Posted by : Vaig a Peu lunes, 19 de abril de 2021

La elevada presencia de estructuras relacionadas con el aprovechamiento hídrico denota la importancia del barranco para la gente del siglo XIX. A lo largo del itinerario se pueden ver, al menos, los restos de cinco molinos que en las postrimerías de su vida fueron utilizados la mayoría como centrales hidroeléctricas y como fábricas textiles. La mayoría de los molinos fueron inicialmente batanes, que se dedicaron en las últimas décadas al perchado, cardado e hilado de las telas. Algunos alternaban la actividad textil con la molida del grano para obtener harina. Las materias primas eran introducidas y transportadas con animales de carga por sendas como las que recorreremos en este itinerario, una muestra de la importancia de la fuerza del agua que en aquel momento justificaba este acceso tan dificultoso a los puntos donde se disponía de energía. La lana provenía de la cabaña ganadera de Bocairent-Banyeres de Mariola, pero era insuficiente y había que importarla de zonas ganaderas de Castellón, Teruel y Castilla. La mayoría de los molinos estuvieron activos hasta finales de la década de los cincuenta del siglo pasado, ya que después de la Guerra Civil, con las restricciones de luz, algunos se convirtieron en centrales hidroeléctricas. En el barranco, desde Bocairent, hasta el desagüe, había nueve molinos, de los cuales solo se conservan los restos de seis. Desde Ontinyent, Toribio, Patirás, Lluna, el molí d’Ángela ya desaparecido, Julians, Beneito, el molí de Pep Joan, del Primero y el otro Lluna, este al término de Bocairent, denotan la importancia del barranco para la industria del siglo XIX. El recorrido del barranc dels Tarongers nos ofrece la oportunidad de descubrir uno de los rincones más emblemáticos en la historia de Ontinyent al tiempo que gozamos de un espacio natural con un alto valor ecológico. La mezcla de estructuras de carácter etnológico y el entorno natural típico de los bosques de ribera hacen de este paraje un enclave fantástico para perderse durante unas horas.

CÓMO LLEGAR: Autovía A-31 hacia Madrid, pasado el túnel de Villena salida a la derecha por la CV-81 hacia Onteniente, una vez cruzado Bocairente, dejar atrás el desvío a Alfafara y Agres y seguir por CV-81 dirección Onteniente, continuar una serie de cerradas curvas junto al río Clariano. Poco después de pasar por el Molí del Pas, por la izquierda entraremos al aparcamiento del Barranc dels Tarongers.

COMPONENTES: VICENTE, PEPE Y PATRO.

ITINERARIO: PARKING / MOLÍ DE TORIBIO / FONT DEL B. DELS TARONGERS / SENDEERO DCHA. / MOLÍ DE PATIRÁS / MOLÍ DE LLUNA / MOLÍ DE JULIANS / ASSUT / SEGUIR RECTO / MOLÍ D BENEITO / MOLÍ DE PE JOAN / FONT DEL MOLÍ DE PEP JOAN / MOLÍ DEL PRIMERO / CARRILADAS / COLLADO / ESCALONES / ERMITA DE SANT ANTONI / FONT Y LLAVADOR D’EN FERRIS / PONT VELL /  COVES DEL COLOMER / PLAZA DEL AYTO. / BAJAR PO LA DCHA. / PONT DEL SANT CRIST / VISTA DELS COVETES DELS MOROS / CALVARI / CAPILLA / ERMITA DEL SANT CRIST /CORRAL / SENDERO / CRUZ CARLISTA / CUEVA DE LA BEATA / ALT DEL QUINCALLER / PLA DEL QUINCALLER-DCHA / SENDER D’INGENIERS / PENYA ROJA / PARKING.



LA RUTA: Hacia tiempo que no volvíamos al barranc dels Tarongers. Esta vez empezaremos desde el parking de la CV-81 en dirección a Bocairent cerrando la ruta por la ermita del Sant Crist y el Pla del Quincaller.

 


Iniciamos junto a los paneles y postes informativos de las diversas rutas homologadas que parten o terminan en la zona. Siempre se pueden añadir o quitar variantes. Este tramo de camino lo repetiremos al regreso.

 


Antes de llegar al cruce de senderos, en la otra ladera del barranco, vemos entre el matorral el Molí de Toribio, quizás el menos visitado por quedar apartado. De todas formas dependiendo del mapa o datos informativos, los nombres y alguna ubicación no quedan claras.

 



Arribamos al cruce y seguimos por la izquierda adentrándonos en el barranco.  Enseguida tenemos a la derecha un pilón de cemento y la pileta de la Font del Barranc dels Tarongers, de la que mana un triste hilillo de agua.

 



El sendero continúa recto para luego describir una cerrada curva a la derecha dejando a la vista las formaciones geológicas de las paredes, con sus capas de sedimentos y ondulados pliegues que la erosión va desgastando.

 



Antes de llegar a la curva, el sendero se eleva por la derecha evitando el paso por el Molí de Patirás junto a una casa particular rehabilitada, luego el sendero va retornando al cauce con abundante vegetación.

 



Pasamos junto a erosionadas paredes no muy altas donde otras veces hemos visto a gente haciendo prácticas de escalada, también hay una placa recordando a alguien fallecido. Entre la vegetación hay un banco de madera.

 



Con la humedad del barranco la vegetación es exuberante, vemos viejas higueras que nunca fueron podadas, no queda rastro de antiguos incendios, solo la merma de árboles. Por un vado cruzamos el lecho del barranco.

 



Subiendo a la otra ladera vemos las ruinas del Molí de Lluna invadidas por la vegetación. El sendero se encarama a media ladera donde vuelve a ser llano otorgándonos largas miradas a las peladas sierras colindantes castigadas por los incendios.

 



Hacemos un corto recorrido de ida y vuelta a un saliente del sendero desde el cual podemos observar a vista de pájaro, los restos sin techumbre del Molí de Julians, ubicado en el cauce del barranco con difícil acceso.

 



El cauce hace otra revuelta y podemos observar desde arriba los diques de un viejo Assut que represaba el agua para distribuir a los molinos. Dejamos atrás la variante que sube al Alt del Castellar que hoy no realizaremos.

 



Nos deslizamos de nuevo hacia el cauce y lo vadeamos en las cercanías del Molí de Beneito, grandioso edificio de tres plantas que sigue en pie sin techumbre, solo su parte trasera se conserva íntegra, aunque está cercada. 

 



Volvemos a vadear el cauce que en este tramo discurre con agua que fluye lentamente, entre la frondosa vegetación de olmos y chopos, incluyendo plantas de humedal. Proseguimos camino por la misma vertiente. 

 



Alcanzamos el Molí de Pep Joan en ruinas, e invadido por la maleza. Grandioso edificio de tres plantas construido entre 1850 y 1860 para la fabricación de papel. Después fue transformado en molino harinero para acabar como batán textil.

 













Con prudencia podemos visitar el interior donde en su parte trasera quedan los restos de una noria de grandes dimensiones. Muy cerca está la Font del Molí de Pep Joan, a la que no vamos por tener noticias de que está seca.

 



Retornamos al sendero dejando por la izquierda otra variante al Alt del Castellar. Seguimos adelante a la umbría de grandes muelas rocosas donde el barranco se torna más sinuoso y cerrado albergando alguna chopera.

 













Hacemos un corto descenso de ida y vuelta para visitar el Molí del Primero también en ruinas y avasallado por las hiedras. Desde aquí nace un sendero que subiendo las grandes lomas enlaza cerca del Alt del Quincaller.

 



Ascendiendo por unas zetas y lazadas entramos en el Barranc de la Fos con miradas a vistosas paredes enriscadas como la Penya Foradada, atisbando también, al final del barranco, y sobre su loma la ermita del Sant Crist.

 



Al tiempo marchamos por la Tanca del Bou o Camí dels Carros, un paso excavado en la piedra caliza donde carros de carga dejaron sus huellas y rodadas, salvando un tramo rocoso en el camino de acceso al Molí de Lluna desde Bocairent.

 



El cauce se estrecha y diluye entre las redondeadas colinas con vestigios de viejos incendios cubiertas de matorral. Llegamos a una especie de collado balizado donde comienza el camino de subida al Alt del Castellar recorriendo sus lomas.

 



Bajamos por una pétrea loma en la que han sido excavados escalones que facilitan su descenso para llegar a un cruce balizado con paletas informativas con miradas a la sierra de Mariola. Seguimos de frente para visitar la ermita. 

 



Ermita de Sant Antoni Abat. Construida en el siglo XVI por los religiosos agustinos, consta de una nave orientada al sur. En la fachada  aparece un retablo de azulejos con la imagen del santo y un escudo de piedra.

 



Seguimos por un camino asfaltado entre casas de campo y con las primeras vistas a Bocairent. Pasamos la Creu del Términ para llegar al Llavador y a la Font d’en Ferris que está seca, y sin embargo, pasa un arroyo de agua clara.

 



Desde este lugar, y antes de cruzar por el Pont Vell o Pont D’arrer de la Vila, de origen medieval, tenemos las vistas más emblemáticas del precioso pueblo de Bocairent, arracimado en su cerro y alrededor de la torre de su iglesia.

 



Atrvesamos el puente para rodear la Vila por detrás, pasando junto a la entrada de les Covetes del Colomer, la Cova del Consumer y el Mirador de les Covetes, con una bonita estampa de la ermita del Sant Crist y su Vía Crucis.

 





Entramos al centro del pueblo por la Font de Sant Jaume y por la plaza del ayuntamiento, para antes de llegar al arco, girar a la derecha bajando la calle para volver a girar a la derecha por un encajonado camino entre muros.



Cruzamos el Pont Medieval del Sant Crist sobre el Barranc d’Ontinyent con la vista puesta en el pueblo, algo menos atractiva que por delante y comenzando a subir las primeras rampas del Calvari que nos elevan con rapidez.



En la hornacina de cada estación del Vía Crucis nos detenemos a contemplar el paisaje hacia el pueblo o al escabroso Barranc d’Ontinyent, llegando a la capilla de Nuestra Señora de la Soledad que está cerrada.




El desnivel se apacigua un poco y tenemos a la vista el edificio de la ermita, donde podemos ver los estragos causados por el último incendio hace unos años, apenas ha quedado algún pino y los cipreses del frontal.

 











Ermita del Sant Crist (744 m.) Construida en el siglo XVI consta de tres edificios: el hostal que fue un antiguo convento, la casa del capellán en el centro y la iglesia de estilo gótico con el campanario adosado. Como dato curioso podemos encontrar en su fachada dibujado un reloj de sol y un pantocrátor de piedra.

 



Al estar cerrada recorremos los alrededores y aprovechamos para tomar nuestro almuerzo con vistas lejanas al Montcabrer y al Benicadell. Luego reanudamos la marcha por la izquierda pasando por un viejo corral de ganado.

 



Con las últimas panorámicas a Bocairent, y siguiendo las indicaciones de un poste informativo tomamos la Senda del Cinquantenari por un ancho camino, dejando atrás la ermita y el corral en lo alto de su cerro.

 



En sus proximidades tuvo lugar la batalla de Camorra que puso fin a la III guerra carlista. Ha quedado como testigo un pequeño monolito: “Sesenta y dos víctimas, de sus ideales unos, de la disciplina otros, yacen aquí. ¡Honor y gloria a los que murieron en el cumplimiento del deber el día 22 de diciembre de 1873!”.

 



El camino describe una curva a la derecha y se dirige a un montículo rocoso donde está la cueva de la beata Piedad de la Cruz, natural de Bocairent que fue beatificada en Roma por Juan Pablo II el 21-03-2004. Así lo recuerdan varias placas de mármol y una pequeña imagen.

 



Por detrás de la cueva y a la derecha, el sendero prosigue bajando suavemente hasta el lecho de barranco para volver a subir por la otra vertiente y recuperar de nuevo la altura. El paisaje es monótono, triste y desolado, no hay restos de los incendios pero no ha quedado ni un solo árbol. 

 



En el Alt del Quincaller (733 m.) conectamos con un camino a la izquierda, después seguimos bajando, el surco del sendero es lo único que resalta entre el matorral de las lomas. Obtenemos una vista despejada de Ontinyent.

 



Suave descenso entre las peladas lomas y esporádicos pinos supervivientes de los incendios. Llegamos al Pla del Quincaller (628 m). Dejamos el camino para tomar por la derecha el sendero del Barranc de la Penya Alta.

 



Al introducirnos en el barranco se rompe la monotonía. Precioso sendero a media altura sobre mampostería que discurre entre dos grandes lomas, el Alt del Cabeçó Gross (656 m.) y la Penya Roja (557 m.) enfrente.

 



El desnivel se acentúa y regresa el verde de los pinos. Últimas curvas cerradas y bajamos al rocoso lecho del barranco que nos deja junto al depósito de agua y la pista de tierra antes de enlazar con el Barranc dels Tarongers.


Cerramos esta bonita ruta senderista y cultural observando los restos de una industria pionera que aprovechaba los recursos naturales y ha quedado en el olvido, así como gran parte del patrimonio que atesora Bocairent. 

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/barranc-dels-tarongers-72205679




RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (La Font del barranc des Tarangers y en Bocairent)

DISTANCIA: 12,3 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 04:40 HORAS.

ALTURA MÁXIMA: 735 M. (En el Corral de la Ermita)

ALTURA MÍNIMA: 396 M. (Inicio barranc des Tarongers)

DESNIVEL POSITIVO: 597 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 608 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

 

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