El primer escrito que se conoce referido al pueblo es el de “Castell de Tarbana”. La grafía actual aparece en el año 1274 cuando el rey Jaime I dona a su dama, Sibila de Saga, la “Fortificación de Tárbena”. Más tarde ya se habla de “Valí de Tárbena” y “Baronía de Tárbena” Antes de ser dominado por Jaime I, el castillo de Tárbena perteneció a Abu-Abdalá-Ben-Hudzail, apodado Al-Azrach. Después de dos siglos de vicisitudes en 1445, un valenciano, Guerau Bou adquiere el castillo de Tárbena con todo su valle por la cantidad de 47.200 sueldos. Un momento crucial de nuestra historia es el año 1609: Se decreta la expulsión de los Moriscos y este lugar así como tantos otros del Reino de Valencia quedan despoblados. Catalina de Moneada esposa del Marqués de Aitona y Virrey de Baleares y Aragón intenta la repoblación de estas tierras por dos veces, en 1612 y 1616. Los colonos procedían de Mallorca. Ellos nos legaron la lengua y costumbres que perduran muy arraigadas.
CÓMO LLEGAR:Por la Autopista AP-7 A-7 hacia Albacete, salida por la A-7 en dirección BENIDORM/VALENCIA hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 hacia La Nucia y Polop, por la CV-715 a Callosa d’en Sarriá, Bolulla y Tárbena. Dejar el coche en el aparcamiento.
COMPONENTES:VICENTE Y CAROL
ITINERARIO:PARKING / IGLESIA / FONT D’EN MIG / DECHA. / PANEL / FONT DE BENISSALIM / BCO. DE BINARREAL / POSTE IZQ. / PISTA DCHA / CARRETERA-DCHA. / IZQ. CAMINNO / MESA / CORRAL / BARRANCO-1 / BARRANCO-2 / BARRANC DES PAS / CORRALET-BC. SA FONT / DERECHA / CORRAL COCHE / CORRAL D’EN FARTERA / FONT DELS OLBIS / MIRADOR / DERECHA / DCHA. / IZQDA. / PISTA / DECHA. SENDA / SENDA MAMPOSTERÍA / PAS TANCAT / DCHA. / IZQDA. / DCHA. / FONT BENIPLÁ / IZQDA. / PANEL / PARKING.
LA RUTA:A Tárbena por ver los almendros en flor. Quizás no sea el mejor día, pero lo vamos a intentar. Como está previsto sopla un fuerte viento con rachas superiores a 25 km. Cambiamos el sentido de la ruta par ir más protegidos.
Iniciamos desde el parking de arriba, bajando por las estrechas calles del pueblo hacia la plaza de la iglesia, todo está tranquilo y solitario. Seguimos por la calle de la izquierda para salir a la Font d’en Mig donde alguien está rellenando unas botellas.
Continuamos hasta cruzar la carretera CV-715 por donde hay un panel de la ruta junto a un muro de bancales de almendros. Subimos por la encrespada cuesta de cemento; hacia atrás, entre almendros en flor se queda el pueblo.
Al llegar arriba, tocamos de nuevo la carretera pero nos vamos por la derecha, por el camino que baja al barranco de Binarreal. Antes, entre los techos de uralita de una nave, vemos los restos de murallas del Castell de Tárbena.
El camino nos protegerá del viento al tiempo que nos introduce en un diminuto valle, en cuyas terrazas abancaladas se cultivan almendros, hoy en flor, y los cerezos, con varas y yemas hinchadas, apunto de reventar.
Pronto llegamos a la Font Benissalim, manando por su gran caño agua fresca que hace rebosar sus piletas y abrevaderos. Para nuestra sorpresa, el resto del camino esta en obras, socavado para una tubería de agua.
Descendemos algo incómodos. Mientras el valle de la Solana del Carrascal de Parcent se abre; en la otra ladera el sol alumbra los pinares y la Serra del Ferrer hace de muralla. Atravesamos el lecho del barranco de Binarreal.
Seguimos por la derecha de la carreterita interior que recorre el valle, pasando por delante del bonito Hotel Rural Lehmi, para poco después de las vallas de grandes chalets, girar a la izquierda en ascenso por una pista asfaltada.
La elevación nos da vistas por detrás a la otra ladera del valle con la rocosa Penya del Castell. Los cultivos pasan a ser de olivar con algunos almendros y viejas casitas de campo. Junto a unas ruinas el camino pasa a ser de tierra.
Luego hace una cerrada revuelta en ascenso para seguir por la derecha entre nuevos restos de casas, por una pista interior pasamos por los altos muros de piedra seca de hermosos chalets y volvemos a tener vistas del valle.
Salimos de nuevo a la carretera CV-715, esta vez, la seguimos unos metros por la derecha, para enseguida dejarla por la izquierda, por un camino de tierra que sube entre muros de piedra. Nuevas panorámicas.
Sinuoso, el camino avanza en leve subida por bosquetes de carrascas; bajo una de ellas hay una mesa y un banco de piedra, con varias rocas que hace de taburete. En algunos tramos el camino está protegido por cemento.
Entramos en plena sierra y las casas de campo están muy separadas, las carrascas dejan paso al pinar. El paisaje se ensancha, la Penya del Castillo queda alejada y entre el bosque de pinos se distinguen manchas rosadas de almendros en flor.
Con la altura las vistas siguen creciendo y el Bérnia ya asoma por encina de la Serra del Ferrer, y por delante sobresale la Penya des Pinets y a los pies del Corral d’en Fartera unas preciosas franjas de coloridos almendros.
Poco a poco el camino se convierte en sendero y comienza a descender moderadamente. Llegamos a las ruinas de un corral donde hay un pozo no muy profundo rodeado de piedras. El sendero se abre paso entre la rocosa ladera.
Atravesamos dos barranqueras que desembocan más abajo en el Barranc del Pas y que también cruzamos más adelante, después de que el sendero se retuerza antes de llegar al Corralet y el Barranc de sa Font.
Giramos a la derecha comenzando a subir levemente para alcanzar las ruinas de otro corral, que en el otro lado hay un chasis de un viejo coche volteado y totalmente oxidado. Enseguida vienen los restos del Corral d’en Fartera.
Esta zona siempre ha sido de pastoreo de ganado caprino. Por camino más ancho y empinado vamos salvando las terrazas de bancales con muros de piedra seca pobladas de almendros en flor que miran al Bérnia.
Al final de la cuesta giramos a la izquierda para llegar a la alargada pileta de la Font dels Olbis y a continuación al caserío de Bixauca. Los ladridos del perro hacen salir a su dueño que se ha refugiado dentro por el fuerte aire.
Seguimos subiendo una larga rampa de camino que nos sitúa a los pies de la Penya des Pinets y que será nuestro punto más elevado de la ruta. Las miradas se amplían por completo a ladera de almendros, Bérnia y Serra del Ferrer.
En una curva llegan hasta el mar, con Serra Gelada, Ponoig, Puig Campana, Aitana, la Aixorta y el Barranc de la Canal en la Serrella, menudo elenco. El descenso serpentea por la ladera pasando cerca de unas colmenas.
Llegamos a la carretera CV-752 que va a Castell de Castells, seguimos unos metros por la izquierda para entrar en el Área Recreativa As Pou que forma un espléndido mirador, pero que hoy es imposible pararse por la fuerza en que sopla el viento.
Continuamos por la carretera unas decenas de metros más y giramos a la derecha cruzándola, hay poste informativo junto a las casas y tomamos el camino de la derecha que las rodea por un pasillo de pineda. El viento sigue golpeando.
Más adelante giramos a la izquierda, por otro camino en suave ascenso por la loma, y a la derecha con bancales escalonados con muretes de piedra seca y algo de olivar. En este recodo quedamos protegidos del aire.
Poco más arriba el camino pasa a ser de asfalto y conocido por Camí de Sa Puja d’an Bossa. Vuelven las vistas al mar con Benidorm, Serra Gelada y el Bérnia, mirados desde los profundos barrancos del río Bolulla.
En suave descenso alcanzamos un nuevo desvío balizado a la derecha, junto a unos almendros en flor, por un formidable sendero sobre mampostería que recorre la parte alta del Barranc de les Lletres para llevarnos a la otra ladera.
Desde este lado vemos el sinuoso trazado que recorta la otra ladera haciendo varios zigzags. Al llegar al centro la mirada es a la exuberante vegetación del valle. Hacia atrás vamos viendo el precioso trazo recorrido.
Tras una derruida casa de aperos llegamos a una bonita plataforma de bancales de almendros floridos y por la derecha el sendero prosigue hasta el Mirador del Pas Tancat o al cerro de Sa Montanya (680 m.), al que hoy no subiremos por el aire.
Bajamos un poco para asomarnos al Mirador del Pas Tancat. Por la enorme fisura que separa los dos farallones podemos ver un enorme peñasco de cara plana y romo en la punta que parece obstruir el barranco.
Volvemos sobre nuestros pasos y por el bancal de almendros tomamos el camino de bajada que suavemente nos deja en el fondo del Barranc de les Lletres, pasando por unos escalonados bancales de cerezos.
En la otra vertiente remontamos por una pista de tierra entre pinos para tomar un desvío por la derecha en moderado descenso, y luego en un giro a la izquierda y otro a la derecha nos sitúa en los bancales de almendros en flor.
Este es un rincón maravilloso de terrazas escalonadas en la ladera con muros de piedra seca y abarrotadas de almendros floridos. La estrecha senda que los atraviesa nos permite deleitarnos de este colorido paraje.
Una diminuta casa de aperos y otro tramo de sendero nos consiente nuevas vistas bajo los almendros a la ventana del Pas Tancat, mientras tanto llegamos al pozo y Font de Beniplá junto a las huertas particulares.
Comenzamos a subir entre las huertas con sus plantaciones de habas y cardos, dando las últimas miradas al paisaje montañoso. Alcanzamos nuevas terrazas de almendros y un depósito metálico de agua para incendios.
En la parte alta ya vemos las primeras casas de campo del pueblo y la Penya del Castell des Moros. Por pista de cemento en suave descenso y con miradas al Bérnia cerramos esta preciosa ruta, soleada pero con fuerte viento.
RECORRIDO:CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA:SI. (En la Font d’en Mig, la Font de Benissalim, la Font dels Olbis y la Font de Beniplá)
DISTANCIA:14,2 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:04:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA:784 M. (Camino de la Font dels Olbis, a los pies de la Penya des Pinets)
ALTURA MÍNIMA:365 M. (En el Barranc de Binarreal)
DESNIVEL POSITIVO:759 M.
DESNIVEL NEGATIVO:756 M.
DIFICULTAD:MODERADA.
