Posted by : Vaig a Peu sábado, 5 de abril de 2014

El castillo de Alcalá o de Benissili está situado a la entrada del Valle que viene del interior, a 784,7 metros de altura, dominando así este paso natural. El nombre que le ha dado la historia es el de castillo de Alcalá, y como tal aparece en los documentos de la época, pero actualmente es más conocido con el nombre de castillo de Benissili ya que es la población  más próxima a la fortaleza. La función histórica del castillo era la de vigilar y defender la entrada al Valle desde el interior. Este castillo sigue las pautas normales del castillo musulmán, con albacara (patio grande) y celoquia (ciudadela) pero destaca la gran extensión, la complejidad estructural y las defensas naturales que presenta. Era residencia de al-Azraq durante su primera sublevación (1247-1258) como así se desprende de la Crónica o libro de los feits de Jaume I, c 376: “E en l’altre día, oida la missa, anam-nos-en a Alcalá, e no ens hi gosá esperar, e mudá’s a Gallinera. E nos anam a Alcalá, car allí tenia son alberg major que en altre llogar”. El castillo podría remontarse al siglo XI prolongándose hasta el XVI, es decir, se trata de un yacimiento pos califal o como máximo fundado en los últimos años del califato. La primera noticia escrita data de 1245, con la firma del Tratado del Pouet , entre el rey Jaime I y al-Azraq, por el cual este último cede al cristianismo a los castillos de Pop y Tárbena, retiene para sí los de Alcalá y Perpuxent, y se compromete a entregar dentro de tres años los de Gallinera, Margarida, Xeroles y Castells. El 1 de junio de 1258, el castillo es tomado por el rey Jaime I. También quedó constancia de esto en la Crónica de Jaume I, c.376: “E no volem dir totes les coses que hi foren fetes, car seria allongament del llibre: mas al vuité día cobram Alcalá, e Gallinera, E setze castells que al-Azraq ens avía emblats e tolts”. Unos días antes, el 26 de mayo, ante la inminencia de la toma del castillo, Jaime I hace donación a Gil Eiximenis del castillo de Alcalá y el de Margarida con sus alquerías y fortificaciones, pero no a perpetuidad. En 1261 el castillo vuelve a estar en manos del rey, quien lo cede a diferentes personajes para cubrir sus deudas. Entre 1261 y 1263 retienen el castillo los hijos de eximir de Foces hasta cobrarse lo que el rey les debe. De 1267 a 1271 se embarga a favor de Pedro Ferrando, hijo natural de Jaime I. En 1271 tendrá la alcaldía Pedro Roiç de Corella. En abril de 1273 se entrega a Berenguer de Latera, por deudas al rey, y por la misma causa, tres meses después, el 19 de julio, a Pedro Diego Muñoz. En 1275, se embarga a favor de Mateo de Montreal, quien tiene la alcaidía hasta 1277. Entre 1278 y 1282, tras el fin de la sublevación y pacificación de los mudéjares, el nuevo rey Pedro III el Grande (I de Valencia) encomienda la custodia del castillo a Rodrigo Jiménez de Luna. En 1283, lo vuelve a tener Mateu de Montreal, por otra deuda al rey. En 1286 las rentas del castillo son para Jaume de Mansó y en 1287 son, de nuevo, para Pere Ferrando. El 27 de agosto de 1288 el castillo de Alcalá deja de pertenecer a los reyes de Aragón por la donación que efectúa Alfonso III a un Rosellón, Bernat Guillem, de Vilafranca de Conflent, del castillo en recompensa por las pérdidas que había tenido en la guerra contra Francia de 1282/85. Esta donación termina con la situación de realeza para el distrito del castillo de Alcalá que pasa a ser un señorío feudal
CÓMO LLEGAR: Por la A-7 dirección Valencia, salida en la nº 691 rotonda de San Vicente del Raspeig, dirección Alcoy por la A-7. Después de pasar los túneles del Barranc de la Batalla, salida nº 802, en la rotonda por la CV-700 dirección Benimarfull. Seguir hasta tomar por la izquierda dirección Vall de Gallinera, y luego por la izquierda girar para tomar la CV-714 hasta Benissili. Aparcar al final del pueblo.
ITINERARIO: BENISSILI / SENDA AL CASTELL / CASTELL D’ALCALÁ / FONT JOAN PELLICER / COLLADO / LA CREU DE LES MORTERES / TOSSAL DE LES QUARTESOS / PENYAL GROS / LA FORADÁ / COVA TAPIADA / BAJADA / CRUCE DE SENDEROS / BENITAIÁ / LA CARROJA / ALPATRÓ / LLOMBAI / BENISSILI.
COMPONENTES: VICENTE, JULIÁN, SANTI, RICARDO Y MIGUEL.

LA RUTA: Enamorarse de la Vall de Gallinera es fácil, solo hay que venir en primavera con los cerezos en flor, La Foradá siempre nos está esperando. Empieza un día precioso, con el aire suficiente para que el calor no apriete demasiado. Las variantes de hoy son la salida desde Benissili, con la subida directa al Castell d’Alcalá y el regreso por la Ruta de los 8 pueblos.

Iniciamos por la calle Pont  hasta la fuente y el lavadero, donde ya hay un cartel de la Ruta de los 8 Pueblos. Salimos del pueblo por un sendero entre las pequeñas huertas particulares delimitado por las altas tapias de “pedra en sec” con setos y bonitas flores.

Aparecen los primeros cerezos floridos, repletos de ramilletes de flores níveas y apretadas. Enfrente, en los riscos de la sierra, distinguimos algunas de las paredes que quedan en pie del Castell d’Alcalá. Salimos a la CV-700, giramos a la derecha y más adelante a la izquierda, por una pista hasta el comienzo de la subida al castillo.


La subida está marcada con un pequeño letrero. Comienza una fuerte subida por la pista que poco después pierde el asfalto y se convierte en sendero que nos acerca a los farallones de la sierra entre bancales de cerezos en flor. Hemos ganado altura,  vemos en el valle los pueblos de Benissili, Alpatró, y por detrás el Pic de la Safor.

Entramos en la umbría y la senda se extiende en largos lazos para afrontar el acentuado repecho, luego se acorta entre rampas y zigzags hasta alcanzar la base del castillo, que en plena obra de restauración paralizada, ha quedado con pasarelas y vallas metálicas.

Castell d’Alcalá o de Benissili (785 m.) Encaramado entre los riscos dominaba todo el valle. Era de una gran extensión y complicada estructura. Fue la residencia de al-Azraq, jefe morisco sublevado. Nos colamos entre las vallas y comprobamos su lamentable estado, pocas sábanas de la muralla quedan en pie y el resto son cimientos.

Continuamos por detrás del castillo retomando el sendero y enseguida tenemos la Font de Joan Pellicer, etnobotánico valenciano, con un modesto chorro que alimenta la pequeña balsa. No he logrado ver la piedra donde hay escritos unos versos de Lao-Tsé.

Nos queda una breve pero intensa subida para alcanzar el collado donde las vistas se amplían a la Vall d’Alcalá. Tenemos muy cerca el Xarpolar (845 m.) con los restos de un poblado íbero, pero esta vez no lo visitamos y marchamos por la izquierda hacia nuestra máxima elevación de hoy.

La Creu de les Morteres (911 m.) con un tamaño medio, la cruz metálica domina el diminuto valle con la recogida población de Alcalá de la Jovada, donde hay un  hotelito rural, en el que hace unos años pasamos unos días recorriendo la otra parte del valle hasta la sierra de Alfaro.

El sendero continúa por el cordal de la sierra  haciendo un descenso para salvar una barranquera y volver a subir de nuevo, alcanzando la cima del Tossal dels Quartesos (852 m.). Con vistas a los pueblos del valle y al intenso azul del litoral marino.

Avanzamos por el hilo de la sierra pese a las ráfagas de aire; nubes de algodón van y vienen mientras recorremos el duro lapiaz. El incendio de hace dos años arrasó el exiguo matorral que ahora comienza a brotar de nuevo, pero los esporádicos pinos de las laderas se han perdido para siempre.

Alcanzamos otro de nuestros objetivos, el punto geodésico del Penyal Gros (854 m.) Tenemos una preciosa panorámica de todo el valle hasta el mar, gran parte del recorrido que todavía nos queda, con todas las montañas de Pego al final y asomando entre ellas el Montgó.

Seguimos cresteando por el cordal de la sierra, ahora en ligero descenso hasta La Foradá. Los estragos del último incendio son más visibles en esta zona,  el sendero se pierde con facilidad al no haber matorral que lo delimite. Dándole al zoom vemos el agujero de la montaña por detrás, acercándonos también al Xilibre o Miserá (756 m.) de Pego.

Cerca de la cima, el resto del grupo se desvía a la izquierda para asomarse al arco que forma el agujero, mientras yo camino recto para poder hacerles  la foto. Este es el punto donde más gente confluye, puesto que es el objetivo de todas las excursiones del valle.


Penya Foradá (735 m.) Lugar emblemático para todos los pueblos del valle por el acontecimiento del alineamiento solar, que sucede dos veces al año, el día 4 de octubre, día de San Francisco de Asís, y el 9 de marzo. En esos días los rayos del sol que pasan por el agujero de la montaña iluminan los restos del antiguo convento franciscano del valle, y que fue construido allí por tal motivo. Charlamos con algunos grupos y buscamos sitio para el almuerzo, pero el viento molesta y decidimos seguir un poco más.

A unos cuatrocientos metros dejamos atrás la primera bajada al valle, preciosa senda en la umbría que se une a la de Alpatró y a la que viene de Benitaiá. Hacia atrás tenemos vistas espléndidas de la Penya Foradá y por delante vemos la pared y los agujeros de la Cova Tapiada donde vamos a almorzar.


Cova Tapiada del Moro (663 m.) Tiene la entrada por un pequeño corral sin techo y era una oquedad natural abierta al valle que fue tapiada para el refugio de ganado y el cobijo en épocas de lluvia. Por uno de sus agujeros vemos La Foradá. Resguardados del aire y con el frescor ambiental, montamos el campamento para el almuerzo.

Proseguimos por el cordal de la sierra con pocos desniveles pero dificultado por las huellas del incendio, en este sector había buenos ejemplares de pino que el fuego consumió. Nos queda 1,5 km aproximadamente para el cruce de bajada, cerca de tres corrales abandonados.

Iniciamos el descenso por la umbría con vistas a las altas paredes por donde antes hemos transitado, es un bonito sendero pegado a las mismas, que luego se separa para salvar un enclave rocoso por medio de rampas y zigzags para terminar en una pista asfaltada.

La pista nos trae por antiguos bancales de piedra seca repletos de cerezos floridos, entre ellos hacemos fotos a La Foradá, es una bajada plácida y tranquila. Poco después por la izquierda se une el sendero de la bajada que antes del almuerzo hemos desechado.

Llegamos a Benitaiá y cruzamos hasta el lavadero donde enlazamos con la Ruta de los 8 pueblos es un largo recorrido que nos llevará de nuevo a Benissili. Al principio hay algo de sendero hasta La Carroja, siempre por campos de cerezos en flor.

A más distancia está Alpatró, que también accedemos a su lavadero y fuente.  Este último tramo recorrido ha sido todo por pistas asfaltadas y pequeños trozos de carretera, en general está bien señalizado, aunque adolece de marcas en algunos sitios.

Nos vamos alejando de La Foradá al llegar a Llombai,  quizás el pueblo más pequeño, pero el más cercano a Benissili, a tan solo dos kilómetros, donde finaliza nuestra ruta. Las pistas y el asfalto le quitan algo de encanto al regreso, pero en primavera con los cerezos en flor y las bonitas vistas a la sierra lo compensan.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: SI.
DISTANCIA: 20,730 KM.
TIEMPO: 6:40 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 911 M. (La Creu de les Morteres)
ALTURA MÍNIMA: 291 M. (Lavadero de Benitaiá)
DESNIVEL POSITIVO: 997 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 915 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

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