sábado, 12 de febrero de 2011
COMPONENTES: VICENTE, JULIAN, PATRO, MIGUEL Y RAUL
ITINERARIO:
Circular que hicimos en octubre del 2009 por primera vez y aunque larga resulta espectacular.
Autopista con salida en Villajoyosa y seguir hasta Sella. Dejar el coche en los nuevos aparcamientos antes de entrar al pueblo a la derecha.
Comenzamos por la carreterita que va a la Font de Alcántera y al refugio de la Font del Arc siguiendo las marcas del PRV-9 Sella-Benimantell. El asfalto acaba al llegar al refugio y seguimos por la pista de tierra, el día está brumoso y frío con escarcha en los márgenes. Dejamos atrás las paredes del Peñón Divino(1.116 m.) y el pequeño valle se va abriendo, aparecen almendros en flor y algunas casas de campo, vamos ascendiendo suavemente y enfrente se ve que el camino se eleva en rampas para alcanzar el collado y contador que baja a Benimantell.
Justo antes de comenzar la primera rampa, mojones a la izquierda nos marcan el inicio de una senda bastante visible, llevamos 1 hora 45', nos va ascendiendo suavemente entre pequeñas lomas, buscando el cauce de un barranco donde se vuelve más exigente. Agua y torraicos. Seguimos ganando altura hasta culminar la primera loma y primera alegría, mar de nubes en el valle de la derecha que nos separa de la sierra de Aitana, fotos, también se está formando otro mar en el valle de Sella con el Puig Campana al fondo, la visión es cuatridimensional.
A partir de ahora vamos ascendiendo cumbreando lomas hasta el Penyo Mulero (1.308 m.), agua, barritas, alguien sacó una ampolla con no sé que brebaje y ya no dejó de sonreír en toda la mañana, Raúl tiene algún síntoma de cansancio, pero resiste bien pese a ir en deportivos.
La senda se convierte en camino y desciende rápidamente al collado con una vista lateral del Alt de Tagarina (1.422 m.) y la senda que nos llevaría a la cumbre de Aitana (1.557 m.), por la derecha iríamos a la Font de Partegat, nosotros nos vamos por la izquierda descendiendo un poco y en dirección al Divino. La otra vez nos cruzamos con Valero y Maribel que volvían, le seguimos añorando. Poco después nos cruzamos con guiris y a la izquierda hay una pequeña cruz de hierro con una placa de metacrilato que recuerda que una persona murió en ese lugar haciendo lo que más le gustaba ¿...? . El Divino está cerca, dudamos en la primera bifurcación a la izquierda y seguimos hasta la segunda, a aquí ya no dudamos, nos hemos equivocado era la primera, aplicamos el manual del buen montañero y campo a través, pobres zapatillas de Raúl.
Ya en el camino bueno y dos rampas más aparece el palomar, hay un guiri con un todoterreno equipadísimo. La mitad de la tropa se quería quedar en la sombra de la encina, los convencemos y tres bancales más arriba el gran peñón, da el solete y las vistas con la bruma, impresionantes. Es casi la una, hay quién antes de abrir la mochila ya tiene el bocata en la boca, nos relajamos, aperitivo, vino del abuelo, intercambio de viandas, fruta, café, té, onzas de chocolate y....¡donuts de Mari!
Saciados y recuperados iniciamos el fácil descenso hasta el cruce del camino, el guiri se prepara para cocinar en el todoterreno, seguimos bajado por la izquierda hasta llegar a un camino asfaltado que rechazamos, para seguir de frente por una pista de tierra que se inicia y nos sube poco a poco a las lomas y cumbreando hasta que se cruza con el PRV-198 que nos lleva al Alt de la Penya de Sella(1.105 m.). Desde allí vemos el pueblo a nuestros pies y se inicia la vertiginosa bajada, aunque está bien marcada, el primer tramo es delicado por las torrenteras y piedras sueltas, manteniendo la concentración llegamos al pueblo, al doblar la primera esquina, en la iglesia de Santa Bárbara, fuente y bar el Casino donde tomamos unas sin y restañamos nuestras heridas. Otras siete horas. Coche y a casa.
La senda se convierte en camino y desciende rápidamente al collado con una vista lateral del Alt de Tagarina (1.422 m.) y la senda que nos llevaría a la cumbre de Aitana (1.557 m.), por la derecha iríamos a la Font de Partegat, nosotros nos vamos por la izquierda descendiendo un poco y en dirección al Divino. La otra vez nos cruzamos con Valero y Maribel que volvían, le seguimos añorando. Poco después nos cruzamos con guiris y a la izquierda hay una pequeña cruz de hierro con una placa de metacrilato que recuerda que una persona murió en ese lugar haciendo lo que más le gustaba ¿...? . El Divino está cerca, dudamos en la primera bifurcación a la izquierda y seguimos hasta la segunda, a aquí ya no dudamos, nos hemos equivocado era la primera, aplicamos el manual del buen montañero y campo a través, pobres zapatillas de Raúl.
Ya en el camino bueno y dos rampas más aparece el palomar, hay un guiri con un todoterreno equipadísimo. La mitad de la tropa se quería quedar en la sombra de la encina, los convencemos y tres bancales más arriba el gran peñón, da el solete y las vistas con la bruma, impresionantes. Es casi la una, hay quién antes de abrir la mochila ya tiene el bocata en la boca, nos relajamos, aperitivo, vino del abuelo, intercambio de viandas, fruta, café, té, onzas de chocolate y....¡donuts de Mari!
Saciados y recuperados iniciamos el fácil descenso hasta el cruce del camino, el guiri se prepara para cocinar en el todoterreno, seguimos bajado por la izquierda hasta llegar a un camino asfaltado que rechazamos, para seguir de frente por una pista de tierra que se inicia y nos sube poco a poco a las lomas y cumbreando hasta que se cruza con el PRV-198 que nos lleva al Alt de la Penya de Sella(1.105 m.). Desde allí vemos el pueblo a nuestros pies y se inicia la vertiginosa bajada, aunque está bien marcada, el primer tramo es delicado por las torrenteras y piedras sueltas, manteniendo la concentración llegamos al pueblo, al doblar la primera esquina, en la iglesia de Santa Bárbara, fuente y bar el Casino donde tomamos unas sin y restañamos nuestras heridas. Otras siete horas. Coche y a casa.
