Posted by : Vaig a Peu jueves, 25 de julio de 2019

La Serra Gelada, fue declarada Parque Natural en fecha 11 de marzo de 2005. Dicho parque tiene una superficie de 5.564 ha, de las cuales 920 son medio marino. Lo magnífico de su paisaje, la significación del mismo, sus peligros para su conservación han generado una amplia bibliografía y atención por parte de los viajeros e investigadores. Veamos unos párrafos del Manifest sobre la bellesa de la Serra Gelada: "Els signants del present Manifest ens declarem admiradors entusiastes de la gran intensitat espiritual que posseïx l'esplèndida bellesa natural de la Serra Gelada, paratge únic, i quasi desconegut de Benidorm, Altea i l'Alfàs del Pi, a la Marina Baixa. Davant la immensitat del paisatge i de la importància de la seua flora i fauna, hem decidit posar al seu servici tot el nostre amor i la nostra energía, i és per això que hem decidit dedicar-li un gran Homenatge Interdisciplinar de les Arts i les Ciències. La música, la paraula, la pintura, el periodisme, la geografía, l'ecologia, hi estarán presents" (Mediterrània: Homenatge a la bellesa de la Serra Gelada coneguda també com les Penyes de l'Albir, 2003: 19) La Serra Gelada se encuentra rodeada de espacios turísticos de primera magnitud, y de ahí vienen sus aspectos positivos (su aprovechamiento) y sus peligros (una excesiva presión antrópica). Es por ello que habría que evitar la proliferación y extensión de urbanizaciones, así como la no instalación de equipamientos y/o servicios, la no obertura de caminos. El magnífico hito de la Serra es, pues, un ecosistema, un paisaje extraordinariamente sensible y a tratar de forma exquisita por las autoridades en cuanto a su protección, y por los visitantes en su disfrute. La zona ha tenido su aprovechamiento desde la Prehistoria, pues se han encontrado diversos yacimientos y restos de actividades pesqueras desde el Neolítico. Siendo esta zona lugar de paso de los pueblos colonizadores mediterráneos, y punto de intercambio de productos. La zona tiene numerosos yacimientos, en gran parte desaparecidos bajo las construcciones contemporáneas. En el entorno, se pueden observar diversas torres de vigía para la protección contra la piratería, que tratamos en otro lugar de este libro, torres como las de Seguró, la Bombarda, la de l'Aguilló en el Tossal de la cala de Benidorm y la del Xarco en la Vila. Podemos admirar los acantilados y las diversas fracturas, como las fallas de la Punta de l'Escaleta y la Punta de l'Albir. Cuevas como la de la Boca de la Ballena. La continuación bajo el mar de la sierra y su nueva emergencia sobre las aguas del islote de Benidorm. Pero el lugar también es magnífica atalaya para admirar el entorno terrestre: el Puig Campana, Aitana y Bérnia. Volvamos a la voz de Gabriel Miró: "Montes con las espaldas distendidas y nerviosas, montes delgados, perpendiculares, en asunciones tranquilas, siempre hilando en vellón de la claridad virgen. Puig Campana es la sierra cincelada para Benidorm, y todavía quedó enmendada la obra rebanándose el filo en una hendidura de bordes siempre tiernos. En la costa tiene Benidorm la Sierra Helada. De mañana, de tarde, de noche, siempre de color de luna " (Miró, 1970 , pp. 63-64) (https://www.levante-emv.com/a-mi-aire/2018/07/20/serra-gelada-montanas-rompen-mar/1746652.html).
CÓMO LLEGAR:Por la AP-7 hacia Benidorm, salida en la nº 65 BENIDORM (LEVANTE) CALLOSA D’ENSARRIÁ, enlazar con la N-332 y por la izquierda continuar hasta la Playa de l’Albir. Al ser una ruta corta hemos preferido aparcar cerca de la playa para luego darnos un baño. Apenas llega a un km del Parque Natural.
COMPONENTES:VICENTE, CAROL Y SUSI.
ITINERARIO:PARC NATURAL / OTERO / ALT DEL GOVERNADOR / MIRADOR DEL FAR /  PARC NATURAL / A LA CALA DE LA MINA /  FAR DE L’ALBIR / PARC NATURAL.


LA RUTA:La primera parte de la ruta la hacemos Carol y yo, al regreso se unirá Susi para hacer el recorrido al Far de l’Albir. Iniciamos desde el aparcamiento, pasando por el bonito Punto de Información del Parc Natural.


Hace un bonito día despejado y algo brumoso por la humedad. Enseguida tomamos el desvío balizado de la derecha hacia el Alt del Governador, luego viene otro cruce más con paletas informativas, es un enlace con el Camí Vell del Far.


El sendero muy bien delimitado, se encrespa entre la cuidada pineda de la cara norte de Serra Gelada. La altura ganada nos comienza a dar preciosas panorámicas al mar con Altea, y el Bérnia, en el otro lado, Benidorm y sus rascacielos.


Es una fuerte subida en un corto tramo aliviada por rampas y lazadas bajo la protectora sombra de los pinos. En los cambios de rasante y pequeños llanos tomamos aliento contemplando ahora al Puig Campana, Ponoig, y monte Cabal.


A medida que subimos crece la amplitud de las vistas, en el mar abarcamos toda la bahía desde l’Albir al Morro de Toix, con el puerto de altea y multitud de escondidas calas, y en las montañas el paisaje llega de Finestrat a Callosa.


En el último tramo se acentúa el desnivel con rampas más cortas y empinadas, pero ya tenemos muy cerca el complejo de antenas y artilugios de comunicación. Nuevas miradas al mar y al Bérnia, y al oeste Benidorm y la costa hasta el cabo de Santa Pola.











Alcanzamos unas barandas de madera y la carretera de servicio, que cruzamos, para continuar por la loma, con inigualables vistas al mar, las crestas de Serra Gelada, y las inevitables antenas que afean la cumbre.


Alt del Governador (438 m.) el vértice geodésico se encuentra junto a la valla que encierra las antenas, al borde del acantilado. Las panorámicas al mar de este a oeste, lo inundan todo. Por la posición del sol resulta difícil hacer una foto juntos.


Por el borde del acantilado y pegados a la valla metálica pasamos al otro lado para posicionarnos sobre unas rocas en un bonito mirador al Far de l’Albir, recordando una espectacular subida que hicimos desde el faro bordeando los acantilados.

Retornamos al vértice y a la carretera de servicio, deshaciendo camino por el mismo sendero de subida, concluyendo una bajada ágil y rápida hasta el Punto de Información del parque donde nos espera Susi para la segunda parte de la ruta.

Comienza el remozado Camí Vell del Far, que nada tiene que ver con la tortuosa senda que desde su construcción en 1863 subían los fareros. Han renovado todas las señales y carteles, y abundan las peanas informativas con datos del parque.

Por la derecha dejamos atrás la primera subida al Alt del Governador por el PR. El cuidado piso de cemento permite un tránsito concurrido por paseantes, runners y algunos ciclistas. También tiene buen acceso para minusválidos.


Una juguetona ardilla nos viene a saludar antes de llegar al primer mirador. Las vistas ahora son menos aéreas y más cercanas pero igual de bellas. Al haber realizado el recorrido otras veces no entramos a todos los miradores.


En el segundo mirador, algo más elevado, las panorámicas se amplían para gratitud de nuestros sentidos, mostrándonos toda la bahía desde l’Albir hasta el puerto de Altea, así como, las instalaciones de una piscifactoría en pleno mar.


Pasamos un corto túnel excavado en la sierra y salimos a la solana con miradas mucho más abiertas a la parte rocosa de l’Albir y a Altea. También ponemos nuestros ojos en el faro coronando el peñascoso montículo donde está situado.


El camino serpentea tomando un poco de altura y hacer en suave descenso un ancho recodo para evitar una barranquera que termina en la recogida Cala de la Mina, donde hay fondeadas varias embarcaciones. Obviamos el sendero que baja a la cala.


El Faro se va acercando, y en otro recodo, pasamos por debajo de la Cova Boca de la Balena, en forma de semicírculo pero con poca profundidad, hay marcada con mojones una sendita para llegar a ella, que también reusamos.

Poco después un poste informativo nos indica el sendero de bajada a la antigua mina de ocre rojo. Las primeras extracciones fueron realizadas por los fenicios, labor que continuaron posteriormente los romanos. No descendemos.


Sin llegar a subir al tercer mirador comprobamos la tremenda verticalidad de los acantilados, viendo entre las crestas la incipiente traza de una senda que se inicia entre las primeras lomas y llega al Alt del Governador.


Accedemos al recinto del faro con impresionantes vistas a los acantilados y al Alt del Governador. Rodeamos el Centro de Interpretación del Far de l’Albir,ubicado dentro de las antiguas instalaciones del faro.












En el exterior las miradas vuelven a ser grandiosas a los acantilados y a la piscifactoría frente al Penyal de Ifach. Estas aguas acogen a una de las escasas poblaciones de delfín Mular (Turciops truncatus) de la península Ibérica.

La Torre Bombarda recibe su nombre de una pieza de artillería, la bombarda. La torre fue destruida durante la guerra de la Independencia (1808-1814) los restos que se pueden ver son el basamento de mampostería maciza.

Emprendemos el regreso por el mismo camino. Buscando en el paisaje diferentes perspectivas. Antes de llegar al túnel tenemos nuevas miradas al puerto pesquero de Altea, donde distinguimos en lo alto, la cúpula de su bonita iglesia.

Desde la entrada el parque llegamos a nuestro aparcamiento para cambiarnos y darnos un agradable baño. Al ser una playa de bolos, es importante traer sandalias de agua o escarpines. Comida relajada en Único Restaurant & Wine Bar.





RECORRIDO:LINEAL IDA Y VUELTA.
AGUA POTABLE EN RUTA:NO.
DISTANCIA:9 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO:03:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA:438 M. (Alt del Governador)
ALTURA MÍNIMA:42 M. (Inicio)
DESNIVEL POSITIVO:466 M.
DESNIVEL NEGATIVO:478 M.
DIFICULTAD:MODERADA.

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