreativa cerrando otra preciosa ruta en este maravilloso paraje.

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/serra-de-aitana-penyo-rapel-forata-paset-de-rabosa-aitana-penya-alta-y-torrentera-desde-la-font-de-59865521




RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font de Partegat y Font de la Forata)

DISTANCIA: 9,8 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:00 HORAS

ALTURA MÁXIMA: 1.558 M. (Cima de Aitana)

ALTURA MÍNIMA: 1.025 M. (Área de Partegat)

DESNIVEL POSITIVO: 711 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 704 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

 

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