Posted by : Vaig a Peu sábado, 16 de noviembre de 2024

Bele, ese es el nombre de uno de los viticultores mas antiguos de la Sierra de Mariola, esta persona ejerció el oficio de la agricultura hace unos 3.000 años, su poblado se asentó en Mariola durante 10 siglos. Fué uno de los Íberos que convivió con nuestras sierras, mucho antes de que siquiera el Cristianismo existiese. (desde el Siglo XI hasta el I A.c) Bele vivió en un poblado íbero (oppidum) en la loma de “El Cabeço de Mariola”, (justo la montaña de arriba del actual “Camping de Mariola”), este poblado íbero aprovechó el dominio visual que otorga la cima y dominaron la zona gracias a sus fortificaciones naturales, usando el mismo relieve de la montaña que hacia de pendiente, obligando a los enemigos a penetrar en el poblado solo por una entrada. Alrededor del asentamiento, se distribuían casas y huertos de agricultores que dependían de estos fortines, ya que la vigilancia y protección era clave para la vida en época de conflictos bélicos. Así es como los Íberos se aseguraron un aprovechamiento de los recursos de la sierra, asentándose en un territorio en la que abundan las fuentes de agua, creando una zona con aprovechamientos agrícolas y teniendo gran producción de madera, además la frescor de la sierra en los meses estivales les fue de gran ayuda a los pastores de bovino y caprino, generando pastos y confort para el ganado. También controlaban la zona de tránsito y circulación del territorio, ya que estaba en contacto con la “Vía Heráclea”, un importante camino histórico que se utilizaba mayoritariamente para el comercio de recursos con colonias griegas. Bele, el viticultor citado anteriormente, no es un personaje ficticio que he creado para acompañar este texto, él fue una persona real que vivió en Mariola. Gracias a las expediciones arqueológicas realizadas en 2013, se han podido conseguir restos de nuestros ancestros, como la ánfora de cerámica de Bele, donde maceraba y guardaba el vino, en ella ha quedado grabado su nombre en grafía Íbero-levantina. Además de esta ánfora, se han encontrado diversas cerámicas que indican diseños típicos de la Edad de bronce final, similares e los encontrados en el Castell de Xátiva. Muchos de los restos cerámicos, se hallan termo-alterados y con restos de ceniza, esta ceniza nos cuenta que al parecer, el poblado fue saqueado con fuego y que impidió que sus habitantes pudiesen recuperar sus pertenencias y reservas domésticas, concluyendo así una etapa de 10 siglos de vida en la naturaleza, finalmente conquistada y saqueada por el imparable crecimiento del Imperio Romano. Estos descubrimientos nos muestran el patrimonio que descansa en nuestras sierras, los restos de lo que fueron las costumbres, oficios, culturas y vidas de nuestros antepasados, recordándonos que la Sierra de Mariola nos ha dado cobijo y ha sido nuestro hogar durante miles de años, formando parte de nuestra vida e historia. Rubén Celada - https://espacios-naturales.blogspot.com.es/2017/11/ceramica-y-ceniza-el-recuerdo-de-la.html

CÓMO LLEGAR: Por la A-31 dirección Madrid, después del túnel de Villena, salir por la derecha, por la CV-81 en dirección Onteniente. En pasar Bocairente girar a la derecha por la CV-700 hasta llegar a Alfafara. Subir por la Plaza de la Constitución y la ermita del Sant Crist de la Pietat, aparcar en el Albergue del Tarragó.

COMPONENTES: VICENTE.

ITINERARIO: ALBERGUE DEL TARRAGÓ / AREA RECREATIVA / PISTA DE LA FONT DE TARRAGÓ / DESVIO A LA BALSA / BALSA DE LA COVA DE LA FONT / RACÓ DE LA FONT DE LA PENYA DEL XORRO / SENDA DCHA. SUBIR / COVA Y FONT DEL SAGRISTÁ / MAS DELS FONTANERETS / DCHA. / COVA DEL BOLUMINI / SUBIR / POBLADO IBERO / CABEÇÓ DE MARIOLA / SEGUIR POR LA DCHA, / PANEL INFO. CADENA / MAS DE LA PARRA / POSTE INFO. IZQ. / SEGUIR RECTO / PUERTA, POR LA DCHA. / DCHA. SUBIR POR RASTROS DE SENDAS / CORDAL DE LA SIERRA / CASTELL DE MARIOLA / SENDERO DE BAJADA / FONT DE MARIOLA / SENDERO / CAMINO IZQ. / FORN DE CALÇ / POSTE INFO. CAMPING MARIOLA / CASA DEL COLLET / POSTE INFO. DCHA. / INFO. VIEJAS PALETAS / PANEL INFO. CABEÇÓ DE SERRELLESPOLIDEPORTIVO MUNICIPAL / ALBERGUE DEL TARRAGÓ.


LA RUTA: Hoy también me he quedado solo y se auguraba lluvia por toda la provincia. Al final he elegido un Track de Toni Alcoy que subía a la Cova del Bolumini y luego al Castell de Mariola, que los tengo muy pateados pero no unidos en una misma ruta.


También ha influido que en Alfafara a partir de las 7 horas no llovía, y así ha sido. Pero el alto grado de humedad ha levantado una espesa nube de niebla que me ha acompañado durante toda la ruta, haciendo más agradable la marcha pero acortando mucho la visibilidad.



Inicio desde el albergue del Tarragó, por el camino de su parte trasera que enseguida pierde el asfalto. El camino nos pasa por delante del área recreativa de la Font de Tarragó. Con la bruma cuesta centrar el objetivo de la cámara.

 



Más adelante tengo marcado un desvío a la izquierda, con un corto tramo de ida y vuelta a la Balsa de la Cova de la Font, alargada y de forma irregular mantiene un nivel medio de agua. Volvemos al camino principal.

 



Tras un recodo nos adentramos por sendero en el manantial Cova de la Font que nutre de agua la balsa anterior. Hay unas escaleras metálicas por las que se puede bajar pero están cerradas por una puerta de hierro. Hace años si se podía bajar.

 



Sigo indagando por las rocosas paredes calizas para encontrar la Font de la Penya del Xorro, hay poca humedad pese a las últimas lluvias y no veo rastro de la cortina de agua. Ya en 2020 tampoco manaba agua por la cortina.

 



Regreso al camino, pero ahora por la derecha marcado por mojones de piedras tomaremos la senda que sube con fuerza. Comienza una bonita subida por el barranc de la Penya del Xorro pero hoy nos perderemos las vistas a Alfafara.

 



La senda se encrespa pero la densidad de la niebla nos impide ver nada y quizás ayude en el ascenso al no tener referencias visuales. Por otra parte es una contrariedad, ya que nos ha impedido ver el desvío a la Cova y Font del Sagristá. Nos quedamos sin ver si caía agua.

 



El desnivel mengua y el sendero es más firme. Es agradable caminar envuelto en la humedad pero nos impide disfrutar del paisaje. Sabemos que estamos en las cercanías del Mas dels Fontanerets porque estamos viendo su vallado, pero la gran casona se la ha tragado la niebla.

 



La senda rodea la finca y se dirige hacia el oeste entre bancales que rezuman humedad. Sin ver nada, subimos moderadamente por márgenes de terrazas abancaladas en total abandono, para sortear el Cabeçó de la Mariola por la derecha. 

 



La entrada a la cueva por este lado es más bonita y sorpresiva porque no la ves hasta que estás delante de ella, pero hoy da lo mismo solo ves las grandes rocas que esconde su frontal, hasta que de pronto aparece a la vista.

 

Llegamos a una de las joyas de esta sierra: la Cova Blanca o del Bolumini. Los cambios de coloración de la roca, se debe a dos agentes naturales: uno es la pigmentación blanca de la roca de la visera y de algunas paredes, en la que se desarrollan líquenes; el otro es debido a la naturaleza calcárea de la cavidad, en la que encontramos cristalizaciones de caliza, pero principalmente a consecuencia de un proceso kárstico, disolución de la roca por el agua de lluvia que se filtra desde la parte superior de la montaña.

 

Además, la disolución de la caliza ha dado origen a unos depósitos de arcilla de color rojo: arcilla roja bolar (también referida como "bolar de Armenia", del que deriva "bolarmeni"= bolumini. (De ahí el nombre de la cueva). En el interior de la cavidad se recuperaron restos prehistóricos, entre estos, tres ídolos oculados sobre hueso, que formaban parte del ajuar funerario de un enterramiento del tercer milenio antes de Cristo.

 

Por la izquierda subimos al Cabeço de Mariola o Alt de  Cova (1.047 m.) donde los primeros resultados de las excavaciones han confirmado que en esta zona, hubo un poblado de larga duración que se inició a finales de la Edad de Bronce y perduró durante toda la época de los íberos hasta el siglo I antes de Cristo. El periodo final de este poblado, ya en el inicio de la dominación romana, es el que mejor se conserva.

 

Cruzamos la planicie del Cabeçó de Mariola por la izquierda hasta que entroncamos con un camino balizado que seguimos por la derecha. La niebla es persistente. Pasamos por un panel informativo sobre el poblado íbero.

 

En el dócil camino de suave descenso pasamos una cadena que corta el paso a vehículos y prosigue hasta que se abre el diminuto valle cerrado frontalmente por el Alt de Mariola y su denso pinar, nuestro próximo objetivo.

 

Aquí la bruma está enganchada en las lomas lo que permite más profundidad a las vistas. Por la izquierda vemos las dos casonas del Mas de la Parra, enfrente y arriba el Castell de Mariola y por la derecha entre la pineda los otoñales árboles del camping.

 

Dejamos atrás un poste informativo que por la derecha nos llevaría al camping. Arribamos al cruce balizado con el camino de que desde la Font Mariola va al Más de la Foia Ampla. Cruzamos de frente siguiendo nuestro camino.

 

El camino tuerce a la izquierda metiéndose en la pineda y enseguida tenemos la puerta cerrada de una finca en venta, pero que no está vallada y se puede seguir por la derecha el camino en suave ascenso. El lo alto de la sierra se distingue la base del Castell.

 

Pasamos cerca de la casa que está cerrada y rodeada de árboles otoñales, luego hay una pequeña caseta que posiblemente controle un nacimiento de agua. El camino se va estrechando hasta convertirse en senda que sigue subiendo.

 

Los rastros se van perdiendo y hay que girar a la derecha casi monte a través. Aunque es cuesta arriba no hay mucha dificultad en avanzar poco a poco hasta alcanzar el cordal y ancho lomo de la sierra que ahora debemos seguir por la derecha.

 

Al principio parece no haber senda pero entre los pinos y más cerca de la vertiente derecha se van reafirmando los rastros. Desde esta altura tenemos vistas al Cabeçó de Mariola y al Portín de Alfafara, y a sus pies el Mas de la Parra que antes hemos pasado cerca.

 

Viene un farallón rocoso, recuerdo que cerca de su base hay una sima de difícil acceso y no muy visible por lo que no la busco. La gran roca se rodea por la derecha pegado a ella con miradas a la enorme masa de pinar.

 

Una vez rebasada, el lomo de la sierra se estrecha y las panorámicas son a las dos vertientes, donde resaltan las hoyas entre la pineda, que ya han sido labradas y preparadas para la siembra de cereales, un cultivo recurrente en la zona.

 

Alt de Mariola (1.070 m) donde se ubican los restos del Castell de Serrella o Mariola, torre defensiva de origen almorávide posiblemente del siglo XII que protegía las alquerías cercanas. Su estado actual es ruinoso, solo queda el basamento.

 

Tomamos unas frutas contemplando el paisaje que la bruma vuelve a invadir. El descenso se efectúa por la derecha, detrás del Castell. Claro sendero algo vertical al principio que luego zigzaguea por la ladera pasando junto a la verja del Mas Casa Mariola. 

 

Salimos al área recreativa del la Font Mariola. Gran decepción al no ver por primera vez gotear agua por su caño. El gran nogal ha envejecido y me parece menos robusto. Seguimos paralelos al camino hasta coger un sendero a la izquierda.

 

Enlazamos con un camino que seguimos por la izquierda en el que vemos un viejo Forn de Calç y un poco más adelante paneles informativos y un poste balizado del GR-7. Nosotros seguimos por la derecha, por un camino de tierra.

 

El camino comienza a bordear la valla del Camping Mariola con sus calle de casas de madera entre árboles otoñales y caravanas. Un poste con variadas balizas nos indica el PR-CV 370 hacia la Font del Tarragó.

 

Torcemos a la izquierda pasando por la entrada al camping. La bruma envuelve el Cabeçó de Mariola, luego seguimos por la izquierda por el Camí del Mas Nou a Santa Bárbera entre altos cipreses y carrascas.

 

La bruma nos envuelve y apenas vemos la Casa del Collet y el gran panel que describe el paisaje interior de la sierra. Poco después otro poste balizado con profusión de paletas nos señala un giro a la derecha por el PR-CV 370 entre un bosquecillo de carrascas.

 

El sendero entra en la bruma entre delgados pinos. Unas antiguas paletas de madera grabadas todavía resisten en pie y seguidamente otro panel y una paleta de madera indica el Cabeçó de Serrelles donde hay un Mas derruido y la atalaya ibérica per la bruma lo tapa todo.

 

El piso del sendero se estrecha y se torna pedregoso que incomoda el descenso hasta llegar a unos bancales de vetustos olivos y después al mojado Polideportivo de Alfafara donde ya intuimos el final de la ruta.

 

Que cerramos en el refugio de la Font del Tarragó. Pese a la persistencia de la bruma durante todo el recorrido acortando la visibilidad tengo que reconocer que es una delicia caminar entre la humedad sin lluvia ni aire. Ha sido una versión distinta de sitios conocidos.






RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 11,7 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:50 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 1.051M. (Castell de Mariola)

ALTURA MÍNIMA: 639 M. (TARRAGÓ)

DESNIVEL POSITIVO: 687 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 679 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

 

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