COMPONENTES: VICENTE.

ITINERARIO: MONUMENTO AO PORCO / PANELES INFO / PONTON Y MUIÑOS / PASEO FLUVIAL DO PONTIÑAS / RIO PONTIÑAS / FONTE Y PASADIZO / PASO SOBRE LOSAS / CAPELA DE FATIMA / O ESPIÑO / HOTEL TORRE DO DEZA / MOJON JACOBEO / TUNEL CTRA. /  ALB. PEREGRINOS A LAXE / LAVADOIRO / RTE. MARIA JOSE, IZQ. / PRADO /PRADO, IZQ. / VISTA A IGREXIA DE PRADO / RIO DEZA / VISTA A LOS 3 PONTES / PONTE TABOADA VELLA / BARRIO CARBALLEDA / FONTE / IGREXA DE TABOADA / PAZO DE TRASFONTAO / CARBALLEDA / IGREXA DE SILLEDA / SEGUIR POR LA DCHA. / SILLEDA.

LA RUTA: Hoy al ser la ruta más corta hemos desayunado a las siete en el hotel y luego Susi me ha llevado al punto de comienzo, la placa del km 0 de Galicia, equidistancia que pocos aceptan. A pocos  pasos del monumento Ao Porco, preciosa escultura en bronce.

Iniciamos bajando por la rúa Colón. Realmente este tramo hasta el Albergue de Peregrinos de A Laxe corresponde al Camino de Invierno pero que nosotros hemos incluido en nuestro itinerario. A medio camino nos encontramos la estatua metálica del peregrino.

Pronto llegamos a los paneles informativos de las diversas rutas que parten desde el Paseo Fluvial do Pontiñas, un precioso recorrido acompañado por el pequeño caudal del río Pontiñas. Pasamos por debajo de puente de la N-525.

Protegido por barandas de madera observamos cerca de su cauce diversas edificaciones, algunas de ellas restauradas, que correspondían a varios molinos de grano que utilizaban el agua del río como fuerza motriz.

Durante el trayecto cruzamos varios puentes cambiando de ribera y de camino, ya que hay varias bifurcaciones con distintos destinos. Cerca del cauce crece la arboleda pero  tiene laderas sembradas que parecen particulares.

El cauce del rio es muy sinuoso, ahora lindamos con verdes prados pertenecientes a otras fincas donde la bruma apenas se ha levantado. Entre las cercas pacen varios caballos. Al lado de una fuente cruzamos un pasadizo bajo una carretera.

Poco a poco nos vamos separando del cauce del río dejándolo a la izquierda, entrando en un camino más cerrado que luego tiene enlosado el centro para protegerlo en las lluvias. Lindamos con fincas que tienen rediles de caballos.

Antes de pasar por la diminuta aldea de O Espiño vemos la Capela de la Virgen de Fátima y algunos bancales de huertas particulares, tomando un camino asfaltado que nos llevará por detrás del Hotel Torre do Deza, nuestro alojamiento que dejaremos hoy para ir a Silleda.

Por un camino entre arboleda, salimos al polígono industrial donde tenemos que localizar un mojón jacobeo en los coches aparcados, y luego por sendero evitando las calles, hasta otro mojón que nos ayuda a salir del polígono.

Otro camino nos lleva en bajada paralelos a la AP-53 hasta traspasarla por un túnel por la izquierda. Enseguida entramos en A Laxe por el Albergue de Peregrinos, con lo cual ya estamos de nuevo en el Camino Sanabrés o de la Prata.

Saliendo de A Laxe hay un Lavadoiro y más adelante el Restaurante María José junto a la N-525, donde corté ayer la ruta. A continuación hay que girar a la izquierda por un camino entre casas de campo que luego se adentra en una arboleda.

En este tramo de campo abierto, evitamos la carretera aunque volvemos a ella al llegar a Prado, para en unas decenas de metros tomar un camino por la izquierda que pronto nos da vistas a la Igrexia de Prado, alejada de la aldea y por la que no pasamos.

Nos vamos alejando de la N-525 por un entorno rural y atravesamos una carretera comarcal con un poste con paletas informativas de rutas cercanas y en otra bifurcación también hay nuevas indicaciones por campos de maíz.

Nuevas huertas particulares y caseríos diseminados en las laderas. Una carreterita interior nos pasa por la Cooperativa de Quesos Hoxe donde sellan credenciales. Tomamos otro camino que nos desciende hacia el río Deza donde hay un panel informativo.

A media bajada hay un punto entre la espesa arboleda se pueden visualizar los nuevos puentes construidos para el ferrocarril y la carretera nacional, y un sendero balizado a la Fábrica da Luz de Pereiro y al Muiño de Cuiña.

Ponte Taboada Vella, Pons Tabulata, este era el nombre que en la antigüedad recibía este puente que cruzaba el río La Deza (femenino, según viejos documentos). Por este lugar discurría la Vía de la Plata en su camino de peregrinaje hacia Santiago, vía que aprovechó en parte el trayecto romano. De este pasado romano no existen vestigios de ningún paso. El puente Taboada actual se apoya sobre dos salientes rocosos y se construyó en el siglo X, concretamente en el año 912. Posteriormente fue reconstruido en gran parte en los siglos XVI o XVII para otros autores.

El Ponte Taboada de la actualidad tiene una altura de 11 metros, un ancho de 2,85 metros y una longitud que alcanza los 21,3 metros. El arco es apuntado y aún se conserva parte de la calzada primitiva. Existió no hace mucho un reloj de sol el cual se desprendió en una riada y que no ha vuelto a recuperarse. También existen varias inscripciones y en una de ellas, rota por un rayo, hasta hace poco se podía leer el año de fundación de Ponte Taboada.

Después del puente existe el núcleo de Ponte Taboada en donde podemos ver muestras de arquitectura tradicional en forma de viejas casas del siglo XVIII que aprovecharon las piedras de la calzada para la construcción de dichas viviendas.

De nuevo el campo libre y ondulado con bancales cosechados de maíz y las diseminadas casas y fincas  de Taboada adornadas con flores. Posteriormente junto a unas casas hay una Fonte pública con la pileta de granito.

La iglesia Santiago el Mayor de Taboada, es un claro ejemplo del  arte románico de transición, construida a principios del siglo XIII, es de planta rectangular, de unos diez metros de largo por algo más de cinco de ancho, que se prolonga en la capilla mayor, sensiblemente cuadrada, señal de antigüedad. Esta curiosa iglesia románica rural es verdaderamente interesante por el relieve esculpido en el tímpano  de la puerta principal  que representa la lucha de  Sansón y el León.

En sus proximidades se encuentra un monumento conocido como el “peregrino anónimo”, una escultura del Apóstol Santiago, un cruceiro de fuste cónico acanalado con altar y un antiguo sarcófago antropomorfo posiblemente de origen altomedieval. Dice la leyenda que todo peregrino que pase delante de esta iglesia debe golpear la puerta con la cabeza.

Enfrente, cruzando la N-525, seguimos un camino en ascenso que se introduce en un compacto bosque de carballeda, pasando luego a formidables y espigados eucaliptos, retornando luego a la tupida sombra de la carballeda.

Al llegar a Trasfontao admiramos desde el exterior de su Pazo, que sobre un casal medieval perteneciente al monasterio de Carbonero se edificó el actual Pazo de Trasfontao, un magnifico ejemplo del Barroco gallego. El primer dueño del que queda constancia documentar fue D. Galaor Varela, escribano de Trasdeza hacia 1550. El pazo presenta una fachada principal con portalón que da acceso a un patio interior de planta rectangular y las crujías laterales. La planta resulta de difícil clasificación por lo irregular de su forma debido a las profundas reformas estructurales, adoptando en la actualidad la forma de doble U. El cuerpo central, y el lateral, tienen en la planta baja soportales formados por arcos carpaneles. 

El recinto está cercado por un extenso muro de dos puertas. Es de destacar el jardín, de clara influencia francesa con dos fuentes, palomar circular y hórreo de cinco claros, construido en 1895, junto con las caballerizas y cochera. La capilla –con advocación a santo Tomé- se encontraba fuera del recinto del pazo hasta ser anexionada por las múltiples obras patrocinadas por D. Pedro Montenegro Mosquera, señor de Trasfontao, a mediados del siglo XVII. En el campanario, sobre la clave del arco, está representado el símbolo jacobeo de la concha de vieira, y en la campana grabada la fecha 1650.

Continuamos por una corredoira a la sombra de una caballeda con grandes ejemplares de robles. A mitad de ella atravesamos el cauce del Río de Mera que fluye reposado. Proseguimos hasta las primeras casas de Silleda donde termina el bosque.

A estas horas Silleda es una ciudad muy activa. Hacemos un giro a la derecha para pasar por delante de la bonita Igrexa de Santa Baia de Silleda que ha quedado enmarcada dentro de un parque. Sigo por la derecha hasta el cruce con N-525 que atraviesa la población. Me detengo frente a la Casa do Concello para cerrar la etapa. Susi está en los alrededores y nos iremos a nuestro hotel Exe Vía Argentum en el Polígono Ferial. Hoy marcharemos a Lalín para comer su famoso cocido.

RECORRIDO: LINEAL.

AGUA POTABLE EN RUTA: SI.

DISTANCIA: 16 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 4 HORAS

ALTURA MÁXIMA: 560 M.

ALTURA MÍNIMA: 368 M.

DESNIVEL POSITIVO: 301 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 381 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

Llegados al hotel, buena ducha y tranquilamente nos marchamos a Lalín, vamos bien de tiempo para llegar a la hora de la reserva en el Restaurante Casa Currás, que nos hizo nuestro amigo Daniel el hostalero. Nos corresponde en la planta baja, no es muy grande pero está completa. No hay que pedir nada, solo un buen Mencía para acompañar el cocido. Comienzan a llegar platos, todo se sirve por separado, primero una buena sopa de cocido, los garbanzos con los chorizos de Lalín, las patatas con grelos y repollo; en platos individuales, costillar de cerdo, ternera, gallina, lacón, lengua, uña, oreja y morro. Lo probamos todo, pero para dos personas del sureste es imposible acabar con todo y había que dejar hueco para los postres, queso con membrillo, filloas, orejas y leche frita, sin faltar el café y los clásicos chupitos de orujos gallegos. Después siesta y paseo por Silleda.