LAS ENCAÑIZADAS Y EL COTERILLO, SAN PEDRO DEL PINATAR

Posted by : Vaig a Peu lunes, 18 de marzo de 2013

Con una extensión de 856 hectáreas, el Parque Regional alberga una gran variedad de ecosistemas diferentes: playa, dunas litorales, pinar, saladar, charcas salineras, encañizadas (zona pseudomareal) y carrizal. El estrecho cordón dunar se extiende a lo largo de todo el Parque, paralelo al Mar Mediterráneo. Estas dunas se encuentran semifijas por la vegetación. El litoral del Parque está representado por las playas de costa baja y arenosa, zona más próxima al mar donde se entremezclan flora y fauna de dos ambientes: el terrestre y el marino, esta zona es muy rica en organismos vivos, sobre todo en la arena. El Pinar de Coterillo, es una repoblación de pinos carrascos realizada en el año 1917 con el fin de evitar el avance de las dunas, que amenazaba con invadir los estanques salineros. Debido a la dureza de las condiciones, la pobreza e inestabilidad del suelo y el continuo viento proveniente del mar, cargado de gotas marinas, vemos que los pinos están muy abatidos y doblados. Otro de los ecosistemas que encontramos en el Parque es el saladar; un sistema natural complejo, con vegetación esteparia, un suelo cargado de sales, que además se encharca durante una parte del año. En verano, al evaporarse el agua del suelo, las sales son arrastradas hasta la superficie, donde son depositadas formando la típica costra salina blanca. Lo podremos observar en las proximidades de las charcas salineras y en la zona de las Encañizadas. Lo más característico y espectacular del Parque son los estanques o charcas salineras. Existen charcas almacenadoras, calentadoras y cristalizadoras, que al poseer características diferentes de concentración de sal y profundidad, hacen que en su conjunto sea el lugar donde encontramos la mayor diversidad de avifauna del Parque.

CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 dirección Cartagena, salida en la nº 774 San Pedro del Pinatar. Llegar hasta el Centro de Visitantes “Las Salinas”, hay aparcamiento.

ITINERARIO: CHARCAS SALINERAS / PLAYA DE LA TORRE DERRIBADA / ÁREA RECREATIVA / PUERTO DE SAN PEDRO / PLAYA DE LA LLANA / PLAYA DE LA BARRACA / PLAYA DE PUNTA DE ALGAS / LAS ENCAÑIZADAS / MOLINO DE LA CALCETERA / MAR MENOR / BAÑOS DE LODO / MOLINO DE QUINTÍN / CENTRO DE VISITANTES / CHARCAS SALINERAS.

COMPONENTES: VICENTE Y SUSI

LA RUTA: Hoy es fiesta en nuestra Comunidad y nos vamos a la vecina Murcia. Es una ruta prevista para otoño o primavera, antes de que entren las altas temperaturas del verano y con el fin de avistar aves acuáticas durante el recorrido. Hemos ampliado información en el Centro de Visitantes. Son dos rutas circulares, una más corta que la otra, pero tienen una parte que es común, por lo que vamos a intentar unirlas en un solo recorrido.

Iniciamos por la izquierda desde el mismo aparcamiento donde hay carteles informativos del Parque Regional y de la ruta. Hay un bonito sendero sobre tarimas de madera con barandas que nos permite caminar sobre las aguas y que cruza las charcas salineras, donde vemos algunas aves revolotear.

Al llegar a tierra firme, cerca del otro aparcamiento, continuamos recto sobre otra pasarela con tarimas de madera, esta vez sobre las dunas para evitar pisar y destruir los delicados ecosistemas. Hay un pequeño pinar de retorcidos ejemplares, algunos de ellos abatidos por los fuertes vientos de levante que no les deja desarrollarse, pero a cambio cumplen la misión de sujetar o retener las arenas de las dunas.

La pasarela termina en las arenas de la Playa de la Torre Derribada donde a poca profundidad existen Praderas de Posidonia Oceánica. Continuamos por la pequeña y solitaria playa hasta el Área Recreativa, donde hay otro aparcamiento.

Ahora vamos hacia el observatorio de aves de la Charca del Coterillo, entre un laberinto de pasarelas, escondido tras unos pinos y protegido con frontales de madera con aberturas para poder avistar las aves. Hay carteles y descripción de toda la fauna volátil, pero hoy apenas distinguimos algunas.

Aquí termina la parte del recorrido más corto. Volvemos atrás, hasta el Área Recreativa y continuamos por la parte trasera de las instalaciones del pequeño puerto deportivo para pasar a la Playa de la Llana, todavía por el Mar Mediterráneo.

Nada más comenzar a caminar por las arenas de la playa nuestra sorpresa ha sido mayúscula. La Patrulla Águila de vuelo acrobático del Ejército del Aire Español con sede en San Javier, están ensayando piruetas y formaciones, hoy lunes, es un día de trabajo normal para ellos.

Son un espectáculo alucinante, sus arriesgadas piruetas, subiendo en vertical para dar la vuelta y caer en picado a toda velocidad y no virar el rumbo hasta el último momento. Romper la formación y volver a reunirse formando una punta de flecha, manteniendo mínimas distancias de seguridad entre ellos.

¡Jamás he tenido un paseo por la playa tan ameno! De la Playa de la Llana hemos pasado a la Barraca sin darnos cuenta y estamos en el límite donde comienza la Playa de Punta de Algas. Con las mareas, las Praderas de Posidonia Oceánica han soltado sus hojas que se encuentran apiladas a la orilla del mar formando una barrera de color marrón oscuro.

Antes de llegar a los edificios de Punta de Algas giramos a la derecha, salimos de la playa en dirección a Las Encañizadas. Este arte de pesca tradicional aprovecha el pasillo natural de comunicación entre las aguas del Mar Menor y el Mar Mediterráneo para mediante un laberinto de cañas atrapar a los peces en sus movimientos estacionales.

Vamos girando hacia el norte ahora por aguas del Mar Menor a la izquierda y las charcas salineras a la derecha. Llegamos al Molino de la Calcetera que junto con el de Quintín que veremos más adelante, se utilizaban para el vaciado y llenado de las salinas.

Ahora viene una interminable recta entre las aguas del Mar Menor y las salinas, donde cerca de su final están los famosos y populares “baños de lodos”, a los cuales se les atribuye propiedades terapéuticas y curativas. Son plataformas de madera con peldaños para bajar al agua, untarse con el lodo de las arenas y subir a secarse al sol. Hoy, el día y el agua no están para baños.

Alcanzamos al Molino de Quintín, prácticamente en la población de San Pedro. Nosotros seguimos cerrando el círculo por una acera que a la derecha linda con las charcas salineras y un largo canal de agua hasta llegar al Centro de Visitantes, y el aparcamiento donde tenemos el coche.

Con el coche volvemos hacia la playa y comemos en un pequeño restaurante, completando un precioso día casi de primavera.