TRAS LOS PASOS DE SAN JUAN DE GAZTELUGATXE

Posted by : Vaig a Peu jueves, 30 de octubre de 2014

El singular perfil de Gaztelugatxe se aprecia solemne desde la costa. En su cima destaca la ermita de San Juan, a la que se accede por un camino que cuenta con 231 escalones. La ermita es un edificio de planta rectangular con ábside poligonal, muros de mampostería reforzados con contrafuertes, cubierta a dos aguas salvo en la cabecera que es más compleja, y pórtico en el lado meridional. Se desconoce cuándo pudo ser construida, aunque se sabe que en 1886 fue objeto de una gran reforma. San Juan de Gaztelugatxe tiene un profundo arraigo en la devoción popular, sobre todo entre los arrantzales, pues en su interior hay cuadros representando embarcaciones a punto de naufragar y las maquetas de barcos colgados a modo de ofrendas. Según cuenta la leyenda, San Juan, al llegar a Bermeo, dio tres grandes pasos y alcanzó la ermita. Las huellas de aquellos pasos los dejó en el camino, el último de ellos en el último escalón de acceso a la ermita. Así, cada 24 de junio, se celebra una tradicional romería en honor a San Juan. Multitud de personas acuden a pie hasta la ermita en peregrinación desde localidades vecinas en cumplimiento de promesas realizadas o para asistir a las misas que se celebran desde la madrugada. Bajo las aguas entre una impresionante biodiversidad, se esconde una cueva donde los submarinistas veneran una imagen de sus patrona. Aguas arriba, en la superficie, el imponente Peñón de Aketze acoge importantes colonias de paiños, gaviotas y cormoranes. Y a lo lejos, cerrando este hermoso cuadro por el este, el Cabo de Matxitxako se dibuja sobre el mar.

CÓMO LLEGAR: Desde Murgia por la AP-68, continuar dirección Francia, a Gernika, a Bermeo, dirección Bakio hasta Área Recreativa en carretera.

ITINERARIO: ÁREA RECREATIVA / BAJAR, TROCHA A LA IZQUIERDA / CARRETERA INUTILIZADA / CRUCE ANTIGUO ITINERARIO / SUBIDA AL MIRADOR / PORTÓN.

COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.

LA RUTA: No todo nos va a salir también como ayer. Hoy ha sido diferente, pero de un imprevisto, al final ha salido una rutilla decente. Antes de llegar a Bermeo nos detenemos en un mirador situado en una colina junto a un restaurante. Las vistas son preciosas.

Llegar al puerto de Bermeo y aparcar, es tarea difícil. Susi se mantiene en el coche mientras intento localizar la Oficina de Turismo. Me vuelven loco de un lado para otro, y al final la tenían escondida a unos metros. Malas noticias. Desde hoy la Ermita de San Juan de Gaztelugatxe está cerrada por obras. Nos indican un mirador donde podemos verla sobre el mar.

Esto no nos achanta. Estar aquí y ni siquiera fotografiarla es un delito. Antes de llegar nos detenemos en otro mirador situado en una carretera inutilizada para el tráfico. Hay paneles sobre la ruta por esta carretera y un poste con una paleta informativa indica la dirección al observatorio del Cabo Matxitxako.

No lo pensamos más y nos calzamos las botas, estamos hartos de coche. Cruzamos el Área Recreativa siguiendo la dirección indicada, pero hacia la derecha la vegetación cierra el paso, pero por la izquierda una ancha trocha herbosa nos desciende con suave desnivel.

Creemos que en cualquier momento girará a la derecha (Este), hacia el Cabo, pero no lo hace y sigue paralelo a la carretera pero a menor altura. Pronto se nos olvida el Cabo al ver flotando en el mar Cantábrico el imponente Peñón de Aketze, y un poco más adelante, sobresale de la costa, la Ermita de San Juan.

La visión nos llena de alegría, puesto que al final conseguiremos nuestra ruta. Mirando hacia atrás, vemos en la ladera del Cabo Matxitxako, sus dos faros, el nuevo y el viejo. La trocha se une a la carretera junto a un enorme monumento metálico en memoria de los marineros combatientes en 1937.

Caminamos por el asfalto con la seguridad de que no habrá tráfico. Las vistas a la Ermita se van haciendo más presentes, ahora parece que esté ubicada en la cima de un pequeño islote. Acercando el zoom de la cámara vemos que no hay gente en la escalinata.

Por la derecha, la vieja carretera conecta con un camino asfaltado con dos curvas cerradas que dan entrada al acceso a la Ermita. Varios paneles, nos hablan de San Juan, de la Ermita, de las tradiciones y leyendas, así como, un mapa de la zona que abarca el Biotopo, y el aviso de que la Ermita está cerrada.

En un lado hay varios objetos simbólicos como una barca, y una enorme ancla. En este recodo tenemos las primeras vistas completas de la pequeña península donde se haya ubicada la Ermita, la verdad que es un lugar sorprendente, un pequeño islote unido a la costa por una escalinata de 231 escalones.

Proseguimos con suave descenso y llegamos a una fuente. Entre la vegetación volvemos a ver el Peñón Aketxe algo más lejano, la península y la Ermita van creciendo ante nuestros ojos. La posición va cambiando y ahora vemos en el lado derecho, la boca de un túnel por el que penetra el agua del mar.

Estamos ya muy cerca, y el camino enfronta la isla haciendo que cambie la perspectiva de nuestra panorámica. Ahora vemos que son dos túneles por la derecha, uno junto al otro. Pero por la izquierda y frente la escalinata hay otro más. En el Peñón Aketxe también descubrimos otro túnel más vertical.

Alcanzamos el cruce con el sendero que viene del mirador y tenemos una amplia visión de las olas rompiendo en el litoral cerca del Peñón Aketxe. Por el sendero baja más gente puesto que del parking hasta aquí, es un trayecto muy corto y asequible para personas mayores.

De los que bajan nadie sabe que el acceso a la Ermita está cerrado y se sienten decepcionados. Un portón de madera impide el paso y en el interior vemos obreros con chalecos fluorescentes moviéndose en sus quehaceres. Con el zoom hacemos fotos muy cercanas de la Ermita.

El portón, junto a una caseta y una fuente nos permite ver la parte del mar y el acantilado de la zona oeste. Es un buen balcón para hacer fotos, Debemos guardar turno para ocuparlo y hacer las nuestras. El mar, más bravo, rompe sus olas contra unas peñas de formas agrestes que sobresalen en el agua.

Iniciamos el regreso tranquilamente, pero esta vez, para variar algo, recorremos el asfalto hasta el Área Recreativa. Como todavía nos queda tiempo para la segunda ruta decidimos ir a comer a Gernika, de camino paramos en la carretera para ver la resaca de la marea en Mundaka.

En Gernika llegamos a tiempo para entrar a la Casa de Juntas y visitar algunos salones, ver el árbol de Gernika y la cerámica del cuadro de Picasso. De viajes anteriores conocíamos la zona de tapeo y nos explayamos en dos de sus bares.