Posted by : Vaig a Peu martes, 20 de octubre de 2015

El otoño ya está aquí, y como casi siempre, buscamos su esplendor viajando al norte. Esta vez ha sido al noroeste, a Galicia, y más concretamente a la Ribeira Sacra, que comprende las riberas de los ríos Sil, Miño y Mao, en la zona sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Ourense, para perdernos entre sus viñedos, fragas, soutos castiñeiros y carballeiras.




La mayor parte del Cañón del río Sil discurre en el Concello de Pantón en la provincia de Lugo, ejerciendo de frontera natural entre las provincias de Ourense y Lugo. La génesis del Cañón del Sil no es fluvial sino tectónica. Su encajamiento se produjo en el Cuaternario y la morfología de su cauce se puede deber al hecho de discurrir por fracturas que partieron el terreno en bloques gigantescos al comenzar a bascular la planicie, que se elevó por el Sur y por el Oeste. La acción erosiva de las aguas del Sil ahondó luego este barranco encajado en dirección Este-Oeste.

La Ribeira Sacra es especialmente conocida por sus tesoros naturales y biológicos, constituyendo un vastísimo ecosistema de gran variedad y riqueza. Son de destacar los Cañones del Sil por su espectacular paisajística. Esta es una zona en la que el río discurre encajonado a través de paisajes y montañas que han sido descritos como de enorme belleza; los cañones disponen de miradores habilitados para admirar su impactante monumentalidad, así como de un catamarán abierto al público que transita los cañones de uno a otro lado.

Ribeira Sacra, como denominación de origen, es también conocida por la calidad de sus vinos, muy recurridos en la gastronomía gallega, a los que popularmente se conoce en la zona con el nombre genérico de mencía, debido a que son elaborados principalmente con la variedad de uva mencía, aunque también se usa la variante godello. Las viñas, que se pueden contemplar siguiendo el curso del río, están dispuestas en un sistema de escalones de piedra, llamados socalcos, a lo largo de la ribera, y datan de la época romana. Los romanos ya tenían en gran aprecio estos caldos, que son afrutados y de gran presencia, ideales para disfrutar con carnes, y se decía, que una de las variantes de este vino, el Amandi (procedente de la zona del mismo nombre), se le hacía traer al César desde la Gallaecia romanizada.

El primer testimonio escrito que tenemos del topónimo Ribeira Sacra, es el documento fundacional del Monasterio de Santa María de Montederramo, otorgado en Allariz, el 21 de agosto de 1124 por Doña Teresa de Portugal. La nomenclatura se populariza a raíz de la publicación, traducción y comentario de dicho documento por el historiador Fray Antonio de Yepes, que señaló que el documento hacía referencia a la zona como Rivoira Sacra, traduciéndolo como "Ribeira Sacra", en referencia a la gran cantidad de monasterios existentes en la zona. El historiador Manuel Vidán Torreira pondría en duda esta traducción en 1987, con la publicación de una serie de artículos en La voz de Galicia y un trabajo titulado El roble sagrado de la Rivoira Sacrata.

Vidán deriva "riboira/reboira/reboiro", y concluye que Rivoira respondería antes a "Roble" que a "Ribera". Pero esta tesis adquiriría más relevancia gracias a otro historiador, Torquato de Souza Soares, que, sometiendo a estudio crítico el documento fundacional y publicándolo en facsímil, encuentra un error en la transcripción de Fray Antonio de Yepes, y señala que en el documento se lee claramente Rovoyra y no Rivoira; lo cual se aparta de "Ribera" y podría tener el significado de "Robledal", del latín Rubus. Vidán ya nos pone con su trabajo en sintonía con la obra de James Frazer La rama dorada, donde se recogen las tradiciones celtas en torno al roble, árbol al que tenían por sagrado y guardián del espíritu de la tribu, siendo los bosques de robles lugares de objeto de veneración.

Vidán también se refiere al propio topónimo de Montederramo como una probable alusión al muérdago recogido por los druidas, para reforzar la visión del origen de este topónimo antes como Robledal Sagrado que como el  establecido popular y turísticamente de "Ribera Sagrada" (Ribeira Sacra).

Al poder disfrutar de más días, hemos elegido tres puntos como centro de actividades, el primero de ellos Monforte de Lemos, capital de Ribeira Sacra. Cuatro noches en un elegante hotelito, por supuesto de nombre Ribeira Sacra, céntrico, con aparcamiento fácil y abundante información de la zona, que con la que traíamos nos ha permitido realizar las mejores rutas.

Nuestro segundo punto fue en Lugo capital, cuatro noches en otro pequeño hotel, el Metropol, cerca del recinto amurallado y con fácil salida hacia las rutas que teníamos programadas en la zona de la Serra do Courel, la Serra dos Ancares y un día en la playa de las Catedrales en Ribadeo.

El tercero y último ha sido en Ourense capital, dos noches en el Hotel Puente Romano, quizás el más alejado del centro, teniendo en cuenta que Ourense no es una ciudad llana, si no que tiene muchas colinas que subir y bajar. Para aquí tenemos proyectado hacer una ruta cerca de la raya fronteriza con Portugal, dentro del Parque Natural de Baixa Limia-Serra do Xurés; dedicando el último día a Ourense cuidad termal, para disfrutar de una espléndida tarde en la Estación Termal de Outariz.


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