Posted by : Vaig a Peu domingo, 29 de junio de 2025

La batería de Castillitos se encuentra situada en Cabo Tiñoso, en la costa del término municipal de Cartagena, cerca de la localidad de La Azohía, en un paraje abrupto dominado por acantilados y montes escarpados, mirando sobre una línea de costa desde unos 250 m sobre el nivel del mar. Su posición fue cuidadosamente elegida, en un estratégico punto situado en la línea costera donde la artillería emplazada tenia como función defender la base naval cartagenera, en cuyo concurso era necesaria la acción conjunta y centralizada con el resto de las baterías de costa. El acceso a este enclave defensivo se realizó por la carretera que conecta la ciudad de Cartagena con la localidad costera de La Azohía. Antes de llegar a esta pequeña población, y tras haber pasado las Cuestas del Cedacero, existe un desvío que conduce al caserío del Campillo de Adentro. Pasado éste se inicia un camino asfaltado, en relativas buenas condiciones, que asciende hasta la batería. Se encuentra abandonada y sin uso, pero es propiedad del Ministerio de Defensa. La batería de Castillitos fue una de las dos que montaron las gigantescas piezas Vickers de 381 mm destinadas a la defensa de la base naval de Cartagena (el otro emplazamiento sería el Monte de Cenizas). Su construcción se debió al Plan de Defensa de 1926, y estuvieron activas hasta finales del siglo XX cuando, una vez perdido su valor militar, fueron desactivadas. Este importante emplazamiento de las fortificaciones contemporáneas de Cartagena fue construido entre los años 1933 y 1936, conforme a los planos y proyectos que surgieron tras la aprobación del Plan de Defensa de 1926. La idea fue la de crear un infranqueable anillo defensivo contra cualquier escuadra enemiga que intentase una aproximación hostil a la base naval. Para ello se dispuso de la más moderna tecnología de la época, incluyendo las diferentes piezas de la casa británica Vickers, las potentes y eficaces en aquellos años. En concreto, en Castillitos se emplazaron dos cañones de 381 mm y 45 calibres capaces de enviar un proyectil de casi una tonelada a unos 35 kilómetros de distancia. Para su construcción fue necesaria la creación de otras infraestructuras aún existentes, como los caminos o el propio espigón portuario de La Azohía, donde fueron desembarcadas las piezas. Al comenzar la Guerra Civil (1936-1939), la batería estaba casi operativa, a falta de la dirección de tiro, por lo que aún no había realizado fuego. No obstante, tendría un importante papel durante el conflicto, realizando ya un disparo contra la escuadra nacional en abril de 1937. Su sola presencia resultaba ya suficiente intimidación como para mantener alejado cualquier buque enemigo. Al finalizar la guerra se iniciaron trabajos para montarle una moderna dirección de tiro. Con esto mantuvo su valor militar hasta 1994, cuando dejó de estar en servicio a causa de la aplicación del Plan Norte, destinado a la modernización y racionalización de los recursos de las Fuerzas Armadas. Tras su abandono fue concienzudamente expoliada, y hoy se encuentra en muy mal estado de conservación.

CÓMO LLEGAR: Desde Elche por la E-15, AP-7 a Murcia, por la A-30 y AP-7 a Cartagena. Seguir hasta el aparcamiento de la Batería de Castillitos. En Wikiloc se puede obtener la ruta de cómo llegar al inicio.

COMPONENTES: VICENTE Y SUSI.

ITINERARIO: APARCAMIENTO-INICIO / BARRERA A VEHICULOS / PANORAMICAS / CURVA CERRADA / GARITA / ESTANCIAS / BATERÍA EL ATALAYÓN / PABELLONES / ACCESO AA BATERÍA / PUESTO DE MANDO / FINAL PLATAFORMA VALLADA / BAJADA / DCHA. / PUESTO GRAFOMETRICO EL JOREL / ESTACIÓN GESTION DE FRONTERAS / BATERIA EL JOREL / PIEZAS DE ARTILLERIA DE EL JOREL / PUESTO DE MANDO AVANZADO DE EL JOREL.


LA RUTA: Con motivo de una comida en Puntas de Calnegre, y para aprovechar el viaje, decidimos desviarnos para hacer una sencilla ruta por las Baterías de Costa del Cabo Tiñoso que Susi no conocía. Nunca habíamos ido directamente con el coche al aparcamiento. La incluíamos con las rutas desde la Azohía, o a Cala Cerrada.

 


Es importante avisar que la carretera de acceso, aunque ha sido remozada, es muy estrecha con muchas curvas y cuesta arriba en la ida. En los fines de semana se forman atascos, el “turisteo” sube tarde y quiere llegar con el coche al último y pequeño aparcamiento, lo cual es imposible. Cuando hay que dar marcha atrás, algunos conductores se bloquean por miedo a los acantilados. Puede ser una experiencia desagradable. Nosotros madrugamos y tuvimos suerte de no cruzarnos con nadie en la subida ni en la bajada.

 

Iniciamos desde el aparcamiento por la izquierda, en dirección a la barrera que impide el paso a vehículos y que da acceso a la Batería de El Atalayón, por camino de tierra que rodea el cerro donde se ubica en un inhóspito paraje de abrupta geografía.

 

En la subida tenemos vistas espectaculares hacia la bahía de Cartagena, a las montañas de la zona que superan su altitud, la Picadera 406 m., Cerro de los Siete Cucones y el Centro Emisor de Isla Plana, y hacia atrás, las dos Baterías que visitaremos luego, Castillitos y El Jorel.

 

Seguimos rodeando en cerro con suave desnivel, que a medida que ganamos altura se van ampliando las panorámicas al intenso azul del mar de la bahía cartagenera, con diversos buques anclados en espera de poder ser amarrados en el puerto.

 

La batería de El Atalayón se sitúa en el cerro de la Picadura, a unos 355 m. sobre el nivel del mar.  Esta posición de privilegio permite tener desde esta batería una visión de conjunto de toda la finca. Se construyó entre 1930 y 1933 para dar protección a las Unidades de Cabo Tiñoso (Castillitos, El Jorel) a 353 metros sobre el nivel del mar. La batería estaba equiparada con cañones y otros armamentos para defender la costa. 

 

Sorprende la majestuosidad de las estancias que alojaban las piezas y los servicios de la batería, inspirados en el estilo neoclásico. Las fachadas están decoradas con columnas acabadas con capiteles jónicos adornados con volutas laterales y la cubierta, acabada con un frontos triangular. La batería se construyó para cuatro cañones Vickers de 105/45 sobre barbetas (explanada donde se colocaban las piezas de artillería en dirección al mar). 

 

El resto de las infraestructuras es del mismo estilo neoclásico, aunque más austero, con las fachadas de piedra acarenada y relieve de columnas de estilo dórico, caracterizado por su sencillez. Se aprecia un intento de mimetización y camuflaje con el medio, con el objetivo de pasar desapercibida ante el enemigo, especialmente desde el mar. La batería de El Atalayón permaneció en servicio hasta1994 y está declarada Bien de Interés Cultural. 

 

Después de prolongadas vistas al final del Cabo Tiñoso donde se encuentran las otras baterías, vamos regresando por el mismo camino hacia el aparcamiento, consiguiendo miradas a la escondida bahía de la Azohía.

 

De nuevo en el aparcamiento, seguimos ahora de frente hacia el acceso a la batería de Castillitos, con nuevas miradas a la la bahía de Cartagena y por detrás al cerro de la Picadura con las edificaciones de El atalayón.

 

La batería de Castillitos fue diseñada para proteger la bahía de Cartagena desde un lugar estratégioco. Esta fortificación costera construida entre 1930 y 1931 para proteger la Base Naval de Cargatena en época de conflictos mundiales. 

 

El Plan de Defensa de 1928 aprobado por el General Primo de Rivera, contemplaba la construcción de dos baterías artilladas con las gigantescas piezas Vickers de 38,1 cms, fabricadas en Sheffield (Inglaterra). Una fue la Batería de Cenizas y la otra Castillitos, que se construyeron entre 1930 y 1936. El Plan contemplaba además la construcción de baterías secundarias de 152 mm y antiaéreas de 105 mm.

 

La defensa se realizaba de manera conjunta de la batería del Monte de las Cenizas, situada al otro lado de la ciudad. A ambas baterías se les dotó, unos años después, de dos potentes cañones capaces de disparar un proyectil de casi una tonelada ¡a casi 35 kiletros de distancia! 

 

Para su ubicación se eligió Cabo Tiñoso, abrupto enclave entre acantilados, a 250 metros sobre el nivel del mar, un lugar de difícil acceso, con una amplia visibilidad. El nombre de esta construcción se debe al estilo con el que fue construida, imitando a un castillo medieval, con torres y almenas incluidas. Algunas estancias están excavadas en la montaña y para su construcción se emplearon materiales del color de las rocas con el fin de que quedara camuflada en el paisaje.

 

Al pasar por las instalaciones veremos elementos y edificciones destinados tanto a la defensa: garitas, puestos de vigilancia, almacenes de pólvora, como los necesarios para albergar a quienes se encontraban aquí reclutados: pabellones de acuartelamiento, aljibe, almacenes… La batería de Castillitos permaneció en servicio hasta 1994 y está declarada Bien de Interés Cultural.

 

La baveta donde están situados los cañones Vickers es la zona más visitada por la espectacularidad de las piezas. Avanzamos hasta el final de la plataforma donde está vallada y vamos descendiendo por la izquierda con vistas al emplazamiento de la batería de El Jorel.

 

No subimos al puesto Grafométrico de El Joel, ni tampoco a la Estación de gestión de Fronteras, situados en dos montículos más apartados, y llegamos por camino a las instalaciones con vistas de nuevo al mar.

 

Batería de El Jorel. Para llevar a cabo el Plan de Defensa de 1912 se construyeron varias baterías de costas, entre ellas, esta de El Jorel. El 20 de mayo de 1933 el General Jefe de la Región Militar de Levante ordenaba la disolución de todas las baterías de costa de Cartagena, debido al nuevo planteamiento de la política española de seguridad y defensa. 

 

La batería de El Jorel, se localiza en el extremo del cabo. Desde esta zona se pueden observar tanto los acantilados de la vertiente sur como las escarpadas laderas de la vertiente norte, donde además podemos ver la estratificación del terreno y la vegetación en bandas.

 

Como batería secundaria fue construida entre 1931-32 y artillada en 1933 con cuatro cañones Vickers de 152,4 mm, pero en 1937 durante la Guerra Civil, una de sus piezas se envió a Almería, por lo que actualmente quedan tres piezas que no han sido desartilladas.

 

Por cuestión de horario decidimos no bajar hasta el Arco ni al Faro del Cabo Tiñoso que es un sendero rocoso y en zigzag. Comenzamos a regresar por el camino llano a pie de las edificaciones hasta el aparcamiento donde cerramos esta curiosa ruta con tintes históricos.







RECORRIDO: CIRCULAR.

AGUA POTABLE EN RUTA: NO.

DISTANCIA: 5,3 KM.

TIEMPO EN MOVIMIENTO: 1:45 HORAS

ALTURA MÁXIMA: 331 M. (Batería El Atalayón)

ALTURA MÍNIMA: 199 M. (Llegando a la Batería El Jorel)

DESNIVEL POSITIVO: 169 M.

DESNIVEL NEGATIVO: 174 M.

DIFICULTAD: MODERADA.

 

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