Posted by : Vaig a Peu jueves, 24 de mayo de 2018

"Echeide/Echeyde" era el nombre que le daban los antiguos aborígenes tinerfeños al gran volcán, en su mitología en el edificio volcánico vivía "Guayota", una figura demoníaca de vital importancia en su cultura, representativa de "el Mal". Aunque el volcán en sí, ha tenido muchos nombres según las culturas antiguas que lo descubrían. El Parque Nacional del Teide ocupa la zona más alta de la isla de Tenerife, Isla capitalina del Archipiélago Canario, situado al norte de África en el Océano Atlántico, cerca de la costa de Marruecos. El Parque Natural del Teide es el mayor y más antiguo de los Parques Nacionales de las Islas Canarias y uno de los más antiguos de España (1954). En el P.N del Teide se encuentra el volcán que le da nombre con su punto más alto (Pico Teide) en las coordenadas: 28°16'20.9"N 16°38'33.1"W. La ONU ha destacado al Teide como uno de los 16 volcanes de la época, lista de los volcanes más peligrosos del mundo. El colosal edificio volcánico es increíblemente sorprendente, tal ha sido la actividad volcánica en la zona que se considera uno de los puntos geológicos más importante y bajo estudio continuo del mundo. Desde su formación, la cual echa por tierra muchas hipótesis sobre su génesis hasta su actividad futura inminente (a efectos geológicos) según los estudiosos. Por supuesto la actividad volcánica va de la mano de una gran actividad sísmica la cual se suele dejar notar a percepción de las personas hasta varias veces al año. No solo la actividad volcánica y sísmica puede ser peligrosa en la zona, los procesos de ladera, los túneles volcánicos huecos, cavidades acuíferas, galerías... en ocasiones también generan perjuicios de movimientos de masa de tierra. Esto junto a la rápida oxidación de los minerales de origen volcánico, la aceleración por temperaturas relativamente altas y un clima muy húmedo en la zona Norte, provocan procesos de edafogénesis con un fuerte componente de tixotropía, que conlleva en ocasiones a grandes desplazamientos de tierra en las laderas de la isla. Por otro lado el Parque Nacional del Teide consta de una comunidad  biológica prácticamente única en todo el mundo, las grandes brechas que abre en el ecosistema un biotopo de alta montaña sumamente particular de base volcánica y alimentado por la humedad de los vientos alisios del Océano Atlántico ha generado multitud de especies endémicas así en la flora como en la fauna que destacaremos mas adelante. Mas estas, están muy condicionadas, por lo cual sufren una gran vulnerabilidad y carecen de un equilibrio muy estable, por ello, el marco legal amplio que rodea este ecosistema tan particular.
CÓMO LLEGAR:Por la TF-21 hasta la Base del Teide Majúa y Telesférico.
COMPONENTES:VICENTE Y SUSI.
ITINERARIO:TELEFÉRICO / LA RAMBLETA / MIRADOR DE PICO VIEJO / MIRADOR RAMBLETA-1 /  MIRADOR RAMBLETA-2 / POR LA DERECHA / DESVÍO AL MIRDOR / MIRADOR DE LA FORTALEZA / CAMINO DEL REFUGIO / REFUGIO ALTAVISTA.

LA RUTA:Subir al Pico Teide no es fácil, y no lo digo solo por el esfuerzo. Estamos en el entorno de un Parque Natural muy protegido y controlado, donde no pueden subir más de 200 personas al día, desde las 10:00 a las 17:00 y para hacerlo a la cumbre hay que solicitar un permiso especial con varios días de antelación. En estas fechas y hasta el final del verano casi todas las plazas del teleférico están reservadas y más aún las del refugio Altavista. Solo existe una posibilidad de acceder a la cumbre sin el control, ni el permiso especial, y es pernoctando en el Refugio Altavista. A éste se puede llegar de dos maneras: con teleférico, descendiendo 150 m. de desnivel en media hora, o a pie, caminando desde Montaña Blanca en unas 03:30 horas superando más de 900 m. de desnivel. Todas las personas que duerman en el refugio podrán subir a la cumbre hasta las 09:00 horas en que llegan los guardas y comienzan los controles.

Esta vez al estar en Tenerife es distinto. Tenemos reservado el Teleférico a las 16 horas y luego bajaremos al refugio a pernoctar, conseguimos la reserva de milagro. Mañana, al descender del Teide, Susi bajará con el Teleférico y yo tengo pensado hacerlo a pie por la ruta nº 9 del Pico Viejo.


Tras el desayuno salimos tranquilamente, pensando en hacer varias paradas de camino. La primera en  La Orotava. El día esta tapado y nuboso; paseamos por el ayuntamiento y el hermoso jardín del Liceo de Taoro.













Caen unas gotas y nos refugiamos en la iglesia de San Agustín hasta que deja de arreciar. Continuamos por la Casa de los Balcones  y otras ilustres casonas, admirando sus bellas y cuidadas fachadas de estilo tradicional.


Proseguimos viaje conectando con TF-21 que en moderada subida nos va elevando. Solo cuando superamos la capa del mar de nubes, el día se torna claro. Nos detenemos en el Centro de Visitantes del Portillo.

La imagen del Teide ya lo ocupa todo. Los guardas del Parque Nacional nos informan que no podré hacer la ruta de bajada desde Pico Viejo. Durante este mes los lunes, miércoles y viernes hay control cinegético del muflón en esa zona.


Si podría hacerlo por Montaña Blanca desde el refugio Altavista, pero no me seduce la idea, hace 5 años ya subimos por esa zona. Me quedo contrariado, mientras, vamos parando en el Domo de Montaña Rajada y las minas de piedra pómez.













Nos detenemos en los miradores astrovolcánicos  y en el Tabonal Negro con sus magníficos campos de lava. Llegados al Parador Nacional, comemos en la cafetería para luego acercarnos a los Roques de García. 












Desde esta perspectiva la imponente imagen del Teide lo acapara todo, no puedes dejar de mirarlo con su espectacular hendidura central que lo raja de arriba abajo, dejando al descubierto la tierra calcinada de las fumarolas.


No hacemos el recorrido completo pero nos elevamos por las escalinatas buscando los mejores ángulos fotográficos para inmortalizar tanta belleza. Recordamos hace más de treinta años con nuestros hijos donde todo estaba menos controlado.


Nos vamos con antelación a la Base del Teleférico para lograr aparcar en buen sitio, y cambiarnos con ropa de montaña, botas, bastones y mochilas, con ropa de abrigo, cena y desayuno, líquidos y barritas energéticas.


Tenemos suerte y nos dejan embarcar poco antes de nuestro horario. En la subida, las panorámicas son generosas al mar de nubes. Llegados a la Rambleta, nos recreamos en los dos miradores a ambos lados del Teleférico.


Nos lo tomamos con calma puesto que tenemos mucho tiempo para llegar al refugio y nos dirigimos al Mirador del Pico Viejo. La gente que tienen los últimos horarios de bajada en el Teleférico, van retornando a la Rambleta.


Nos embadurnamos de crema de alta protección solar, a esta altura, aunque no hace calor, la exposición es máxima por encima del mar de nubes. El paisaje volcánico nos ofrece infinitas tonalidades entre el marrón oscuro y el ocre de las fumarolas.


El cuidado y ancho sendero culebrea sinuosamente, subiendo y bajando con suavidad por las coladas de lava. Han ejecutado un perfecto trabajo de mampostería con las rocas volcánicas, delimitándolo a ambos lados y encajando una a una todas las piedras.


Las miradas son grandiosas, podemos ver los rectos perfiles de las aristas como caen desde la cima. Las laderas, compuestas de rocas de lava que a pesar de su inclinación parecen mantenerse unas a otras evitando su deslizamiento.


Desde una ondulación elevada ya tenemos ante nuestros ojos una visión muy singular del cráter del volcán Pico Viejo en contraste con el blanco algodonoso del mar de nubes. Mientras haya gente en el sendero, hay algún guarda vigilando.


Ubicados en esta posición, también podemos reconocer la formación de la gran Caldera de las Cañadas del Teide. En el centro distinguimos empequeñecidos, los Roques de García, el Parador Nacional y el trazo de la carretera TF-21.


El cráter de Pico Viejo, de 800 metros de diámetro, estuvo ocupado durante mucho tiempo por un lago de lava. Gran parte de sus erupciones sucedieron cuando el lago subía de nivel y se desbordaba. Al bajar de nivel, tal vez por una erupción lateral, quedaron atrás las partes ya solidificadas, que formaron una terraza.

El mar de nubes se forma a una altitud entre los 1.500 y 1800 metros, debido a que el aire húmedo procedente del noroeste, conocido como alisio, choca contra la laderas de la isla. Llegamos al mirador de Pico Viejo.


En el mirador hay un guarda del parque vigilando. También está balizada la bajada por el sendero nº 9, y un letrero muy visible con la prohibición de no pasar los lunes, miércoles y viernes por el control del muflón.

Así que, mañana no habrá bajada. Quedamos nosotros y otra pareja que conversamos con el guarda, luego accede a hacernos algunas fotos en tan bello lugar, y posteriormente emprendemos el regreso hacia la Rambleta.


El sendero es el mismo de ida y vuelta, pero ahora nos fijamos en distintos detalles del paisaje. En la Rambleta, seguimos de frente, dejando a la izquierda cerrado con una cancela, el paso por el sendero Telesforo Bravo al Teide.


El nuevo trazo del sendero es mayormente cuesta abajo, más irregular que el anterior y los campos de lava que atravesamos, muy erizados y descompuestos. El sol está en pleno apogeo y aprieta de lo lindo. Apenas nos deja enfocar la cima.


En algunos recovecos y escondidas umbrías todavía podemos descubrir pequeñas manchas de nieve. El mar de nubes sigue inmenso; por un tramo reforzado con pasamanos de cadenas bajamos un poco para llegar a un cruce de caminos.


Siguiendo recto nos desviamos en un corto tramo al Mirador de la Fortaleza, desde el que no conseguimos grandes vistas, ya que la plancha del mar de nubes lo cubre prácticamente todo, y el sol las miradas al Teide.


Regresamos al cruce y ahora, giramos a la izquierda, para seguir descendiendo. Salvo pequeños trechos de sendero uniforme, el resto son bajadas escalonadas apoyadas por peldaños para superar el heterogéneo campo de lava.


Posteriormente comenzamos a tener las primeras vistas al refugio de Altavista, justo al final de la barrera oscura de lava, y donde comienza Montaña Blanca, que distinguimos por sus colores de suaves ocres.


Susi empieza a estar cansada, en las bajadas su rodilla sufre más, pero el refugio va creciendo a medida que nos vamos acercando y en los últimos trazos el sendero amortigua su desnivel con rampas largas y suaves.


Refugio Altavista (3.260 m.) no hay mucha gente todavía, las miradas a Montaña Blanca y el mar de nubes son muy extensas. En su interior casi todo sigue igual como lo recordamos de hace cinco años, con las máquinas expendedoras.


Descansamos un poco mientras nos registramos. Un buen cambio es la Internet gratuita. Esta vez tenemos mucha suerte y nos designan dos literas en una habitación pequeña donde dormiremos seis personas.


Mientras hacemos tiempo para la cena, salimos varias veces al exterior, comprobando como poco a poco va oscureciendo, y las luces del sol al esconderse por el oeste, proyectan sobre el mar de nubes la puntiaguda sombra del Teide.


Es un atardecer rápido, enseguida oscurece y descienden las temperaturas. Nos vamos turnando para coger huecos en las mesas para cenar, damos buena cuenta del reforzado picnic del hotel, y sobre las diez estamos en la cama. Nos levantaremos antes de las cinco.

RECORRIDO:LINEAL.
AGUA POTABLE EN RUTA:NO.
DISTANCIA:4,3 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:03:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA:3.563 M. (Camino del Mirador de Pico Viejo)
ALTURA MÍNIMA:3.260 m. (Refugio Altavista)
DESNIVEL POSITIVO:107 M.
DESNIVEL NEGATIVO:383 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

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