Posted by : Vaig a Peu sábado, 16 de mayo de 2020

Con más de 200.000 ejemplares y unos 50.000 en los viveros municipales dispuestos a ser plantados, el palmeral ilicitano es el mayor de Europa. Aunque contemplado desde cierta distancia puede parecer un bosque, en realidad es una plantación realizada con fines agrarios, de ahí que a las parcelas o a sus agrupaciones se les denomine huertos. Cada una de las parcelas está flanqueada por alineaciones de palmeras, de tal forma que, vistas desde el aire, forman cuadrículas. Los bancales creados en su interior se han dedicado tradicionalmente a cultivos agrícolas. Aunque se ha constatado la existencia de palmeras en todo el sur europeo desde antes de la presencia humana, el descenso de las temperaturas y las glaciaciones acabaron con la mayor parte, a excepción de algunas zonas más cálidas protegidas de las corrientes frías, como Elche. La profusión de dibujos de palmas y palmeras en cerámicas iberas de La Alcudia (siglo III al I a.C.) demuestra la relevancia de las datileras ya en aquella época. La expansión del palmeral se produjo a raíz de la fundación por los árabes de la nueva ciudad en su emplazamiento actual (siglos VIII y IX), estableciéndose una extensa red de riego que en su mayoría persiste hasta hoy. La pervivencia durante siglos de este sistema de agricultura de oasis fue uno de los aspectos que valoró la declaración de la Unesco. Actualmente, el palmeral tiene una función más paisajística y cultural que agrícola. Esta última vertiente se centra en la producción de palma blanca para el Domingo de Ramos, que se envía a toda España e incluso al extranjero, y en reducidas cosechas de dátiles para el mercado local. También se han comenzado a obtener variedades de calidad comercial de palmeras reproducidas en laboratorio.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: MOLÍ DEL REAL / PARQUE INFATIL DE TRÁFICO / MIRADOR VALLE TRENZADO / DERECHA / DERECHA / ENTRAR / TORRE DE VAILLOS / CONSERVATRIO DE MÚSICA /  FÁBRICA DE HARINAS /  UNED / PARQUE REY JAUME I / CREU DEL TERME / HORT DEL CLERO / HORT DEL GAT / HORT DEL SOL / PALMERA DEL ARACELI / CASA HORT DELS PONTOS / LA PIPA DE SEMPERE / PALMERA PIPA REAL / PALMERA DEL FORAT / HORT DEL MONJO / LA TOMBÁ DEL MUR / ANTIGUO MATADERO / TORRE DE RESSEMBLANC /LA PIPA ESCONDIDA /  HORT DELS PORTES ENCARNADES / PONT DE LA GENERALITAT / LADERA DEL VINALOPÓ / PONT DE SANTA TERESA / PASARELA ROJA / SALIDA DEL CAUCE /  BASÍLICA DE SANTA MARÍA / PALAU D’ALTAAMIRA /  HORT DEL XOCOLATER / OFICINA DE TURISMO / PALMERA TRIDENTE / PARQUE MUNICIPAL /  MOLÍ DEL REAL.

LA RUTA: Se trata de una ruta urbana visitando los palmerales más céntricos de la ciudad, para lo cual utilizaremos el PR-CV 439 al tiempo que veremos las palmeras singulares más cercanas al recorrido.


En plena desescalada del confinamiento debido al Covid-19 intentaremos acceder a todos los huertos de palmeras aunque algunos se hayan cerrados como el Parque Municipal. Al ser una ruta circular, los ilicitanos podemos empezar desde cualquier punto.


Iniciamos desde el Molí del Real, antiguo molino harinero movido por las aguas de la Acequia Mayor. Cruzamos enfrente hacia el Parque Infantil de Tráfico, que aunque está cerrado, se puede entrar por otro de sus accesos.


Completamente solitario lo rodeamos cerca de sus estanques, virando hacia la izquierda hasta llegar al mirador del valle trenzado, asomándonos a la ladera del cauce del Vinalopó donde confluimos de nuevo con la Acequia Mayor.


Tenemos una bonita panorámica al cauce del río,  que divide la ciudad, las pasarelas de cemento que lo cruzan, de ahí lo del valle trenzado, y el Pont del Bimil.lenari. Seguimos por la carretera de servicio para girar a la derecha.


El camino atraviesa un huerto de palmeras dejando atrás el nuevo convento de las Clarisas y las Casas de Ferrández, para salir frente a los terrenos de la Universidad Miguel Hernández, sin llegar a salir a la carretera torcemos a la derecha.


Marchamos por un pasillo formado entre palmeras y la valla metálica del huerto, con lo que caminamos protegidos y paralelos a la carretera. Al terminar el pasillo tenemos que cruzar la carretera y continuar junto al pequeño muro del huerto.












Por el portalón del huerto, siempre entre pasillos de palmeras que rodeaban los bancales de cultivo, llegamos a la Torre de Vaíllo que formaba parte de una serie de edificaciones que en su origen tenían un claro carácter defensivo y de vigilancia.


Perfectamente conservada tiene una planta rectangular y está edificada en mampostería con refuerzo de sillería tallada en las esquinas. Su nombre proviene de sus antiguos propietarios, los Vaíllo de Llanos, condes de Torrellano.


Atravesamos el huerto, pasando junto a los edificios del Conservatorio y salir a la zona urbana de la avenida del Ferrocarril. Cruzamos a la acera de enfrente para seguir junto al apeadero de Renfe y la fábrica de harinas.


Pasamos por el Hort de Vicentet y por delante del Hort del Balconet, entrando en el Hort de Carme, Parque del Rey Jaime I, donde está su busto de bronce. Salimos por otra de sus puertas pasando por delante de la bonitas verja del Hort de Nal.


Enseguida llegamos al Hort de  la Creu donde está la Creu del Terme, que ha quedado medio escondida en un rincón, abrumada por chalets y edificaciones. Debemos cruzar enfrente por el descampado utilizado como aparcamiento.


En la avenida Juan Carlos I pasamos a la acera de enfrente para entrar en el Hort del Clero que por sus caminos flanqueados por palmeras, y el Hort de la Rinconada, salimos al Camí del Gat, zona de chalets y huertos.


Entramos en el Hort del Gat que cada vez está más abandonado, sus jardines y fuentes muestran un estado descuidado, en sus caminos quedan restos de palma desde la última poda y su palomar es utilizado por gente sin techo.


Salimos a la rotonda donde está la Comisaría de la Policía Nacional para cruzar enfrente, al Hort del Sol, con una entrada bastante descuidada, aunque las marcas del PR así lo indican. Continuamos hasta enlazar con un camino.

Giramos a la izquierda y luego a la derecha, lindando con el Colegio Salesiano San Rafael. Entre el palmeral vemos varias Palmeras tumbadas que no llegan a ser “pipas” y que parecen que se estén abrazando.












Una pequeña peana de obra con una cerámica de la Palmera del Araceli nos indica su proximidad, aunque se encuentra escondida en uno de los márgenes. Es una replica en miniatura de la Palmera Imperial.











Volvemos al camino para girar a la derecha. Nos detenemos en la antigua casa de labranza del Hort dels Pontos. Si nos fijamos en sus pilares de yeso, todavía se conservan anotadas con lápiz labores realizadas por los jornaleros en el año 1951.


Esta vez salimos por la entrada al Hort dels Pontos, en el Camí de l’Almassera. La ruta prosigue por la derecha, pero nos desviamos un poco a la izquierda, para contemplar la Palmera la Pipa de Sempere, posiblemente la más larga de Elche.

Retornamos al sentido de la ruta y a pocos metros desde el muro del huerto tenemos una buena visión de la Palmera Pipa Real, la más tumbada del palmeral ilicitano. Se sabe que creció en vertical hasta que un día cayó y siguió creciendo en horizontal.


Enlazamos con la calle Curtidores para entrar en el Hort del Monjo, convertido en un cuidado parque vecinal. Buscamos la Palmera del Forat, curiosa palmera con un agujero que la atraviesa de parte a parte.


Desistimos de ir al Centro de Congresos y continuamos la ruta pasando el estanque artificial del parque, saliendo al Camí de Felip y girando a la derecha por delante de la Casa de Radioaficionados donde vemos dos ejemplares de pistacheros.


Por dentro del huerto vemos otro ejemplar del pipa ya que son muy comunes en los huertos. Salimos a la calle junto a la Palmera la Tombá del Mur, que apoyada sobre el muro del huerto ha recobrado la verticalidad pero en la calle.


Rodeamos la rotonda del antiguo Matadero Municipal, convertido ahora en el Centro de Cultura Contemporánea l’Escorxador. Continuamos calle abajo hasta llegar a otro de los puntos de referencia de esta ruta.


La Torre de Ressemblanc, es una torre defensiva de huerta que está datada en el siglo XV, su función principal era la de vigilancia ante posibles invasiones berberiscas provenientes de la costa. Es de base cuadrada y está construida a cuatro alturas.


Torcemos a la derecha por delante de ella, dejando la acera en unos metros por un sendero que nos introduce en el Hort de Sant Josep que vamos rodeando por la derecha junto a la valla del I.E.S. La Torreta.

En la nueva calle giramos a la izquierda y poco después en un bolardo con las marcas del PR volvemos a girar a la izquierda, haciendo una especie de “U” dentro del huerto, que nos deja en un rincón junto a la Pipa sin nombre.

A la que llamamos la Pipa Escondida. Algunos vecinos aprovechan para tender y secar sobre ella alguna alfombra. Continuamos por la pequeña diagonal para salir a la Avinguda de Dolores, que linda con los muros del Hort de les Portes Encarnades.


En el muro de este huerto hay varias cerámicas alegóricas de Francesc Cantó y la Venida de la Virgen. La casa del huerto se mantiene en condiciones y tiene una llamativa bungavilla roja, en la puerta de entrada las cerámicas son en color.


Antes de llegar al Pont de la Generalitat, cruzamos por el paso cebra y por las rampas de cemento bajamos al cauce del río Vinalopó. Siguiendo las normas del Covid-19 solo se puede pasear en un sentido, o sea, por la derecha.


Dejamos atrás el acueducto de Riegos de Levante, y con bonitas estampas del cauce caminamos por la ladera, acercándonos al Pont de Santa Teresa y pasando por uno de sus arcos. También obviamos la Pasarela Roja.


Después viene el Pont de Canalejas y la Pasarela del Mercat. A esta horas vemos muy poca gente paseando o haciendo ejercicio. Seguimos avanzando hasta poco antes de llegar al Pont d’Altamira, por la zona de fitnes, salimos del cauce del río.


Con vistas al Palau d’Altamira nos acercamos a la Plaça del Congrés Eucaristic para hacer bonitas fotos a la Basílica de Santa María sin llegar a entrar en su interior. Luego cruzamos a la Plaça del Palau, que tiene su fuente desactivada.


Por las pasarelas subimos a la parte alta donde podemos hacer fotos a la fortaleza. Seguimos hacia el Hort del Xocolater pasando por la artística imagen con placas de metal de la Mare de Dèu de la Assumpsió.










Llegamos a la Oficina de Turismo, lógicamente cerrada al igual el Parque Municipal. La ruta original pasa por su interior y por algunas palmeras singulares. Al menos desde la reja nos conformamos con la Palmera Tridente.


Rodeamos el frontal del Parque Municipal por el Passeig de l’Estació, donde admiramos la escultura de Josep Díaz Azorín “L’Abraçada”, el abrazo, que tanta falta nos hace en estos días. Continuamos hasta el final.

Por delante de una balaustrada que perteneció al antiguo Paseo de la Estación, giramos a la izquierda para cerrar la ruta a la entrada el Molí del Real, con una preciosa foto del palmeral y la Basílica de Santa María.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: SI. (Es una ruta urbana)
DISTANCIA: 9,5 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 03:14
DIFICULTAD: BAJA.

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