CÓMO LLEGAR: Por la AP-7 A-7 hacia Elda, salida por la A-7 en dirección Benidorm/Valencia, salida en la nº 691 San Vicente del Raspeig/Alcoy. Dirección Alcoy por la A-7 y salir en la nº 482 dirección AGOST y la gasolinera de la Xau, a los pies del Maigmó. Continuar por la carretera del Pantano hasta la puerta que cierra el paso. Hay algunos espacios para aparcar.
COMPONENTES: VICENTE, PEPE COVES, TONI, JUANJO, PACO VERDÚ, CERVERA, PELEGRIN, MANOLO PERAL, CERVERETA Y PACO SELVA.
ITINERARIO: INICIO / PUERTA / CAMINO DEL PANTANO / PUENTE SOBRE EL RÍO / 2º PUENTE / CASA Y ERMITA / PASARELA / FRENTE A LA PRESA / FUENTE / SENDA, SUBIR / FORN DE CALÇ-1 / FORN DE CALÇ-2 / CASETA / BAJANDO A LA PRESA / SOBRE LA PRERSA / SENDERO / ESCALONES / CAMINO. FINAL.
LA RUTA: Después de darle muchas vueltas hoy me he decidido a llevar a mis amigos veteranos al Pantano de Tibi. Lo más bonito de esta ruta son las vistas desde el Mos del Bou y la sensación de patear por la ancha presa del pantano.
Iniciamos junto al cartel que avisa de las maldades del mejillón cebra, que por desgracia ha invadido el Pantano. Caminamos hasta la puerta metálica que cierra el paso a vehículos y que salvamos por la izquierda.
Proseguimos por el asfaltado Camí del Pantano en suave descenso. Amanece un precioso día algo fresquito y luminoso, y entre almendros resecos aparece el Cerro de la Cresta, el más agreste del enclave de la Presa.
Por la izquierda obviamos el PR que sube por el Cerro del Mos del Bou para bajar a la Presa. En la siguiente curva ya tenemos a la vista la antigua vivienda del encargado de la Presa y la ermita. El sol ilumina los farallones de la Cresta.
A medida que bajamos las panorámicas se abren al enclave del Pantano dejándonos ver parte del estrecho desfiladero socavado por la aguas del río Monnegre entre las rocas, y los puentes que dan acceso a la parte baja de la Presa.
Llegamos al primer puente que cruza el cauce del río Monnegre, donde hay un monolito que alude a su reparación en tiempos de Carlos IV, tras la gran avenida del 7 de septiembre de 1793, recordada porque las aguas superaron la terraza del pantano de Tibi unos tres metros arruinando el aliviadero y el puente.
Desde esta posición ya tenemos una vista completa de la pequeña Presa que tapona el angosto cauce del río, apreciándose claramente que su altura es mayor que la anchura del dique. El camino continua por la otra vertiente del cauce.
El segundo puente está sobre una rambla que desemboca en el río y nos da paso a una explanada donde se ubica la vivienda del encargado de la Presa, la ermita de la Divina Pastora y un escudo real con fecha 1795 (durante el reinado de Carlos IV).
A la derecha de la casa hay una estrecha senda que luego pasa a ser una pasarela de cemento pegada a las paredes con protección de barandas de cable metálico, tornándose senda de nuevo al final. Por la izquierda cae una bonita cascada artificial de unos cuarenta metros, que proviene del aliviadero de la parte superior.
Desde esta posición podemos ver su reducido tamaño con una altura media de unos 42 metros. La anchura del dique es de 9 metros en la base y 59 metros en la coronación y su espesor es de 33 metros en la base y 20 metros en la parte superior.
Una vez en la base, se sube por una retorcida y vertical escalera de peldaños excavados en la roca caliza, protegida por una baranda metálica y cables. Si no se tiene vértigo, es sencillo de subir, pero siempre tomando precauciones. Decidimos no hacerlo y subir a la Presa por el Mos del Bou.
Deshacemos camino por la pasarela y los puentes, pero una vez sobrepasado el puente del monolito, tomamos un sendero algo descuidado a la derecha que nos sube a la fuente y al lavadero cuya pileta está seca.
La fuente tiene un bonito pedestal tallado y una placa de mármol cuya inscripción no logramos descifrar. En la parte delantera hay esculpidas dos piedras de lavar. Subimos junto a las ruinas de una casa para enlazar con la Camí del Pantano.
A media subida de la cuesta lo dejamos por la derecha siguiendo las marcas del sendero PR que en el primer repecho nos dejan junto a las ruinas de un viejo Forn de Calç que posiblemente fue utilizada para levantar la Presa.
El sendero hace varias rampas para afrontar el fuerte desnivel por la ladera del Mos del Bou al tiempo que nos ofrece hermosas miradas al cauce del río. Pasamos por otro Forn de Calç, este en peor estado que el anterior.
Alcanzamos la estructura de una casa que mantiene todas sus paredes y parte del techado, con varias estancias y horno, por lo que debió ser habitada por los trabajadores que mantenían el buen estado de la Presa.
Recorremos su interior haciendo bonitas fotos por los huecos de las ventanas, y desde el exterior tenemos vistas aéreas de la parte alta de la Presa cuando se une al espectacular y agreste farallón de la Cresta.
Otro sendero entre rampas y escalones nos desciende hacia la Presa, que antes de la entrada tiene un artesanal arco de hierro. Cuidado con los primeros pasos que son sobre unas tablas algo inestables, mejor pasar por los laterales.
Llegamos a la parte alta del dique con una anchura de veinte metros, lo que da mucha seguridad para movernos. La visión del embalse a ras del agua es impresionante, y hacia abajo, el estrecho desfiladero con la cascada y el sendero que antes hemos recorrido.
Los 59 metros que separan a las paredes de Cresta de las del Mos del Bou, dan una idea de lo pequeña que es y lo sobredimensionada que está su estructura para el caudal que contiene, pese a que en la gran avenida del 7 de septiembre de 1793, las aguas superaron la terraza del pantano de Tibi unos tres metros arruinando el aliviadero y el puente. Una placa tallada en la roca recuerda el nivel alcanzado.
Vamos retornando por el mismo camino subiendo hasta la casa, y arriba en su parte trasera, es donde comienza el sendero de regreso por la ladera. Antes, montamos nuestro campamento para nuestro merecido almuerzo.
Comenzamos el descenso por la ladera. Entre los pinos y las rocas veremos pasos y peldaños excavados, con unas vistas increíbles sobre la presa, las aguas del pantano y el abrupto cerro de La Cresta, que nos van descendiendo paulatinamente por la ladera del embalse.
No hay que tener prisa y asegurar los pasos para poder disfrutar del momento. El gran trabajo que realizaron para moldear los inclinados escalones en la roca nos permite ir contemplando las bellas panorámicas sobre el Pantano.
Después viene un tramo en el que hay que prestar mucha atención. Debido a las lluvias torrenciales y algún derrumbe, el sendero está muy deteriorado. Han caído varios pinos que hay que evitar y el nuevo trazado no está consolidado.
Tras el paso junto a un rocoso paredón el sendero desciende casi al nivel de las aguas para comenzar a separarnos de ellas girando a la izquierda, por un nuevo camino que nos eleva dando las últimas miradas al embalse.
Con suave desnivel recorremos el camino que al poco vuelve a darnos grandes imágenes del Cantal del Pixador y el Maigmó ahora nublados.
Cerramos esta corta ruta de agrestes panorámicas por el Pantano de Tibi, cargado de historia sobre el agua de riego de la que siempre ha padecido nuestra provincia.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO. (La Font del Llavador está seca)
DISTANCIA: 4,6 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 3 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 457 M. (Al inicio de la ruta)
ALTURA MÍNIMA: 347 M. (Al cruzar el primer puente)
DESNIVEL POSITIVO: 235 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 241 M.
DIFICULTAD: MODERADA.