Posted by : Vaig a Peu sábado, 13 de junio de 2020


El Cabeçó de Mariola es un buen ejemplo de poblado fortificado en altura de la época ibérica que estuvo habitado entre los siglos IX y I a.n.e. En aquellos tiempos se construyó un pueblo amurallado habitado por una numerosa comunidad de unas seiscientas personas. Aprovecharon un lugar de grandes posibilidades para el dominio visual y el control de los caminos y se convirtió en el lugar principal de los íberos de Mariola. El poblado tenia una muralla perimetral a la que se adosaron las viviendas, mientras que en la parte central posiblemente se agrupaban en torno a calles rectas. Las casas estaban formadas por habitaciones cuadrangulares de pequeñas dimensiones. La cámara principal disponía de un hogar central, donde se colocaban brasas para calentar la estancia y cocinar; allí se reunía la familia por la noche para convivir, comer y descansar. La habitación principal se completaba con estancias para el almacenaje y otros usos.
CÓMO LLEGAR: Por la A-31 dirección Madrid, después del túnel de Villena, salir por la derecha, por la CV-81en dirección Onteniente. En pasar Bocairente girar a la derecha por la CV-700 hasta llegar a Alfafara. Aparcar en la Plaza de la Constitución o en la ermita del Sant Crist de la Pietat.
COMPONENTES: VICENTE Y CAROL.
ITINERARIO: ERMITA / ALBERGUE / FONT DE TARRAGÓ / SENDA DE SUBIDA / RACÓ DE LA FONT / COVA DE LA FONT / COVA BOLUMINI / ALT DE LA COVA / ROCA TAULELLETS / CAVA DEL PORTÍN / PORTÍN / CAVA DE DON MIGUEL / PISTA IZQ. / SENDA DE BAJADA / COVA MONTBLANC / MOLÍ MATÓ / CARRETERA / ALFAFARA: FONT Y LLAVADOR / ERMITA.


LA RUTA: Carol no conocía la Cova del Bolumini y aprovechando las lluvias caídas durante el confinamiento subiremos por la Penya del Xorro por comprobar sus bonitas chorreras, aunque tengo mis dudas que haya filtrado agua.

Iniciamos desde la ermita del Sant Crist de la Pietat, a medio camino entre la población y el albergue. 
Tenemos un bonito día soleado y la pineda reluce en los altos paredones de la sierra y la vegetación en los chalets es exuberante.



El asfalto termina al llegar al albergue. Dejamos el PR que por la derecha sube hacia el barranc del Cantal de la Vila, y por detrás del edificio del albergue seguimos el camino de tierra hasta el área recreativa y la Font de Tarragó.
 












El área está clausurada con cintas de plástico y de la fuente apenas mana un hilillo de agua, resulta un poco triste. El pueblo de Alfafara se va quedando abajo. Volvemos al camino ancho que nos dirige a las paredes de la sierra.




El camino termina bajo los paredones junto a una fuente canalizada por una profunda acequia a la que se puede bajar por una escalera metálica, también hay una puerta metálica cerrada con candado; estamos en el Racó de la Font Penya del Xorro.



Indagamos por la paredes umbrosas con alto grado de humedad pero no vemos deslizarse el agua por las paredes, pese a las últimas lluvias está seca. Nos metemos dentro de la pequeña cueva, pero salvo la humedad no vemos agua.



Desde la cueva, volvemos sobre  nuestros pasos, estando atentos a un sendero que sube por la derecha, según el sentido de la marcha, señalizado con un mojón de piedras. Empieza una preciosa subida por el barranc de la Penya del Xorro. Estupendas panorámicas sobre Alfafara.


El sendero traza rampas y zetas por la umbría de la ladera,  ganando altura constantemente entre el apretado bosque de pinos, y evitando por la derecha un fuerte enclave rocoso. Marchamos junto a un mojado cauce con vegetación de humedal.


Estamos atentos por la cercanía de la Font de la Cova o Racó de la Cova, donde la vez anterior caía una preciosa cortina de agua y que ahora no vemos por ninguna parte, quizás el suelo freático se ha vaciado o mermado volumen.


Queda la parte más acentuada de la subida, que a medida que vamos superándola nos regala grandiosas vistas, aparece Agres y la silueta del Benicadell, para culminar en la parte alta del barranco, cerca del Mas de Fontanarets, con lujosos ventanales.



La senda rodea la finca y se dirige hacia el oeste. Subimos moderadamente por márgenes de terrazas abancaladas en total abandono invadidas por el matorral, para sortear la loma del Alt de la Cova por la derecha. 



Llegamos a una de las joyas de esta sierra: la Cova Blanca o del Bolumini. Los cambios de coloración de la roca, se debe a dos agentes naturales: uno es la pigmentación blanca de la roca de la visera y de algunas paredes, en la que se desarrollan líquenes; el otro es debido a la naturaleza calcárea de la cavidad, en la que encontramos cristalizaciones de caliza, pero principalmente a consecuencia de un proceso kárstico, disolución de la roca por el agua de lluvia que se filtra desde la parte superior de la montaña.



Además, la disolución de la caliza ha dado origen a unos depósitos de arcilla de color rojo: arcilla roja bolar (también referida como "bolar de Armenia", del que deriva "bolarmeni"= bolumini. (De ahí el nombre de la cueva). En el interior de la cavidad se recuperaron restos prehistóricos, entre estos, tres ídolos oculados sobre hueso, que formaban parte del ajuar funerario de un enterramiento del tercer milenio antes de Cristo.


Subimos al Cabeço de Mariola o Alt de  Cova (1.047 m.) donde los primeros resultados de las excavaciones han confirmado que en esta zona, hubo un poblado de larga duración que se inició a finales de la Edad de Bronce y perduró durante toda la época de los íberos hasta el siglo I antes de Cristo. El periodo final de este poblado, ya en el inicio de la dominación romana, es el que mejor se conserva.


Con vistas al Portín, al camping y su pequeña hoya con verde sembrados entre masías, bajamos en dirección Este hasta el collado donde hay un poste balizado del PR-CV 370. A partir de ahora seguiremos este PR. Cruzamos la pista y continuamos con una senda por el cordal de la sierra.












Arribamos a un roquedo peculiar, Els Taulenyets, especie de mesa pétrea elevada parecida a las Taulas o Talaiots de Menorca, salvando las distancias, puesto que éste parece haber sido formado por la erosión y es de una pieza.


Reanudamos la marcha con vistas al Portín, para poco después, en una mínima vaguada bajar por la derecha. Superamos un terraplén y nos situamos sobre el anillo de la Cava del Portín o dels Taulellets. Precaución, no tiene cúpula ni protección alguna. 


Proseguimos por la cuerda cimera de la sierra mientras deshilachadas nubes pasan de un lado a otro. Alcanzamos el vértice geodésico del Portín (1.082 m.), máxima altitud del término municipal de Alfafara. Grandiosa la oscura silueta del Montcabrer.


Bajamos del enclave rocoso de la cima para seguir por la cuerda. Por la izquierda, Agres comienza a asomarse encaramado a su ladera. Por la otra vertiente las sembradas hoyas resaltan entre la oscura masa de verde pinar; todo ello vigilado atentamente por las cotas altas de Mariola.


Tras un ondulado y atareado tramo, llegamos a la Cava de Don Miguel. Su aspecto externo se caracteriza por los contrafuertes que fue necesario construir para elevar la altitud del depósito, dado que la dureza del sustrato calcáreo no permitió apenas realizar la excavación del pozo, que aparece rodeado por un cíclope basamento, de unos 40 m de amplitud, reforzado por ocho contrafuertes que lo circundan.












La rodeamos para entrar por la puerta de acceso del nevaters hasta su interior, para asomarnos a su espectacular pozo que todavía se mantiene en buen estado varias hiedras trepan por sus paredes hasta los ventanucos. 


Siguiendo las indicaciones del poste balizado en el cruce de caminos, proseguimos por la izquierda hacia el Refugio Zamorano, en suave descenso dejando atrás la fortificada cava. Enlazamos con la pista de tierra, que tras dos curvas cerradas dejamos por una senda a la izquierda que nos lleva a la Cova del Montblanc.


Esperamos un poco porque hay una familiar dentro de la cueva. Con los frontales nos introducimos en su interior. Hay bastante humedad, pero su sala es poco amplia y no parece haber otra cavidad más. Salimos al exterior.








La senda del barranquito nos deja en la Fuente del Molí Mató, con lo cual nos hemos atajado un tramo de pista y el innecesario paso por el Refugio Zamorano. Pese a que hoy no mana mucha agua es un lugar encantador y Microrreserva de Flora. Su fuente es un ejemplo de precipitación de carbonatos y formación de tobas calcáreas, con abundancia de musgos y  helechos.


Por la izquierda nos elevamos un poco para coger la senda que por la umbría de la sierra nos llevará a Alfafara. Antes damos el último vistazo a Agres y al apartado Benicadell. El ameno recorrido nos introduce en el bosque, luego nos eleva para salvar dos barrancos y bajar mirando a Alfafara.


Concluye el sendero en unos antiguos bancales de piedra seca con olivos centenarios de espectaculares troncos; en la pista de asfalto seguimos por la izquierda, donde otros bancales, esta vez con grandes ejemplares de cerezos, nos reciben a la entrada del pueblo.











Callejeamos buscando la fuente y junto a ella, el estrechísimo callejón que va al Lavadero, y de allí, a la ermita del Sant Crist de la Pietat donde concluimos esta hermosa ruta. Muy recomendable en primavera y apta para todos, como siempre, con algo de preparación física.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Font de Tarragó y Molí Mató)
DISTANCIA: 11,4 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:00 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.087 M. (El Portín)
ALTURA MÍNIMA: 580 M. (Alfafara)
DESNIVEL POSITIVO: 677 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 701 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

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