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- LOS ÁLAMOS CENTENARIOS, SIERRA DE BAZA.
Posted by : Vaig a Peu
sábado, 16 de noviembre de 2019
En la ribera de los álamos centenarios, unos 200 robustos árboles de casi tres siglos flanquean el arroyo Bodurria. Los más longevos pobladores del Parque Natural de la Sierra de Baza rondan los 300 años. Y no tratan de ocultar su edad con artimañas estéticas. Las arrugas de sus cuerpos rechonchos y deformes han sido talladas tan profundamente por el sol, el viento y la nieve que en ellas se pueden escarbar con los dedos de la mano. Los casi doscientos álamos negros (Populus nigra) centenarios que componen el majestuoso bosque galería, convivieron durante lustros con los casi cinco mil habitantes de la zona... Hoy, junto a los robustos árboles, sólo quedan las ruinas de sus casas... La soledad de los árboles rara vez se ve alterada por el hombre. El Parque Natural Sierra de Baza, situado en la parte nororiental de Granada, es uno de los menos visitados de toda la provincia. La aridez de la comarca que rodea la sierra no invita a imaginar los bellos paisajes y la rica biodiversidad -animal y vegetal- que encierra en su interior... Cada árbol constituye un pequeño ecosistema en sí mismo. En las oquedades de los longevos troncos pueden habitar insectos, aves y pequeños mamíferos. explicaba José Ángel Rodríguez, Presidente del Proyecto Sierra de Baza. Los álamos conviven junto a otras especies comunes en la vegetación ribereña, como sauces y cerezos silvestre. Pero también con árboles más atípicos. A pocos metros de las ruinas de Los Mellizos, junto al cauce del arroyo, existe un monumental castaño, también centenario, con un perímetro de tronco de casi cinco metros. La cortijada de Los Mellizos estuvo habitada hasta mitad del siglo. Las ruinas muestran los restos de una rudimentaria arquitectura basada en los recursos del entorno: muros de piedra unidos con mortero y techos de viga con pizarra y launas.
CÓMO LLEGAR: Desde Baza, por la A-334 hasta Caniles, girar a la derecha por la GR-8101 dirección Escullar. Seguir hasta pasar el mojón antiguo del km 23, hay espacio para aparcar a la derecha.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: INICIO / CORTAFUEGOS / SENDERO DE LOS ÁLAMOS / FUENTE DE LA FRAGÜILLA / CORTIJO DE LA FRAGÜILLA / ÁLAMOS CENTENARIOS / CEMENTERIO DE LOS MELLIZOS / CORTILADA DE LOS MELLIZOS / CASTAÑO CENTENARIO / CORTIJO ORRIVALI / FIN DEL SENDERO DE LOS ÁLAMOS / PRESA Y PANTANETA DEL ARROYO BODURRIA / PRESA / BARRANCO DE LAS CASAS / CASAS DE SANTA OLALLA / BADEAR ARROYO / ARRIBA SIN SENDA / ENLACE PISTA / MIRADOR DE BAREA / CARRETERA / INICIO.
LA RUTA: Este fin de semana, antes de que termine el otoño, venimos a Baza a recorrer su Parque Natural. En otras ocasiones ya subimos a sus altas cumbres pero ahora pasearemos por sus diminutos valles y arroyos.
Para hoy hemos elegido una ruta circular por la ribera de los álamos centenarios siguiendo el curso del arroyo Bodurria para regresar por el Mirador de Barea. Hace un ambiente fresco (-4º) pero no sopla el aire.
Iniciamos desde el aparcamiento junto a la carretera (1.923 m.) que será nuestra mayor altura de hoy, iremos descendiendo paulatinamente para ir subiendo al regreso. Tomamos el camino de la izquierda, con un panel de la ruta.
El camino se abre paso entre los pinos de replantación y enseguida nos acompaña el inicio del barranco del Aguardentero con su tímido cauce seco. También por la derecha vemos en lo alto de la loma la franja deforestada de un cortafuegos.
Pasamos cerca de las ruinas de una casa o antiguo cortijo sin nombre en los mapas. Parece que las nubes se van deshilachando y el barranco se une al arroyo Bodurria ensanchando un poco más su cauce poblado de arbustos y matorral.
El arroyo Bodurria es uno de los principales cauces del Parque debido a que emerge en un entorno semiárido, donde las precipitaciones no son muy abundantes ni regulares; cobra pues importancia en esta zona como arteria vital para los hombres, animales y plantas.
Poco después en el cauce del arroyo, y sobrepansado en altura a toda la arboleda aparecen los primeros ejemplares de álamo, todavía mantienen hojas entre verde y amarillo pajizo. El suelo comienza ha alfombrarse de hojas caídas.
La escarcha blanquea las hojas en el suelo. El cauce serpentea sinuoso para acercarnos a la alargada pileta abrevadero de la Fuente de la Fragüilla (1.740 m.), que suministra un chorrillo de agua de una manguera de goma negra.
Sin embargo a unas decenas de metros y tras una barrera de álamos aparece otra fuente con una pileta más curiosa; formada de barriles metálicos cortados por la mitad y conectados entre si. El último y más desprotegido, está congelado.
Ésta mana del caño en un pequeño muro pero no sabemos cual es la original. Arriba a la izquierda distinguimos el Cortijo de la Fragüilla, a quienes pertenecen estos terrenos y posibles rebaños que ahora no vemos.
Comienza el desfile de los álamos negros, del latín Populus nigra, recibe este nombre por las costillas negruzcas que se forman en la corteza con el paso de los años y cuyas arrugas muestran los efectos del sol, el viento y la nieve.
Flanquean el arroyo Bodurria desde hace unos 300 años con su aspecto retorcido y curvo que parece ser el que los salvó de ser talados ya que no eran aptos ni para el aprovechamiento maderero ni para la construcción.
No merecía la pena emplear grandes esfuerzos para cortarlos primero y transportarlos después, desde este lejano lugar, que tampoco contaba con camino practicable.
Este árbol puede permitirse el lujo de perder la hoja en otoño ya que dispone de agua suficiente para formar otra nueva, tiñendo el paisaje antes de que éstas caigan de tonos amarillos. Impresiona el tamaño de los más gruesos.
Al no estar cuidados, la poda la ejerce la naturaleza, los vientos y el peso de la nieve quiebran ramas y troncos que luego crecen a su libre albedrío, dejando en el cauce los resto de poda que con el paso del tiempo sirve de alimento y abono.
Cruzamos a la otra orilla del arroyo donde los álamos comienzan a ralear mezclándose con coníferas y araucarias de replantación, con sus curiosos frutos. Nos vamos alejando del cauce del arroyo Bodurria, en dirección a una loma.
Alcanzamos la aldea o Cortijada de los Mellizos (1.718 m.) integrada por un significativo grupo de casas de piedra con el tejado de pizarra y launa, también llamadas de "tierra roja", actualmente en situación lamentablemente ruinosa y de abandono.
Ya era citada en el Catastro de Ensenada (1753). Otrora importante lugar de transacciones y mercado bisemanal de esta sierra (los días 2 y 16 de cada mes). Las permutas e intercambios de mercancías eran lo más corriente.
Donde la moneda apenas se utilizaba y la mayoría de la población vivía al margen de la economía monetaria. Tal fue la importancia de este mercado, que era conocido fuera de las fronteras meramente comarcales.
Acudían vendedores ambulantes con caballerías cargadas para cambiar las mercaderías que por los productos que ofrecían los serranos: patatas, trigo, centeno, lentejas, queso, huevos y frutas. Hasta que en los años sesenta la aldea quedó completamente deshabitada y abandonada.
Los Mellizos no solo contaban con iglesia propia, sino que también tenían su cementerio cristiano, en el que tuvo lugar su último enterramiento en 1963; hoy se encuentra lamentablemente rodeado y escondido entre los pinares de repoblación.
Bajamos de la loma cruzando el arroyo y tomando de nuevo el sendero que nos acerca al Castaño Centenario, posiblemente el de mayor tamaño (4,55 m. de tronco) del Parque Natural de baza, y cuya edad se estima en 400 años.
El sendero continúa de nuevo entre coníferas y chopos para volver luego a álamos, más jóvenes y espigados cerca del cauce. Entre la arboleda se distinguen las ruinas del Cortijo Orrivali y más tarde el cartel que da fin o inicio al sendero de los álamos.
Seguimos avanzando por el cauce entre los álamos viejos, con zonas y recuadros que han sido replantados, ya que están alineados con simetría y son ejemplares más lozanos y delgados que buscan la luz del sol.
Cambiamos de ladera subiendo un poco para pasar cerca de una antigua presa que servía para retener las aguas del arroyo Bodurria. Marcamos un Waypoint para el regreso, donde haremos un corto tramo campo a través.
Desde lo alto de la ladera comenzamos a ver las casas de Santa Olalla en la otra vertiente. Bajamos al cauce del arroyo donde otra presa artesanal nos cierra el paso, podemos subir por un lateral o vadeando el arroyo entre la maleza.
Esta bella aldea de la Sierra de Baza, se localiza en la ribera del arroyo Bodurria, a la altura del llamado Barranco de Las Casas, el que desciende desde el Calar de Rapa a 1.480 metros de altitud. La zona ha estado habitada hasta hace apenas unos años.
Siendo esta aldea el último reducto de presencia humana en el arroyo Bodurria, la principal columna hidrográfica de esta Sierra y que unos kilómetros más abajo, ya en el término de Caniles, tras juntarse con la Rambla de Granada, pasa a denominarse Río Gállego primero y Río de Baza después.
Las Casas de Santa Olalla fue un importante núcleo de población de la Sierra de Baza, de cuya importancia nos puede dar idea ahora el paseo por sus ruinas, llegando a contar con un molino de agua, el llamado Molino de Barragán, que se emplazada en la margen derecha del arroyo Bodurria.
Esta zona conserva, aunque muy deteriorado el sistema de riego con el que estaban dotadas sus terrazas de cultivo, en las que se cultivaban patatas de una calidad excepcional, de modo que aún podemos localizar algunos de los acueductos y presas con los que los serranos tomaban el agua para conducirla hasta sus terrenos de labor.
Para el regreso, descendemos de nuevo al cauce vadeando el arroyo y subir a la otra vertiente, conectar con el sendero y subir campo a través hasta enlazar con la ancha pista de tierra. Por la derecha, y siempre en ascenso comienza un largo recorrido.
Por el bien cuidado camino nos deslizamos entre colinas, lomas y vaguadas hasta que un gran roquedo rompe la monotonía, el Mirador de Barea, que en días claros nos dejar ver sierra Nevada, Cazorla, Segura y las Villas, Castril y la Sagra.
Proseguimos hasta ensamblar con la carretera GR-8101 y poco después al aparcamiento donde finalizamos esta agradable ruta otoñal por los álamos centenarios, el curso del arroyo Bodurria y sus aldeas y cortijos.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI.
DISTANCIA: 14,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:45 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.923 M. (Inicio ruta)
ALTURA MÍNIMA: 1.560 M. (Pie de Presa aldea de Santa Olaya)
DESNIVEL POSITIVO: 465 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 464 M.
DIFICULTAD: MODERADA.