Posted by : Vaig a Peu viernes, 31 de octubre de 2014

La historia de la cruz del Gorbeia arranca a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando ante las recomendaciones realizadas a los fieles por el Papa León XIII en el sentido de construir cruces en los montes más altos, el párroco de Zeanuri, Bartolomé Alzibar, eligió un proyecto del arquitecto Casto de Zabala para realizar esta obra, que se inauguró el 12 de noviembre de 1901. La primera cruz del Gorbeia, que tenía 33 metros en recuerdo a la edad de Cristo cuando murió, sólo permaneció erguida un mes, ya que fue derribada por un fuerte vendaval. El 1 de octubre de 1902 fue sustituida por otra de 25 metros que permaneció en la cumbre hasta el 12 de febrero de 1906. Posteriormente, en fecha incierta, se inauguró la tercera y actual cruz de casi 18 metros. En la foto, la cruz el día de su inauguración. @sabinoaranaf. A caballo entre Bizkaia y Araba, la cumbre del Gorbeia sobresale entre las montañas y valles que conforman el mayor parque natural de Euskadi. Su cima, con sus 1.482 metros de altura, es la primera gran ascensión a que se enfrentan muchos vascos. No son pocas las tradiciones que tienen como epicentro a esta compacta y majestuosa mole coronada por una enorme cruz de 17 metros de altura, que fue instalada en el año 1899. Una de las más populares se repite cada 31 de diciembre y 1 de enero, cuando miles de mendizales se dan cita para celebrar en lo más alto la llegada del año nuevo. El Gorbeia es mágico. Su panorámica inigualable, su halo de misterio y leyenda, la soledad de su cruz entre las nieves del invierno, hacen de este monte una ascensión inolvidable. La vertiente alavesa ofrece los perfiles más amables y ondulados de esta emblemática cumbre vasca.  Por ella discurren tantas sendas hasta la Cruz como núcleos urbanos existen a sus pies.
CÓMO LLEGAR: Desde Murgia a Murua y por la pista al Área Recreativa de las Canteras, dejar el coche en el último parking, en la zona del Embalse de Gorbeia.
ITINERARIO: ÁREA RECREATIVA / SENDA AZERO / HAYEDO1 / HAYEDO2 / PEÑÓN DULAO / SENDA BARAZAR / ALDAMIN / COLLADO / CRUZ DEL GORBEIA / SENDA ARRORIANO / EGILLOLARRA / HAYEDO3 / CANTERAS / ÁREA RECREATIVA.
COMPONENTES: JOSEBA, VICENTE Y SUSI

LA RUTA: Hoy es el día grande, vamos a por el Gorbeia. Tenemos un Track en el GPS que inicia desde el Molino de Murua e información de esta ruta en la Casa del Parque. Buscando el inicio hemos llegado hasta el parking de las Canteras y consultamos a otra persona que acaba de aparcar.

Le explicamos que desconocemos la ruta y la información que tenemos. Amablemente se ofrece a que le acompañemos puesto que el también va a hacer una ruta circular. Le indico que nuestro ritmo será algo más bajo, el que marque Susi. Pero no le importa, hoy ha venido a disfrutar de la montaña y no tiene prisa.

Nuestro guía de lujo, se llama Joseba, es de Vitoria y montañero empedernido. Al comentarle que nos encantan los hayedos, hace pequeñas variaciones en la ruta. Iniciamos desde el parking al final de la carretera, cruzando el Área Recreativa de las Canteras.

Dejamos la carretera por un ancho camino que penetra en el bosque, donde pronto tenemos un cruce balizado y tomamos la Senda Azero que llega hasta el monte del mismo nombre. Aunque no lo vemos, continuamos paralelos al cauce del río Zubialde.


Entramos en el primer hayedo con el suelo tapizado de hojarasca marrón. Enseguida nos sorprenden los enormes ejemplares de hayas trasmochas, con sus troncos en forma de candelabro de varios brazos que apuntan rectos al cielo buscando la luz.


Salimos a un claro por un amplio pasillo entre abetos. El camino se yergue y una vez arriba sin dejar de subir alcanzamos un falso llano. El paisaje cambia y la vegetación es más desordenada, aparecen algunos quejigos y acebos con sus relucientes frutos rojos.

El sendero pasa a estar delimitado por helechos secos, y despejado de vegetación. En este tramo las vistas se amplían, tenemos las primeras miradas a la Peña Dulao (1.120 m.) que nos servirá de referencia puesto que más tarde la alcanzaremos para bordearla.


Dejando el sendero, Joseba, nos guía subiendo una ladera donde comienza el segundo hayedo. Varios hitos y mojones reafirman la nueva senda; nos comenta que la suele utilizar algunas veces; en esta época está preciosa, con el suelo  mullido de hojas caídas entre hayas jóvenes.


Abandonamos el bosque de hayas y la vegetación alta saliendo a campo abierto. El paisaje cambia por completo. Comienzan los helechos secos y los prados. La Peña Dulao hace acto de presencia y a su derecha, entre un mar de nubes, el Anboto (1.330 m.)


Comenzamos a esforzarnos para superar un fuerte desnivel, tenemos que bordear la Peña Dulao, rebasándola sin acercarnos demasiado a ella. El bonito contraste del marrón de los helechos secos y el verde de las majadas,  inunda todo el paisaje.

Una vez culminada, la senda se serena, y en las extensas majadas pace el ganado equino. Ahora nos dirige en perpendicular hacia la base del monte Aldamin (1.376 m.) con su barrera montañosa. A sus pies conectamos con la senda principal que viene del puerto de Barazar o del pueblo de Ubide (Bizkaia).

Por esta nueva senda, muy transitada para ser viernes, según Joseba, marchamos en continuo ascenso sobre mullido piso y paralelos al monte Aldamin, sus erosionadas paredes parecen viejas almenas de un vetusto castillo en ruinas.


Poco a poco nos vamos alejando de las paredes por la izquierda, viene otro fuerte repecho, eso sí, con herbosa esponja que se nos antoja más cómodo de superar. Tenemos ante nosotros una extensa y verde pradera de redondeadas lomas.

Llegamos al collado donde hay algún artilugio meteorológico y la visión completa de la loma que nos queda por superar para alcanzar a la cumbre, la Cruz comienza a despuntar y el sendero ha dejado su huella en la hierba hasta ella. Las vistas son espectaculares.


Reposamos en este estratégico lugar. Por la izquierda vemos el majestuoso Lekanda (1.309 m.), en el centro, la mole cuarteada del Aldamin, cuya cumbre es un cúmulo de piedras, y a la derecha, y más lejano el Anboto, casi cubierto ahora por el mar de nubes.


Atacamos la fuerte pendiente de la colina con calma, con la vista puesta en la cruz que se asoma, y que aumenta de tamaño a medida vamos avanzando. Mirando hacia atrás, todo queda lejano y va empequeñeciendo con cada paso que ganamos en altura. Y de pronto ya la tenemos ahí.



La Cruz del Gorbeia (1.482 m.) máxima altura de Araba y Bizkaia. Es uno de los cinco montes bocineros de Bizkaia, desde donde se convocaban a Juntas generales mediante hogueras y el toque de cuernos. La cruz actual mide 17 m. y apabulla, cómo sería de impresionante la primera de ellas que media 33 m.








Bajo la Cruz hay un pedestal con una pequeña imagen de la Virgen de Begoña, que hoy tiene flores recién puestas. Cerca hay un buzón montañero de acero que representa a un caserío, tengo noticias de que fue instalado por el Athletic Club. Relegado, y algo más alejado, ha quedado el punto geodésico de la cima.


Repostamos líquidos e hidratos de carbono, mientras un continuo flujo de gente sigue llegando a la cumbre, sin embargo apenas nos hemos cruzado con alguien en nuestra subida, varias sendas confluyen en el collado. Vamos haciendo las últimas fotos y emprendemos el regreso.


Lo hacemos por la parte contraria a la subida, por la extensa y verde pradera con suave desnivel. El Anboto, algo más despejado de nubes va quedando a nuestra izquierda, y por detrás, la Cruz va menguando a medida nos vamos alejando de ella.


Ya por sendero, descendemos un escalón lindando con unas mugas territoriales, llegamos a una parte más llana con varios surcos en el camino, poco después a una encrucijada balizada. Volvemos la vista atrás para dar la última mirada a la Cruz del Gorbeia.


Por la izquierda proseguimos por la senda Arroriano que agiliza la bajada entre matorral bajo y de nuevo con helechos secos. Es un descenso rápido y pedregoso, con diversos surcos que luego se suaviza al entrar en el bosque cerca de una borda, Egillolarra 1.175 m.)

Penetramos en otro bosque hayas. Cobijado entre sus sombras el sendero se estrecha y serpentea entre el piso de hojarasca seca. Nos acompañan ejemplares de hayas de todos los tamaños que ocupan las laderas y no parecen haber sido podados.

Sin dejar de descender a un ritmo cómodo, salimos a algunos pequeños claros y volvemos a entrar en el bosque de hayas. Luego como por arte de magia la vegetación se espesa un poco más y comienzan a aparecer los primeros ejemplares de hayas trasmochas.

Su característica principal es el aumento de tamaño de sus troncos y su peculiar forma de poda, ramas verticales al infinito, para conseguir grandes cantidades de leña para alimentar las carboneras y las ferrerías, todo ello manteniendo el árbol en producción.


Es una zona preciosa, con alto grado de humedad, donde solo algunos ejemplares fueron seleccionados, entre ellos algunos especímenes son de tamaño grandioso, reliquias del pasado que debemos conservar. De pronto, un haya caída delimita la zona, y el camino se ensancha.

El bosque continua menos apretado, las hayas son más jóvenes y de espigados troncos buscando la luz. Luego llegan quejigos, acebos y el entorno se torna más descuidado, de ramas caídas por la poda natural. La humedad se acrecienta, y el musgo y los líquenes verdean troncos y rocas.


Viene el solano que ilumina el siguiente tramo, dando paso a los helechos secos que bordean el camino en un claro. Luego, un espacio precioso de viejas hayas de colosales troncos, jalonadas al azar y que el sol hace brillar sus doradas hojas.

Un poste balizado nos dice que tenemos cerca las Canteras. Después una pequeña caseta de aperos que parece habitada por gnomos, y enseguida, entre una valla, vemos desde la altura, las paredes de la antigua cantera, hoy dedicada a uso público y convertida en área recreativa.

En los últimos metros vuelve la humedad cerca del cauce de una chorrera, el suelo se alfombra de hojas secas y llegamos al parking cerrando el círculo. Agradecemos a Joseba su inestimable colaboración y le consultamos donde comer unas buenas pochas. En Gopegi, y nos acompaña, tomamos unas cañas y nos despedimos. Por cierto, las pochas estaban de muerte, acompañadas de una botella de sidra.
RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 13,0 KM.
TIEMPO: 04:20 HORAS.
ALTURA MÁXIMA: 1.482 M. (Cruz del Gorbeia)
ALTURA MÍNIMA: 680 (Parkimg)
DESNIVEL POSITIVO: 815 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 815 M.
DIFICULTAD: MODERADA.


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