Posted by : Vaig a Peu sábado, 13 de febrero de 2016

El Mas de la Monja es una finca propiedad del Ayuntamiento de Villajoyosa que se encuentra situada en las faldas del Puig Campana, en el cruce de términos de Benidorm, Polop y La Nucía. La finca fue comprada a principios del siglo XX porque en ella se encontraba un recurso muy valioso, el agua. Con esta adquisición el pueblo de Villajoyosa se ​​garantizaba el suministro de agua potable para sus habitantes. Gracias a la Fuente del Mas de la Monja y a la construcción de un sistema de acequias y otros elementos, fue posible llevar el agua desde las faldas del Puig Campana hasta la partida del Rodacucos, ya en La Villajoyosa. La finca también tenía un Mas, el Mas de la Monja, que a lo largo del tiempo ha tenido varias utilidades. Los terrenos de la finca eran cultivados por los agricultores y cuidados por los masers. Actualmente la finca se encuentra abandonada, salvo algunos bancales que se encuentran cultivados con cereales con finalidad cinegética y de la construcción de un gran depósito de agua para la extinción de incendios forestales. La construcción tradicional llamada Mas, y que fue el centro de toda actividad que se desarrollaba en la finca, se encuentra, salvo una pequeña parte (el núcleo central) en ruinas. Los cultivos, salvo algunos bancales de secano y otras de cereales (con fines de servir de alimento para la fauna de uso cinegético) se encuentran abandonados y poblados con especies forestales como el pino blanco, la sharia o estepa, la petorrera, la aliaga, el romero, etc.
La Font del Mas de la Monja nace de una mina hecha al nacimiento de un barranco que se encuentra situado en las faldas del Puig Campana. De aquí es conducida a una primera "fuente" (caseta con entrada y salida de agua). Una conducción por acequia (actualmente con una manguera de plástico metida en su interior) conduce, por la vertiente izquierda del barranco, las aguas hasta una segunda "fuente" (caseta de obra similar a la anterior), ya separada de las faldas del barranco. Es ésta la fuente que usa la gente para beber. De ahí el agua es conducida a un antiguo aljibe desde donde antiguamente era llevada mediante acequias y otras construcciones hasta el pueblo de Villajoyosa. Actualmente la lleva hasta un depósito para su aprovechamiento en la extinción de incendios
CÓMO LLEGAR: Por la Autopista AP-7 hasta Benidorm, salida nº 65 BENIDORM (LEVANTE) / CALLOSA D’EN SARRIÁ, por la CV-70 hacia La Nucía, en la rotonda nº 5, la de Mercadona, tomar dirección hacia la Partida del Copet y el colegio Elian’s. En el colegio seguir por su derecha, dirección Polop hasta una casa de campo a la izquierda, con valla de obra de color ocre. Terminada la valla girar a la izquierda, hay un cartel del Camí al Mas de la Monja. En unos tres kilómetros llegaremos a un rellano donde podemos aparcar antes de llegar a la cadena que corta el paso.
COMPONENTES: VICENTE Y SANTI.
ITINERARIO: APARCAMIENTO / MAS DE LA MONJA / CRUCE IZQDA. / SENDA DCHA. / CONEXIÓN CON PR-CV 289 / PINO/ ROCA SUBIDA DIRECTA / REFERENCIA / PR-CV 14 CONEXIÓN / PUIG CAMPANA / BANCAL DEL MORO / POUET DE LA NEU / COLL DEL POUET / MAS DE LA MONJA / APARCAMIENTO.

LA RUTA: La semana pasada desde nuestra ruta por la Serra dels Castellets añoramos al Puig Campa. Las grandes cimas hay que subirlas al menos una vez al año, es como una tradición que intentamos cumplir severamente, y como siempre, incluimos alguna variante, esta vez una vía directa a la cumbre por el suroeste.

Nunca habíamos subido desde el Mas de la Monja. Antes del incendio del 2009 era un pulmón para La Nucia, desgraciadamente ahora es una zona arrasada. Los discursos políticos para su regeneración, como siempre, han quedado en nada. Solo la naturaleza, que nunca miente ni falla, lo está consiguiendo, pero nada volverá a ser igual.

Iniciamos desde un pequeño rellano donde el PR-CV 17  llega desde Polop. El ancho camino de tierra se inclina haciendo una curva a la izquierda. Entre las ramas de los pinos tenemos las primeras vistas a la costa. No es un día despejado y el viento sopla con fuerza. Llegamos a la cadena que cierra el paso a vehículos.

Sin dejar de subir, el camino comienza a rodear el Tossal Grau (669 m.) teniendo de frente una imagen poco conocida del Puig Campana. Al tomar altura las vistas hacia la Marina Baixa se van ampliando, dejándonos ver Sierra Gelada con la playa del Albir y Benidorm a ambos lados.


Terminamos de bordear el Tossal Grau y ya tenemos a la vista el Mas de la Monja situado entre el Ponoig y el Puig Campana, actualmente muy deteriorado. Sin llegar a entrar, seguimos un corto tramo y dejamos el PR, tomando otro camino por la izquierda que nos desciende al cauce del Barranc d’Iborra.


El nuevo camino remonta el cauce del barranco en dirección a las laderas del Puig Campana y nos deja más expuestos a las ráfagas de aire que mueven las nubes a su antojo. Bonitas miradas del barranco con el Ponoig y el Coll del Llamp. Algunas nubes amenazan tormenta y dan un tétrico color al mar.

El desnivel sigue aumentando con lo que se acortan las vistas a la montaña, vamos entrando en la zona crítica del incendio de enero del 2009, es una sensación rara, el matorral cubre de verde las laderas pero se percibe la falta de pinos y carrascas que fueron arrasadas. A cambio tenemos unas brutales panorámicas a la costa.

Poco después el camino termina y debemos tomar un estrecho ramal a la derecha, para salvar un fuerte obstáculo, remontar ladera arriba varias terrazas abancaladas que fueron arrasadas por el incendio, la trocha se pierde y se recupera, la molestia estriba en esquivar los troncos de pino caídos.

Traspasar el enjambre de ramas y zarzas que ya han crecido resulta trabajoso, así como subir por los muretes derruidos, en la parte baja es donde más se acumulan los restos quemados. Me estoy acordando del discurso de los políticos, que iban a pedir ayudas para regenerar la sierra y ya han pasado siete años.


A medida que subimos se va aclarando el panorama y es más fácil avanzar. Alcanzamos el PR-CV 289 que circunda el Puig Campana. Sin arboleda y también afectado por el incendio, pero el paso de los senderistas ha vuelto a reafirmar suelo del sendero. Al menos, las vistas siguen siendo maravillosas.

Proseguimos por la izquierda, en dirección contraria a la Font de la Solsida. Poco más adelante llegaremos a una especie de rellano cerca de un pino que se ha salvado del incendio, donde hay una piedra grande en el suelo con las marcas del PR y encima unas piedras pequeñas a modo de hito.

En este punto, por la derecha comienza la subida directa a la cima. Veremos una especie de vaguada con unos roquedos hacia los que nos dirigimos. Los primeros hitos cuestan un poco de localizar, pero una vez hecho hay que intentar no perderlos, ya que no hay senda definida, tan solo rastros de senda.

Es una subida constante que no agobia, puesto que por delante tenemos pocas referencias y las que hay son cortas, me refiero a que no ves la cima ni ocurre como en el Carreró del Barranc de les Marietes, que percibes una inclinación muy fuerte. Comienzan a aparecer  pintados unos puntos rojos que refuerzan los hitos.

Cogemos altura con bastante fluidez pero debemos estar muy atentos a los hitos y puntos rojos, hay momentos que se hace difícil localizarlos, por lo que  no perdemos de vista el Track del GPS. Desde los roquedos tenemos unas vistas impresionantes al mar y en el fondo del valle pegado a la ladera, Finestrat.


En algunos giros las ráfagas de aire se hacen más patentes. Alcanzamos enormes rocas casi gemelas que rodeamos por la parte de arriba, entre ellas queda una ventana natural por la que obtenemos preciosas miradas a la costa. Los hitos y marcas toman dirección hacia una gran barrera rocosa.


Transitamos por la base de las paredes con alguna dificultad para encontrar nuevas señas, que una vez localizadas, hitos y puntos rojos, nos ayudan a superarla por la izquierda entre un bosquecito de carrascas. Las panorámicas las tenemos a nuestras espaldas y siguen creciendo a medida que ganamos altura.


Es como ir subiendo plataformas, la siguiente más elevada que la anterior, pero sin crearnos desilusión, porque en las miradas al mar calibramos el desnivel acumulado. Y por fin, una referencia, por la izquierda vemos el Pic Prim, y cómo no, la gran muesca del gigante Roldán: el Portell del Puig Campana.

Para los que conocemos esta montaña sabemos que al ver el Pic Prim (1.318 m.) ya hemos superado en altura el Bancal del Moro y estamos muy cerca de la cima. Al salir a sitio más abierto y desprotegido las potentes ráfagas de aire están a punto de derribarnos. Alcanzamos el PR-CV 14 con gran regocijo.


Seguimos sin ver la cumbre pero sabemos que está a unos metros. Puig Campana (1.408 m.) segunda altura de la provincia y quizás la más conocida por su peculiar forma que le da nombre. Se encuentra a tan solo siete kilómetros del mar, en donde seguimos distinguiendo las islas de Ibiza y Formentera.


Tras un buen almuerzo en lugar protegido iniciamos el descenso por la cara norte. Cogemos la senda que baja por el cordal y que es algo más directa para llegar al Collado del Bancal del Moro. Las perspectivas son imponentes, con vistas a Aitana, els Castellets, la Serra del Ferrer y el Montgó.


Desde el collado tomamos la senda por la derecha donde comienza un descenso veloz, los bastones son esenciales ahora. Las rampas y zigzag se suceden deshaciendo desnivel con gran rapidez, no hay mayor dificultad, aunque en el primer tramo la roca está algo descompuesta y resbaladiza, siempre es interesante ir con cuidado.


Después las lazadas se hacen más largas y menos verticales, sosegándose la bajada. Ampliamos las miradas a las paredes que dejamos atrás y por delante todo lo acaparan el Penyó Divino, els Castells, Sella, Aitana y el Coll del Llamp que va creciendo. Nos cruzamos con grupos de gente que suben ahora.

Entramos en un pequeño bosque de pinos y carrascas donde el aire deja de molestar. Un poste vertical nos indica la corta senda de ida y vuelta al Pout de la Neu del Puig Campana, pequeño pozo de nieve que desde hace unos años ha sido cercado para hacerlo más visible. Es una zona reforestada.


Llegamos al Coll del Pouet y cogemos el ancho camino de la derecha que corresponde al PR-CV 17 y que nos llevará de regreso. El Puig Campana se ha comprimido y solo vemos los agrestes roquedos por encima de los pinos, y por el otro lado los paredones del Coll del Llamp y el Ponoig.


Con un desnivel aceptable, el camino va girando a la derecha entrando en la parte alta del Barranc d’Iborra, abriendo el pequeño valle al mar que vuelve a copar nuestro horizonte. Nos prolongamos bajo la zona quemada en el incendio, y el Puig Campana nos va mostrando sus mil caras.


Poco antes de llegar al Mas de la Monja nos detenemos en unas barandas donde han restaurado un viejo horno de cal, que hasta la aparición del cemento fue la materia prima en las construcciones rurales. Se obtenía a partir de la oxidación de la piedra caliza por efecto del calor (>1000º C).


Dejamos atrás el Mas de la Moja, proseguimos el camino hacia la cadena para cerrar la ruta un poco más abajo, dando las últimas miradas al Puig Campana y al Ponig. Preciosa ruta la realizada hoy, conociendo una cara distinta de esta montaña. Recomendable pero con matices, para gente con experiencia, acostumbrada a rutas técnicamente exigentes.

RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 12,0 KM.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 05:10 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.408 M. (Puig Campana)
ALTURA MÍNIMA: 475 M. (Aparcamiento)
DESNIVEL POSITIVO: 950 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 950 M.

DIFICULTAD: ALTA (Por el fuerte desnivel y el seguimiento de las hitos)

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