Posted by : Vaig a Peu miércoles, 24 de octubre de 2018

Los Pasadizos del Paiva es un sendero de 8,7 km, hecho de pasarelas de madera, estando prevista la construcción de 12 km más, localizado en las freguesías de Canelas y Espiunca, en el municipio de Arouca (municipio del área Metropolitana de Oporto y de la Región Norte de Portugal, integrado en el extremo nordeste del distrito de Aveiro) construido a lo largo del margen izquierdo del río Paiva, en la cuenca hidrográfica del río Duero, entre el puente de Espiunca y la playa fluvial del Areinho, abarcando así el área conocida como la Garganta del Paiva. Constituye uno de los elementos del Arouca Geopark, localizado a una hora de distancia de Oporto. Fue elegido el 4 de septiembre de 2016 como proyecto turístico más innovador de Europa, en la edición de 2016 de los World Travel Awards, en la categoría de Proyecto de Desarrollo Turístico Líder en Europa. El recorrido se hace sobre una estructura en madera de pino tratado, anclada en hierro en el macizo rocoso, siendo necesario para su recorrido algunos cuidados reglamentarios y medidas de seguridad. El pasadizo también integra tramos de escaleras y algunos en tierra firme. A lo largo del recorrido se encuentran paneles explicativos e informativos en cuanto a referencias naturales como la cascada de la Aguieira y los rápidos más fuertes del río, como el llamado Rápido Grande, de 100 metros de extensión con corrientes rápidas, y el Rápido de las Marmitas, de 50 metros. El recorrido se extiende entre las playas fluviales del Areinho y de Espiunca, encontrándose, entre las dos, la playa del Vado. El 7 de septiembre de 2015, un incendio forestal en la freguesía de Canelas y Espiunca afectó a cerca de 600 m de passadiço, lo que llevó al cierre provisional del mismo. Los Passadiços del Paiva reabrieron el 15 de febrero de 2016 con escaleras renovadas y condiciones mejoradas. La entrada pasó a ser limitada y de pago, pero hay un tramo de cerca de un kilómetro de libre acceso. En lo alto de la garganta del Paiva se construyeron nuevas escaleras, de entre 150 a 200 metros de altura que eliminó un punto débil de los Passadiços del Paiva que era un camino en tierra firme por un eucaliptal de un kilómetro. Se pudo acortar el tramo casi 250 metros para después proseguir por el río. En medio del recorrido se colocaron aseos prefabricados, en la playa fluvial del Vado. En Espiunca, se pasó a tener un párking para más de 400 coches, en terrenos agrícolas arrendados. La afluencia pasó a ser limitada a 3500 visitantes diarios. Las entradas pasaron a costar 1 euro. Los accesos son controlados a través de una plataforma online que fue lanzada el 1 de febrero. Para la realización del recorrido integral, los interesados tienen que solicitar su derecho de entrada a través de Internet y después presentar el ticket de esa reserva en alguna de las tres entradas del recorrido para verificar los datos. Los habitantes de Arouca tienen entrada libre mediante la presentación de una tarjeta de residente que cuesta 2,50 € sin IVA, vigente por tres años. El 11 de agosto de 2016 volvieron a ser consumidos por las llamas, obligando a su cierre, en un incendio de grandes proporciones que destruyó una dimensión considerable del territorio forestal de Arouca, pero fueron reabiertos, de modo parcial, una semana después del incendio, el día 19 de agosto de 2016. El 13 de abril de 2017, fueron reabiertos y, para el año 2017, fueron otra vez nombrados para los World Travel Awards. Con esa reapertura, el municipio de Arouca creó un nuevo párking y contrató más controladores de entradas, y quedando pendiente la construcción de un nuevo puente colgante sobre el río que, con 480 metros de extensión, será uno de los mayores de Europa.
CÓMO LLEGAR:Desde Oporto.
COMPONENTES:VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO:PRAIA DO AREINHO / CAMIN / PONTE ALVARENGA / SUBIDA / ESCALERAS / CONTROL / CAMINHO / CASCATA DAS ASGUIEIRAS / REVUELTO DE ESCALERAS / GARGANTA DEL PAIVA / PONTE DE SUSPENÇAO / CASCADA / PRAIA FLUVIA DO VAU / ASEOS / VISTAS / BAJADA AL RÍO PAIVA / RÁPIDO DO SALTO / FALLA DE ESPIUNCA / RÁPIDO DAS ESCASDINHAS / CAMINO / FALLA DE ESPIUNCA / ESPIUNCA.

LA RUTA: Desayunamos pronto para salir rumbo a Puebla de Sanabria, de camino nos desviaremos un poco, para realizar la ruta de los Passadiços do río Paiva. Tenemos la reserva de tiques para este día desde que planeamos el viaje.

Aunque solo hay 75 km desde Oporto, se tarda hora y media en llegar. Aparcamos en la Praia Fluvial de Areinho donde compramos unos bocatas en el bar para repostar por el camino. Al ser temporada baja hay pocos coches aparcados.


Iniciamos con suave ascenso por un camino de tierra flanqueado por arboleda con miradas al apretado manto verde de pinar de las montañas. Hace un día claro y despejado. Pasamos junto a un kiosco cerrado junto a la playa.


El camino hace una revuelta y nos muestra una pared que parece haber sido reforestada y en la que comenzamos a distinguir pegados a ella, los tramos de pasarelas escalonadas que nos elevarán hasta la parte más alta.


Comienzan los Passadiços do río Paiva, una placa sobre una de las barandas recuerda la fecha de su inauguración el 15 de junio de 2015. De fuerte estructura de madera y recias barandas protegidas con quitamiedos de tablas.


Pegadas a los contornos de la sierra zigzaguean todos los recodos encaramándonos sobre el cauce de río Paiva que ya se hace presente. Este primer tramo es llano y nos acerca hacia el Ponte Alvarenga por el que la carretera cruza el río.


En el puente cruzamos la carretera a la izquierda y comienza la gran subida. Antes contemplamos como el río se mete en la garganta y se estrangula su cauce rocoso. Se aconseja subir desde Areinho porque siempre es mejor remontar al inicio.












Los cien primeros escalones pueden desanimar a cualquiera, pero hay que tomárselo con calma. La inclinación es bastante asequible para gente con movilidad normal y cada cierta distancia hay un descansillo para tomar aire.


Es impresionante ver como el diseño de las escaleras se va adaptando al terreno, ciñéndose al contorno de un rocoso y abrupto cerro por el que va ganando altura. Cuando más escarpada es la subida más corto es el tramo de escaleras.


Alcanzamos una parte llana del cerro y continuamos por camino de tierra que sigue rodeando la sierra entre jóvenes eucaliptos,  para luego volver a las pasarelas de madera que buscan el mejor itinerario para comenzar una nueva subida.


Ésta se abre paso en las rocas y un bosquete de robles que le da vistosidad; este trecho también es duro y los descansillos sirven para cambiar de rumbo las escaleras, girando una y otra vez por el paso adecuado.

Arriba, una plataforma hace de mirador con vistas espléndidas. Vemos el cauce del río y las primeras pasarelas del inicio.  Ya hemos superado la parte más exigente del recorrido con casi trescientos metros de desnivel. 












En la parte llana y por camino de tierra, pasamos el primer control de tiques. En estas fechas la afluencia es menor y hay poca gente. Tenemos grandes vistas al cañón y a las obras que están realizando para un puente colgante que lo cruzará.

Proseguimos por camino de tierra hasta un recodo donde comienzan de nuevo las escalinatas de madera, pero esta vez en descenso. En un corto tramo tenemos que deshacer todo el desnivel subido hasta ahora.












Tras la primera rampa de bajada, un rellano, forma un mirador suspendido al vacío para contemplar la bonita y estrecha Cascata das Aguieiras que se precipita por la ladera del cañón hasta las aguas del río Paiva.


Empieza el revuelto de escaleras. Esta parte del cerro corresponde a la ladera del cañón, por lo que su caída es casi vertical hasta el lecho del río. Desde arriba vemos como las pasarelas estás suspendidas y pegadas a la ladera.


Al ir bajando no vemos los tramos que nos quedan, solo mirando hacia arriba vemos el revoltijo de maderas que hemos descendido, es como ir bajando por una escalera de caracol cuadrada por toda la umbría.











En algunos recodos vemos los giros inverosímiles y serpenteantes por los que estamos bajando. Volviendo la vista atrás no damos crédito al entresijo de rampas y escaleras  que parecen anudadas por la ladera.


Poco a poco las rampas de escaleras dejan paso a las pasarelas de tarimas que con un desnivel moderado dejan de dar revueltas y se ciñen al contorno de la ladera. Entramos en la garganta del río Paiva que recorre su lecho.


Pese a ser recientes no vemos huellas de los últimos incendios, todo está muy cuidado aunque el bosque de umbría ha mermado. Todavía quedan algunos tramos puntuales de escaleras que nos dejan a poca distancia del cauce del río.












Entramos en una zona tranquila y reposada con arboleda de eucaliptos y luego de robledal, donde vemos y oímos de cerca el  trascurso de las aguas del río, y en la húmeda ladera abundan musgos y pequeños helechos.


Llegamos al Ponte de Suspensão, un puente colgante que une las dos orillas de la garganta del río Paiva. En la otra parte continua otra ruta distinta a la nuestra. Nos desplazamos a la mitad para hacer fotos de las aguas.


Más adelante, por nuestra ladera, se desliza otra cascada que más bien es un regato que vierte sus aguas al río poco antes de llegar al área de servicios de la Playa Fluvial do Vau. Los aseos están abiertos pero el bar está cerrado.


Posiblemente lo abran los fines de semana que habrá más afluencia de gente. Decidimos bajar a la playa a tomar nuestro bocata que habíamos comprado en bar de Areinho. En esta zona el cauce del río es más ancho y tranquilo.


Reanudamos la marcha cuando el cañón hace una larga hoz girando a la derecha esquivando un peñón que se introduce en el cauce. Los passadiços entran en la solana describiendo una enorme curva en ligero ascenso.


Las paredes del cauce se inclinan abriéndose, con laderas cubiertas de pinar y largas vistas del trazado de las pasarelas. Alcanzamos una escalinata de madera que baja hasta el río, a una especie de playa rocosa.


Enseguida viene la Gola do Salto o Rápido do Salto del río Paiva. Unas escaleras nos bajan a un mirador sobre las aguas para contemplar los rápidos. Cuando el río viene crecido suelen bajar con piraguas por los rápidos.


La zona que estamos atravesando corresponde a parte de la Falla de Espiunca, donde podemos observar que el lecho del río está formado por placas superpuestas una sobre otra y los Rápido das Escandinhas, con un mirador en la otra orilla.


En la siguiente curva entramos otra vez en la umbría y nuestra ladera se torna más rocosa con lo que las pasarelas vuelven a estar colgadas sobre las rocas otorgándonos buenas vistas al río, ahora de aguas más bravas. 


Un nuevo trecho de camino de tierra nos adentra en un umbroso bosque de espigados eucaliptos donde superamos una loma y volvemos a las pasarelas de madera, al tiempo que la Falla de Espiunca se deja ver otra vez en el cauce del río.


Ponemos punto y final a esta fabulosa ruta en el área recreativa de Espiunca, junto a su puente y su playa fluvial. Compartimos taxi y gastos de regreso a Areinho, para continuar nuestro viaje rumbo a Puebla de Sanabria.

RECORRIDO:LINEAL, SOLO IDA.
AGUA POTABLE EN RUTA:NO.
DISTANCIA:9,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:03:00 HORAS
ALTURA MÁXIMA:296 M. (Puesto de Control)
ALTURA MÍNIMA:90 M. (Espiunca)
DESNIVEL POSITIVO:269 M. 
DESNIVEL NEGATIVO:333 M.
DIFICULTAD:BAJA.

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