Posted by : Vaig a Peu sábado, 27 de mayo de 2017

El Castillo de Gulapdar, también llamado Castillo de Gulabdar, Castellet de Polop o Castell de L´Aljubeca, se encuentra situado en las cercanías de la población de Polop de la Marina, perteneciente a la comarca alicantina de la Marina Baixa. Se localiza en la margen derecha del barranco del mismo nombre, sobre un escarpado cerro frente al monte Ponoig, y dominando la parte oriental del Valle de Guadalest, a través del Collado de Llamp. El castillo se levantó a principios del siglo XII por los musulmanes una vez invadida la zona. Por tanto se trata de una alcazaba árabe que protegía a la alquería y actuaba como puesto avanzado de la fortaleza principal de Polop hacia el Valle de Guadalest. En 1.268 esta fortaleza fue conquistada por el rey Jaime I, y se mantuvo como parte de los territorios cedidos por dicho rey a los familiares del caudillo musulmán Al-Azraq, hasta que en el año 1.271 se le cedió al caballero Bertrán del Belpuig y, posteriormente en el año 1.277, pasó a formar parte del señorío de Bernat de Sarriá, señor de Callosa. Esta ciudad toma su nombre, Callosa d´en Sarriá, en honor a su fundador. Posteriormente y mediante carta testamentaria, el castillo pasó a manos del Infante Don Pedro, hasta que ya bien entrado el siglo XV, queda en manos de Don Diego Fajardo, iniciándose el esplendor de la baronía de Polop durante los siglos XVI al XVIII. El Castillo de Gulapdar está íntimamente ligado a la historia del castillo principal de la localidad, y sujeto en todo momento a los avatares de ésta. Dada la escarpada situación del mismo, poco a poco dejaron de enviar tropas al mismo, entrando en un deterioro continuo, que llega hasta la actualidad. Se trata de una fortificación de menor tamaño e importancia del valle, controlando el paso de tropas y personas entre Polop de la Marina y Finestrat, así como los pastos de altura en la vecina sierra de Aitana. En el lado sur hay vestigios de un muro de pequeñas dimensiones, y en el opuesto, hacia el barranco, se levanta otro muro de tapial al borde mismo del precipicio. Su planta es alargada, con el extremo más estrecho orientado hacia la población de Guadalest, y delimita un espacio muy reducido destinado a proteger el sinuoso camino de acceso al mismo. Una torre protege la vertiente oriental, de planta rectangular de 4,70 x 3,60 m., y está construida con tapial árabe sobre basamento de mampostería de piedra irregular. Este es el mejor resto que queda en la actualidad y debió pertenecer a la torre de vigía y control de la fortaleza islámica. Además dispone de albacara y cisterna, aunque ambos son de reducidas dimensiones. Toda la fortificación se encuentra en estado de ruina progresiva.
CÓMO LLEGAR: Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ en la rotonda nº 1 de La Nucía tomar la salida hacia Guadalest por la CV-70. En la tercera rotonda tomar la salida hacia la Avda. del Balcó del Ponoig hasta llegar al aparcamiento del Helipuerto de Polop y zona de escalada.
COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.
ITINERARIO: HELIPUERTO / BARRANC DE LA CANAL / COLL DEL CIGARRÍ /  PASSET-1 / PASSET-2 / PONOIG / COLL DEL LLAMP / COVETA DE LA MOSCARDA / CASA DE DIOS / MAS Y FONT DEL PÍ / MIRADOR / SUBIDA CASTELLET / CASTELLET DE POLOP / BAJADA / SENDA BARRANCO / HELIPUERTO.

LA RUTA: El Ponoig es un clásico pese a estar lindando con el mágico Puig Campana y medir 225 m menos. Posee un gran tirón entre los senderistas por sus paisajes y rutas de acercamiento, además de ser un paraíso para escaladores con importantes vías y una conocida ferrata.

Llegaremos a la cima por el “Passet”, una opción poco conocida y que nos subirá directamente tras salvar pasos algo aéreos en los que hay que prestar mucha atención. La variante de hoy consistirá en subir a la Penya del Castellet de Polop.


Iniciamos desde el helipuerto, hoy no hay escaladores, la ferrata está clausurada por derrumbes. Tomamos el sendero del Barranc de la Canal, preciosa senda entre el bosque de pinos que comienza a elevarnos con fuerza.


El cauce del estrecho barranco discurre entre la ladera izquierda por la que subimos, y las verticales paredes de la montaña, tan pétreas y lisas que parecen talladas a plomada. Sólo en el perfil lateral vemos como adosada una roca que asemeja la figura de un fraile.


Al tomar altitud con rapidez las vistas se amplían. Hacia arriba, la meta son dos grandes espolones rocosos que vemos entre los pinos, y por abajo las panorámicas llegan al mar, con Polop, Callosa, el Bérnia y el Penyal de Ifach.


Frente a los grandes espolones el barranco se estrecha y la distancia entre las paredes se reduce,  entre las oquedades observamos varios abrigos hechos con piedra seca por los pastores y también por los escaladores.









Desde el desnivel superado, el barranco forma un estrecho pasillo hacia el mar, donde las vistas se extienden a las poblaciones y a la costa. Pese a la bruma vemos el final de la sierra de Bérnia, el Morro de Toix y el pequeño istmo del Penyal de Ifach adentrándose en el mar.


El sendero hace unas fuertes revueltas entre rampas y zetas superando duros repechos. Poco a poco los pinos desaparecen, y pequeñas carrascas y la abundante coscoja lo invade todo. Culminamos al llegar al Coll del Cigarrí (930 m)


Este es un precioso otero donde la portentosa imagen del Puig Campana (1.408 m) lo acapara todo. Después tenemos el brumoso mar y Benidorm esparcido a los pies de Serra Gelada; en el otro lado, la brecha del Coll del Llamp.


En este punto giramos hacia la derecha, dejando la senda del PR que prosigue para el Collado del Llamp. Hay otro pequeño rellano y los rastros de senda desaparecen en dirección a las paredes de la sierra.


Enseguida vemos los hitos y los rastros de senda a seguir. La vez anterior con niebla fue más complicado. Esquivamos la torrentera apartándonos de un grupo de carrascas, e ir ladeándonos hacia la derecha, hasta localizar un hito en las paredes.


Plegamos y sujetamos los palos a las mochilas, deleitándonos con las grandes miradas. Tenemos a la vista el hito en la cornisa del primer paset, es un ascenso oblicuo pegado a la pared con diversos agarres, no es complicado pero hay que estar atento.


Superado el paso estamos en tierra de nadie, y tras un pequeño ensanche, caminamos subiendo pegados a las paredes. Las vistas a ciento ochenta grados son espectaculares. Divisamos el hito de la siguiente cornisa.











En el segundo paset, hay que levantar más las piernas y sujetarnos para izarnos, nada complejo, pero es muy aéreo, por lo tanto precaución. Hay una piqueta metálica clavada y al girar la cornisa todo se apacigua.


Los mojones se hacen visibles y vamos girando a la izquierda por la ladera de este vertical barranco. Su tránsito resulta muy incomodo debido al lapiaz. Hay que procurar no bajar pero tampoco subir mucho, los hitos son esenciales.


A la salida del barranco las panorámicas cambian por completo, vemos las inclinadas praderas rocosas del Ponoig despejadas de arboleda, el Bérnia mucho más cercano, Callosa y la Almeida, y las portentosas paredes del Sanxet (1.184 m)











Tenemos que seguir ganando altura por el lapiaz de las inclinadas laderas, los hitos escasean y son difíciles de ver, pero hay que seguir girando progresivamente hacia la izquierda hasta llegar a la cresta rocosa.


La seguimos por la derecha, mirando entre los acantilados el grandioso paisaje, y alcanzar entre las rocas el buzón metálico de la cima. Ponoig (1.182 m). Para el almuerzo descendemos un poco a la sombra del pequeño bosque de carrascas.


Descendemos por PR-CV 13 que en 1,8 km de moderado descenso llega al Collado del Llamp (977 m), ofreciéndonos grandes miradas a els Castellets de Sella (819 m), a Aitana y la tremenda muralla rocosa del Penyó Cabal o Sanxet (1.184 m)


En el Coll del Llamp seguimos bajando por la derecha hasta entrar en el impresionante Barranc de Gulapdar, con grandiosas vistas al valle de Guadalets y las inmensas paredes del Penyó Cabal. Llegamos a la curiosa Coveta de la Moscarda (920 m)


Comienza el tramo más vertiginoso de bajada por el Barranc de Gulapdar. El entorno es espectacular, con las últimas estribaciones del Penyó Cabal y sus verticales farallones, y las irregulares laderas del Ponoig.


Tras varias rampas el descenso se amortigua llegando a la Casa de Dios (654 m), arropada por la contundente mole del Penyó (789 m). Esta bonita casa pintada de azul cielo, está emplazada en un lugar privilegiado y cruce de caminos, con unas vistas embaucadoras.


Por camino proseguimos el PR hasta el Mas del Pí ahora abandonado y pintarrajeado. Existe un sendero que nos lleva a la fuente y la balsa del mismo nombre. Es trayecto de ida y vuelta con algo más de un kilómetro que dejamos para otra ocasión.

Llegamos al mirador, a los pies del Penyó, donde el ayuntamiento de Polop ha instalado unas barandas y bancos de madera para contemplar las amplías panorámicas. Tenemos vistas a nuestro próximo objetivo, el Castellet, coronado por las ruinas del Castillo de Al-Azraq.

A partir de ahora el piso de la pista es de cemento y el desnivel se acentúa haciendo rampas y eses en precipitado descenso. Tenemos que estar atentos puesto que no tenemos clara la subida al Castellet, pero la visualizamos fácilmente.


Los primeros metros del sendero son planos hasta un rellano entre pinos, donde el sendero empieza a subir y luego ataca la ladera por la izquierda, rodeando los restos de muralla hasta encontrar un paso accesible al recinto del castillo.


Penya del Castell (564 m) no quedan restos de murallas, tan solo la cisterna rota y la albacara, donde estaría ubicada una de sus torres.  Lo mas impresionante de esta pequeña atalaya, son sus vistas al mar que constantemente vigilaban.


Regresamos a la tediosa pista de cemento, que sin embargo nos aporta extraordinarias miradas a los espolones de Ponoig. Estamos atentos a una senda que se inicia a la derecha, en una piedra hay marcado un punto azul.

Comparada con la pista, la senda es una delicia; nos baja lateralmente hasta el cauce del Barranc de Gulapdar que cruzamos, haciendo una fuerte subida por la otra ladera que comienza a rodear el Ponoig entre el bosque de pinos.


La bonita senda nos conduce a media altura por la umbría de la pineda. Avanzamos con rapidez obviando trazos de sendas que se dirigen a las paredes, son accesos para escaladores; bordeamos la valla metálica de una finca y cruzamos el cauce del Barranc de la Canal para llegar al Helipuerto.
 
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA POTABLE EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12,950 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:15 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.181 M. (Ponoig)
ALTURA MÍNIMA: 367 M. (Barranc de Gulapdar)
DESNIVEL POSITIVO: 928 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 965 M.
DIFICULTAD: MODERADA. (Prestar atención en el Paset)

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