Posted by : Vaig a Peu domingo, 22 de febrero de 2015

El desarrollo del turismo rural está ligado al despertar de la conciencia ecológica de las sociedades actuales, que ha impulsado, en gran medida, la aparición de consumidores que desean una forma diferente de disfrutar su tiempo de ocio. En este contexto el municipio de Benifato, dado el entorno en el que se encuentra, los valores naturales de la zona y la escasa transformación que ha sufrido su casco urbano, en términos de reurbanización y pérdida de originalidad, presenta grandes potencialidades para llegar a convertirse en destino de turismo de interior, en cualquiera de las modalidades que el término engloba. El desarrollo del turismo rural se ha llevado a cabo en Benifato de la mano de la iniciativa privada con la apertura de una casa rural perteneciente a la Asociación de Alojamientos Rurales de la Montaña de Alicante. Al margen del alojamiento, el turismo rural se compone de atractivos culturales y naturales que enriquecen el producto y lo diferencian de otros destinos. En este aspecto Benifato cuenta con la conservación de su casco urbano y de los elementos que lo conforman; su gastronomía se conserva y se demanda; posee diferentes elementos patrimoniales en el casco urbano y en su término municipal que reflejan parte de su historia (por ejemplo, los pozos de nieve o el Castillo de Aljofra); y en la vertiente natural cuenta con innumerables reclamos, bien las numerosas fuentes naturales, las microrreservas de flora o la calidad paisajística de la Sierra de Aitana y del Valle de Guadalest. En cuanto al turismo activo, en Benifato hay una estupenda oferta de senderismo: las condiciones de la población para el desarrollo de esta actividad son idóneas, pues por su término municipal transcurren diferentes rutas senderistas (P.R.V. 20, Port de Tudons-Cim de l´Aitana y el P.R.V. 22, Port de Tudons-Confrides) que en la actualidad son uno de los principales reclamos para muchos visitantes, y cuenta con el Área Recreativa de la Font de Partagat, dependiente de la Diputación de Alicante, que ejerce como punto de entrada a la Sierra de Aitana, de gran riqueza natural, donde la masa forestal es uno de sus principales atractivos.
CÓMO LLEGAR: Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 hacia La Nucia, Polop, Guadalest y Benifato. Antes de entrar al pueblo girar a la derecha por una estrecha carreterita que va a la Font de Partagat. Aparcar.
ITINERARIO: FONT DE PARTAGAT / POU DE NEU / PORT DE TAGARINA / PEÑA ALTA / AITANA / SIMAS DE PARTAGAT / PASSET DE LA RABOSA / PENYA FORATA / FONT FORATA / FONT DE L’ANOUER / FONT DE PARTAGAT.
COMPONENTES: VICENTE, SUSI Y CAROL.

LA RUTA: ¿Qué Carol no ha estado en Aitana?, ¿Cómo es posible? Rápidamente organizamos una ruta didáctica. Para ello nada mejor que la clásica entre las clásicas y que nadie se debería perder: Font de Partagat/Tagarina/Aitana/Pass de la Rabosa/Penya Forata/Font de Partagat. Se puede hacer en ambos sentidos y apta para mucha gente.

El aparcamiento de Partagat está concurrido pese al frío mañanero y a las fuertes rachas de viento que soplan. Iniciamos por el camino, subiendo por la izquierda hasta los bancales de almendros floridos, con una visión frontal a las paredes de Aitana. En la bifurcación, seguimos por la izquierda, dejando para el regreso el Sendero Botánico.


El ancho camino va aumentando su desnivel progresivamente y pronto tenemos a la derecha, junto a una peana informativa, el desvío por una estrecha senda que remontando la ladera nos lleva al Pou de la Neu, uno de los mejor conservados de esta sierra. La senda continúa hasta descendernos al camino principal.

Retomado de nuevo el camino, se va encrespando haciendo una revuelta al final, para depositarnos en el Port de Tagarina (1.256 m.). Este es un importante punto de encuentro y cruce de caminos; de frente arribaríamos al Penyó Divino y la Penya de Sella, por la izquierda al Penyó Mulero y Penyó Roc; y por la derecha, que es nuestro sendero, a la cima de Aitana.


Es un fuerte desnivel, pero se patea bien, y con paciencia vamos tomando altura. Aunque el aire sopla más fuerte, enseguida obtenemos nuestra recompensa en forma de espléndidas panorámicas; por la izquierda, la imponente mole del Puig Campana con el mar; y por la derecha Guadalest, con su castillo encaramado en la muralla rocosa.

Mirando hacia atrás seguimos capturando vistas, hemos superado la altura del Penyó Mulero (1.308 m.), aparecen las crestas del Bérnia, y al fondo en el mar, distinguimos el Penyó d’Ifach. El aire aunque molesto, ha despejado el ambiente y extiende las vistas. Culminamos la primera de las lomas.


De frente tenemos la senda que recorre las ondulaciones montañosas. En días normales podemos asomarnos a los precipicios, hoy sin embargo, debemos ser cautos por la fuerza del viento. Más miradas, ahora al Penyó Divino con su Colomer y al pantano de Amadorio; en el otro lado emerge el Montgó.


Abordamos las olas montañosas, subiendo una, y bajando un poco para subir otra más alta. La senda es muy clara y definida, pasando entre pequeñas carrascas y coscojas que en su umbría mantienen restos de nieve. Con la omnipresencia del Puig Campana alcanzamos la más elevada de todas, Penya Alta (1.505 m.).










Desde esta altura ya son visibles las antiguas instalaciones militares. Bajamos un poco y las vistas laterales a los cortados son grandiosas, con caídas verticales asombrosas. Nos vamos separando del abismo. Las fracturas del paisaje son increíbles, hay rocas calizas con edades entre los 35 y 50 millones de años.


Vamos girando a la derecha para acercamos de frente hacia las Simas de Partagat y el Pas de la Rabosa; desde esta posición se consigue las fotos más emblemáticas de Aitana con la Penya Forata. Llegamos al cruce de senderos, hay un poste derribado,  continuamos por la izquierda hacia la cumbre.

Durante este trayecto, el frío viento se ensaña con nosotros y nos vapulea; pese a ello la gente no cesa de subir, nos cruzamos con parejas y grupos de gente que siguen llegando. Primero nos acercamos  hasta la valla del recinto militar, donde vemos al pie de la gran bola, el verdadero vértice geodésico de Aitana (1.558 m.)

Retornamos caminado cerca del precipicio hasta la otra loma donde un montón de piedras marca la “cima” de Aitana (1.545 m.) de altitud. Digamos que es el punto donde los montañeros decimos haber hecho cumbre. Deshacemos camino hacia las Simas de Partagat, decidimos no asomarnos a ellas, debido al peligro de las rachas de aire.

Aunque estas fracturas abiertas por gravedad son muy comunes, sus dimensiones las convierten en un ejemplo interesante desde un punto de vista paisajístico y didáctico. Para comprender su origen, es necesario resaltar que estas calizas se apoyan sobre unas arcillas también de edad Eoceno.

Almorzamos rápido, y nos enfriamos pese a estar protegidos por unas rocas. Nos dirigimos hacia el Pass de la Rabosa; tenemos que dejar paso a gente que todavía está subiendo. Es un estrecho pasadizo entre dos rocas, una rendija vertical; situada en lo alto de un talud de grandes rocas caídas, y en la que cabe una persona ajustada con mochila.  


Ya en el otro lado, el paisaje cambia por competo y entramos en la umbría. Esperamos turno para bajar entre los grandes peñascos escalonados, que después del último derrumbe han quedado mejor colocados. Desde esta posición hago una foto a la Penya Forata, nuestra próxima meta.


Subir al agujero de la Penya Forata no es muy difícil, pero requiere mucha precaución. Después de los peñascos prosigue un sendero, pero si nos fijamos, a la izquierda junto a las paredes, nace una incipiente senda, más bien trazas, que diagonalmente asciende por la ladera, se pierde y vuelve; hay que seguir con cuidado hasta el pétreo rellano.

De frente tenemos el Forat de la Penya Forata. Un agujero con forma de círculo casi perfecto de unos cuatro metros de diámetro, que  atraviesa la roca de parte a parte. Estamos dentro del símbolo de la Sierra de Aitana, es regocijante estar dentro de él. Tenemos la suerte de encontrarnos protegidos del viento.

Hacemos fotos, la cámara y los móviles  echan humo. Se puede pasar a la otra parte donde hay un pequeño rellano para contemplar las hermosas vistas. El aire moldea las nubes que realzan el paisaje. Poco a poco, y con la misma precaución iniciamos el regreso por las trazas de senda, que de bajada son algo más visibles.

Marchamos por el agradable Sendero Botánico del Pass de la Rabosa que, a media ladera nos lleva a la Font Forata. El aire diseña caprichosas formas con las nubes de algodón. Volviendo la vista atrás, vemos arriba el agujero de la Penya Forata, en el que hace unos minutos estábamos metidos.

La Font de Forata (1.400 m.) es la de mayor altitud de la provincia y por supuesto su nombre se debe al estar situada debajo de la Penya. Está compuesta de varias piletas escalonadas para abrevar el ganado. El aire lanza el agua fuera de la pileta, sobre el matorral, y el ambiente frío ha formado una bonita cencellada.


Proseguimos el sendero por la derecha. El camino de la izquierda nos llevaría a la Font de l’Arbre. Suavemente vamos perdiendo desnivel, casi paralelos a las altas paredes de Aitana, por las que siguen saltando hermosas nubes blancas; con un horizonte despejado en el que volvemos a tener una estampa del Bérnia.

La bajada se inclina más y se estrecha la senda para llegar a la Font l’Anouer, que con su solitario caño va llenando de transparente agua la pequeña balsa. De nuevo el sendero se torna más plano, caminamos  entre zarzas y matorral que la proximidad de la primavera comienza a pintar.


Cerca del Penyó Rapel (1.209 m.), con su impresionante verticalidad, el paisaje se vuelve mucho más abrupto y la senda ataca su último desnivel. Echando mano del zoom de la cámara, tenemos una bonita y nítida visión de la costa con el Penyó d’Ifach flotando sobre el mar.

Atravesamos un pequeño mar de rocas destrozadas y entramos en los cuidados bancales de almendros de algunas fincas particulares para llegar a la Font de Partagat. Excelente ruta pese a los bandazos del aire que ha limpiado el ambiente y traído hermosas nubes.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI. (Font de Partagat, Font de Forata y Font de l’Anouer)
DISTANCIA: 11,2 KM.
TIEMPO: 04:35 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.557 M. (CIM de Aitana)
ALTURA MÍNIMA: 1.027 M. (Font de Partagat)
DESNIVEL POSITIVO: 691 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 691 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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