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Posted by : Vaig a Peu
sábado, 9 de enero de 2016
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la historia de Monóvar la mora, sería extenderse demasiado en
este reportaje, donde me limitaré a hacer una breve reseña de algunos hechos
más destacados o por su interés histórico. Los Molinos es el asentamiento más
antiguo de población que se conoce, existen restos de una necrópolis. Juan de
Vilanova i Piera es autor de "La Estación
prehistórica de Monóvar", Revista
de Valencia, 1882, donde nos habla de los primeros descubrimientos
arqueológicos. Se han encontrado restos humanos en los yacimientos de la
Sierra la Vella, a unos dos kilómetros de Monóvar, en el Calafuig, les
Llometes, la cueva sepulcral de La Romaneta, los restos del poblado de la
Sierra de la Zafra... Aquí se han asentado los pueblos celtibéricos, los museos
arqueológicos de Alicante y Villena como de Aspe dan cuenta de
ello. En el Manyar se han encontrado restos de una
villa romana. La Calzada Romana que comunicaba el sur de Hispania (Cartago-Nova
y La Bética) con el norte (pasando por Tarraco), discurría muy próxima al
actual emplazamiento de Monóvar, que venía desde La Romana. Se desconoce con
exactitud el topónimo de Monóver, unos creen que proviene del Latín Mons-Novar,
monte-nuevo, puesto que, ya en época romana había un asentamiento urbano en la
zona, situado en la vía que comunicaba a Tarraco con Cartago-Nova. Los
arabistas creen que procede “manowar”, que
significa faro luminoso. Los restos de su castillo, posiblemente una torre
vigía, son de origen árabe, sobre esta torre se construyó el castillo por
los cristianos en su avance de la reconquista. Sus primeros monumentos
son del siglo XIII, Monóvar formaba parte del reino musulmán
de Murcia, que era parte del Imperio Almohade, y se encuentra en una zona
fronteriza con las coronas de Castilla y Aragón. El Vinalopó siempre fue
frontera natural entre castilla y Aragón. Mediante el tratado de Almizra (1244) se incluyó en la zona
de conquista castellana. Ante la sublevación sarracena que
tuvo lugar en 1261, Alfonso X de
Castilla,
se vio obligado a solicitar la ayuda de su suegro Jaime I el
Conquistador, el cual recuperó el lugar para el monarca castellano. En
1305 Jaime II dio Monóvar con carácter vitalicio a su consejero Gonçalvo
García. En 1592, la Santa Inquisición le requisó unos libros arábigos a un morisco de noventa
años vecino de Monóvar llamado Juan Manai, este estudio es recogido por
Juan B. Villar en CMA (Centro de Estudios Moriscos de Andalucía).
En 1609,
debido a la expulsión de los
moriscos,
pierde la totalidad de la población que ascendía a 45 familias moriscas que
dependían del valle de Elda, por lo cual en 1611 Ana de Portugal,
vigente señora del lugar, dio carta puebla. Por su apoyo a la dinastía
borbónica en la Guerra de Sucesión, Felipe V, acabada la guerra en 1708, le
concedió el título de “Muy Noble, Fiel, Ilustre y Leal”, y el privilegio de
añadir a su escudo sus símbolos. Monóvar le añadió la flor sobre tres torres. A
pesar de esta lealtad los derechos del reino de Valencia
fueron tratados del mismo modo que los de Cataluña, partidaria del archiduque Carlos,
pues Felipe V, los represalió con los Decretos de Nueva Planta, que
fueron un conjunto de medidas de unificación, castellanización y
centralización. Estos decretos supusieron acabar con las instituciones de los
antiguos territorios de la Corona de Aragón.
CÓMO LLEGAR: Por la CV-84 dirección Aspe, antes de entrar en Aspe, por la CV-840
dirección La Romana. En la rotonda tomar la CV-834 dirección Monóvar/Pinoso
hasta La Romaneta. Girar a la izquierda en dirección a la iglesia, y continuar
durante 1,2 km por ese camino asfaltado hacia el embalse de Reclot, y aparcar a
la entrada de un camino de tierra a la derecha.
COMPONENTES: VICENTE.
ITINERARIO: APARCAMIENTO / PUNTAL DE QUILES /
SEGUIR RECTO / SENDA DERECHA / LA QUITRANERA / ALGAREJO / TEULA / CRESTA /
CAMINO / TURÓ DEL RECLOT / APARCAMIENTO.
LA RUTA: Segunda ruta que iniciamos desde esta minúscula pedanía de Monóvar, en la que vamos a tener una perspectiva distinta de la Sierra de la Taja y recorreremos en su totalidad la Sierra del Reclot, subiendo a sus cimas y pasando por diversas canteras, la mayoría de ellas sin actividad y en abandono.
Amanece un día gris y apagado con algo de fresco. Iniciamos cruzando a la otra parte de la carretera para coger una camino de tierra que nos sube un poco cerca de una antigua cata de cantera, y después continua casi paralelo a la carretera. Las primeras vistas son a la gran cantera en producción y a la Penya de la Zafra.
Este trecho de camino nos evita marchar por la carretera, hacia la que ahora bajamos y cruzamos para tomar la pista de la cantera. Pese a ser sábado están trabajando triturando piedras, el ruido es molesto. Por la derecha, cerca de la Casa del Moreno dejamos la pista por un camino delimitado por grandes rocas de la cantera.
De esta manera ladeamos la cantera dejándola a la izquierda, aunque pasamos por alguna de sus catas y bloques de mármol. Se trata de esquivar la cantera lo antes posible sin meternos en ella, enfilando hacia el lomo de la sierra. El ruido y la polvareda de la trituradora son bastante antipáticos.
Sin senda ni mojones, GPS en mano, intentamos seguir el Track. Atacamos la ladera mayoritariamente poblada de matorral de esparto, lo cual facilita bastante su tránsito por un suelo rocoso y con una fuerte inclinación. Tomamos altura y las vistas van al pequeño valle y la faraónica cantera.
No me gusta que destrocen las montañas. Entiendo que es una industria muy arraigada en esta zona y practicada desde tiempos de los romanos. La variedad de mármol blanco marfil es apreciada en el mundo entero. Pero hay que poner freno al afán consumista y no permitir que una montaña pueda desaparecer.
Siguiendo siempre el lomo del barranco se avanza limpiamente, no hay farallones ni roquedos que esquivar, solo el fuerte desnivel. Con la elevación conseguida las miradas se amplían, hemos sobrepasado en altura la Serra del Reclot y tenemos a la vista la Serra del Algaiat y la Penya la Mina.
Alcanzamos el cordal de la sierra y la subida se apacigua. Enseguida tenemos la primera cumbre de hoy, el Puntal de Quiles (889 m.) aunque no tiene ninguna referencia. Enfrente podemos ver la Caseta de Vigilancia Forestal del Alt Redó (962 m.) máxima altura de Monte Coto.
Proseguimos por la cuerda de la sierra, por una estrecha senda bien amojonada que se abre paso entre algunos pinos y pequeñas sabinas. Tenemos que estar atentos al Track de la ruta, y poco después, en un cruce de sendas debemos seguir recto, nuestro destino es seguir lomeando las alturas.
Hay otras sendas distintas a la nuestra que llegan a la zona recreativa Tres Fuentes o bajan hacia Cava Fría. En otra intersección debemos continuar por la derecha, aunque nos parezca menos clara la senda. Rodearemos la loma tomando altura y haciendo una diagonal llegaremos a la Quitranera (997 m.)
Ahora viene un precioso recorrido, sin perder ni tomar mucha altura, guiados por mojones de piedras, algunos de ellos colocadas las piedras en equilibrio sobre viejos tocones de pinos, que fueron abatidos por la naturaleza o los incendios. Luego, tras un leve descenso, tomamos impulso para ascender de nuevo.
Arribamos a nuestra tercera cumbre de hoy, Algarejo (1.043 m.), que pese a tener punto geodésico no es la más alta de esta sierra. Desde esta posición ya contemplamos tierras murcianas, con el Carche en Jumilla y la sierra de la Pila en Fortuna. A nuestros pies tenemos otra gran cantera en activo.
Continuamos hacia la siguiente cumbre. La senda es muy visible y se nota pisada, la mayoría de gente hace las dos cimas y regresa; nosotros hoy, haremos algo distinto. Empezamos a bajar hacia el collado que une las dos cumbres, y todas las miradas las acapara la extensa cantera que ya se ha comido casi toda la sierra.
Arribamos a la cumbre, Teula o Penya del Salt de la Mort (1.056 m.) máxima altitud de hoy. Tan solo una piedra marca su punto más elevado. Las vistas frontales son todas para los dos lomos la Sierra del Algaiat, Penya Gorda y Penya la Mina. Desde este punto comenzaremos a bajar por la izquierda.
No es un sendero claro, GPS en mano buscamos el paso más evidente hasta llegar al Coll de Bolinxes, donde se une con la Sierra del Reclot. Podemos disfrutar de las miradas al estrecho valle entre las dos sierras, inundado de pequeñas casas de campo con sus cuidados bancales de secano para cultivo del almendro.
Una vez en el collado hay que desechar los rastros de sendas que bajan hacia el barranco, debemos mantenernos en el cordal de la sierra del Reclot, para comenzar a transitar por su cresta. Al principio es bastante entretenido, las trazas de sendas son evidentes y algunos mojones refuerzan el sentido de la marcha.
Mirando hacia atrás vemos la mole del Teula y sus cortados, ahora le encontramos sentido a su segundo nombre, Penya del Salt de la Mort. Existen algunos pequeños pasos en los que tenemos que apoyar las manos, pero para las personas sin vértigo es factible caminar por el filo de la sierra.
Por algunos tramos es posible y recomendable proseguir por la izquierda, bajando un poco para volver a subir, evitando el vertical abismo. De frente tenemos una espectacular panorámica lineal de toda la cresta que nos queda por recorrer, y mirando atrás vemos como se hacen grandes las peñas superadas.
En el fondo del barranco vemos alguna casa abandonada con sus corrales medio derruidos. Nos llama la atención un punto geodésico al que nos acercamos, cuando realmente, vamos descendiendo muy lentamente. Luego, aparecen unos contenedores metálicos herrumbrosos y destartalados.
Unas decenas de metros después, tenemos que salirnos por la derecha para evitar los rectilíneos y recortados abismos de una antigua cantera abandonada. Ahí han quedado como recuerdo los cables y pertrechos ensuciando la montaña, y lo que es peor, una herida abierta en la sierra que nunca sanará.
Viene un bonito trecho de cresteo entre la muralla peñascosa, con algún hueco o ventana por donde podemos admirar los contrafuertes de la vertiente en la solana. Pese a ser un suelo rocoso hay abundante matorral de esparto y romero, igualmente en las zonas más umbrosas predominan las pequeñas sabinas.
En frente, comenzamos a tener vistas laterales de la alargada cantera por donde hemos iniciado esta mañana, lo cual quiere decir que vamos cerrando el círculo poco a poco. Antes, sorteamos vieja maquinaría y poleas abandonadas, por lo que intuimos otra cantera en desuso. Dejamos de lomear y conectamos con un camino de tierra.
Avanzamos con presteza por el camino, que hace varias revueltas descendiendo un poco para conectar con los caminos de servicio de la antigua cantera también inactiva. Obtenemos buenas vistas a la singular muela de la Penya de la Zafra, y otras frontales de la gran cantera activa, junto al Puntal de Quiles.
Cruzamos la vieja cantera, para rodearla y dejarla por la derecha, luego por los restos de una pista de tierra flanqueada por enormes bloques de mármol, tomamos dirección a la sierra. La pista termina al final de los bloques y comienza un tramo campo a través GPS en mano, de frente y virando a la izquierda.
Tras dos lomas coronamos nuestra última cumbre de hoy, el Turó del Reclot (724 m.) Desde su punto geodésico tenemos una fantástica panorámica del recorrido que hemos efectuado, la perfecta “U” que forman las sierras de la Taja y el Reclot, con el diminuto valle interior, y las cimas del Teula y el Algarejo al fondo.
El descenso es complicado por lo acentuado, el errático sendero desaparece pronto y debemos estar atentos al Track, e ir escorándonos hacia la derecha. En la umbría la vegetación es exhaustiva y entorpece la bajada, solo al final encontramos rastros de senda antes de conectar con el camino de inicio de esta mañana.
Con miradas al Embalse del Reclot, a la Serra de les Pedrisses y la Zafra, transitamos por los bancales de almendros con las yemas a punto de brotar hasta el coche, cerrando la ruta. Preciosa caminata con un fuerte desnivel al principio y al final, coronando todas la cimas de las dos sierras.
LA RUTA: Segunda ruta que iniciamos desde esta minúscula pedanía de Monóvar, en la que vamos a tener una perspectiva distinta de la Sierra de la Taja y recorreremos en su totalidad la Sierra del Reclot, subiendo a sus cimas y pasando por diversas canteras, la mayoría de ellas sin actividad y en abandono.
Amanece un día gris y apagado con algo de fresco. Iniciamos cruzando a la otra parte de la carretera para coger una camino de tierra que nos sube un poco cerca de una antigua cata de cantera, y después continua casi paralelo a la carretera. Las primeras vistas son a la gran cantera en producción y a la Penya de la Zafra.
Este trecho de camino nos evita marchar por la carretera, hacia la que ahora bajamos y cruzamos para tomar la pista de la cantera. Pese a ser sábado están trabajando triturando piedras, el ruido es molesto. Por la derecha, cerca de la Casa del Moreno dejamos la pista por un camino delimitado por grandes rocas de la cantera.
De esta manera ladeamos la cantera dejándola a la izquierda, aunque pasamos por alguna de sus catas y bloques de mármol. Se trata de esquivar la cantera lo antes posible sin meternos en ella, enfilando hacia el lomo de la sierra. El ruido y la polvareda de la trituradora son bastante antipáticos.
Sin senda ni mojones, GPS en mano, intentamos seguir el Track. Atacamos la ladera mayoritariamente poblada de matorral de esparto, lo cual facilita bastante su tránsito por un suelo rocoso y con una fuerte inclinación. Tomamos altura y las vistas van al pequeño valle y la faraónica cantera.
No me gusta que destrocen las montañas. Entiendo que es una industria muy arraigada en esta zona y practicada desde tiempos de los romanos. La variedad de mármol blanco marfil es apreciada en el mundo entero. Pero hay que poner freno al afán consumista y no permitir que una montaña pueda desaparecer.
Siguiendo siempre el lomo del barranco se avanza limpiamente, no hay farallones ni roquedos que esquivar, solo el fuerte desnivel. Con la elevación conseguida las miradas se amplían, hemos sobrepasado en altura la Serra del Reclot y tenemos a la vista la Serra del Algaiat y la Penya la Mina.
Alcanzamos el cordal de la sierra y la subida se apacigua. Enseguida tenemos la primera cumbre de hoy, el Puntal de Quiles (889 m.) aunque no tiene ninguna referencia. Enfrente podemos ver la Caseta de Vigilancia Forestal del Alt Redó (962 m.) máxima altura de Monte Coto.
Proseguimos por la cuerda de la sierra, por una estrecha senda bien amojonada que se abre paso entre algunos pinos y pequeñas sabinas. Tenemos que estar atentos al Track de la ruta, y poco después, en un cruce de sendas debemos seguir recto, nuestro destino es seguir lomeando las alturas.
Hay otras sendas distintas a la nuestra que llegan a la zona recreativa Tres Fuentes o bajan hacia Cava Fría. En otra intersección debemos continuar por la derecha, aunque nos parezca menos clara la senda. Rodearemos la loma tomando altura y haciendo una diagonal llegaremos a la Quitranera (997 m.)
Ahora viene un precioso recorrido, sin perder ni tomar mucha altura, guiados por mojones de piedras, algunos de ellos colocadas las piedras en equilibrio sobre viejos tocones de pinos, que fueron abatidos por la naturaleza o los incendios. Luego, tras un leve descenso, tomamos impulso para ascender de nuevo.
Arribamos a nuestra tercera cumbre de hoy, Algarejo (1.043 m.), que pese a tener punto geodésico no es la más alta de esta sierra. Desde esta posición ya contemplamos tierras murcianas, con el Carche en Jumilla y la sierra de la Pila en Fortuna. A nuestros pies tenemos otra gran cantera en activo.
Continuamos hacia la siguiente cumbre. La senda es muy visible y se nota pisada, la mayoría de gente hace las dos cimas y regresa; nosotros hoy, haremos algo distinto. Empezamos a bajar hacia el collado que une las dos cumbres, y todas las miradas las acapara la extensa cantera que ya se ha comido casi toda la sierra.
Arribamos a la cumbre, Teula o Penya del Salt de la Mort (1.056 m.) máxima altitud de hoy. Tan solo una piedra marca su punto más elevado. Las vistas frontales son todas para los dos lomos la Sierra del Algaiat, Penya Gorda y Penya la Mina. Desde este punto comenzaremos a bajar por la izquierda.
No es un sendero claro, GPS en mano buscamos el paso más evidente hasta llegar al Coll de Bolinxes, donde se une con la Sierra del Reclot. Podemos disfrutar de las miradas al estrecho valle entre las dos sierras, inundado de pequeñas casas de campo con sus cuidados bancales de secano para cultivo del almendro.
Una vez en el collado hay que desechar los rastros de sendas que bajan hacia el barranco, debemos mantenernos en el cordal de la sierra del Reclot, para comenzar a transitar por su cresta. Al principio es bastante entretenido, las trazas de sendas son evidentes y algunos mojones refuerzan el sentido de la marcha.
Mirando hacia atrás vemos la mole del Teula y sus cortados, ahora le encontramos sentido a su segundo nombre, Penya del Salt de la Mort. Existen algunos pequeños pasos en los que tenemos que apoyar las manos, pero para las personas sin vértigo es factible caminar por el filo de la sierra.
Por algunos tramos es posible y recomendable proseguir por la izquierda, bajando un poco para volver a subir, evitando el vertical abismo. De frente tenemos una espectacular panorámica lineal de toda la cresta que nos queda por recorrer, y mirando atrás vemos como se hacen grandes las peñas superadas.
En el fondo del barranco vemos alguna casa abandonada con sus corrales medio derruidos. Nos llama la atención un punto geodésico al que nos acercamos, cuando realmente, vamos descendiendo muy lentamente. Luego, aparecen unos contenedores metálicos herrumbrosos y destartalados.
Unas decenas de metros después, tenemos que salirnos por la derecha para evitar los rectilíneos y recortados abismos de una antigua cantera abandonada. Ahí han quedado como recuerdo los cables y pertrechos ensuciando la montaña, y lo que es peor, una herida abierta en la sierra que nunca sanará.
Viene un bonito trecho de cresteo entre la muralla peñascosa, con algún hueco o ventana por donde podemos admirar los contrafuertes de la vertiente en la solana. Pese a ser un suelo rocoso hay abundante matorral de esparto y romero, igualmente en las zonas más umbrosas predominan las pequeñas sabinas.
En frente, comenzamos a tener vistas laterales de la alargada cantera por donde hemos iniciado esta mañana, lo cual quiere decir que vamos cerrando el círculo poco a poco. Antes, sorteamos vieja maquinaría y poleas abandonadas, por lo que intuimos otra cantera en desuso. Dejamos de lomear y conectamos con un camino de tierra.
Avanzamos con presteza por el camino, que hace varias revueltas descendiendo un poco para conectar con los caminos de servicio de la antigua cantera también inactiva. Obtenemos buenas vistas a la singular muela de la Penya de la Zafra, y otras frontales de la gran cantera activa, junto al Puntal de Quiles.
Cruzamos la vieja cantera, para rodearla y dejarla por la derecha, luego por los restos de una pista de tierra flanqueada por enormes bloques de mármol, tomamos dirección a la sierra. La pista termina al final de los bloques y comienza un tramo campo a través GPS en mano, de frente y virando a la izquierda.
Tras dos lomas coronamos nuestra última cumbre de hoy, el Turó del Reclot (724 m.) Desde su punto geodésico tenemos una fantástica panorámica del recorrido que hemos efectuado, la perfecta “U” que forman las sierras de la Taja y el Reclot, con el diminuto valle interior, y las cimas del Teula y el Algarejo al fondo.
El descenso es complicado por lo acentuado, el errático sendero desaparece pronto y debemos estar atentos al Track, e ir escorándonos hacia la derecha. En la umbría la vegetación es exhaustiva y entorpece la bajada, solo al final encontramos rastros de senda antes de conectar con el camino de inicio de esta mañana.
Con miradas al Embalse del Reclot, a la Serra de les Pedrisses y la Zafra, transitamos por los bancales de almendros con las yemas a punto de brotar hasta el coche, cerrando la ruta. Preciosa caminata con un fuerte desnivel al principio y al final, coronando todas la cimas de las dos sierras.
AGUA EN RUTA: NO
DISTANCIA: 13,9 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.056 M. (Teula o Penya del Salt
de la Mort)
ALTURA MÍNIMA: 510 M. (Inicio)
DESNIVEL POSITIVO: 853 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 853 M.
DIFICULTAD: MODERADA.