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- LA CASAMATA DEL GURUGÚ, EL CERRO ROLDÁN, EL PUNTAL DEL MOCO Y EL PORTÚS.
Posted by : Vaig a Peu
sábado, 7 de septiembre de 2019
La Batería antiaérea de Roldán está emplazada en la cima del Monte Roldán, con una cota de 485 metros sobre el nivel del mar. Para la subida existe una carretera de piedra machacada, de fuertes pendientes y cerradas curvas. El camino parte de Zona la Militar de Algameca, aunque existen sendas que llegan a la cumbre partiendo de las laderas del Este de dicho monte. Proyectadas y artilladas durante la Dictadura de Primo de Rivera y la II República, para dar cobertura antiaérea a las nuevas baterías de costa Vickers de 15,24 y38,1. Cada una de estas unidades estaban artilladas con 4 cañones Vickers de 105/45 modelo 1923 antiaéreos, con montaje de candelero, con un sector de tiro horizontal de 360º, montados a barbeta, con un alcance horizontal de 13.400 metros y un techo máximo de 7.000 metros, con espoleta a tiempos de 22". Contaban con Dirección de Tiro tipo Vickers. Estaban montadas sobre edificaciones enterradas, que le servían de repuestos y depósitos de municiones. Las cuatro primeras baterías (Atalayón, Roldán, Conejo y Cabo Negrete) se artillaron antes del año 1935 pensando solo en la defensa antiaérea de las baterías de costa. Pero al finalizar dicho año se artillan las dos restantes, cuando en el citado año se pensó en la ampliación de dicha defensa antiaérea, para proteger la Base Naval y la Ciudad. El hecho de haber sido montadas en tiempos distintos, en una época en que la aviación estaba en plena evolución, modificó, sustancialmente, la forma del despliegue de los cañones antiaéreos. Las baterías montadas antes de 1.935, lo hacían de forma análoga a las baterías de costa Vickers de 15,24. En el segundo caso, ya no se colocan las piezas en línea paralela a la costa sino en los vértices de un trapecio imaginario, para reaccionar contra los aviones procedentes de todas las direcciones, y no solo los procedentes del mar. Quedó fuera de servicio y posteriormente desartillada en el año 1965. Esta fortificación tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), de acuerdo con la adicional segunda de la vigente Ley de Patrimonio Histórico.
CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 dirección TORREVIEJA-CARTAGENA, continuar por la Carretera de Tentegorra, girar a la derecha por Avenida del Portús. Dejar el coche en el parking junto a los depósitos del Taibilla.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: INICIO / SENDERO IZQ. / ALAMBRADA / ATAJAR DCHA. / CASAMATA / BATERÍA DE ROLDÁN / CERRO ROLDÁN / SENDA / COLLADO ROLDÁN / CUEVA / COLLADO DEL MOCO / PUNTAL DEL MOCO / PUNTA DEL MOCO / PLAYA DEL PORTÚS / CALA DE LA LOSA / RAMBLA DEL PORTÚS / SENDA IZQ. / MORRA DEL PINO / FINAL.
LA RUTA: Volvemos de nuevo al cerro Roldán con variantes en la subida y bajada, ampliando el recorrido circular hasta el Puntal del Moco y la playa del Portús. Es nuestra primera ruta oficial después del parón del verano.
Iniciamos desde el parking, muy concurrido a estas horas y siguiendo las marcas del GR-92 que recorre el litoral cartagenero de punta a punta. Entramos en una zona de pinar cruzándonos con mucha gente en ambos sentidos: caminantes, senderistas y corredores.
Poco después, en unos seiscientos metros, dejaremos el camino por la izquierda, por una incipiente senda que nos acerca a una valla metálica. Entramos en un pequeño y frondoso pinar escalonado con muretes de piedra que tenemos que ir superando.
En la parte alta, entre los pinos, tenemos vistas en 3D de diversas siluetas montañosas entre ellas la del Monte de San Julián. Comienza un suave descenso pegados a otra valla metálica que nos acompaña hasta el fondo del barranco.
El sendero cruza el cauce y empieza a remontar por la ladera, dándonos vistas lejanas a Cartagena y más próximas al cerro Roldán con sus dos espectaculares cimas. La subida se hace exigente y prolongada.
En los descansillos vemos la cercanía de los muros de piedra que soportan el ancho camino de servicio que viene desde la Algameca; que con fuerte pendiente y prolongadas lazadas recorre de parte a parte la cara sur de la montaña.
Una vez alcanzado el camino tenemos miradas al puerto de Cartagena y a la Algameca. Con el fin de evitar una lazada del camino, por la derecha subimos sin senda por la ladera atajando hasta la siguiente curva.
Ahora no queda más remedio que armarnos de paciencia y seguir subiendo por el monótono trazado del camino que con sus largas lazadas rasga la ladera del monte, al tiempo que se amplían las vistas al mar y al interior.
Lo más positivo es que con la altura las miradas crecen y aparecen nuevos elementos en el paisaje, y en el recortado litoral vemos flotando la solitaria isla de las Palomas, mientras se va deshilachando la bruma.
Poco a poco llegamos a la parte alta y nos salimos del camino para subir a la cima del monte Gurugú que veíamos desde el barranco, en la cumbre queda una casamata mimetizada exteriormente con piedras de la montaña.
Su estado de conservación es bueno y su interior muy limpio. Tiene tres ventanucos rectangulares por los que abrían fuego antiaéreo. Retornamos al camino principal pero antes de entrar a la batería subimos a la loma de la izquierda.
Sin sendero al principio, avanzamos por la loma asomándonos al precipicio. Las vistas vuelven a maravillarnos desde la isla de las Palomas hasta Cabo Tiñoso, una recortada y amurallada costa montañosa.
Lomeamos pasando por otras casamata con miradas a la ensenada cartagenera hasta entrar en las instalaciones militares donde estuvo artillada hasta 1965 la batería antiaérea de Roldán, y solo quedan sus muros.
Bajamos a los puestos de mando con su arquitectura inspirada en líneas vanguardistas nos recuerda a las obras Gaudilianas y constituye una de las edificaciones más singulares de las construidas para la defensa de la Base Naval de Cartagena.
Nos paseamos por los restos de las instalaciones, y por la derecha vamos al punto geodésico del Cerro Roldán (470 m.) según el mapa de la zona, pero las instalaciones donde estaban artilladas las baterías se sitúan en un punto más elevado, a 494 m.
Desde los restos de una antigua garita tenemos nuevas miradas a la Algameca y a unos pasos el vértice geodésico de Roldán (470 m.) donde se amplían hasta el campo, la ciudad y la Base Naval de Cartagena.
A unos metros más abajo hay otra casamata en perfecto estado, desde sus ventanucos comprobamos la perfecta visibilidad para repeler los ataques aéreos desde una posición resguardada y de difícil detección.
Desde la casamata comienza un incipiente y vertical descenso por un sendero poco estable que nos bajará hasta el collado. A medio recorrido se torna más firme y nos permite contemplar bellas panorámicas al mar.
Collado Roldán (308 m.), encrucijada de senderos donde podemos contemplar esta bella marina mediterránea. Debemos continuar de frente, por el GR-92 en dirección al Cabezo de la Estrella (418 m.).
Empieza un precioso recorrido a media altura, que surca las rocosas laderas de las erosionadas montañas rojizas con poca vegetación y multitud de cárcavas y oquedades que le dan un aspecto salvaje y agresivo.
A medio camino, mirando hacia atrás vemos la mole del cerro Roldán que dejamos en la distancia, y por delante, la elevación del Puntal del Moco, por donde asoma metiéndose en el mar, el cabo Tiñoso.
Alcanzamos el collado del Moco. Dejamos el GR-92 que sigue por la derecha y tomamos el inclinado sendero que sube a la cima. La altura nos confiere importantes miradas al cabezo de la Estrella y al Portús.
Puntal del Moco (389 m.) un reducido espacio pedregoso nos ofrece espectaculares vistas al Portús y a la cala de la Losa, y a la gran ensenada hasta el cabo Tiñoso por el oeste, por el otro lado, la menos vistosa y agreste costa.
La bajada hay que hacerla por la arista, evitando las ramblas demasiado verticales. Tiene algunos mojones pero es terreno muy inestable con mucha pendiente, a cambio las vistas son extraordinarias. Pasamos junto a la cueva del senderista.
Poco después al otro lado de la arista, veremos la cueva Vistalegre, haciendo referencia al paisaje que por otro lado se las trae, haciendo una bajada con precaución y muy contenida. El bello rincón merece el esfuerzo.
Tenemos que ir girando a la izquierda para llegar a la playa que desconocíamos que era nudista, por lo que caminamos por las instalaciones de camping, que también lo es. Hacemos una transición rápida para no molestar.
De todas maneras en el sendero de bajada hasta la playa nada indica su condición, por lo que nos sentimos ajenos a las molestias. Enlazamos con la rambla del Portús donde hay algunos coches aparcados y seguimos por su interior.
El tránsito por la rambla del Portús resulta monótono por su piso de aluvión y secas laderas con motas de cañaveral. Al ser un tramo plano con poco desnivel ascendente avanzamos con rapidez hasta salir de la rambla.
Más tarde por camino de tierra y de nuevo con vistas al Roldán, tomamos un sendero a la izquierda evitando la subida a la Morra del Pino, para poco a poco rodeando la ladera entrar en la urbanización y cerrar la ruta.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 14,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 06:40 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 494 M. (Cerro Roldán)
ALTURA MÍNIMA: 0 M. (Nivel del mar el El Portús)
DESNIVEL POSITIVO: 766 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 763 M.
DIFICULTAD: ALTA.