SIERRA DE LAS PANSAS DESDE RASPAY.

Posted by : Vaig a Peu jueves, 11 de marzo de 2021

La historia de la pedanía yeclana de Raspay es relativamente reciente, ya que los primeros datos sobre el poblamiento permanente de la zona se remontan a 1855, cuando Antonio Ibáñez se encargó de la rectoría de la pedanía y se convirtió en el primer cura de estas tierras. Se trataba de parcelas de labor mal comunicadas y más cercanas a la provincia de Alicante que a Yecla, un mundo rural más valenciano que murciano, que no alcanzaría su auge hasta entrado el siglo XX. El historiador yeclano Miguel Ortuño recuerda que la pedanía se haya en el paraje del Pino Rasposo, y de ahí podría derivar el nombre de Raspay, aunque también cabe la posibilidad de que el termino proceda de raspall, vocablo valenciano que hace referencia a la escobilla con que se recoge el grano de la era. Antonio Jareño contempla igualmente esta última posibilidad y añade una más, pero con aires de leyenda. Raspay podría derivar de rapiña, porque en aquellas montañas se guarecían muchos ladrones. Antonio Mateo Jareño López cita las palabras del historiador Fausto Soriano Torregrosa, en su “Historia de Yecla”, afirma que en la pedanía se habla la lengua valenciana, debido a que sus pobladores cristianos después de la conquista del Reino de Valencia por Jaime I El Conquistador fueron catalano-aragoneses. Raspay se encuentra situada a tan solo seis kilómetros de la Comunidad Valenciana, concretamente de la localidad alicantina de Pinoso, mientras que son 23 los kilómetros que la separan de Yecla. Curiosamente, en la división territorial de 1833 quedó unida a la localidad murciana, pero no perdió el habla valenciano. La pedanía de Raspay tiene como marco natural la Sierra de las Pansas, una de las estribaciones de la Sierra del Carche. Dispone de varios parajes de interés entre los que destacan la Cueva de la Zurriera, la de Jaime el Barbudo y la Fuente de las Pansas.

CÓMO LLEGAR: Salida en dirección a Aspe por la CV-84, sin entrar en la población seguir por la CV-846 a La Romana, en la rotonda continuar por la CV-834 hasta conectar con la CV-83 hasta Pinoso. Tomar dirección Yecla por la C-3223, a unos 5,9 kms girar a la izquierda por el el desvío a Raspay, por la A-19 unos 3 kms hasta llegar a la Plaza del Pedáneo Ricardo Yáñez. Hay sitio para aparcar.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: RASPAY / DEPÓSITO DE AGUA / CASA FORESTAL / RAMBLA QUIPELLEJOS / IZQUIERDA / DERECHA / RECTO / HITO / PISTA / DERECHA A LA CIMA / DERECHA / CRUCE DE REGRESO / CIMA DE LAS PANSAS / CAMINO / DERECHA / SENDA / CERRO DEL GATO / CAMINO CADENA / IZQUIERDA / CASES DE PISSANA / BARRANCO DE PISSANA / IZQUIERDA / CASA RASPAY / CASA / RASPAY.

LA RUTA: Hace poco más de un mes hicimos la ruta de la sierra de las Pansas por su cara norte desde la Venta Pelavivos. Hoy subiremos desde sur, por la pedanía de Raspay. La parte de la cumbre es la misma pero el resto de la ruta es distinto.

Iniciamos desde la plaza de la iglesia, todo está muy limpio y en silencio, no se ve un alma. Tomamos el camino asfaltado hasta el cementerio donde pasa a ser de tierra. Enfrente dejamos también atrás el depósito de agua potable del pueblo.

La ancha pista comienza a subirnos moderadamente dándonos vistas por detrás a la cercana sierra de Salinas y después de una curva pasar por delante de la antigua Casa Forestal que aunque en mal estado aguanta en pie.

Vemos como el camino se abre paso en las laderas de la lomas de enfrente comenzando a erizarse el desnivel para alcanzar cotas más elevadas entre un pinar no muy apretado y que ha sido reforestado recientemente,

En la repisa de una curva tenemos espléndidas panorámicas a la zona alicantina de la sierras de la Taja y del Reclot, y en la otra vertiente aparece la sierra del Serral y su estrecho valle entre la sierra de Salinas.

Sin dejar de subir comenzamos a lindar por la derecha con la Rambla Quitapellejos, curiosos nombres en esta zona, en la ruta anterior teníamos la Venta Pelavivos. El pinar invade las laderas de la profunda rambla.

Después tenemos un giro a la izquierda pasando por una cadena para salir a un tramo despejado donde hacemos un viraje a la derecha campo a través hasta llegar a un gran hito de piedras, todo ello con miradas a la masa forestal del Carche.

A pocos pasos del hito enlazamos de nuevo con la con la pista de tierra que termina de subirnos a una zona sin apenas desniveles y miradas a la sierra del Buey en Jumilla. Giramos a la derecha buscando la cima.

Luego volvemos a girar a la derecha haciendo un recorrido por el interior del bosque llegando al cruce de regreso. Ahora el trayecto será de ida y vuelta entre un bosque más apretado de ejemplares poco gallardos.

Cima de las Pansas (1.035 m.) vistas entre las ramas de los pinos que pueblan la cumbre, a la Sierra de Salinas, el paraje Pisana y el Carche, el hermano mayor de este parque natural, en la umbría podemos ver Barranco de la Guarafía.

Deshacemos camino hasta el cruce de regreso, pero esta vez nos vamos por la derecha haciendo un trecho distinto al de ida, enlazando después con el sendero principal que nos saca del enmarañado bosque.

Giramos a la derecha por un camino estrecho que poco a poco se convierte en sendero con pocos desniveles pasando por una zona de paredes lisas, saliendo luego a la otra vertiente con miradas al Carche y al Paraje Pissana.

Proseguimos por el estrecho sendero a una cota de media ladera donde hay algunos pinos caidos y rodeando el Cerro del Gato (963 m.) por su izquierda, comenzando a descender al tiempo que el pinar va raleando.

Enlazamos con camino que tiene una cadena junto a una caseta. Las miradas vuelven a ser para las sierras alicantinas, y entre campos arados de almendros dispersos, conectamos con otro camino por la izquierda.

En un breve trecho llegamos a las Cases de Pissana, un gran núcleo de casas habitadas y corrales para aperos de labranza para el cuidado de los extensos campos de secano. Caminamos paralelos a la sierra para rodearla por la izquierda.

El camino remonta unas vaguadas para supera el tramo en que se une con la sierra del Carche comenzando a lindar con el profundo barranco de Pissana que las separa. Pasamos junto al sendero balizado que sube al Carche desde esta zona.

Entramos en terrenos abancalados de almendros y luego de olivos, donde vemos un árbol en plena floración, posiblemente un ciruelo de apretadas flores blancas. Identificamos varias casas cueva cercanas.

En un recodo del camino nos acercamos a ver las ruinas de la Casa Raspay, enorme caserón que en sus tiempos dominaba la zona. Poco después, otra gran casa en abandono, aunque sus paredes se mantienen en pie.

Comenzamos a ver el pequeño núcleo de casas de Raspay sobre almendros en flor y en el suelo un reguero de pétalos de flores que el viento ha esparcido. Cerramos esta serena ruta por los solitarios bosques de la sierra de las Pansas.