Posted by : Vaig a Peu sábado, 14 de febrero de 2015

La sierra de Pedro Ponce se sitúa entre los términos municipales de Mula y Lorca, en la Región de Murcia, alcanzando su máxima cota en el Morrón de Rivazuelo a 1.530 m de altitud. Los macizos de Pedro Ponce, La Selva y el Cambrón se levantan, imponentes y solitarios, a la sombra de Sierra Espuña. Cuesta acercarse por carretera hasta estas montañas poco frecuentadas, en el vértice geográfico en el que casi se tocan Lorca, Bullas y Mula, así que los excursionistas ocasionales apenas se dejan ver por sus caminos. Capte el mensaje: si se anima a explorar estos lugares se encontrará con un amplio territorio, casi intacto, en el que podrá desgastar la suela de las botas. Y se topará con alguna que otra sorpresa si tiene suerte y cierta destreza -también paciencia- con los prismáticos, pues en estas montañas anidan el halcón peregrino, el águila culebrera, entre otras rapaces, y trepan el arruí y la cabra montesa. Incluida en la Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA) sierra de Burete, Lavia y Cambrón , se trata de una de las áreas de mayor importancia para las rapaces forestales de Europa, pudiéndose observar en una gran densidad, sobre todo águila calzada (Hieraaetus pennatus), águila culebrera (Circaetus gallicus) y ratonero (Buteo buteo). Respecto a la geología de Ponce, forma parte de las Cordilleras Béticas, en concreto, de la Unidad Subbética que comenzó a elevarse del mar donde se hallaba sumergida durante el Oligoceno, hace unos 30 millones de años. Con el nexo de unión que nos aporta la toponimia, surge la duda de la denominación de este espacio que cuenta en un pequeño territorio con hasta cuatro nombres: Sierra de Lavia, Sierra del Madroño, Sierra del Cambrón y Sierra de Pedro Ponce. Dejando al margen la primera que cuenta con una separación física  diferenciada, las otras tres se encuentran dentro de la misma cadena montañosa, separadas únicamente por ramblas y el contar con varias denominaciones debe ser por cuestiones territoriales concernientes a la división burocrática o de propiedad de los terrenos. Respecto al topónimo del que se conserva información más antigua, se corresponde con el de Sierra de Pedro Ponce, que figura según los investigadores en documentos del siglo XIII del rey Alfonso XI y del siglo XVI por parte del Marqués de Vélez. Nada se sabe con certeza sobre quien fue el tal Pedro Ponce, aunque existe la teoría de que fue montero de Felipe II y encargado de esta Sierra. Respecto al topónimo de Cambrón, se refiere como sinónimo de espino o zarza, relativo a la presencia de dichos arbustos en sus laderas, existiendo innumerables montañas con tal denominación. De los tres conjuntos montañosos que forman parte de este macizo, el mejor documentado es el de Pedro Ponce, y la pedanía lorquina de Zarzadilla de Totana es el punto de partida ideal. Situada al noroeste y rodeada de relieves montañosos con abundancia de pinares y bosque bajo, cuenta en su diputación los parajes de Alhagüeces, Casas Nuevas y Casas de la Tía Juana. En algunas zonas del entorno natural de Zarzadilla existen retos arqueológicos de época prehistórica y romana. Como otros apuntes históricos destacan los referidos, en el siglo XVI, a las minas de plomo de la Sierra de Pedro Ponce, así como la construcción en el XVIII de obras hidráulicas para aprovechar sus acuíferos.
CÓMO LLEGAR: Por la Autovía E-15 hasta Murcia, salida por la nº 138 ALCANTARILLA/ALMERÍA/GRANADA. Continuar hasta la salida nº 578B MULA / CARAVACA por la RM-15. Salir por la nº 20 hacia Mula, en esta población tomar la C-3315 a Pliego, girar a la derecha por la C-5 dirección Casas Nuevas y en el cruce con la MU-503 girar a la derecha hasta Zazadilla de Totana, aparcar en el centro del pueblo.
ITINERARIO: ZARZADILLA / IZQ. DEPÓSITO AGUA / CAMINO DCHA. / COLLADO DEL SUDADOR / COLLADO DE LOS SELVARES / CERRO LA SELVA / IZQ. COLLADO DE LA SELVA / IZQ. BARRANCO DEL TENAJO / RAMBLA DEL CARGADOR / GIRO IZQUIERDA / DEJAR RAMBLA / CAMINO IZQ. /  DCHA. CASA TORNAJOS / IZQ. DEJAR CAMINO / CRESTA / CERRO DE PONCE / CUEVA DEL COMPADRE / ZARZADILLA.
COMPONENTES: VICENTE Y SANTI.

LA RUTA: Seguimos descubriendo nuevos senderos y escondidos lugares en nuestra variada geografía. Viajamos otra vez al interior de la cercana región de Murcia, a la Sierra de Pedro Ponce, entre los municipios de Lorca y Mula, y a las espaldas del Parque Regional de Sierra Espuña; sierra poco conocida pero con alturas superiores a los 1.500 m. de altitud.

Iniciamos desde el bar en el centro del pueblo, donde están montando un puesto de venta de verduras; callejeamos por su lavadero y los chorros de la fuente junto al parque, para llegar a las últimas casas y continuar por la derecha saliendo del pueblo, conectamos con el Camino de la Solana.


El día está gris y algo fresco, con rachas moderadas de viento, ayer llovió y la humedad se nota en el ambiente. Este camino en suave ascenso nos pasa por alguna nave ganadera y junto a una casa abandonada gira en clara dirección a la sierra, entre bancales de almendros que comienzan a florecer.

Hacia adelante vemos como el camino hace una curva a la derecha con una rampa para alcanzar la siguiente loma. Enseguida comenzamos a elevarnos,  atrás hemos dejado el pueblo, y labrados bancales de secano, la mayoría de almendros, aunque no todos tienen signos de floración.

Arriba, en el pequeño colladito, hay un depósito de agua y, por detrás de él, a la izquierda, comienza un sendero. No tiene pérdida, es muy visible y parece recién acondicionado, mojones, la tierra rastrillada, delimitado con piedras y con marcas de pintura naranja. La lluvia de ayer todavía lo hace más inédito.

Comienza ondeando por la falda de la sierra metido en el bosque de pinos, para acercarse y seguir el curso ascendente del Barranco de Ponce. En el sentido estético es una pasada el trabajo que han realizado arreglando el sendero y cortando algunas ramas de los pinos; suponemos que ha sido compuesto para una carrera de montaña.

Lo decimos porque en varias ramas vemos atadas las clásicas tiras de plástico. Para los montañeros nos parece un trabajo excesivo, a nosotros nos gusta estar pendientes del próximo hito o marca, no que nos encaucen y marchiten nuestra intuición. Nos elevamos con facilidad, y entre las ramas vemos las montañas colindantes.

En un momento dado el GPS indica que nos hemos salido del Track, lo cual confirma que han abierto un tramo nuevo de senda, y resulta más cómodo ir por ésta. Seguimos tomando altura y en un resquicio tenemos la primera mirada a Sierra Espuña, se nos ponen los dientes largos, está completamente nevada.

Nos sentimos un poco contrariados porque pensábamos que en esta sierra que tiene prácticamente la misma altitud, habría nieve también. El sendero conecta con un camino que seguimos por la derecha, hace unas “eses” con fuertes rampas y nos deposita en el Collado del Sudador (1.320 m.).

En el collado debemos seguir por la derecha; nuestra sonrisa es descomunal, al ver que entre la pineda, marcada con franjas naranja la senda se abre camino, pero su piso tiene un espesor de nieve de más de cinco centímetros. Colosal. Entramos en la cara norte del Morrón de Rivazuelo.


Esta es una senda normal de montaña a la que la nieve le da una dimensión extraordinaria. Tiene un buen nivel de subida, pero al estar más expuesta a las ráfagas de aire, tenemos que parar a colocarnos los cortavientos. Lástima que el día siga siendo gris y acorte las miradas al paisaje.

En la nieve, unas huellas de cabra o arruí nos preceden, el resto está inmaculado y lo pisamos por primera vez. Cerca del collado la senda se empina más y llegamos a la boca de una de las antiguas minas de plomo tan frecuentes en esta sierra, y que ahora están abandonadas sin uso alguno.

Un fuerte zigzag entre un roquedo y alcanzamos el Collado de los Selvares (1.479 m.) Por desconocimiento, y porque nuestro Track no lo incluía, no ascendemos al Morrón de Rivazuelo (1.530 m.) que tenemos a unos pasos. Realmente, y aunque no tenga vértice es la máxima altura de esta Sierra.


Proseguimos por la derecha, recorriendo la cresta con grandes cortados a ese lado. El viento comienza a azotarnos con saña. Tenemos una espectacular panorámica nevada a la cara norte de Sierra Espuña, en ella distinguimos la bola del Morrón Grande, el Pedro López, los Morricos (Malvariches), etc.


Bajamos un escalón para protegernos y tomar unas frutas y barritas energéticas. Marchamos de nuevo por la cresta con la mirada puesta en las antenas del pico de la Selva, por detrás nos vamos alejando del Morrón de Rivazuelo. Descendemos un poco para atacar el último tramo del cerro, con vistas a Zarzadilla.

Remontamos y enseguida tenemos el paso franco, con un extenso manto de nieve blanca, a las valladas instalaciones  de artilugios varios, después sigue la caseta de vigilancia forestal que está cerrada, y por último, escondido al final de la cresta, el vértice geodésico del Cerro de la Selva (1.521 m.).


Hay un buen cortado a sus pies y la fuerza del aire es furiosa, hacemos dos fotos individuales por no arriesgar a que la cámara salga volando. Por este lado de la cuerda viene un grupo de montañeros que progresa desde un refugio en la otra vertiente, y llegarán hasta Morón de Rivazuelo.


Nuestra ruta continúa por la nevada pista de acceso a las instalaciones. Marchamos con cuidado fuera de las rodadas de un vehículo, que heladas son muy inestables. Es un tramo en descenso con varias curvas cerradas; dejamos atrás una pequeña charca congelada antes de llegar al Collado de la Selva (1.386 m.).


En el collado dejamos la pista forestal por la izquierda, tomando el camino de una finca particular, por el que seguimos bajando metidos en el bosque de pinos, hay algunos caídos por el peso de nevadas anteriores. Salimos del bosque y entramos en otro camino particular hasta la Hoya del Conejo, donde vemos a dos cazadores.

Dejamos el camino por la izquierda y campo a través sin obstáculos,  hasta meternos en el cauce del Barranco del Tenajo. Seguimos bajando y en varios trechos utilizamos trazos de sendas laterales. Hay un momento en que la traza cruza el barranco para meternos en la Rambla del Cargador, por el que comenzamos a subir.


Este cauce es más complicado de seguir por piedras y arbustos; tenemos que ir superando por los laterales, antiguos diques construidos por ICONA. Sobrepasado el tercero de estos diques salimos a un camino que poco después termina de nuevo en el cauce, ahora mucho más abrupto y sucio.

Llegados a este punto salimos del cauce por la derecha, para remontar sin senda alguna, un fuerte tramo de la ladera entre los pinos, hasta alcanzar la pista forestal que distinguimos por su murete de piedra seca. El día está cambiando y aunque persiste el viento, las nubes se abren y  vemos el sol por fin.


Marchamos por la derecha en claro ascenso, serpenteando en dirección al Collado del Sudador. Cerca de la Casa de los Tornajos donde hay una barrera abierta, continuamos por la derecha. Ahora, con desnivel más fuerte entramos en la umbría donde quedan restos de nieve. Antes de la última curva, nos salimos de la pista por la izquierda.


Atacamos la ladera sin senda aparente, pero luego aparecen de nuevo las vistosas franjas de color naranja, que siguiéndolas nos conducen hasta el pie de la cresta del Cerro Ponce. Sin subir a ella, la rodeamos por la izquierda, siempre con las franjas naranja, que nos suben y bajan hasta dejarnos en la cumbre.


Cerro de Ponce (1.443 m.) segunda cima del día. Volvemos a tener impresionantes vistas de las cumbres nevadas de Sierra Espuña y a nuestros pies Zarzadilla de Totana con su estrecho y escondido valle. Buscamos un lugar resguardado para nuestro merecido almuerzo. Decidimos ampliarlo ya que no llegaremos a tiempo de comer en el pueblo.

Iniciamos el descenso para cerrar el círculo. Es un desnivel muy fuerte el que hay que deshacer. Desde la cima, las marcas naranja guían la bajada, aunque nosotros  intentamos seguir nuestro Track que nos lleva hacia el gran espolón en dirección al pueblo, para rodearlo por la derecha.


Es una bajada algo técnica debido a la cantidad de piedra suelta y por lo tanto no muy rápida. Nos cruzamos varias veces con la senda marcada y que al final terminamos por seguir. Rodeado el espolón el desnivel afloja un poco y las casas del pueblo se convierten en nuestra referencia.

Mirando hacia atrás, impresionan los contrafuertes rocosos que hemos evitado rodeándolos. En uno de ellos posiblemente esté ubicada la Cueva del Compadre, que quizás, por no seguir desde un principio las marcas naranjas, la hemos pasado. De todas formas, y de acuerdo con el mapa, he marcado un Waypoint de su localización.

Poco a poco alcanzamos un camino y todo se serena. Seguimos por la izquierda hasta enlazar con otro en el mismo sentido, que nos introduce por la parte alta del pueblo, solitario a estas horas; de nuevo callejeamos hasta el coche. Preciosa ruta en un paraje recóndito y espectacular. Os invito a conocerlo.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 21,3 KM.
TIEMPO: 06:50 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.521 M. (Cerro de La Selva)
ALTURA MÍNIMA: 874 M. (Zarzadilla de Totana)
DESNIVEL POSITIVO: 1.271 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 1.271 M.

DIFICULTAD: ALTA.

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