RUTA CIRCULAR AL ALT REDÓ DESDE CASAS DEL SEÑOR.

Posted by : Vaig a Peu jueves, 4 de marzo de 2021

El Monte Coto es declarado paraje natural municipal el 23 de marzo de 2007. Está situado en la sierra del Reclot y abarca una extensión de 2.400 ha, extendiéndose por los términos municipales de Monóvar, Pinoso, Algueña y La Romana. En Monóvar tenemos un área de 760 hectáreas. En el Paraje Natural Municipal Monte Coto habita una gran diversidad de fauna vertebrada e invertebrada. En relación a la vegetación del Paraje, la cual engloba una gran biodiversidad, podemos matizar sobre todo, la presencia de bosques de encinas y pinos, señalando algún individuo como árbol monumental, el gran oxicedro (Juniperus oxicedrus), situado dentro del recorrido PR-VC 166. Entre los matorrales arbustivos hay predominancia de coscojas, lenticos aladiernos y espantalobos, también nos encontramos el Bupleurum gibraltaricum (adelfila) entre otros. Espartales en las laderas más soleadas y en las zonas umbrosas los lastonares, que suelen estar acompañados por hermosas orquídeas y otras plantas bulbosas. Las principales especies del matorral que se pueden observar son aromáticas, como los romeros, tomillos, rabogatos, zamarrilas y lavandas, junto a éstas las pinchosas aliagas y como no, las bonitas jaras y jarillas, que alegran el camino del visitante. Entre las aves halladas, destacan los majestuosos vuelos de las rapaces diurnas asociadas a medios de naturaleza rocosa, el águila real, el águila culebrera europea, el águila calzada, el gavilán, el azor, el halcón peregrino, el busardo ratonero y el cernícalo común. En cuanto a los anfibios, se presentan varias poblaciones de sapillo moteado, sapo de espuelas, sapo partero y sapo corredor. En los paseos soleados podrás contemplar los reptiles más comunes, como el lagarto ocelado, la lagartija coliroja, la lagartija colilarga, la culebra de escalera, la culebra de herradura y la culebra bastarda. Como patrimonio natural, en el Paraje se encuentran varias caleras y carboneras. El entorno es idóneo para el disfrute y el estudio de la naturaleza, respetando, cuidando y valorando su importancia vital como parte de nuestro patrimonio. Déjate impregnar de la mágica belleza del medio que te rodea y conecta tu relación con el planeta de forma sostenible y comprometida, donde el ser humano y la naturaleza convivan en total armonía.

CÓMO LLEGAR: Por la CV-84 dirección Aspe, antes de entrar en Aspe, por la CV-840 dirección La Romana. En la rotonda toma la CV-834 Monóvar/Pinoso. En el cruce en forma de “T” tomar la CV-83 por la izquierda dirección Pinoso. En unos 3 km. girar a la izquierda por la CV-838 para llegar a Casas del Señor. Aparcar en la Plaza del Socarrat.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: CASES DEL SENYOR / RUINAS / CASITA-HIGUERAS / FONT D’ALMORQUÍ / CASA MADERA / MONTE COTO / IZQ. SENDERO / COLL DEL PÍ DE LA FAROLA / CANTERA DE MÁRMOL / ALT REDÓ / CAVA FRÍA / CASETA DEL BARRANC / SEGUIR RECTO / CAMINO DE CAVA FRÍA / CASES DE LA ROMANA / CANTERA IZQ. / IZQUIERDA / IZQDA. / DEPOSITO DE AGUA / CASES DEL SENYOR.

LA RUTA: Por no repetir ruta desde les Cases del Senyor, hemos montado otra distinta por Monte Coto rodeando el Alt Redó, bajando por Cava Fría y enlazando por el camino de les Cases de La Romana hasta llegar de nuevo a les Cases del Senyor.

Iniciamos desde la plaza del Socarrat buscando por la izquierda el poste informativo del PR-CV 166 que se dirige a la Font de l’Almorquí por un ramblizo que nos saca del pueblo entre vallas y muros de piedra de algunas fincas.

Al dejar el pueblo atrás el camino se torna pedregoso durante un tramo, luego pasamos por una curiosa cata de cantera, todo son piedras y la gente se ha entretenido haciendo numerosos mojones. Vemos las ruinas de un corral.

Entramos en un espacio más abierto con terrenos abancalados, sobre todo de almendros que siguen floridos. Admiramos el gran Caserío de l’Almorquí, por el que hoy no pasaremos y una caseta con dos grandes higueras que no han sido podadas.

Tenemos vistas a la Cantera del Alt Redó al llegar a la Font de l’Amorquí de la que no vemos su caño, siempre está cerrada. Hay un cruce balizado, por la derecha se llega a Las Encebras y de frente por la pista entramos en el paraje de Monte Coto.

En un cruce a la derecha siempre me ha llamado la atención un rústico cartel que dice “AQUELLA CASA AL COSTAT DEL CEMENTERI” haciendo referencia a una casa de madera, y hoy hemos visto piedras en forma de lápidas con cruces, signos y nombres. Me parece extraño que haya personas enterradas.

Con vistas a el Alt Redó y su cantera la pista queda cerrada para vehículos a motor y comienza a acentuarse el desnivel haciendo varias curvas. En un punto marcado la dejamos por la derecha por un sendero entre la pineda.

El sendero se interna en el bosque de pinos haciendo más llevadera la subida, rompiendo la monotonía de la pista a cambio de un silencioso recorrido entre matorral y pinos hasta alcanzar la parte alta de la sierra.

Coll del Pí de la Farola (852 m). Emblemático cruce balizado de pistas y sendas para ciclistas y senderistas. Con miradas al Puntal de Quiles (997 m), por la izquierda iniciamos la subida a la cumbre y retornaremos a este mismo lugar.

Protegido con cemento el camino comienza a elevarnos hacia la cima para en una corta distancia dejarlo por un sendero que ataja una gran curva antes de llegar a las instalaciones de la pequeña cantera abandonada.

Para quien no haya visitado ninguna, el espectáculo es inmenso. Las rectilíneas y pulidas paredes de mármol blanco impresionan. Ver con que precisión han sido cortados enormes bloques dejando escalonados vacíos en la sierra, nos dan una idea de lo fácil que es hacer desaparecer una montaña.

Con vistas al Puntal de Quiles por un lado y a la pedanía de Casas del Señor coronamos la elevación más alta de hoy. El Alt Redó (960 m.), con su moderna garita de vigilancia forestal ocupada por una mujer a la que saludamos.

Es una lástima que la bruma nos impida la habitual contemplación de sierras cercanas como La Pila, La Taja, el Reclot y la serra de Crevillent. Deshacemos el camino de regreso hasta el Coll del Pí de la Farola.

Ahora por la izquierda, tomamos en descenso el sendero del PR-CV 166 a Cava Fría por el Barranc de la Caseta con acentuado desnivel en su inicio por la ladera y que se apacigua al llegar a una altura media cercana a su lecho.

Comienza un agradable recorrido acompañado de muros de piedra seca que sostenía antiguas plataformas abancaladas hoy en desuso e invadidas por un bosque de pinos de espigados individuos que buscan la luz del sol.

Llegamos a la Caseta, las ruinas de antiguos corrales y de la casa que da nombre al barranco, que mantenía en producción los bancales adyacentes, y que el bosque ha ido absorbiendo hasta dejar como un recuerdo del pasado.

Caminamos casi apretados entre el Alt Redó, la escombrera de su cantera y la sierra de la Taja con sus recias cumbres. Un nuevo tramo de muros de piedra seca nos acompañan hasta finalizar el Paraje de Monte Coto.

Proseguimos recto después de la cadena que corta el paso a vehículos a motor, por el Camino de la Cava Fría protegido al principio con cemento. Comenzamos a rodear las últimas estribaciones de la sierra de la Taja.

Por cuidados caminos carreteros con pocos desniveles, discurrimos entre casas y fincas de labranza donde predomina el cultivo del almendro que sigue florido, los viñedos y emparrados para uva embolsada.

Con vistas a la Penya de la Zafra alcanzamos un nutrido grupo de casas conocidas como Casas de La Romana, luego otra casa y rodeamos por la izquierda los restos de una pequeña cantera o cata abandonada.

En la otra vertiente, las miradas son a la mole Puntal de Quiles y plantaciones de viñas y parras ahora más abundantes junto con los almendros. Pasamos por una gran balsa de riego que ayuda al mantenimiento de esta producción.

Lindamos con los restos de pineda y el depósito de agua potable que suministra al pueblo al que nos vamos acercando. Vemos grandes construcciones de nuevos chalets que están cercando con espaciosos terrenos.

Entre almendros comenzamos a distinguir el campanario de la iglesia de les Cases del Senyor donde cerramos esta tranquila ruta en la plaza del Socarrat, que siempre a estas horas huele a delicioso arroz con conejo y serranas.