AIGÜES: BALNEARI, OMBRÍA DE LA BACORERA Y LA COVA DE LES DONES, REGRÉS PER LA ERMITA Y LA FONT DE LA COGOLLA.

Posted by : Vaig a Peu sábado, 24 de junio de 2023

Ya en la época romana, este lugar de Alicante situado entre las playas de El Campello y el pico de Cabeçó d’Or fue utilizado como zona termal. Un pequeño oasis también descubierto por unas tropas musulmanas que extenderían sus famosos hammams al milagro natural de las montañas de Levante. En el siglo XVI, la zona sería cedida a la ciudad de Alicante, como demuestra un documento firmado el 30 de noviembre de 1596 a modo de concesión de la zona termal. Sin embargo, los primeros indicios del Preventorio de Aguas de Busot tal y como lo conocemos hoy en día tendrían lugar en 1838. Aquel año, los litigios entre la Administración Pública y la familia del Señor Conde de Casas Rojas (Marqués del Bosch), propietaria de estas tierras, serían resueltos bajo la decisión de construir un hotel de invierno que acogiese a algunas de las personalidades más distinguidas de la época, entre ellas los propios Reyes de España. Fue así como nació el fastuoso Hotel Miramar Estación de Invierno, todo un referente de la época: lujosas habitaciones integraban un complejo donde el visitante también encontraba una capilla, un casino, zona de juegos infantiles y hasta un novedoso sistema de saneamiento por WC traído de Inglaterra. Años de ocio y entretenimiento que se verían lastrados con la llegada de la Guerra Civil, época que volvió irreversible la idea de recuperar la actividad hotelera del edificio. Como alternativa, el Estado adquirió el antiguo hotel en 1936 y lo convirtió en un hospital para niños con tuberculosis. Esta actividad duró hasta finales de los años 60, momento en el que la enfermedad ya estaba prácticamente erradicada. Lo que vendría después sería una serie de discusiones de carácter burocrático saldadas por la adquisición del preventorio a manos de la empresa Prognosis hasta nuestros días. Vacío y derruido (parte de las antiguas escuelas para los niños y casetas de trabajadores fueron destruidas en los últimos años), el Preventorio de Aguas de Busot se convierte hoy en el perfecto reflejo no solo de su historia, sino también de una provincia; de un siglo XX en que un lugar podía pasar del cielo al infierno en una misma década.

CÓMO LLEGAR: Autovía AP-7 dirección Valencia tomar la salida nº 676 en dirección a El Campello / Aigües por la CV-775 seguir por la misma carretera hasta el pueblo de Aigües. Aparcar en las inmediaciones de la calle Bonavista, donde hay un panel de la ruta.

COMPONENTES: VICENTE Y PEPE.

ITINERARIO: AIGÜES / DCHA. / IZQDA. / GRAN PINO / BALNEARIO / CRUCE DCHA. / MINA DE OCRE / CAMI DE LA BACORERA / POZO / POSTE INFO. / SENDA IZQ. / RECTO / EN SENDA / COLL DE SALMITRE / COVA DE LES DONES / SENDA / POSTE INFO IZQ. / ALT DEL CANTAL / ANTIGUO GALLINERO / POSTE INFO / POSTE INFO IZQ. / POSTE INFO ARRIBA / ERMITA / FUENTE LA COGOLLA / FINCA LA TORRETA / CENADOR / CAMINO / SENDERO / SIGÜES.

LA RUTA: Las fuertes temperaturas hace que madruguemos más haciendo rutas cercanas y cortas. Volvemos a Aigües por el recorrido clásico del PR-CV 243, por los bellos parajes de las estribaciones del Cabeçó d’Or, con vistas al mar y a las grandes montañas. Para el regreso haremos una variante por la ermita.

Iniciamos desde la calle Bonavista, junto a un panel de la ruta, nos desviamos a la derecha por otras calles que nos suben por apartados rincones, virando a la izquierda y pasando por debajo de un enorme pino para luego enlazar con el asfaltado Cami del Balneari.

Subimos suavemente entre fincas y casas de campo donde vemos una embarcación como preparada por si viene un tsunami. Cerca de un grupo de casas sobre un montículo, dejamos el camino asfaltado por otro de tierra que sigue progresando por la derecha junto a la valla de una finca.

Ya tenemos a la vista el grandioso caserón del Balneario en constante deterioro. Es fácil imaginar a las clases pudientes europeas del siglo XIX disfrutar de los beneficios de las aguas termales. Lo sobrepasamos y giramos a la derecha.

Seguimos las paletas informativas hacia el Racó Ample. Enseguida en la ladera de la izquierda veremos unas barandas de madera donde se encuentra una antigua Mina de Ocre. Subimos y bajamos pero apenas se ve nada.

Pasamos junto a las instalaciones de una depuradora. El camino hace una especie de tobogán por la ladera del pinar, que por desgracia está afectado por un incendio reciente que ha dejado una gran mancha marrón entre los árboles.

Nos prolongamos por el Camí de la Ombría de la Bacorera dejando atrás las instalaciones de un pozo acuífero, donde las vistas comienzan a abrirse en el horizonte. De frente con las estribaciones del Cabeçó d’Or y por el Este, derecha, el Puig Campana.

En la parte baja del tobogán donde el camino llanea, por la izquierda tenemos un desvío balizado que conecta con un sendero hacia el Coll de Salmitre. Empieza una entretenida subida rodeando el cerro Salmitre (801 m.)

Entre un disperso pinar de ejemplares pequeños y abundante matorral bajo, el sendero surca la ladera con vistas al frondoso Racó Ample, mientras por el mar comienza a asomarse Serra Gelada, el Puig Campana y Aitana.

En el último tramo el sendero se encrespa y tenemos que apechugar para superarlo, a cambio las panorámicas se amplían al mar y vemos Serra Gelada al completo, con Benidorm y la playa del Albir a sus pies.

Coll de Salmitre (675 m.) Aquí conecta la subida al cerro y también se inicia la dura subida directa por la solana al Cabeçó d’Or. Dejamos de ver el mar por el Este para comenzar a observar la gran llanura del sureste.

Poco a poco las panorámicas se van ampliando a la planicie del litoral, con miradas extraordinarias a la línea costera que va desde la playa de San Juan y el Cabo de las Huertas, hasta el Cabo de Santa Pola.

Continuamos en suave descenso extasiados con las vistas al mar, donde escrutando un poco, llegamos a ver hasta la isla de Tabarca. Por la derecha impresionan las altas estribaciones del Cabeçó d’Or. Observamos un frontal rocoso.

Un hito marca el desvío a la Cova de les Dones, de pequeño tamaño y agazapada en la pared rocosa. Su boca de entrada es irregular y no muy profunda, con un solo habitáculo donde hay un Belén. Deshacemos el mismo camino para regresar al sendero.

Comienza un descenso más inclinado por el Barranc de Salmitre donde el sendero hace algunas lazadas y rampas apoyado sobre mampostería que amortigua el desnivel. Vamos dejando atrás las estribaciones del Cabeçó d’Or.

Un poste informativo nos indica un giro a la izquierda importante con el PR-CV 226, que nos va acercando a la muela de la Penya Roja (674 m.) que va emergiendo y que comenzamos a rodear por su parte baja.

Otro poste informativo nos lleva al collado de el Alt del Cantal (375 m.) un pequeño rellano donde vamos despidiendo las miradas al Cabeçó d’Or y por delante vuelven a abrirse las vistas al mar. Conectamos con un camino que nos sigue descendiendo.

Con la bajada algo más distendida y siempre rodeando la Penya Roja, vienen miradas más nítidas al litoral marino, con una buena panorámica del cabo de las Huertas adentrándose en un mar de color turquesa.

En el fondo el Barranquet del Cantal vemos un viejo transformador y restos de canalizaciones de un antiguo pozo. Toma protagonismo la gran mole de la Penya Roja, con su hermosa muela caliza con restos de bancales baldíos en su ladera.

Llegamos al lecho del Barranquet donde hay más canalizaciones de distribución en desuso, con vistas más niveladas en la costa. Un camino más ancho y con suave desnivel sigue volteando por la ladera de la gran Penya.

Bajo unos grandes pinos, pasamos junto a una nave abandonada con techo de uralita y que en su día parece ser que fue un criadero de aves. Al llegar a otro poste informativo, la muela deja de tener protagonismo y nos despedimos de la gran barrera del Cabeçó d’Or.

Alcanzamos un nuevo poste informativo donde giramos a la izquierda siguiendo las indicaciones del Camí de l’Ermita, ya por pista de tierra entramos en una masa de pineda y entre sus copas distinguimos la Ermita.

En el siguiente poste informativo ya no hay indicaciones a l’Ermita. Junto al poste tenemos que subir un terraplén que conecta un sendero entre el pinar que nos lleva al edificio de la Ermita con vistas al cabo de las Huertas.

En 2010 fue restaurado el mural de la Virgen del Carmen en la Ermita d’Agües, finales del siglo XIX, devolviéndole su antiguo esplendor y el 16 de julio de cada año vuelve a realizarse la romería en honor a la virgen.

Siguiendo el camino llegamos a los restos en total abandono de la Fuente de la Cogolla o del Estómago, que era la más nombrada de todas. Cerca de ella estaba la Fuente de los Romanos, en el lugar donde se descubrieron antiguas termas.

El camino nos lleva a la Finca la Torreta propiedad del antiguo dueño del balneario que ha sido restaurada en forma de castillo. En un montículo cercado hay una especie de cenador ahora destartalado con estupendas vistas.

Salimos de nuevo al camino que conecta con un sendero a la derecha que nos sigue descendiendo y en el que a la sombra de algunos pinos hay varios bancos de obra antiguos donde quizás descansaban los residentes.

Llegamos a la entrada del pueblo de Agües por la calle Dr. Sapena, pasamos por el Mercado Municipal para cerrar la ruta. Luego paseamos hasta plaza de la iglesia donde tomamos unas cervezas celebrando esta agradable ruta.