
La Historia del Camino Sanabrés. Entre los años 812 y 814, en los albores de la Reconquista, en un castro cercano a la ciudad episcopal de Iria Flavia, un ermitaño llamado Pelayo vio durante la noche unas luces ardientes y se lo comunicó al obispo Teodomiro. Éste verificó los hechos y descubrió en aquel paraje los restos mortales del Apóstol Santiago el Mayor, que aparentemente habían sido trasladados hasta allí tras su martirio, allá por el año 44 de nuestra era. Este hallazgo fue la chispa que generó el fenómeno de las peregrinaciones jacobeas. Ahora bien, dado que las vías de comunicación terrestres de aquellos siglos nada tenían que ver con las actuales y que cada peregrino no tenía más opciones que comenzar el viaje a pie desde su propio hogar, ¿cuáles son las causas que motivaron el auge de algunos itinerarios y el detrimento o la no aparición de muchos otros?. El origen de este Camino, llamémosle Sanabrés o Mozárabe, como itinerario viable hacia la tumba del Apóstol va de la mano de la Vía de la Plata, que ascendía desde el sur de España, y de toda una serie de pequeñas romerías o peregrinaciones hacia una tupida red de monasterios surgidos en base a la repoblación mozárabe y situados en la provincia de Zamora, concretamente en el mismo punto de origen y trazado por donde hoy discurre el Camino. Juan Carlos de la Mata Guerra, en su parte correspondiente al libro Los Caminos de Santiago en el Norte de Zamora, expresa así esta teoría: "todo indica que la consideración de peregrino en tiempos medievales no se reducía al devoto jacobeo o al romero, sino que en el sentido amplio del término era muy abierta. Se consideraba peregrino a todo aquel que para honrar a los santos deambulaba por los caminos atraído por santuarios locales y el culto a las reliquias de los santos que se veneraban en ellos". A escasos cuatro kilómetros de la calzada romana a la altura de Granja de Moreruela está ubicado el monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela. Es el más antiguo de España y fue conocido hasta el año 1163 como Santiago de Moreruela. En sus restos aún se pueden admirar la puerta y fuente del peregrino. En Tábara, a 25 kilómetros de Moreruela, existía antes de 1137 el monasterio mozárabe de San Salvador. Lo mismo ocurre en Santa Marta de Tera, población que surgió de la mano de la abadía de Santa Marta de Riba de Tera. También en Rionegro del Puente, donde a los pies del santuario de la Virgen de la Carballeda se fundó la Cofradía de los Falifos, hermandad aún vigente, propietaria del actual albergue de peregrinos de la localidad y dedicada a "la compostura de los malos caminos, para la comodidad de los pobres peregrinos que pasan a Compostela a visitar el templo del Apóstol Santiago". La Cofradía fue aprobada por Clemente VI (1342-1352), y confirmada por Eugenio IV (1431-1447) y Paulo III (1534 y 1549). En San Martín de Castañeda, población situada sobre el lago de Sanabria, aunque alejada del itinerario actual, se levantó en el siglo X el monasterio de Santa María. Ya en Galicia, junto a la Colegiata de Santa María la Real de Xunqueria de Ambía había un hospital de peregrinos, conocido gracias a unos documentos de 1520. También hay constancia de hospitales de peregrinos en Verín, Monterrei, Allariz y Orense. No hay duda de que existió un itinerario trazado entre todos estos centros religiosos y que, gracias a las innumerables muestras de hospitalidad que fueron encontrando los devotos, este mismo camino que utilizaba vías naturales de comunicación se convirtió en otro itinerario más hacia Santiago.

Después de un duro y tórrido verano tenía ganas de volver al camino de Santiago como el año pasado, pero esta vez me he quedado sin compañía. Elegí el Camino de Invierno de Ponferrada a Santiago. Contacté con una agencia como el año anterior pero a la hora del presupuesto dijeron que no podían completarlo puesto que a partir de octubre muchos establecimientos cerraban, y entonces, me ofrecieron el Camino Vía de la Plata de Ourense a Santiago incluyendo Lalín aunque pertenece al Camino de Invierno, lo cual me pareció bien porque podía alargar una etapa más. Durante este tiempo, Susi que no puede caminar, propuso alquilar un coche y hacer ella los traslados de equipaje al tiempo que me llevaría a la salida o recogería en la llegada. Luego visitaría los pueblos y disfrutaría más de los hoteles.

Manifesté un cambio en el presupuesto quitando el traslado de equipaje y completando habitación doble. Simplemente duplicaron el presupuesto. Les hicimos saber nuestro desacuerdo e hicieron una pequeña rebaja que no nos convenció. Así que, decidimos por nuestra cuenta reservar en los hoteles que nos propusieron y el resultado fue una gran diferencia que nos dio para alquilar el coche y mucho más.

Ahora que lo teníamos claro, empezamos por el principio. Actualmente tenemos AVE directo Alicante-Ourense todos los días, pero los vuelos directos para el regreso desde Santiago a Alicante eran dos veces a la semana. Primero compramos los billetes de avión para el regreso y luego calculando los días de duración, los billetes de ida en AVE a Orense. Con las fechas de ida y vuelta aseguradas comenzamos a reservar los alojamientos que nos habían propuesto en cada etapa con alguna variación. También alquilamos el coche para recoger en la Estación del AVE en Ourense y que a la llegada a Santiago devolveríamos también en la estación de tren.

El AVE a Ourense sale muy temprano y antes del medio día estamos en la capital gallega. A unos pasos tenemos la oficina de Europcar donde recogemos nuestro vehículo, un Fiat500 con suficiente capacidad para nuestro equipaje y que ella manejará en los desplazamientos de cada etapa. Con el GPS llegamos al hotel Barcelo, y mientras nos registramos solicitamos una plaza de garaje y dejamos el coche aparcado.
Salimos a recorrer el centro de Ourense y buscar un sitio para comer. Nos decidimos por pequeño restaurante en los alrededores de la Catedral de San Martiño. Luego nos fuimos a descansar al hotel y a media tarde volvimos a recorrer las calles peatonales y sus grandes comercios y recordamos nuestra última visita en 2015 recorriendo la Ribeira Sacra, y las termas públicas que habían en el centro de la ciudad hoy cerradas desde la pandemia. Mañana mientras yo camino hacia Cea, ella irá a las termas de Outariz a darse un buen baño.
Nos movemos hasta localizar el punto inicio de la etapa de mañana, situado al principio de la rua Xoan XXIII, muy cercana al hotel. Recorrimos un poco el sentido de la ruta comprobando que las señales de las conchas que dirigen el Camino, en la ciudad son metálicas y están en el suelo.
Anocheciendo buscamos donde tomar algo ligero para cenar y nos topamos con un restaurante italiano donde tomamos un revuelto de ajetes, carpaccio de remolacha y una finísima pizza. Regresamos al hotel para preparar la mochila y la ropa de la etapa, dejando las maletas casi preparadas para trasladarlas mañana en el coche.
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