PENYA MIGJORN Y LA MARTINA PER LA COVA DELS CORRALS

Posted by : Vaig a Peu sábado, 23 de noviembre de 2013

Los primeros indicios de vida humana en el término municipal de Jijona se remontan a la Edad de Bronce (2000-1300 a. C.). La época ibérica marca la culminación de la ocupación del territorio en la Edad Antigua, de la cual hemos de resaltar los grandes poblados de Santa Bárbara y de la Solaneta de Nutxes. En esta época el nombre actual de la ciudad empieza a tomar forma, ya que parece ser era conocida como "Uxonig" (Valle del hierro). La época paleoandalusí se caracteriza por la existencia de un poblamiento rural disperso, asentado en altura y en las proximidades de una importante vía de comunicación entre los acuíferos de Alecua y Nutxes, del que sólo se han encontrado sus enterramientos, en los yacimientos de l'Altet, Mas dels Constantins y Cotelles. El actual emplazamiento de la ciudad se remonta a la época almohade, entre finales del siglo XII y comienzos del siglo XIII, siendo el núcleo originario el castillo. Se trata de una ciudad históricamente marcada por su condición fronteriza, ya que desde el Tratado de Almizra (1244) se la consideró plaza límite de la Corona de Aragón con la de Castilla. Población árabe llamada Sexona, que presentaba un castillo almohade del que aún quedan las ruinas, fue conquistada a mediados del siglo XIII, y el 28 de abril de 1268 se le concedió el título de villa real y pasó a tener representantes en las Cortes del Reino de Valencia. En 1337 participó en las Cortes de Valencia convocadas por Pedro IV, rey que se preocupó especialmente de fortificar su castillo en 1338, previniendo una invasión musulmana que no se produjo. En la guerra entre los dos Pedros, cayó en 1364 en manos de Pedro I el Cruel, rey de Castilla, para ser de nuevo reconquistada por Pedro IV el Ceremonioso, quien contó con la ayuda de gentes naturales de Penáguila, Alcoy y Cocentaina, pasando a formar parte de nuevo de la Corona de Aragón. Durante el siglo XV, Jijona amplió su jurisdicción mediante la adquisición a sus señores feudales de los lugares de Ibi y Torremanzanas. Ibi permaneció bajo la jurisdicción de Jijona desde 1420 hasta 1629, mientras que Torremanzanas lo hizo desde 1472 a 1794. Durante la Guerra de Sucesión, fue una villa marcadamente proborbónica, por lo que opuso una fuerte resistencia a las tropas del archiduque Carlos, que asediaron Jijona y obligaron a los habitantes a la rendición en el año 1706. Sin embargo, la población que consiguió huir a las montañas realizó una contraofensiva que terminó con la conquista de la plaza en el 1707. Gracias a su lealtad a Felipe V, éste le otorgó a Jijona los títulos de Ciudad y de leal y fidelísima en 1708 así como la concesión de añadir a sus Armas una "Flor de Lis". A partir de ese año fue capital del Corregimiento del mismo nombre, el cual comprendía a la ciudad de Jijona y las villas de Castalla, Biar, Tibi, Ibi, Onil, y Elche, y los lugares de Torremanzanas, Salinas y Benejama. El Corregimiento de Jijona fue suprimido definitivamente en 1833, con la división provincial.

CÓMO LLEGAR: Por la Autovía E-15/A-7 dirección Valencia. A la salida del túnel de San Juan, tomar la salida nº 1 MUXAMEL/XIXONA. Continuar por la CV-800 hasta Xixona. Antes de entrar a la población, por la derecha aparcar en el parking habilitado. Hay paneles informativos de los senderos PR-CV 112 y 122.

ITINERARIO: XIXONA / CASTELL / PISTA A PINETA / BIFURCACIÓN, SENDA DE LA DERECHA / SEGÓN QUERENA / BARRANC DE LA COVA DELS CORRALS / PENYA MUIGJORN / COLLADO DEL CLOT / CABEZO REDONDO / SENDA BARRANC DE CASTALLA / ALT DE LA MARTINA / COSTERA DE IBI / SALT DEL MORO / LA LLIBRERÍA / FONT DE NUTXES / XIXONA.

COMPONENTES: VICENTE.

LA RUTA: Hoy me he quedado solo y decido hacer la ruta que abortamos la semana pasada para irnos a Aitana. Esta es una ruta tradicional para nosotros, de gran recorrido, subiendo a dos cumbres y acumulando un fuerte desnivel pero que está distribuido durante el largo itinerario. También he cambiando el inicio, casi siempre vamos primero a por La Martina y esta vez será la Penya Migjorn, variando también la subida.

A la salida del aparcamiento cruzar la carretera y comenzar a subir por las escaleras, enseguida veremos las marcas del PR-CV 212. Han terminado las obras de acondicionamiento colocando barandas de madera. Nos elevamos con facilidad y tenemos una vista parcial del pueblo y el Castillo del que apenas queda algún lienzo de las antiguas murallas. El día es precioso y soleado pero comienzan a soplar fuertes ráfagas de aire.

Pasamos a la otra vertiente y comenzamos a bordear el Castillo por el oeste. El sendero se abre paso en la umbría por debajo de los restos de de las murallas. A la izquierda tenemos la vista completa de la mole de la Penya Migjorn, iluminada por los primeros rayos de sol; de ahí su nombre de Peña Roja o del Mediodía.

Con las nuevas obras el sendero pasa a los pies de la Torre Grossa, la única almena que se conserva. El Castillo de Jijona está situado en un lugar estratégico, desde el que se controla la línea de costa y se vigilaban las incursiones de peligrosos piratas. Es una muestra de la cultura árabe, construido en la época almohade, a finales del siglo XIII.

Damos un vistazo a los tejados de las casas del pueblo de los que sobresale el de la torre de la iglesia por su colorido azul y blanco. El sendero continúa hasta cruzar la carretera a Tibi. Con el nuevo trazado pronto nos alejamos de ella en dirección a la finca Gacimal.

Subiremos una cuesta por una pista de asfalto que da servicio a varios chalets hasta su finalización, para continuar por una pista de tierra que nos llevará hasta Pineta, donde tomaremos una senda por la izquierda. Teniendo siempre como referencia la soleada peña a la que nos vamos acercando.

En un momento dado la senda se bifurca. Por la izquierda sube hasta Casa Pineta y en dirección al Cantil. Esta vez, nosotros continuamos por la derecha. La senda desemboca en un camino carretero y poco después la volvemos a tomar por la izquierda.

Comienza una fuerte subida hasta el collado para comenzar a rodear la peña por el oeste de la montaña. Emblemática pared roja de redondeadas aristas erosionadas, altiva y elegante. Desde el collado podemos divisar a lo lejos la caseta de vigilancia forestal de La Martina, a la que nos dirigiremos tras culminar la Penya Migjorn.

Por la umbría, donde ahora sopla más fuerte el aire, el sendero nos conduce a la Cova dels Corrals, antigua casa de campo en ruinas, que abarcaba una gran zona abancalada en el barranco del mismo nombre.

Más adelante viene el desvío balizado con paletas informativas que nos dirige hasta la cumbre. En este tramo el viento se ensaña conmigo golpeándome con fuerza. Apenas puedo ponerme los guantes y un gorro para protegerme el lado izquierdo de la cara y mucho menos hacer fotos.

Una vez en el punto geodésico parece calmar uno poco su ira. Penya Migjorn (1.226 m.) Las vista son espectaculares: Maigmo y su masa de pinar. El cercano litoral de la costa. El Cabeçó D’or, Puig Campana, Ponoig y la omnipresente Aitana, esta semana sin nieve. Tomo una barrita energética.

Me abrigo para bajar y tengo una larga perspectiva del sendero hasta La Martina. Es un extenso recorrido con varios toboganes de fuertes subidas en la Segón Querena, Collado del Clot y el Cabezo redondo. Antes transito por los vertiginosos cortados de verticales paredes, teniendo como fondo el pueblo de Tibi.

Superados los obstáculos tengo una bonita vista hacia atrás. Alcanzo un depósito de agua para incendios y conecto con una ancha pista entre pinos que bordea las dos vertientes. A la derecha una mirada aérea de la Llibrería y la Lloma Redona. En el otro lado, Castalla en su hoya y Onil a los pies del Reconco.

Alcanzo un cruce balizado que por la derecha se va a la Font de Roset. Nosotros continuamos recto, y cerca de una curva cerrada, también balizado, hay un desvío a la izquierda que tomamos, por una bonita senda que nos conduce cerca del Barranc de Castalla.

Finalizada la subida, estamos frente a la senda de bajada a la Zona Recreativa de la Font de Vivens, y por la derecha a diez minutos de ancha pista de tierra, que se hacen eternos, arribamos a la caseta de vigilancia forestal.

Alt de La Martina (1.094 m.) segunda cumbre de hoy. Esta no tiene punto geodésico pero si un espléndido mirador. A lo lejos veo la Penya Migjorn de donde he llegado en unas dos horas, y el resto de cumbres en los alrededores. El aire apenas molesta y preparo mi almuerzo al sol.

Por detrás de la caseta donde hay un redondo depósito metálico para incendios inicio el descenso. Pero enseguida por la izquierda abandono la pista de tierra por un estrecho y vertical cortafuegos para las torres del tendido eléctrico que me deposita en el collado.

Camino unos doscientos cincuenta metros por la pista de tierra para dejarla por la izquierda, en un desvío balizado, que conecta con la preciosa senda de la Costera de Ibi, que bordea y nos desciende por el barranco entre pinos hasta el Salt del Moro, que hoy sin agua pierde todo su encanto.

El sendero se pega a las paredes y las bordea dando la vuelta. Son paredes calizas de tonos rojizos, pero con la peculiaridad de estar cuarteadas en forma de libros o tomos bellamente encuadernados. Estamos en la Llibrería. Hay un bonito mirador donde se puede contemplar esta singularidad.

Seguimos descendiendo y admirando esta parte accidentada e irregular de la montaña. Llegamos a otro cruce balizado donde tenemos la opción de llegar a Xixona por dos sitios diferentes: la Font de Roset y la Font de Nutxes. Yo elijo la de Nutxes, me parece más directa y, aunque está en una finca particular, es más bonita.

De camino a ella, por pista de tierra que termina en una carretera asfaltada y que recorremos durante un kilómetro aproximadamente. Volvemos a tener gallardas vistas de la Penya Migjorn. La fuente está dentro de una valla y cae a una balsa, pero han dejado un caño para que desde fuera podamos beber.

A la derecha, enfrente de la fuente hay un desvío balizado por un sendero. Luego viene otro tramo de asfalto y por la derecha pasamos por las Casas del Riguet, cruzando el lecho del barranco por donde discurre entre cañizos el breve Riu del Cosco.

Conectamos con las calles del arrabal de Xixona y callejeamos el pueblo hasta el aparcamiento del Barranc de la Font donde tenemos el coche. Larga pero entretenida excursión que nos ha permitido conocer distintos parajes.