Posted by : Vaig a Peu sábado, 22 de septiembre de 2012


Cuenta la leyenda que en el siglo XI, cuando el Cid Campeador hacia sus correrías por tierras alicantinas, llegó a estos lugares. En sus luchas le gustaba al Cid dominar los valles y en una de las sierras más altas que dominaban el valle instaló el Cid su campamento. Cuentan que serían más de cinco mil moros los que tras desafiar al Cid le obligaron a presentar batalla, contra unos pocos caballeros que componían las huestes del Cid, cuando al amanecer de aquel día de julio, entablaron feroz y desigual lucha. Pero las cosas le fueron mal al Cid, se veía cercado con los suyos y en peligro su vida. En pleno vigor de la batalla, cuando ya se encontraba perdido, lanzó el Cid el grito de “¡Santiago y cierra España!”. Al momento se le apareció un hermoso caballero portando en su diestra una espada y en su izquierda, un inmaculado estandarte blanco con una cruz roja y montado sobre un brioso corcel. El cid emprendió una despiadada lucha contra los moros ayudado por aquel caballero, que cegados por tan refulgente luz y el brío de su impulso, presos del terror y pánico, emprendieron la huida, dejando las laderas llenas de cadáveres, quedando el Cid como dueño y señor, y vencedor de tan desigual batalla. Rápido, como una exhalación y dejando tras de sí una aureola luminosa y blanca, el caballo de San Jaime dio un enorme salto hacia la sierra  de enfrente, desapareciendo al instante. Dio el Cid gracias al cielo por la intercesión de San Jaime y, desde entonces, el monte donde se celebró la batalla se le conoce como al “Sierra del Cid” y la que saltó San Jaime con su caballo, el de la “Sierra del Caballo”, allí se puede comprobar la huella que dejó impresa en las peñas, conocida por la “pota del cavall de Sant Jaime”.
COMO LLEGAR: Autovía A-31 dirección Madrid, salida PETRER/CENTRO COMERCIAL, en la pequeña rotonda seguir por la carreterita de enfrente, todo recto, obviando Xorret del Catí por la derecha y Centro Comercial por la izquierda. Nada más subir la cuesta tenemos a la derecha la Base Iris, que es un punto limpio y de reciclaje. En sus alrededores se puede aparcar.
ITINERARIO: BASE IRIS / CASA DEL PINO / COLLADO DE XARPA / ALTO DE CÁRDENAS /CORDAL DE LA SIERRA /  CUMBRE DEL CABALLO / PLA DELS CARAGOLS / ESPOLÓN DE LA CRUZ / CRUCE CON CAMINO / BASE IRIS.
COMPONENTES: VICENTE.








LA RUTA: El día está brumoso, del Bolón solo se distingue su silueta. Iniciamos por el camino asfaltado de la derecha de la Base Iris, en leve ascenso, poco después por la derecha dejamos atrás unos depósitos de agua.





Vamos en dirección a la sierra hasta llegar a un terreno donde hay camiones y máquinas excavadoras, aquí dejamos el asfalto y continuamos por el camino de tierra de la izquierda que asciende ligeramente. Tenemos una borrosa vista del castillo de Petrer.


Dejamos otro camino a la derecha y seguimos subiendo hasta llegar a una nueva bifurcación, continuando esta vez por la derecha, no haremos caso a las marcas de PR pintadas en una torre eléctrica a la izquierda. Entramos en una zona de chalets y casas de campo. Llegan pequeñas nubes que al chocar con la sierra se van deshaciendo.













Quedan atrás los chalets y el camino aparece despejado y paralelo a la falda de la montaña. Más tarde por la derecha, después de un algarrobo, veremos un mojón marcando el inicio de una senda que se dirige a la sierra y que utilizaremos para el regreso, cerrando aquí el trayecto circular.





Continuamos avanzando y ganando altura lentamente. El paisaje hacia atrás ha sido invadido por la bruma. A la izquierda la rambla se hace más profunda entre bancales de secano y al fondo más elevada, divisamos la Caseta del Pí.




Estar atentos a un mojón a la derecha que nos marca una senda que nos hará mucho más cómodo el ascenso hasta el colladito donde está la Caseta del Pí,  antigua casa de campo integrada en el paisaje y actualmente deshabitada. Enfrente, han construido otra, pintada de blanco y que desentona.


A esta altura vemos que la bruma viene desde Villena y Sax, formando un mar de nubes por donde el Bolón asoma su cúspide. Proseguimos por la senda, ahora bastante concurrida por  algún corredor y gente que viene paseando desde Petrer hasta el collado de Xarpa. El sendero sigue elevándonos y recortando las sinuosidades de la falda de la sierra, la vegetación y los pinos se hacen más frecuentes.








Collado de Xarpa (906 m.) Presidido por una casa el encalada forma un pequeño rellano y comienza la pista de tierra que lleva a l’Alvaiol. Continuamos por esta pista dejando atrás otra por la derecha. En unos trescientos metros después y también por la derecha tendremos que comenzar a subir por un empinado camino que más tarde llanea de nuevo hasta que se acaba la pista. Debemos de continuar por la senda de la derecha y obviar la que sigue de frente marcada por una estaca con un círculo azul.





Cobijados entre pinos nos esforzamos por la senda que gana altura rápidamente. Poco después la senda cruza un camino y seguimos de frente, el camino lleva al mismo sitio pero es mucho mejor la senda que comienza a discurrir por el cordal de la sierra.




Las vistas, pese a lo brumoso del día, comienzan a maravillarnos con la visión frontal de la Sierra del Cid. Continuamos por el cordal pasando por pequeñas elevaciones rocosas que forman parte del Alto de Cárdenes. Una de ellas tiene un minúsculo Punto geodésico y en su parte sur paredes para práctica de escalada.



Enseguida viene otra elevación coronada pon un mojón de piedras que se supera con facilidad. En los alrededores me llama la atención unas barras de hierro sujetas con tornillos anclados en la roca, que en principio pensé eran anclajes para hace rapel y luego me aclararon que fueron pruebas que hicieron para la instalación de molinos eólicos.




Ya tengo delante la redondeada loma de la cubre con su punto geodésico. Es curioso lo distintas que son las dos vertientes de la cumbre, cuando vienes por el este como ahora y lo agreste que resulta viniendo desde el oeste.


Cima del Caballo (935 m.) las vistas son de 360º,  la bruma no permite ver todos los detalles pero si reconocer la silueta de muchas de las montañas que nos rodean: detrás de la Sierra del Cid podemos ver un pequeño reflejo del mar, más hacia el norte vemos la bonita curva que hace la Crestería del Frare que culmina en el Despeñador, el Maigmó, la Solana del Bubo, les Fermoses, la Replana y girando, Camara, el Bolón, Salinas… Con el ambiente despejado debe ser una delicia contemplar este paisaje.



Hay dos personas almorzando junto al pilón, Son componentes del Club Alpino Eldense, buenos conocedores de estos parajes. Están haciendo trabajo de campo, marcando puntos en el GPS para preparar ejercicios didácticos a los afiliados al Club. Nos despedimos y preparo mi almuerzo. Antes de partir observo a mis pies la Caseta del Pí.





Inicio el descenso por la parte contraria a la que he subido, con la vista puesta en Petrer y Elda, que ahora parecen un solo pueblo. El primer tramo es vertiginoso y hay que hacerlo con precaución. Al mirar hacia atrás vemos el enclave rocoso en que está colocado el pilón.


El descenso se va apaciguando por la preciosa senda entre pinos y nos dirige por la umbría hacia el Pla dels Caragols (llano de los caracoles), donde hay un cruce de sendas y caminos. Me han comentado los componentes del Club Alpino que siguiendo la senda de la izquierda y bajando un desnivel de unos cien metros encontraremos unas bonitas cuevas. Ese tramo lo dejaré para otra ocasión, hoy quiero llegar al Espolón de la Cruz.













Una vez en el Pla dels Caragols tomo la senda de la derecha para continuar el descenso. Al poco un mojón marca un desvío a la derecha que en horizontal me conduce entre los pinos a un enclave rocoso con una hermosa pared donde hay huellas de prácticas de escalada. Accedo por detrás y tengo una lejana vista del Espolón de la Cruz, una profunda vaguada me separa de él, así que vuelvo sobre mis pasos.


De nuevo en la senda principal continúo bajando hasta que otro mojón a la derecha marca otro ramal que parece gustarme algo más. Desciende un poco para rodear la loma y entrar en la vaguada para superarla pegada a la falda de la sierra. La dirección es clara hacia el Espolón que va tomando tamaño al acercarme a su erosionada base. Una pequeña trepada, manos, y por el estrecho pasillo que le une a la sierra llego frente a la Cruz. La escalada final, de unos seis metros, hasta el peñón donde está enclavada la cruz lo dejo para gente más experta.


La Penya del Corb, actualmente más conocida como el Espolón de la Cruz, es uno de los puntos de escalada emblemáticos de nuestra provincia con numerosas vías, lugar pionero para los amantes de este deporte. Está coronado por una cruz de hierro colocada en memoria del fallecido montañero Pascual Navarro en 1968. Esta cruz es la misma que estuvo provisionalmente en la construcción de la iglesia de San Francisco de Sales. Tengo una buena visión de la Sierra de Camara y las Peñas de Marín.


Retorno de nuevo al sendero principal y prosigo descendiendo hasta llegar a la pista de tierra por donde esta mañana vi los mojones del inicio de esta senda. Ahora solo me queda recorrer el mismo camino en sentido contrario, pasando por la zona de chalets y casas de campo, teniendo de frente la vista, a estas horas mucho más despejada, de Petrer y su castillo, hasta arribar la Base Iris donde finaliza esta agradable excursión.


RECORRIDO: CIRCULAR.
AGUA EN RUTA: NO.
DISTANCIA: 10,700 KM.
TIEMPO: 04:10 HORAS
ALTURA MÁXIMA: 935 M. (Cima del Caballo)
ALTURA MÍNIMA: 465 M. (Base Iris)
DESNIVEL POSITIVO: 575 M.
DESNIVEL NEGATIVO: 587 M.
DIFICULTAD: MODERADA.

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