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Posted by : Vaig a Peu
sábado, 29 de marzo de 2014
La situación
estratégica de estas sierras en el control de los Valles del Segura y del
Guadalentín, y su comunicación con el litoral, así como los recursos naturales
que albergan y su tradición religiosa que han protagonizado, han propiciado una
intensa intervención humana a lo largo de la historia y la consiguiente
transformación del paisaje. Enclaves como el Santuario íbero de la Luz, las
fortificaciones árabes de la Luz, Los Garres o La Asomada y, más recientemente,
el Santuario de la Fuensanta, así lo atestiguan. El paisaje forestal que hoy
predomina también ha sufrido cambios importantes. A finales del siglo XIX, y
tras intenso aprovechamiento forestal precedente (madera, carboneo), se
iniciaron importantes repoblaciones en los montes públicos localizados en El
Valle y Sierra del Puerto, mientras que los bosques de la Sierra de Carrascoy
se desarrollaron de forma natural. Con ello muchas áreas de cultivo de secano
se redujeron, aunque hoy se mantienen enclaves agrícolas, como las Navetas, que
contribuyen a aumentar el valor paisajístico y ambiental del Parque, al
diversificar las posibilidades de desarrollo de comunidades vegetales y
animales características. Otro uso tradicional ha sido el ganadero. Testimonio
de ello son las Vías pecuarias, por las que discurrían los rebaños en su
trasiego a la busca de pastos: La Cañada real de Torreagüera, la Vereda de la
Naveta, la Vereda del Puerto del Garruchal o el Cordel de Fuente Álamo. Las
actividades extractivas también han tenido relevancia socioeconómica para la
población; la obtención de áridos, argilita o yeso han dejado sus huellas en
las canteras o los hornos de yeso. En la actualidad, zonas como El Valle o el
Majal Blanco combinan su vocación de conservación y educativa con la del
esparcimiento, disponiendo de numerosas instalaciones para el Uso Público.
CÓMO LLEGAR: Por la E-15 – A-7 hasta
Murcia capital, tomar la A-30 MURCIA/CARTAGENA, salida por la 143B, SANTO ÁNGEL/RONDA
SUR/PATIÑO, continuar hasta Algezares calle Brisas nº 1 junto al Instituto de Enseñanza
Secundaria. Hay espacio para aparcar.
ITINERARIO: ALGEZARES / SENDA
DE LOS GATOS / BASE DE LA CRESTA DEL GALLO / SIMA SANTA MARÍA / LAS DOS CIMAS DE LOS
ABUELOS / VADEO RAMBLA / CABEZO PASCUAL / CRUCE-1 / CRUCE-2 / CRUCE-3 / CRUCE-4
/ RAMBLA DE LOS SERRANOS /
SENDERO DE SUBIDA / LAS NAVETAS / SENDA DE LOS FORESTALES / A.R. CRESTA DEL
GALLO / SENDERO DE BAJADA /ALGEZARES.
COMPONENTES: VICENTE,
JULIÁN Y PATRO.
LA RUTA: Un cambio por cuestiones meteorológicas nos trae de nuevo al Parque Regional Carrascoy y el Valle. No teníamos plan B, pero si un fondo de armario repleto de rutas pendientes, y la primera que salió al azar fue esta. Un largo recorrido por bonitas sendas como la de Los Gatos, usada en la época de penuria después de la guerra civil para el estraperlo y contrabando de mercancías.
Iniciamos desde el IES rumbo a la sierra, para tomar un camino de tierra por la izquierda que nos eleva por detrás de un terraplén de erosionadas rocas de colores ocres, verdes y rojizos, donde tenemos una buena vista de Algezares y más a la derecha Monteagudo entre la bruma.
Hace un día gris y nublado. Tomamos otra pista medio asfaltada y luego otra por la derecha en dirección a unas edificaciones, una de ellas con una enorme chimenea. En la otra vertiente, bajo un puntiagudo peñón hay un gran caserón llamado “Casa la Colina”.
El asfalto da unas vueltas más en ascenso y lo dejamos por la izquierda, unos hitos de piedras marcan el comienzo de la Senda de Los Gatos que nos mete en el ralo pinar de ejemplares no muy grandes. Desde esta altura la ciudad de Murcia se deja entrever entre el paisaje nublado.
Es una senda bastante definida pero con un fuerte desnivel, la loma no tiene mucha altura pero la subida es vertical, con pocos lazos y rampas. A media subida toma dirección a un espolón rocoso con una especie de cueva. Hacia atrás el pinar se hace más compacto y una cresta rocosa emerge entre su manto verde.
Nos esforzamos para alcanzar el espolón y coronarlo, ganando nuevas vistas a la ciudad. En esta especie de collado y prácticamente sin desnivel la senda se abre paso sorteando los pinos hasta que unos mojones nos hacen girar a la izquierda junto a la base de la Cresta del Gallo.
Por una especie de desfiladero entre dos grandes rocas salimos a la otra vertiente. Sobre nuestras cabezas vemos un bonito arco natural que la erosión ha formado en lo alto de las rocas, y por la derecha tenemos el espolón Este de la Cresta del Gallo.
Antes de iniciar el descenso por la senda que nos llevará a las dos cimas de Los Abuelos, por la derecha nos acercamos a ver el agujero de la Sima Santa María. Tiene una plaquita de aluminio del Centro Excursionista de Beniaján de 1989, pero no la he encontrado descrita en ningún catálogo.
Comenzamos un entretenido descenso ladera abajo hasta desembocar en una ancha pista de tierra, llevando siempre a nuestra derecha la imagen de la Cresta del Gallo, que va creciendo poco a poco mostrándonos sus verticales paredes frontales.
Enlazamos con un estrecho sendero que transita por la cuerda de las lomas. Es un bonito recorrido a dos vertientes, lástima las nubes y bruma de este día. Ganamos El Abuelo-1 (355 m.) y proseguimos hasta alcanzar El Abuelo-2 (353 m.)
El sendero continúa hasta el Puntal, donde entre rocas comienza un descenso rápido. Trayecto menos visible pero se intuye perfectamente. Concluye en el fondo de la rambla por la que tenemos que vadear hacia la izquierda, para salir un poco más adelante por la derecha, cruzando la carretera cerca de una casa a los pies del Puntarrón.
Tomamos la pista de la derecha en dirección a las lomas, que se eleva, y en algunas de sus curvas se asientan las torres metálicas del tendido eléctrico. Junto a una vaguada, el GPS nos marca un desvío a la izquierda para subir a la cima; no hay mojones pero la subida es intuitiva. En el pequeño collado hay que seguir a la izquierda para llegar a la cumbre del Cabezo Pascual (332 m.) y volver de nuevo.
La poca visibilidad nos hace desistir y continuamos el sendero por la parte alta. Salimos a una pista de tierra en lo alto de la colina, donde hay una gran balsa de agua cercada que se nutre de un gran chorro que mana por una tubería. La elevan mediante bombas para luego distribuirla por todo El Valle.
La pista comienza a descender gradualmente y tenemos buenas vistas a las Columnas, muralla de King Kong; luego con sendero seguimos bajando por una loma para salir a otra pista con cultivos de cítricos. En un recodo, por la derecha se inicia una senda poco visible que nos adentra en la Rambla de los Serrano.
Nos sorprenden bellas formas de piedras erosionadas por el paso de aguas en lluvias torrenciales. Su cauce es de fácil tránsito con algo de matorral bajo al principio. Decidimos acomodarnos entre las rocas para degustar nuestro ansiado almuerzo.
Una vez repuestos, proseguimos avanzando por el lecho de la rambla admirando los distintos aspectos que la erosión ha causado en la piedra caliza o las capas de sedimentos, posadas una tras otra con el paso de los tiempos. En algún tramo pasamos encajonados por desprendimientos de rocas.
Aparece más vegetación en el cauce, mayormente pinos jóvenes; al no ser sus paredes muy elevadas, las semillas transportadas por el viento han rodado con facilidad hasta el lecho, que en algunos tramos traza cerradas curvas. Comenzamos a salir por la derecha.
Empieza una fuerte subida escalonada entre exigentes rampas y zigzags que nos elevan rápidamente. Mirando hacia atrás reconocemos paisajes por los que hemos transitado en otras rutas, la casa amarilla en la otra vertiente de la rambla y una vista frontal de las emblemáticas Murallas de King Kong.
Seguimos esforzándonos hasta alcanzar la parte más alta del Cabezo Redondo (470 m.) que hoy será la cumbre más elevada de la ruta. Salimos a una pista de tierra y por la derecha entramos en la zona de la Naveta. Dejamos atrás la casita de aperos con puerta metálica de ascensor. Echamos una ojeada al Relojero (608 m.).
Conectamos con la senda de los Forestales que entre loma y loma nos va acercando al A.R. de la Cresta del Gallo por el lado contrario al que esta mañana hemos bajado a la Sima Santa María, sus penachos rocosos sobresalen en la masa verde de los pinos.
En el Área Recreativa nos vamos por la izquierda buscando una senda que ataja las lazadas de la carretera, esquivándola primero y, alejándonos luego por la derecha. Es un descenso entretenido que poco a poco nos lleva al Instituto de Enseñanza Secundaria, donde finaliza la ruta.
LA RUTA: Un cambio por cuestiones meteorológicas nos trae de nuevo al Parque Regional Carrascoy y el Valle. No teníamos plan B, pero si un fondo de armario repleto de rutas pendientes, y la primera que salió al azar fue esta. Un largo recorrido por bonitas sendas como la de Los Gatos, usada en la época de penuria después de la guerra civil para el estraperlo y contrabando de mercancías.
Iniciamos desde el IES rumbo a la sierra, para tomar un camino de tierra por la izquierda que nos eleva por detrás de un terraplén de erosionadas rocas de colores ocres, verdes y rojizos, donde tenemos una buena vista de Algezares y más a la derecha Monteagudo entre la bruma.
Hace un día gris y nublado. Tomamos otra pista medio asfaltada y luego otra por la derecha en dirección a unas edificaciones, una de ellas con una enorme chimenea. En la otra vertiente, bajo un puntiagudo peñón hay un gran caserón llamado “Casa la Colina”.
El asfalto da unas vueltas más en ascenso y lo dejamos por la izquierda, unos hitos de piedras marcan el comienzo de la Senda de Los Gatos que nos mete en el ralo pinar de ejemplares no muy grandes. Desde esta altura la ciudad de Murcia se deja entrever entre el paisaje nublado.
Es una senda bastante definida pero con un fuerte desnivel, la loma no tiene mucha altura pero la subida es vertical, con pocos lazos y rampas. A media subida toma dirección a un espolón rocoso con una especie de cueva. Hacia atrás el pinar se hace más compacto y una cresta rocosa emerge entre su manto verde.
Nos esforzamos para alcanzar el espolón y coronarlo, ganando nuevas vistas a la ciudad. En esta especie de collado y prácticamente sin desnivel la senda se abre paso sorteando los pinos hasta que unos mojones nos hacen girar a la izquierda junto a la base de la Cresta del Gallo.
Por una especie de desfiladero entre dos grandes rocas salimos a la otra vertiente. Sobre nuestras cabezas vemos un bonito arco natural que la erosión ha formado en lo alto de las rocas, y por la derecha tenemos el espolón Este de la Cresta del Gallo.
Antes de iniciar el descenso por la senda que nos llevará a las dos cimas de Los Abuelos, por la derecha nos acercamos a ver el agujero de la Sima Santa María. Tiene una plaquita de aluminio del Centro Excursionista de Beniaján de 1989, pero no la he encontrado descrita en ningún catálogo.
Comenzamos un entretenido descenso ladera abajo hasta desembocar en una ancha pista de tierra, llevando siempre a nuestra derecha la imagen de la Cresta del Gallo, que va creciendo poco a poco mostrándonos sus verticales paredes frontales.
Enlazamos con un estrecho sendero que transita por la cuerda de las lomas. Es un bonito recorrido a dos vertientes, lástima las nubes y bruma de este día. Ganamos El Abuelo-1 (355 m.) y proseguimos hasta alcanzar El Abuelo-2 (353 m.)
El sendero continúa hasta el Puntal, donde entre rocas comienza un descenso rápido. Trayecto menos visible pero se intuye perfectamente. Concluye en el fondo de la rambla por la que tenemos que vadear hacia la izquierda, para salir un poco más adelante por la derecha, cruzando la carretera cerca de una casa a los pies del Puntarrón.
Tomamos la pista de la derecha en dirección a las lomas, que se eleva, y en algunas de sus curvas se asientan las torres metálicas del tendido eléctrico. Junto a una vaguada, el GPS nos marca un desvío a la izquierda para subir a la cima; no hay mojones pero la subida es intuitiva. En el pequeño collado hay que seguir a la izquierda para llegar a la cumbre del Cabezo Pascual (332 m.) y volver de nuevo.
La poca visibilidad nos hace desistir y continuamos el sendero por la parte alta. Salimos a una pista de tierra en lo alto de la colina, donde hay una gran balsa de agua cercada que se nutre de un gran chorro que mana por una tubería. La elevan mediante bombas para luego distribuirla por todo El Valle.
La pista comienza a descender gradualmente y tenemos buenas vistas a las Columnas, muralla de King Kong; luego con sendero seguimos bajando por una loma para salir a otra pista con cultivos de cítricos. En un recodo, por la derecha se inicia una senda poco visible que nos adentra en la Rambla de los Serrano.
Nos sorprenden bellas formas de piedras erosionadas por el paso de aguas en lluvias torrenciales. Su cauce es de fácil tránsito con algo de matorral bajo al principio. Decidimos acomodarnos entre las rocas para degustar nuestro ansiado almuerzo.
Una vez repuestos, proseguimos avanzando por el lecho de la rambla admirando los distintos aspectos que la erosión ha causado en la piedra caliza o las capas de sedimentos, posadas una tras otra con el paso de los tiempos. En algún tramo pasamos encajonados por desprendimientos de rocas.
Aparece más vegetación en el cauce, mayormente pinos jóvenes; al no ser sus paredes muy elevadas, las semillas transportadas por el viento han rodado con facilidad hasta el lecho, que en algunos tramos traza cerradas curvas. Comenzamos a salir por la derecha.
Empieza una fuerte subida escalonada entre exigentes rampas y zigzags que nos elevan rápidamente. Mirando hacia atrás reconocemos paisajes por los que hemos transitado en otras rutas, la casa amarilla en la otra vertiente de la rambla y una vista frontal de las emblemáticas Murallas de King Kong.
Seguimos esforzándonos hasta alcanzar la parte más alta del Cabezo Redondo (470 m.) que hoy será la cumbre más elevada de la ruta. Salimos a una pista de tierra y por la derecha entramos en la zona de la Naveta. Dejamos atrás la casita de aperos con puerta metálica de ascensor. Echamos una ojeada al Relojero (608 m.).
Conectamos con la senda de los Forestales que entre loma y loma nos va acercando al A.R. de la Cresta del Gallo por el lado contrario al que esta mañana hemos bajado a la Sima Santa María, sus penachos rocosos sobresalen en la masa verde de los pinos.
En el Área Recreativa nos vamos por la izquierda buscando una senda que ataja las lazadas de la carretera, esquivándola primero y, alejándonos luego por la derecha. Es un descenso entretenido que poco a poco nos lleva al Instituto de Enseñanza Secundaria, donde finaliza la ruta.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 20,2 KM.
TIEMPO: 07:30 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 460 M.
(Cabezo Redondo)
ALTURA MÍNIMA: 70M.
(Algezares)
DESNIVEL POSITIVO: 980 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 975 M.
DIFICULTAD: MODERADA.