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Posted by : Vaig a Peu
sábado, 15 de octubre de 2016
La Sierra del Carche
se sitúa en el cuadrante Nororiental de la Región de Murcia, y
reparte su superficie entre los términos municipales de Jumilla y
Yecla. Cuenta con 5.942 Ha de superficie. Es uno de los espacios
regionales propuestos como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC)
para formar parte de la Red Natura 2000. El parque cuenta con núcleos
rurales, en la periferia, como El Carche, La Rosa, Raspay, Casas del
Puerto y La Alberquilla, y algunos caseríos, en su mayor parte
derruidos, como la Casa de la Yedra, las Casas del Cantal y de
Pisana, que dan cuenta de habitantes pasados. Los relieves de la
sierra son, principalmente, de naturaleza caliza, con interesantes
estructuras geológicas como cabalgamientos, fallas o el diapiro
salino del Cabezo de la Rosa. El punto más elevado del Parque se
alcanza a los 1.371 m. del Pico de la Madama. La Sierra del Carche es
una elevación montañosa de gran interés geomorfológico
perteneciente a las Cordilleras Béticas, que se encuentra integrada
por un sucesión de materiales que van desde el Triásico al
Cuaternario . Los materiales dominantes son Calizas, dolomías y
margas. Es característica la presencia de un diapiro salino
conocido como Cabezo de la Rosa, elevación suave (domo) de tonos
rojizos originada por el afloramiento de sales y de yesos en las
fracturas del terreno de los últimos movimientos tectónicos. Estos
materiales se formaron hace 200 millones de años en un ambiente
continental que periódicamente era inundado por el mar y dejaba
grandes zonas inundadas con aguas salinas, donde se depositaban los
carbonatos y evaporitas (sales y yesos). En su zona central se
localiza la máxima altitud de la de la sierra extendiéndose hacia
el Noroeste para concluir en la Sierra de las Pansas. En ella
encontramos escarpes, cornisas, cabalgamientos, sistemas de fallas,
profundos barrancos como el de San Cristóbal, Guarafía y la Yedra,
alguno de los cuales, cuando recogen agua tras las lluvias, dan lugar
a bellas cascadas, como ocurre en el paraje de El Saltador.
CÓMO
LLEGAR: Salida en dirección a Aspe
por la CV-84, sin entrar en la población seguir por la CV-846 a La
Romana, en la rotonda continuar por la CV-834 hasta conectar con la
CV-83 hasta Pinoso. Tomar dirección Yecla por la C-3223, al poco de
pasar el desvío al Raspall, girar a la izquierda por la MU-15 A
dirección Jumilla, continuar durante 8 km hasta unos carteles del
Parque Regional del Carche, tomar la pista de tierra de la izquierda
durante unos 2 km, hasta el aparcamiento a la entrada el Barranco del
Saltador.
COMPONENTES:
VICENTE, PEPE, PATRO Y SANTI
ITINERARIO:
INICIO / BARRANCO DEL SALTADOR / IZQUIERDA BARRANCO / SALIDA BARRANCO
/ PISTA / AL POZO DE NIEVE / POZO DE NIEVE / LA MADAMA / REFUGIO /
PISTA 1 / DESVÍO A PR-JU 3 / SENDA DEL MOSQUITO / APARCAMIENTO.
LA RUTA: Nunca habíamos subido al Carche por la zona de Yecla, y nos ha encantado, rodeados de un apretado bosque de pinar mayoritariamente autóctono, fresco y verde por las recientes lluvias. Vamos a subir por el Barranco de la Guarafía o Rambla del Saltador, y bajar por la Senda del Mosquito.
En el aparcamiento ya hay otro grupo preparados y que salen antes que nosotros tomando otra deriva. Con la bajada de las temperaturas mínimas hace una mañana fresquita que se agradece. El sol comienza a iluminar las cumbres cercanas. Iniciamos por un letrero que indica Barranco del Saltador.
Enseguida nos metemos en el cauce del barranco, de momento poco profundo y estrecho, con abundante matorral bajo y piedras sueltas. Las laderas están atestadas de pinos que han brotado al azar por las piñas caídas. Hay numerosas ramas y troncos de pino abatidos, quizás por las aguas en lluvias torrenciales.
Avanzamos laboriosamente en un entorno descuidado y salvaje, tal como nos gusta ver la naturaleza. Aquí la poda es natural, subsiste el que resiste en pie gracias a la fuerza de sus raíces o la porción de tierra que lo alimenta. Los pinos son de porte delgado y muy espigados, sus copas buscan la luz del sol.
Pronto sabremos el porqué el nombre del barranco es “del Saltador”. Rocosas paredes atoran el cauce y tenemos que superarlas apoyando las manos, en otras son auténticos escalones los que hay que subir. Debe ser una gozada venir en época de lluvias y contemplar las numerosas cascadas.
El cauce sigue taponado por densa vegetación, por troncos de pinos caídos que lo cruzan de parte a parte haciéndonos agachar la cerviz para pasar por debajo. Apenas tenemos unos metros de sendero y desaparece, solo algún esporádico mojón nos muestra por donde salvar el obstáculo.
De nuevo otro paso escalonado y después una pared, tal cual. Ésta ya requiere un sencilla trepada en toda regla. Siempre hay algunas piedras que nos ayudan a estirarnos y levantar el pie, buscando buenos agarres para izarnos. Salimos a una pista de tierra pero el barranco continúa al cruzarla.
Seguimos subiendo aunque apenas nos damos cuenta por lo entretenido del recorrido. La siguiente traba es una preciosa pared rugosa para lo que tenemos que dejar a un lado los bastones para utilizar las manos. Aseguramos los apoyos de los pies puesto que la humedad y la tierra los hace resbaladizos.
Muchos de los atascos son sencillos y otros que no lo parecen los exageramos con nuestras poses de escaladores, pero siempre prestando mucha atención. En algunos que por altura pueden hacer retroceder a los menos experimentados, suele haber, marcado con mojones, un escape lateral para solventarlo.
Poco a poco vamos viendo el frontal de la sierra mucho más cercano. Volvemos a tener por delante una nueva pared que parece infranqueable, estamos intentando afrontarlas todas, y rebuscando encontramos una grieta que nos permite elevarnos con buenos apoyos, estando atentos por si hay que echar una manos al compañero.
Llegamos a otra pista de tierra donde hay un aljibe a la derecha y parece que acaba el barranco. Pero no es así, veremos a la izquierda un mojón de piedras junto a la vegetación, metiéndonos entre las ramas sigue una incipiente senda que nos sube entre las rocas y la foresta.
Tenemos que elevarnos unas decenas de metros para salvar un gran bloque peñascoso que inclinado obstruye el cauce. Superado volvemos al estrecho lecho, y tras un nuevo escalón rocoso vamos saliendo paulatinamente del barranco, entrando en el cerrado bosque de pinar, y por un mojón a otra pista de tierra.
Ahora sí se ha acabado el Barranco del Saltador. En la pista hay otro aljibe de brocal abierto, proseguimos por la derecha unos cientos de metros con las primeras vistas a La Madama, el refugio y las antenas por detrás. Estamos atentos a otro mojón que por la derecha tomamos el desvío hacia el Pozo de Nieve.
El nuevo sendero intrincado entre la vegetación, nos baja primero para cruzar el Barranco de San Cristóbal y subir a la otra ladera donde está el Pozo de nieve. De forma cónica, se encuentra en lamentable estado de conservación y con peligro de derrumbe. Parece que la Consejería tiene previsto restaurarlo.
La senda continua subiendo hasta alcanzar de nuevo la pista, que tras andar unos pasos por ella, la dejamos por un sendero a la derecha, ver mojones, que enfila el lomo de la sierra camino de la cumbre. Después de haber estado metidos entre la vegetación del barranco, el cielo abierto nos parece una maravilla.
Extensas panorámicas se abren a nuestros ojos y aunque el pinar ralea, cubre todas las lomas de los alrededores. El claro día nos permite observar todas las montañas cercanas al mar. El sendero serpentea ganando altura con facilidad, acercándonos a marcha forzada hasta la cumbre.
La Madama del Carche (1.371 m.) Prolongadas vistas a las Salinas de la Rosa, la Sierra de la Pila y la Morra de la Mina con la Sima de las Grajas. El refugio se mantiene bien pero ha sido visitado por el tonto del espray. Almorzamos en un lateral resguardados de la ligera brisa.
Emprendemos el regreso deshaciendo camino por el sendero de la loma hasta bajar a la pista de tierra que ahora seguimos por la izquierda, dejando atrás el sendero de subida y bajada al Pozo de la Nieve, pasando por donde hemos salido del Barranco del Saltador, para en unos metros tomar por la derecha el PR-JU 3.
Tras una breve y moderada subida el camino comienza a bajar y poco después conectamos por la derecha con la Senda del Mosquito que prácticamente cabalga entre las vertientes del barranco del mismo nombre y la del Barranco de la Guarafía, por el que hemos transitado en la subida.
Es un descenso rápido y progresivo entre el bosque de pinos y abundantes sabinas, con la vista puesta en las laderas de enfrente atestadas de pinar hasta su parte más elevada. Debemos de estar muy atentos para asegurar nuestros pasos y evitar resbalones por lo inclinado del sendero.
En una especie de rellano se amortigua el descenso y conectamos con una pista de tierra que nos pasa por delante de la Cueva de la Pólvora, de la que no vemos la entrada, poco antes de llegar al final de la ruta. Preciosa ruta la realizada, sobretodo la primera parte, con el ascenso directo por el cauce del Barranco de la Guarafía.
RECORRIDO:
CIRCULAR.
AGUA
EN RUTA: NO.
DISTANCIA:
12,5 KM.
TIEMPO
EN MOVIMIENTO: 04:50 HORAS.
ALTURA
MÁXIMA: 1.371 M. (Pico de la
Madama)
ALTURA
MÍNIMA: 748 M. (Inicio)
DESNIVEL
POSITIVO: 697 M.
DESNIVEL
NEGATIVO: 697 M.
DIFICULTAD:
MODERADA.