EL CIRCO DE LA SAFOR

Posted by : Vaig a Peu sábado, 1 de junio de 2013

Todos los relieves del sur de la provincia de Valencia y del norte de la de Alicante pertenecen a los Sistemas Prebéticos, orientados de sudoeste a noreste y que se prolongan bajo las aguas del Mediterráneo hasta las islas Baleares. Una de las cordilleras de estos sistemas es la que forma un anfiteatro próximo a Villalonga que se ha originado por la erosión a partir de un meandro encajado del río Serpis. El circo de la Safor comprende unos 800 m desde la base hasta la cima donde se puede observar la famosa «finestra» (ventana) de la Safor. El hundimiento de esta especie de circo o anfiteatro de grandes proporciones no se debió a ningún cataclismo, sino a la lenta socavación de la base por el río Serpis, por un lado, y a la constitución estratigráfica de la ladera norte de la sierra de La Safor, donde se alternan capas de rocas poco consistentes (arcillas y otras rocas sedimentarias poco consolidadas) con otras formadas por calizas y margas, más resistentes, pero de un espesor relativamente escaso. A todo ello se vino a unir el hecho de las fuertes pendientes, el que el río Serpis siga una especie de fractura tectónica y, sobre todo, que el monte de La Safor esté orientado hacia el norte, con lo que la pluviosidad y la posibilidad de erosión son siempre mayores que en las laderas que miran hacia el sur. Además, durante alguna glaciación se pudo originar una especie de circo glaciar cuyos deslizamientos pudieron ocasionar un derrumbe masivo a partir de la cornisa superior lo cual conformó un excelente ejemplo de la cuenca de recepción de un torrente. La relativa lentitud del proceso erosivo que formó el circo de La Safor queda demostrada por la curvatura hacia abajo del estrato calizo en la parte superior de la cuenca. Ello se explica por la adaptación a un proceso de meteorización química: dicho estrato calizo conforma una estructura rígida pero puede llegar a deformarse con el tiempo por la fuerza de gravedad y por la meteorización. Este tipo de meteorización, explicado en el artículo sobre las margas, consiste en un proceso de tres partes: La absorción de dióxido de carbono por el agua de lluvia, con lo que se transforma en ácido carbónico. La transformación del carbonato cálcico de las rocas calizas, que no es soluble, en bicarbonato cálcico, que sí lo es, gracias a la acción del ácido carbónico que baja con el agua de lluvia. Por último, la evaporación del agua en el bicarbonato cálcico, transformándolo de nuevo en carbonato cálcico. En este último proceso, el nuevo carbonato cálcico va depositándose por gravedad en el estrato original y lo va combando siguiendo la fuerza de gravedad.

CÓMO LLEGAR: Autopista A-7 hacia Valencia, Salida 691 en la rotonda elevada Universidad/San Vicente del Raspeig, tomar dirección Alcoy, una vez pasados los túneles de la Font Roja, continuar hasta la salida 802, Muro de Alcoy/Benimarfull/L’Alqueria d’Asnar, continuar por la CV-700 a Muro de Alcoy, en el primer semáforo, torcer a la derecha por la CV-705 hacia Gayanes y Beniarrés. En Beniarrés por la CV-701 hasta Lorcha. Al ser circular, se puede aparcar desde la estación del trenet hasta el final del pueblo.

ITINERARIO: LORCHA / VÍA VERDA DEL SERPIS / BARRANC Y SALT DE LA PARRA / L’ISIDRET / CASA TARSAN / CAMÍ DE VILALLONGA / LA FINESTRA / NEVERA DE LA SAFOR / PIC DE LA SAFOR / FONT DELS OLBIS / FONT DE BASSIETS / VERSSANT DE LA CARRASCA / COVA GORIGORI / LORCHA.

COMPONENTES: VICENTE Y JULIÁN

LA RUTA: Repetimos la ruta que hicimos hace dieciocho meses, pero hoy la haremos en sentido inverso y afrontaremos el desnivel de más de 800 m. de un tirón, para luego tener un regreso más largo y distendido. Hemos aparcado al principio del cauce de la rambla, junto a la pista que sube a la Font dels Olbis; así repartimos el poco asfalto del pueblo entre la ida y la vuelta.

Iniciamos saliendo del pueblo en dirección al puente sobre el río Serpis, teniendo enfrente la vista del Castell de Perputxent en su solitaria colina. Una vez superado el puente giramos a la derecha por un camino de tierra junto al cauce del río y con cuidadas huertas.

Por la izquierda dejamos la antigua fábrica de papel con su vertical chimenea, junto a la desmantelada estación del trenet de Lorxa, y la plataforma del antiguo trazado del trenet de Alcoy a Gandía, construida y explotada por la compañía inglesa Alcoy and Gandía Railway and Harbour C. Ltd. Ofoff London, para traer carbón a la industria textil de Alcoy. Tenía 53 km, fue inaugurado el 25-1-1893, con el precio en tercera clase de Alcoy en Gandía de 4,05 ptas. Al trenet le denominaban la Xitxarra y se cerró el 16-4-1969.

Enlazamos con la Vía Verda del Serpis y tendremos el cauce del río a nuestra derecha durante todo este recorrido. Hace un precioso y despejado día primaveral. Enseguida llegamos a la Font de Boteros, recuperada hace algún tiempo y que recoge sus filtradas y claras aguas en una pequeña balsa vallada con maderas.

Debido a las lluvias el caudal del río viene crecido y su agradable ruido nos suena a música celestial. A estas horas nos cruzamos con muchos ciclistas en ambos sentidos que recorren este bonito trayecto de la Vía Verda. El río forma un meandro en una cerrada curva que salvamos atravesando el primero de los túneles.

Escondidos entre el cañaveral y las pequeñas choperas que están en pleno auge, oímos a las garzas y a los patos. El ruido del agua aumenta y nos desviamos un poco a la derecha para ver la bonita y amplia cascada que se precipita desde una represa de unos cuatro metros para producir energía.

Cruzamos el río por un puente de cemento, cambiando así de vertiente. Podemos ver las pilastras que sostenían el puente para el paso del ferrocarril. Estamos en la Casa de la LLum, antigua central eléctrica de la que quedan algunas edificaciones. Por la derecha se inicia una senda que llega a la Font de la Sequera, que también se puede prolongar hasta la Font dels Olbis.

Viene otro túnel, el más corto. Con el río a nuestra izquierda nos separamos un poco de su orilla, dando lugar a plantaciones de naranjos y algunas casas de campo. Aquí termina nuestro recorrido por la Vía Verda del Serpis. Dejamos el río y por la derecha, hay cartel informativo y un poste con paletas del PR. Subimos por las rocas y entramos en el Barranquet de la Parra.

Se acabó el terreno llano. Nos elevamos con facilidad por la frondosa senda y pronto tenemos bonitas panorámicas del Salt, delgada cascada que cae desde unos treinta metros en las cercanías de la casa de les Matxones, es una de las veces que más caudal le he visto. Arribamos a una pista de cemento con paletas informativas.

Marchamos por la derecha, pasando por el antiguo refugio l’Isisdret. Al lado hay en exposición, una pequeña casa de madera en cuyas escaleras tomamos barritas e hidratos de carbono. La pista, entre cemento y tierra nos sigue elevando hasta una cerrada curva donde está situada, en un precioso otero, la Casa Tarsan, espléndidamente decorada con piedras de la zona.

La pista hace varias curvas con fuertes rampas hasta situarnos en el Camí de Vilallonga. Caminamos unos metros por la derecha para ubicarnos junto al panel informativo y el poste con las paletas del PR, donde se inicia la erguida senda a la cumbre. No hay que tener miedo a la subida, hay que ir parándose a contemplar el paisaje y tomar un respiro asomándose a los impresionantes miradores.

Comenzamos la segunda parte del ascenso por estrecha senda. Esta parte baja es la que más veces ha sufrido incendios y quedan pocos pinos grandes, el matorral de coscoja, romero y aliaga lo ha repoblado todo y los pinos que surgieron de las piñas abiertas en los incendios, van ganándoles en tamaño. Tenemos una buena vista del Benicadell.

Vamos tomando altura y tenemos el primero de los miradores con una gran roca que asemeja una cara y una vista parcial al circo de la Safor con sus laderas totalmente cubiertas de un manto verde de vegetación.

Atravesamos un tupido bosquete de jóvenes carrascas en la umbría y por detrás tenemos espléndidas panorámicas del mar, con el litoral de la costa de Gandía, Oliva, la sierra de Segaria, más al norte el Monduber y al oeste el Benidadell y su valle.

Seguimos esforzándonos por la empinada senda que nos pasa cerca de los acantilados entre hermosos farallones y agrestes roqueros de belleza salvaje, atestados de vegetación autóctona en pleno auge primaveral.

Arribamos a uno de los lugares emblemáticos de esta ruta, la Finestra. Desde un mirador entre delgadas carrascas vemos el cuadrado agujero perforado en la roca que asemeja una ventana, a la que no es posible asomarse. En los últimos años siempre hemos tenido bruma o lluvia. Hoy el día es luminoso.

Nos queda un fuerte repecho y tenemos a la vista la verde pradera con el agujero de la nevera, y la senda que sube a la atalaya de la cumbre. Por detrás la asombrosa y extensa panorámica de la Finestra hasta el mar.

Llegamos hasta el círculo de piedras de la Nevera de la Safor, derruida y con poca profundidad pero con su inconfundible hiedra cubriendo gran parte del foso. Antes de subir a la cima nos vamos a la derecha, al Mirador del Circo de la Safor, tenemos que aprovechar la luminosidad de este día.

Con cuidado nos encaramamos encima de la roca que sirve de otero y disfrutamos contemplando las largas vistas hasta el mar y la parte sur de este pequeño pero extraordinario Circo con su abismal profundidad.

Emprendemos la última subida, corta pero exigente, y completamos los ochocientos metros de desnivel en cumbre. Pic de la Safor (1.013 m.) Aquí las vistas son de 360º, desde el Puig Campana, Aitana, la Serrella, Montcabrer, Benicadell, Orelles d’Ase, la Ratlla, Moduber y el mar. En la tibia sombra de unas carrascas montamos el campamento para nuestro merecido almuerzo.

Empezamos el descenso hasta la

nevera para ir cerrando el alargado círculo de esta ruta. Nos vamos por la izquierda, con la estrecha senda que cruza el verde prado flanqueado por bosquetes de carrascas y sabinas. Nos elevamos un poco para cruzar la rocosa loma entre más carrascas, sabinas y romero, con la vista puesta en el Benicadell que tenemos de frente.

Bajamos cómodamente de la loma en varios lazos y zigzags hasta un pliegue o pequeña rambla donde cambiamos de vertiente. Arribamos a un minúsculo collado con un poste sin paletas y una peana informativa; continuamos de frente en leve descenso por una especie de canal junto a la ladera de la loma, hasta que giramos a la derecha y entramos en la zona recreativa de la Font dels Olbis.

Después de refrescarnos buscamos la senda por la izquierda, un poco más debajo de la que traíamos. Hace unos largos lazos en la ladera hasta depositarnos en el cauce del Barranc de Bassiets, donde transitamos por su lecho en la zona de la Pedra Plana y subimos a la otra vertiente para conectar con la pista, que en cuatrocientos metros por la izquierda lleva a la Font de Bassiets y su zona recreativa, hay poste con paletas informativas.

Marchamos por las indicaciones de PR dirección a Lorcha. Entramos en el Barranc Verssant de la Carrasca, por una bonita senda que nos eleva para sortear unos enclaves rocosos. Es un estrecho barranco con mucha vegetación; tiene un estrecho paso con una vertical y lisa pared que parece haber sido cortada a cuchillo.

Pasamos a poca distancia de la entrada de la Cueva de Gorigori, tapiada con somieres metálicos y alambres, que es utilizada para guardar ganado. Bajamos de nuevo al cauce del barranco para subir un poco más adelante por la otra ladera, junto a una pequeña presa de cemento para contención de aluviones en caso de riada.

Conectamos con la pista de tierra, hay poste informativo, y entramos en Lorcha con la siempre cambiante silueta del Benicadell encima del pueblo. Andamos por la carretera junto a la rambla hasta nuestro aparcamiento.